Programa nacional para formacion de talento en el area de ortesis y protesis
Autor: Camilia Souki Morocoima  | Publicado:  8/04/2010 | Formacion en Ciencias de la Salud | |
Programa nacional para formacion de talento en el area de ortesis y protesis .8

¿Y cómo nace el humor? En la infancia deriva de una aplicación estricta de la lógica, y me parece delicioso. Los adultos creemos que somos los más capaces de pensar lógicamente, pero no es cierto, nos lo impiden los filtros, las normas sociales y nuestra experiencia de vida. En cambio los argumentos lógicos aunque inocentes de un niño son demoledores. 

Sostuvo que las técnicas de resiliencia son aplicables tanto para niños como para adultos. En lo que se refiere a menores afirma que con estas se puede ayudar también a chicos que tienen problemas aunque no necesariamente de delincuencia.

Nadie está exento a las adversidades. Las adversidades pueden suceder también dentro del círculo familiar como muerte, divorcio o separación, enfermedad, pobreza, mudanza, malos tratos, abuso sexual, homicidios.

Hay muchos niños y adultos que sufren adversidades en su vida y las superan a pesar de que las circunstancias parezcan indicar lo contrario. Sin embargo para otras personas esas circunstancias son insuperables. Educadores, sicólogos y salubristas de todo el mundo, empiezan a requerir elementos prácticos para identificar esas características en los niños y para intervenir positivamente promoviendo su desarrollo.

La posibilidad de actuar fortaleciendo factores o condiciones positivas constituye un paso importante en lo que se denomina prevención primordial, "mucho antes de la emergencia de una patología o problema se deben tomar acciones para su reducción". Una manera de reconocer y acrecentar las propias capacidades para afrontar graves problemas y conseguir sacar de la vida el mayor partido posible.

Aunque en principio tiene unas connotaciones sociopolíticas
en tanto que los gobiernos descargan sus responsabilidades de seguridad y bienestar en los ciudadanos, para que sean estos quienes las afronten por sí mismos, de hecho tiene implicaciones educativas que aumentarán en los próximos años. Se lograría tan sólo a través de la práctica de un camino espiritual, que no necesariamente religioso. La consecución de una visión espiritual implica ni más ni menos que mirar hacia dentro de nosotros disolviendo aquellos aspectos fragmentarios y en perpetuo conflicto en nuestra conciencia, relajando la tensión del ego y volviendo a reposar en la naturaleza de la mente. Se podría decir que consiste en una metodología, una praxis tendiente a lograr una plena conexión con nuestra esencia más íntima.

En conclusión y coincidiendo plenamente con C. Longaker (1980), se considera que las cuatro tareas básicas para experimentar con plenitud la vida y la muerte son:

1) darnos cuenta de que el sufrimiento existe y que se puede transformar en una experiencia de plenitud;
2) mantener una comunicación con nosotros mismos y con los demás, donde nos expresemos con todo nuestro ser y fundamentalmente con nuestro corazón, lo más compasivos y libres de apego que podamos;
3) prepararnos espiritualmente para la muerte, lo que implica el ser capaces de vivir en el momento presente, sin dejar situaciones inconclusas que sólo han de constituir un lastre que incrementará el dolor y sufrimiento y el de quienes estén alrededor;
4) encontrar significado a la existencia, sintiéndose seres plenos a pesar de las imperfecciones, aceptando los errores y expiando los sucesivos.

CONCLUSIONES

Inmóviles, pensantes, sentientes y sintientes pero no actuantes, así es como vemos transcurrir casi todos a esa sucesión de hechos a la que llamamos Historia. Contemplando, espectadores pasivos, aquello que sucede o sucedió y sintiendo dentro de nosotros el temor hacia lo que sucederá. De este modo han vivido durante siglos las personas con discapacidad sintiendo pero no actuando o actuando mal, haciéndolo nunca mejor dicho; con deficiencias. Convirtiendo en constante la presencia de la melancolía y muchas veces de la desesperación.

La Organización Mundial de la Salud (2008), considera que el 10% de los habitantes del mundo sufren alguna discapacidad y que dicha proporción no cambiará considerablemente en el futuro cercano; aunque puede haber modificaciones en los grupos de edad afectados y en la importancia de ciertos padecimientos como factores etiológicos de deficiencia. La Discapacidad es antes, un fenómeno social objetivo y visible. Está constituido básicamente por una situación de menoscabo físico, psíquico o sensorial que afecta a personas concretas. Este es un tema dinámico que no sólo depende del aspecto biológico, sino también del medio ambiente. Hay que considerar que las personas con discapacidad tienen derechos y deberes, igual que el resto de los ciudadanos, el problema es que muchas veces no son respetamos.

Los nuevos enfoques se basan en la equidad, ello implica dar una respuesta adecuada a las necesidades reales del grupo. La sociedad está demandando cambios. Ha aumentado la corrupción, violencia, pobreza y el uso de drogas, que fomentan la desintegración social, por eso el tema de discapacidad se tendría que ver con enfoque transectorial, sobrepasando el área de la salud.

El propósito de la rehabilitación es evitar que la deficiencia se convierta en invalidez; es una serie de acciones terapéuticas, sociales, educativas y vocacionales que, en uso combinado, permite a las personas alcanzar los mayores niveles funcionales posibles y a integrarse a la sociedad. Esto corresponde a la rehabilitación funcional, profesional y social.

Por tanto, la cantidad de personas que necesiten de rehabilitación seguirá siendo alta. Las personas con discapacidad no están contadas. Las personas con discapacidad son maestros, para ellos tiene más valor el deseo de dar, que el deseo de recibir; brindando así el engendro de un día más nuevo, más brillante.

La cualidad de ver la verdadera pureza que existe en el caos, la ausencia de significado, el conflicto y la transitoriedad naturales que hacen que la existencia humana sea tan preciosa, pero tan frágil. La Discapacidad es una condición humana. La Rehabilitación es obra social y humanística. En este contexto, el currículo ha de ser un campo privilegiado en las instituciones educativas, en las preocupaciones académicas de los círculos de especialistas e incluso en todas las latitudes de distintos saberes y en las prioridades nacionales. Al respecto Paulo Freire sostiene que la educación es llegar al ser críticamente consciente de la realidad personal, de tal manera que se logre actuar eficazmente sobre ella y sobre el mundo. Su fin es conocer el mundo lo suficiente para poder enfrentarlo con eficacia.

Es imprescindible remover las barreras educativas, urbanísticas y sociales para que posean plena vigencia los derechos de las personas con discapacidad a una vida con iguales posibilidades.

La integración plena de las personas con discapacidad surge como un imperativo que debe abarcar todas las instancias de la vida. Comienza en la propia familia y su recorrido debe pasar inexorablemente por la integración educativa. Las cifras del informe de la Misión José Gregorio Hernández son relevantes. La demanda de usuarios en el área vocacional es obvia y complementaría de manera extraordinaria el área de rehabilitación en Venezuela. La disposición de la voluntad política es imprescindible.

“Al morir lo único que nos llevamos es las obras que dejamos”

Camilia Souki Morocoima


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