Caracterizacion de mujeres con riesgo preconcepcional
Autor: MSc. Dra. María de los Ángeles Roger Reyes | Publicado:  11/05/2010 | Ginecologia y Obstetricia | |
Caracterizacion de mujeres con riesgo preconcepcional .3

La utilización de la anticoncepción en estos casos no es el objetivo, sino el medio o método de aplazar la gestación por el periodo necesario para modificar, disminuir o atenuar el riesgo. En ningún momento se trata de conductas impositivas ni de hacer prevalecer otra concepción que no sea la actuación consciente, la negociación y persuasión para el aplazamiento del embarazo en el tiempo mínimo necesario para modificar positivamente el riesgo y nuestra función principal, si desea el embarazo, es favorecerlo.

Se considera, por estimaciones, que en Cuba existen entre el 15 y el 25% de mujeres entre 15 y 49 años de edad que tienen alguna condición social o biológica, afección o conductas que permitan clasificarlas como mujeres con riesgo preconcepcional, se refiere al riesgo real, modificable. (28)

Los principales criterios generales para ubicar a una mujer en estado fértil o a parejas dentro de la clasificación de riesgo preconcepcional real son: antecedentes de mortinatos o mortineonatos, antecedentes de embarazos catalogados como de riesgo obstétrico o perinatal incrementado, antecedentes de nacimientos de niños con bajo peso, mujeres con niños que hayan tenido o tengan una afección o morbilidad importante (malformación congénita, retraso mental, endocrinopatías y otras), mujeres con afecciones biológicas conocidas que representen riesgo perinatal (las cardiópatas, diabéticas, sicklémicas, anémicas, hipertensas, nefrópatas, asmáticas y otras que presenten afecciones psiquiátricas y en el estado nutricional), mujeres o pareja cuya conducta personal y social constituyan un riesgo evidente para su salud y la del producto si concibieran en el presente período, mujeres menores de 20 años con deseo o no de tener hijos o aquellas que por su conducta tengan que realizarse interrupción del embarazo, mujeres a las que se les han realizado cesárea, espacio intergenésico de 18 meses a dos años. (3; 10; 9)

La edad óptima para la procreación varía según los diferentes autores: 20-29; 20-24 y 25-29 años; se consideran de riesgo para el embarazo las muy jóvenes, pero igualmente no existen coincidencia en sus rangos (menor de 12 años, menor de 18 años y menor de 20 años) y las mayores de 35 años. Todos los autores coinciden en que la multiparidad es un factor de riesgo, dado por el desgaste del aparato reproductivo y porque el riesgo aumenta proporcionalmente al número de nacimientos. El embarazo no deseado generalmente termina en aborto, con todo los riesgo que éste tiene; cuando continúa pueden en algunos casos no ser atendido o cuidado debidamente por la gestante.

La desnutrición constituye otro factor de riesgo para el embarazo debido a que se establece una relación entre la masa corporal de la madre y el desarrollo de la masa corporal del producto, ésta puede causar: mortalidad del feto, bajo peso, crecimiento intrauterino retardado (CIUR), mortalidad materna, anemia entre otros; en cuanto al estado civil: las solteras, los que algunos llaman producción independiente, embarazos que no son reconocidos y/o respaldados por el padre, la mujer enfrenta sola el embarazo y el cuidado y atención del futuro niño, lo que afecta el sistema neuropsíquico e influye sobre el desarrollo del embarazo y posterior desarrollo del niño. (4)

El hábito de fumar constituye un factor de riesgo importante relacionado con el riesgo materno perinatal, al igual que la ingestión de alcohol o drogas, los cuales pueden ser causantes de prematuridad, mortalidad fetal, crecimiento intrauterino retardado (CIUR), y enfermedades psíquicas en las madres. Los antecedentes obstétricos desfavorables como son las muertes perinatales o infantiles, bajo peso al nacer, malformaciones congénitas e hijo con alguna enfermedad genética importante tienen un mayor riesgo de repetirse. Las enfermedades crónicas constituyen un riesgo importante para la madre ya que en el embarazo tienen mayor probabilidad de descompensarse por constituir una sobrecarga para el organismo, afectando todos los sistemas. (11)

La planificación familiar ofrece a las mujeres beneficios de salud evidentes. En los países en desarrollo, las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto son causas frecuentes de muerte. Al permitir que haya un adecuado espaciamiento entre los nacimientos; prevenir el embarazo muy temprano o muy tardío en la edad de procrear de las mujeres, cuando los riesgos son mayores y evitar embarazos involuntarios que pueden conducir a abortos ilegales y peligrosos, la planificación familiar puede proteger la salud de las mujeres; las investigaciones indican que muchas mujeres reconocen esos beneficios. (1; 12)

En Malí, donde menos del 5% de las casadas en edad de procrear usan un método anticonceptivo moderno, las nuevas usuarias de anticonceptivos en Bamako dijeron que habían decidido usar la anticoncepción principalmente porque deseaban recuperar o mantener su salud. Una mujer que participó en un estudio de 55 usuarias de anticonceptivos realizados por el WSP declaró: quiero descansar; esta es la primera vez que he destetado a un bebé antes de quedar embarazada de nuevo; otra explicó: La mujer que tiene embarazos muy seguidos vive agotada, pero cuando se espacian los nacimientos, se vive en paz y se evitan las enfermedades. Los estudios realizados con mujeres que usaban la anticoncepción en El Alto y Cochabamba, Bolivia, revelaron que los métodos anticonceptivos modernos se relacionaban con un mayor placer sexual, probablemente porque hacían reducir el temor de un embarazo. Con demasiada frecuencia, los embarazos involuntarios ocurren porque la anticoncepción se usó incorrecta o no sistemáticamente, se discontinuó el uso de un método antes del momento indicado o porque el método elegido no era el eficaz. (2)

Los dispositivos intrauterinos (DIU) impiden la fecundación principalmente al interferir con la capacidad de los espermatozoides de sobrevivir al subir por las trompas de Falopio, donde ocurre la fecundación. La presencia de un cuerpo extraño en el útero como un DIU, produce cambios anatómicos y bioquímicos que parecen ser tóxicos para los espermatozoides. El DIU se puede insertar en cualquier momento del ciclo menstrual, siempre y cuando el proveedor esté razonablemente seguro de que la mujer no está embarazada. Se calcula que en el mundo hay 128 millones de mujeres que usan el dispositivo intrauterino (DIU) que, con excepción de la esterilización femenina, es el método anticonceptivo más utilizado. El DIU preferido en la mayoría de los países es el dispositivo T 380A de cobre. El DIU tiene buena acogida en varios países asiáticos, latinoamericanos y en muchos países árabes; sin embargo se utiliza muy poco en muchas otras zonas, esto se debe principalmente a la falta de información, a los temores infundados relativos a la seguridad o a la carencia de suministros y capacitación de los proveedores. (7; 13)

La anticoncepción de emergencia (ACE) es el uso de ciertos métodos después de un acto sexual sin protección, para prevenir el embarazo. Esta incluye cuando un método anticonceptivo se usa incorrectamente o cuando éste no funciona apropiadamente; por ejemplo, cuando el condón se rompe, el diafragma se desliza o se ha olvidado tomar varias píldoras anticonceptivas durante el ciclo. Existen varios tipos de anticoncepción de emergencia (ACE), que son las píldoras anticonceptivas, el dispositivo intrauterino (T de cobre) y las píldoras antiprogestágeno.

Las píldoras anticonceptivas de emergencia son seguras y eficaces, deben comenzar a tomarse lo más pronto posible, pero antes de que transcurran 72 horas desde el momento en que ocurrió el acto sexual sin protección; pueden usarse en cualquier momento del ciclo, no son un método rutinario, pero tampoco previenen las enfermedades de transmisión sexual. Existen varios tipos de píldoras anticonceptivas de emergencia. Las llamadas combinadas contienen estrógeno (etinilestradiol) y progesterona (levonorgestrel) y son conocidas como "Pauta de Yuzpe". Se toman en 2 dosis: la primera antes que transcurran 72 horas desde el acto sexual y la segunda 12 horas después de la primera dosis. Cada dosis debe contener por lo menos 0,1 mg de etinilestradiol y 0,5 de levonorgestrel.

En el caso de las tabletas de triquilar que se usan en Cuba, para que se cumplan los requisitos deben de tomarse 4 de las tabletas amarillas en cada dosis, ya que contienen cada una 0,03 mg de etinilestradiol y 0,125 mg de levonorgestrel. (14)

El segundo tipo de anticoncepción de emergencia (ACE) que mencionamos fue el dispositivo intrauterino (DIU). Se ha comprobado la utilidad de la T de cobre en tales casos. Se debe colocar dentro de los primeros cinco días de un acto sexual sin protección. Este método podría ser especialmente útil cuando la paciente está considerando la posibilidad de su uso para anticonceptivo a largo plazo y/o cuando no son confiables los regímenes hormonales por haber transcurridos más de 72 h después del coito sin protección. Como tercer tipo de anticoncepción de emergencia (ACE) tenemos las píldoras antiprogestágenas. La mifepristona (RU 486) ha tenido una evidencia científica de que en una dosis de 10 mg es sumamente efectiva como anticoncepción de emergencia. (6; 13) (15-16)

El inicio del uso de anticonceptivos orales (AO) bajo la supervisión de un proveedor de atención de salud durante la primera visita a la clínica, sea cual sea el momento del ciclo menstrual de la mujer, un método de iniciación llamado (inicio rápido), puede hacer aumentar la tasa de continuación de uso de los anticonceptivos orales (AO) sin hacer aumentar los efectos secundarios menstruales. (14)


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