Comportamiento clinico-epidemiologico de las infecciones respiratorias agudas en niños
Autor: Dra. Nodalys Querol Betancourt | Publicado:  26/11/2010 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Neumologia , Pediatria y Neonatologia | |
Comportamiento clinico-epidemiologico de las infecciones respiratorias agudas en niños .4

Condiciones relacionadas al entorno del niño

Asistencia a guarderías, estancias infantiles, escuelas: cuando el niño asiste a un círculo Infantil o guardería, se incrementa el riesgo de transmisión de infecciones respiratorias agudas (IRA) virales, así como de colonización nasofaríngea con bacterias patógenas a partir de portadores. Similar riesgo tienen los niños que son cuidados en una casa, cuando el número de niños es mayor de 3 o 4. La colonización con algunos patógenos específicos como el neumococo resistente a la penicilina, es un problema importante en la actualidad. En las familias numerosas, en las cuales conviven niños pequeños con niños de edad preescolar y escolar, el riesgo de transmisión de infecciones respiratorias agudas (IRA) y colonización nasofaríngea puede ser también mayor. (60)

Malas condiciones de vivienda (piso de tierra, ventilación deficiente, exposición a humos): el humo incluye varios contaminantes que afectan el tracto respiratorio. Las principales fuentes de humo que afectan a los niños en países en desarrollo incluyen la contaminación atmosférica, dada por los gases liberados de las industrias o la combustión de los vehículos automotores; la contaminación doméstica por residuos orgánicos, ejemplo de ello es el combustible utilizado para cocinar, los que también generan partículas, gases tóxicos y otros compuestos, son particularmente nocivos los gases que se liberan de la combustión de madera o materia orgánica, así como del keroseno y petróleo, sobre todo cuando no hay una adecuada ventilación en la cocina, o los alimentos se elaboran en la misma habitación donde se duerme y realizan otras actividades; y en tercer lugar el fumar pasivamente.(60, 61)

Tabaquismo pasivo: el humo del cigarro puede permanecer varias horas en una habitación y su inhalación en la edad pediátrica, incluyendo al adolescente, es mucho más tóxica y nociva que en el adulto. Este humo contiene partículas respirables, gases irritantes: monóxido y dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno, aldehídos y otras muchas sustancias. Estos componentes lesionan el epitelio de las vías respiratorias, disminuyendo el aclaramiento muco ciliar, inducen hipersecreción de mucus, disminución del surfactante y de la actividad del macrófago alveolar y tienen propiedades oxidantes. La aspiración pasiva de humo se asocia a disminución de la tasa de crecimiento de la función pulmonar durante la niñez, mayor frecuencia de infecciones respiratorias agudas (IRA) bajas particularmente traqueítis y bronquitis, incremento en la tasa de hospitalizaciones por neumonía y otras infecciones respiratorias en menores de 2 años y mayor riesgo de otitis media aguda y recurrente.(60-62)

Hacinamiento: el hacinamiento, que es notablemente común en países en desarrollo, contribuye a la transmisión de infecciones mediante gotas de secreciones y fómites, y su asociación con las infecciones respiratorias se ha demostrado claramente. (62)

Nivel socioeconómico de la familia: se ha demostrado que la baja escolaridad de los padres y bajo per cápita familiar, con un cuidado inadecuado y deficiente alimentación del niño e inestabilidad familiar favorecen la aparición de infecciones respiratorias agudas (IRA) graves. A esto se suman problemas culturales, migraciones por guerras y hambrunas y falta de acceso a los servicios de salud. (60, 63)

Clima: cambios ambientales extremos, caluroso-fríos ó seco-húmedos. El enfriamiento se ha señalado como un factor de riesgo en países fríos y puede ser muy importante en niños con bajo peso al nacer. No se sabe exactamente si el frío afecta los mecanismos defensivos o si la forma de vida más cerrada y con menos ventilación en los inviernos muy crudos, favorece la transmisión de las infecciones respiratorias agudas (IRA) y la colonización nasofaríngea. (64)

Contaminación atmosférica: la contaminación exterior dada por los gases liberados de las industrias o la combustión de los vehículos automotores debe tenerse en cuenta sobre todo en las grandes urbes. Existe evidencia, basada en estudios de países en desarrollo, que apoya el efecto de las partículas suspendidas de dióxido de sulfuro, sobre las vías aéreas superiores y muchos estudios dan particular relevancia a este aspecto para el adecuado control de las infecciones respiratorias agudas (IRA). (60-62)

Condiciones relacionadas con la estación del año:

Picos estacionales de los diferentes agentes infecciosos (ejemplo: influenza en invierno). En invierno el contacto interpersonal es más estrecho y las posibilidades de transmisión de persona a persona son mayores. (64)

La información sobre los factores de riesgo, junto con ciertas consideraciones de factibilidad y de costos, es esencial para encaminar las estrategias preventivas de las infecciones respiratorias agudas. Los factores de riesgo demográficos tales como la edad y el sexo, pueden ser importantes para definir grupos de alto riesgo pero no pueden cambiarse mediante de programas de salud pública. Los factores socioeconómicos representan los determinantes máximos de la carga de gran proporción que constituyen las infecciones respiratorias agudas (IRA) graves; pero las intervenciones contra factores tales como el bajo ingreso familiar o los niveles bajos de educación, caen fuera del alcance del sector salud. A pesar de esto, la evidencia epidemiológica disponible debería usarse para sostener la lucha política en contra de la inequidad. Entre los factores ambientales, el humo ambiental por tabaco, la contaminación del aire (especialmente los niveles de partículas) y el hacinamiento, están claramente asociados con la morbilidad respiratoria entre los niños pequeños, aunque algunos de estos factores pueden interaccionar entre sí con respecto a sus efectos sobre las infecciones respiratorias agudas (IRA) Bajas. Aunque se necesitan más estudios sobre el efecto de la contaminación doméstica por residuos orgánicos, es muy probable que su papel como causa se llegue a confirmar finalmente. El enfriamiento y la humedad por otra parte, no se han establecido como determinantes independientes de las infecciones respiratorias. Las posibles intervenciones en este sentido para reducir la morbilidad y la mortalidad respiratorias incluyen el control de la contaminación atmosférica, las campañas contra el tabaco y el mejoramiento de las estufas que utilizan residuos orgánicos, así como el espaciamiento entre nacimientos y el mejoramiento de las condiciones de la vivienda para reducir el hacinamiento.

Con respecto a los factores nutricionales, el bajo peso al nacer, la desnutrición y la privación de la lactancia materna constituyen factores de riesgo independientes, mientras que la suplementación con vitamina A no parece tener un efecto determinado sobre las infecciones respiratorias agudas (IRA) bajas. Una revisión reciente de la Organización Mundial de la Salud ha concluido que en América Latina y el Caribe las intervenciones contra el bajo peso al nacer y la privación de la lactancia materna parecen tener impactos potenciales similares sobre la mortalidad por neumonía, mientras que el mejoramiento del estado nutricional tendría un efecto menor. La relación costo-efectividad de la promoción de la lactancia materna puede rendir probablemente resultados mayores que las campañas contra el bajo peso al nacer o la desnutrición. Cabe señalar que la mayoría de estas intervenciones tendría otros efectos beneficiosos además de su impacto sobre las infecciones respiratorias entre los niños pequeños. (63)

Para su estudio se clasifican en: infecciones respiratorias altas, cuando la infección ocurre en cualquiera de las vías aéreas hasta la glotis e infecciones respiratorias bajas, cuando la región afectada es subglótica. Según la clasificación de Denny y Clyde modificada (65) se distinguen varios tipos de infecciones respiratorias agudas (IRA), teniendo en cuenta la localización, las características clínicas así como las complicaciones.

Infecciones respiratorias agudas (IRA) Altas

No Complicadas: rinofaringitis aguda (catarro común), faringoamigdalitis con ulceraciones o vesículas, faringoamigdalitis con exudados o membranas.

Complicadas: otitis media aguda, adenitis, absceso periamigdalino o retrofaríngeo, sinusitis.

Infecciones respiratorias agudas (IRA) Bajas

No Complicadas: crup infeccioso (laringitis viral y espasmódica, epiglotitis, laringotraqueítis, laringotraqueobronquitis), bronquitis y traqueobronquitis, bronquiolitis, neumonías.

Complicadas: atelectasia, empiema, absceso pulmonar, mediastinitis, pericarditis, neumotórax, edema pulmonar.

Rinofaringitis Aguda (Catarro común)

El resfriado común es una enfermedad viral aguda, autolimitada, de carácter benigno, transmisible llamado también catarro común, resfrío, rinofaringitis o nasofaringitis. Los virus más implicados son: rinovirus, adenovirus, coronavirus, parainfluenza, sincitial respiratorio; influenza A y algunos echovirus como Coxsackie A. Sobresalen los siguientes aspectos: Es una enfermedad universal, más frecuente en los preescolares, el periodo de incubación habitual de los resfriados es de dos a cinco días, el resfriado común es más contagioso entre el tercer y quinto día que es también cuando es más sintomático, sus síntomas predominantes son la rinorrea, obstrucción nasal y estornudos acompañado de otros síntomas generales: tos, dolor de garganta, cefalea y malestar general. La fiebre varía en intensidad y frecuencia.

Faringoamigdalitis aguda

La mayoría de los casos de faringoamigdalitis aguda se deben a una infección viral y los adenovirus son los agentes etiológicos más frecuentes. Sin embargo, los episodios de faringoamigdalitis agudas diagnosticados clínicamente se tratan usualmente con antibióticos y medicaciones sintomáticas. Las amigdalitis agudas pueden dividirse en tres categorías que sugieren su etiología y tratamiento: eritematosa y exudativa, causada principalmente por virus en 70% y por bacterias en 30%, siendo el estreptococo del grupo A, el más importante; ulcerativa, la mayoría son virales, raramente bacterianas, como la angina de Vincent por la asociación fusoespirilar y membranosa siendo su prototipo la difteria, enfermedad ya poco frecuente entre nosotros.


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