Salud sexual y reproductiva. Caracterizacion de adolescentes en dos secundarias basicas
Autor: Lic. Regla Reinaldo Conyedo | Publicado:  31/01/2012 | Sexualidad – Sexología , Medicina Preventiva y Salud Publica , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Salud sexual y reproductiva. Caracterizacion de adolescentes en dos secundarias basicas .1

Salud sexual y reproductiva. Caracterización de adolescentes en dos secundarias básicas. Año 2009-2010, Cienfuegos.

Lic. Regla Reinaldo Conyedo. Licenciada en Enfermería. Especialista de primer grado en Atención Primaria de Salud. Diplomada en Enfermería Obstétrica. Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería. Instructora en las sedes universitarias. Policlínico Universitario Área V “Dr. Manuel Piti Fajardo”.

Lic. Vania Isabel González Arias. Licenciada en Enfermería. Especialista de primer grado en Atención Primaria de Salud. Diplomada en Enfermería Obstétrica. Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería. Instructora en las sedes universitarias. Policlínico Universitario Área V “Dr. Manuel Piti Fajardo”.

Lic. Regla Caridad Terrys Rodríguez. Licenciada en Enfermería. Especialista de primer grado en Atención Primaria de Salud. Diplomada en Enfermería Obstétrica. Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería. Instructora en las sedes universitarias. Policlínico Universitario Área V “Dr. Manuel Piti Fajardo”.

Lic. Tania Chaviano Pérez. Licenciada en Enfermería. Titular de la Sociedad Cubana de Enfermería. Instructora en las sedes universitarias. Policlínico Universitario Área V “Dr. Manuel Piti Fajardo”.

Lic. Víctor Crespo Digat. Licenciado en Enfermería. Diplomado en Cuidados Intensivos. Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Ginecobstétrico Cienfuegos. Policlínico Universitario Área V “Dr. Manuel Piti Fajardo”.

Año 2010

RESUMEN

Este trabajo se desprende del proyecto global titulado “Abogando por una mejor salud femenina en la adolescencia”, en el cual se trataron problemas relacionados con la salud reproductiva y se evaluó el grado cognoscitivo de estas. Se realizó un estudio descriptivo observacional transversal en el Policlínico Universitario “Manuel Piti Fajardo” en el período comprendido de noviembre de 2009 a diciembre de 2010. Se tomó como muestra 270 adolescentes femeninas de la Secundaria Básica “Hermanos Mederos” y 275 adolescentes femeninas también de la Secundaria Básica “Juan Olai”. Trabajamos con un universo de 545 féminas del séptimo y octavo grados que estuvieron dispuestas a colaborar en la investigación.

Se les aplicó una encuesta diseñada, validada por grupo de expertos y proyecto global.

Todos los datos fueron procesados por medios estadísticos con el fin de lograr el restablecimiento y vínculo entre salud y educación en cuanto a educación sexual y salud reproductiva. Nuestros resultados fueron los siguientes: de las adolescentes estudiadas, el grupo predominante fue la edad entre 13 y 14, la relación sexual inicial entre 13 y 14 años, solo 5 de ellas prefirió usar condón, el método anticonceptivo considerado por las adolescentes en general fue el condón, de ello 508 afirman que es beneficioso para la prevención de las infecciones de transmisión sexual (ITS), dentro del grupo que comienza su relación, 2 tuvieron un embarazo, existe cierto desconocimiento sobre las ITS en algunas, lo que conlleva a que solo 390 conozcan que con un solo contacto se pueden contagiar, la adquisición de conocimientos sobre salud sexual y reproductiva proviene de los padres y en segunda opción de la escuela .

INTRODUCCIÓN

Pretender interpretar la evolución de la sexualidad únicamente desde el ángulo biológico es asimilar una sola arista del problema, y sabemos que hay múltiples factores de toda índole que interfieren en esta. En el seno de nuestra sociedad, el sexo no es solo la capacidad de reproducirse, es también una capacidad social de atracciones, uniones de interacciones organizadas y que pueden llegar a ser un factor de desigualdad. La sexualidad encierra en su núcleo a nuestra identidad, nuestra individualidad, nuestro género y nuestro ser. (1)

Uno de los grandes obstáculos que encontramos para la comprensión de nuestra sexualidad es darnos cuenta que estamos marcados por las actitudes de las sociedades pasadas respecto al sexo; por ello, para la comprensión de las dificultades actuales en torno a la sexualidad es importante revisar y analizar nuestro pasado histórico. (1)

Hace más de 500 años se conoce que ya la mujer era considerada como pertenencia personal, destinada a propiciar placer sexual y a funciones de reproducción, mientras que los hombres tenían derecho a practicar relaciones sexuales con varias mujeres y el sexo para ellos era considerado como una realidad más de la vida cotidiana. Con la aparición del judaísmo (en el antiguo testamento, fuente originaria de la ley judía), se prohíbe el adulterio, la homosexualidad, etc., aunque en la antigua Grecia había tolerancia a ciertas formas de homosexualidad, pero las mujeres seguían siendo consideradas ciudadanas de segunda categoría. En Atenas, por ejemplo, estas carecían de derechos legales y políticos en la misma medida que los esclavos, eran consideradas las portadoras de hijos. Con el surgimiento del cristianismo la Iglesia manifiesta también sus negativas posiciones en torno al sexo. (1)

En algunas culturas orientales (china e india) se toma una posición más positiva en torno a la sexualidad, pues el sexo no era un hecho que inspiraba terror ni se conceptualizaba de pecaminoso, se estimaba como un acto culto y de veneración. (1)

Con estas raíces como influencia se van formando los géneros (construcción social que conceptualizaba lo masculino y lo femenino), y como punto de partida de ello se le asignan roles a cada sexo, qué es lo que se espera socialmente que cada sexo haga. De igual manera, empiezan a surgir los estereotipos sexuales (mandatos de obligatorio cumplimiento en torno a la sexualidad). (1)

De igual forma, y desde lo social con raíces en el pasado, se empiezan a formar mitos, fábulas, ficción alegórica a un tema y tabúes -algo que no se puede hacer o lograr- en torno a la sexualidad y al desempeño sexual de cada sexo, los cuales llegan aún hoy a nuestros días y mediatizan de forma negativa el disfrute de la sexualidad y marcan definitivamente el comportamiento sexual humano.

Analicemos por separado a hombres y a mujeres, pues hay diferencias en los mitos y tabúes encontrados según el sexo, y consideramos que aún antes del nacimiento ya se empiezan a gestar. A la mujer desde que está en el vientre de su madre se le coloca en el famoso mundo rosado, los colores de asignación femeninos son los suaves y tonos pasteles; de ella se espera sea dulce, cariñosa, afable, suave, pasiva y todo ello marca hasta sus juegos infantiles y profesiones futuras. Por definición se constituyen los mitos femeninos (1):

• Mujer es igual a madre (primera y suprema aspiración femenina)
• El amor femenino debe ser romántico.
• Debe tener una pasividad erótica (no debe tomar nunca ella la iniciativa, parte activa en los lances amorosos).

Todo esto marca desfavorablemente la expresión de su sexualidad, pues se la expropia de espacios vitales femeninos, se le oculta y marca la sexualidad desde la cuna (del sexo no se habla, el sexo es sucio, no se le acarician ni se le celebran los genitales como al varón), y todo esto marca desfavorablemente la sexualidad femenina desde muy temprano en la vida. (1)

A las mujeres se les lastra la autoestima y el autoerotismo, pues no les es permitido manifestar sus deseos, pasiones y necesidades sexuales. Se niegan para ella los espacios públicos porque es de la casa. Se la prepara desde niña para la maternidad (su función principal como sexo) y se le enseña que debe ser buena madre, esposa fiel monogámica, cariñosa, dulce, comprensiva, no se le estimula el disfrute de la sexualidad, se limita la expresión de su conducta sexual, en fin, se la prepara para satisfacer y atender necesidades de otros. (1)

Todos los individuos tienen sentimientos, actitudes y convicciones en materia sexual, pero cada persona experimenta la sexualidad en distinta forma, porque viene decantada por una perspectiva sumamente individualizada. Se trata en efecto de una perspectiva que dimana tanto de experiencias personales y privadas como de causas públicas y sociales. No se puede comprender la sexualidad humana sin reconocer de antemano su índole pluridimensional.

La sexualidad es un tema que ha despertado el interés de los hombres desde los tiempos primitivos hasta nuestros días. Freud conceptualizaba al sexo como una poderosa fuerza biológica y psicológica, mientras que Malinosqui subrayaba su vertiente sociológica y cultural. En sus novelas, Henry Miller habla de sexo con entera llaneza para luego formular un acierto filosófico sobre la condición humana. En el lenguaje corriente, la palabra sexo se usa con frecuencia para aludir al varón o a la hembra (sexo biológico) o para referirse a una actividad física, en la que interviene el aparato genital (hacer el acto sexual). Por regla general, con la palabra sexualidad se emplea su significado más amplio que el vocablo sexo, ya que pretende abarcar los planos del ser sexual, es decir, una dimensión de la personalidad y no exclusivamente a la actitud del individuo para generar una respuesta erótica. (2)

La sexualidad es una parte integral de nuestras vidas, desde el nacimiento hasta la muerte. Para los adolescentes, el hacerse cargo de su emergente sexualidad es parte del proceso natural de transformación en adulto. La sexualidad debe ser considerada dentro del contexto del desarrollo humano. Las opiniones y las percepciones acerca de los roles del adolescente y del adulto deben basarse en el respeto mutuo y deben ser examinadas las realidades y expectativas sociales.

Los jóvenes actuales tienen características sociales diferentes a las generaciones anteriores. Pertenecen a la sociedad de la comunicación, donde la TV, los ordenadores y en general los medios de comunicación parece que cumplen la función de información en diferentes ámbitos, pero realmente esta visión es excesivamente optimista, ya que aunque los jóvenes tienen más información, la manera de vivir la sexualidad es parecida en algunos aspectos a cómo la han vivido los jóvenes de generaciones anteriores.

En el mundo actual, la educación sexual es un tema candente. La respuesta a este varía de una nación a otra, en dependencia de las tradiciones, la cultura, el grado de desarrollo, la ideología.


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