Rotura de fibras del recto anterior. El mal del futbolista. Recuperacion funcional precoz
Autor: Lic. Pedro Gomez Piqueras | Publicado:  11/06/2007 | Traumatologia , Medicina del Deporte | |
Rotura de fibras del recto anterior. El mal del futbolista. Recuperacion funcional precoz 5.

Para Del Corral (2005),el pronóstico de la rotura viene marcado por el grado de hematoma en el momento de la rotura y establece que en la fase aguda todo el esfuerzo debe encaminarse a reducir la hemorragia siendo el protocolo ICER el tratamiento aplicado durante las primeras 48 horas.

En referencia a lesiones leves: “..tras 48 horas de reposo y hielo se puede comenzar la movilización, la fisioterapia, e incluso la aplicación de calor y masajes, hasta que el paciente pueda reincorporarse a su actividad deportiva, nunca antes de 3 semanas”

En lesiones más graves, establece un periodo de una semana para comenzar a mover y cargar progresivamente la musculatura siempre teniendo en cuenta el límite del dolor.

Para el galeno madridista el masaje está contraindicado hasta la cicatrización de la lesión, tanto en roturas totales como parciales , ya que la aplicación de este puede ocasionar un nuevo sangrado en la zona dañada.

Coincidiendo con otros muchos autores, señala la aparición de tejido fibroso (lugar de futuras roturas) y la miositis osificante debida al hematoma no reabsorbido como las principales complicaciones de esta lesión.

Por otro lado, en Del Corral, A; Forriol,F; Vaquero, J. (2005) se menciona el protocolo de Delle y Drez dividido en 5 fases y que a continuación se expone:

Fase 1: (48-72h): Objetivos: disminuir dolor, inflamación y derrame
Tratamiento: reposo, hielo, compresión y descarga.

Fase 2: (3 días-1 sem.) Objetivos: mejorar rango movilidad
Tto: movs pasivos, calor, ultrasonidos, electroterapia

Fase 3: (1-3 sem). Objetivos: mejorar fuerza, elasticidad y resistencia.
Tto: isométricos, bicicleta pierna sana…

Fase 4: (3-4 sem) Objetivos: aumentar fuerza y coordinación.
Tto: isotónico e isocinéticos

Fase 5:
(4-6 sem) Objetivos: vuelta a la competición
Tto: entrenamiento específico

Espejo Baena (1996) sigue un protocolo muy parecido al que se acaba de mencionar de Delle y Drez con la salvedad de que en la primera fase añade antiinflamatorios y relajantes musculares así como el masaje no brusco en la segunda fase. Como otra novedad, añade la rehabilitación propioceptiva para la cuarta fase y establece una secuencia de reentrenamiento para la fase final y que consiste en: carrera continua-progresiones-velocidad-cambios de ritmo y zancada larga.

Dividiendo el proceso en menos fases, la fisioterapeuta Carolina Ruiz siguiendo a otros muchos autores establece tres periodos a seguir en el tratamiento:

1ª Fase( Aguda): Comienza con la aplicación de hielo hasta las 48 o 72 horas siguientes a la lesión acompañada de un reposo absoluto y vendaje compresivo. Desaconseja durante este breve periodo de tiempo cualquier técnica que comprenda masaje, calor, geles, cremas vasodilatadoras….

2ª Fase (De cicatrización o subaguda): Busca que la cicatrización sea lo más pequeña y funcional posible a través de contracciones isométricas al 4-5º día que favorecen la orientación adecuada de las fibras lesionadas.

Estiramientos sólo se comenzarán en esta fase en caso de que la lesión sea una distensión que no llegue a rotura.

3ª Fase (Reanudación progresiva de la actividad deportiva): Se realizará el fortalecimiento o potenciación muscular ya sea con ejercicios terapéuticos específicos o con corrientes eléctricas específicas para este fin. Habrán de prevenirse nuevas lesiones realizando estiramientos y calentamiento antes y después de la actividad.

En otra línea de trabajo distinta, el fisioterapeuta Jose Manuel Sanchez experto en rehabilitación deportiva plantea un método novedoso denominado Microregeneración endógena guiada (MEG) que consiste en alterar el potencial eléctrico de la región lesionada normalizando así la presión oncótica y de oxigeno para que se produzca una hiperactivación de las células satélite respecto a los fibroblastos (tejido cicatricial) y la proporción de miofibrillas recuperadas sea mucho mayor.

Su práctica durante años le ha llevado a reducir periodos de convalecencia de lesiones de grado 2 a 10 días y de grado 1 a 4-5 días con resultados excelentes.

Como podemos imaginar, esta técnica aunque muy interesante, tan sólo está al alcance de unos pocos por lo que su utilización en deportistas sin recursos es muy limitada o nula.

Observamos que aunque distintos, todos los protocolos siguen una línea más o menos parecida por lo que no creo conveniente la elección exclusiva de un único modelo. Como ya se ha mencionado anteriormente, las lesiones musculares son individuales y cada paciente responderá de una manera a una técnica concreta, será por tanto cuando entre en juego nuestra profesionalidad y experiencia para que seamos capaces de adaptar a cada deportista en base a sus características aquel protocolo de recuperación que mejor y más rápidamente asegure su vuelta a los terrenos de juego de una manera segura y sin riesgo a futuras recaídas.

A continuación, me reservo el derecho de citar algunas de las numerosas investigaciones que se han llevado a cabo en relación a las lesiones musculares y que arrojan conclusiones concisas a cerca de aspectos concretos del tratamiento de estas lesiones y que ayudarán a completar aun más si cabe la información aquí mostrada.

En Sanchez, JM (2005) encontramos:

“Uno de los métodos más eficaces para la regeneración de roturas musculares consiste en mover durante las primeras fases de curación la parte dañada, porque genera muy pocas complicaciones e incapacidades si se compara con otros tratamientos de inmovilización “ (Knigth,1985).

“Un hallazgo que suele acompañar a la inmovilización es el aumento de tejido conjuntivo en relación con los tejidos contráctiles del músculo. Este tejido conjuntivo no se alinea de forma paralela a las fibras musculares, de tal manera, que este incremento de su tamaño y estructura aumentará la rigidez del músculo, disminuyendo sus propiedades de extensibilidad” (Tabar et al, 1972).

"Las propiedades tensoras de los músculos lesionados recuperan su nivel anterior a la lesión en un tiempo corto cuando se sigue un tratamiento de movilización precoz,mientras que la inmovilización disminuye las propiedades tensoras.” (Jarvinen,1975).

“El entrenamiento excéntrico de baja velocidad incrementa el número de formación de sarcómeros en serie y minimiza la proliferación de colágeno”. (Jarvinen,1975).

“Durante la primera semana el lugar de la lesión es el punto más débil durante los estiramientos pasivos Después de la primera semana,la rotura suele producirse en la parte proximal de la lesión.” (Jarvinen,1976)
Otros estudios consultados:

Sherry MA & Best TM (2004) en un estudio con atletas con rotura de fibras de isquiotibiales, comprobaron que un programa de rehabilitación compuesto por ejercicios de agilidad y de estabilización del tronco es más efectivo que un programa que haga hincapié en el estiramiento y fortalecimiento del músculo aisladamente a la horade acelerar el retorno a la práctica y prevenir recaídas.


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