Guia basica para Historia Clinica VIII. El Examen Fisico del Sistema Osteomioarticular SOMA.3
b)- Examen específico de la Columna Dorsal.
Técnicas: Inspección.
Pida al paciente que realice la flexión anterior del tronco y luego que haga movimientos laterales a la derecha y a la izquierda. Determinar limitaciones.
En caso de dudas o desviaciones anormales utilice una plomada sostenida por un hilo, fijándola en la apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical, normalmente el péndulo debe estar centrado.
Palpación y percusión (técnicas comunes para toda la columna vertebral).
Localice la presencia anormal de dolor o tumefacción:
Realice movimientos laterales de las apófisis espinosas.
Presione los puntos de emergencia de las raíces nerviosas (1,5 a 2 cm. a ambos lados de la línea media).
Palpe los músculos paravertebrales.
Percuta las apófisis espinosas.
En el caso específico del dorso compruebe la movilidad costal, que se encuentra afectada en las espondiloartropatías.
Semiografía y semiodiagnóstico.
Escoliosis: Puede ser dorsal o dorsolumbar. Precisar causas: acortamiento de un miembro, que puede desaparecer si se examina al paciente en posición sentada. Si al utilizar la plomada, el hilo pasa por el pliegue interglúteo significa que la escoliosis esta está compensada.
Escápula alada: Durante la flexión anterior se acentúa una elevación de la escápula. SD: escoliosis que provocó rotación de los cuerpos vertebrales por la.
Giba dorsal prominente: secundaria a aplastamientos, espondilitis infecciosa o mal de Pott. Si la giba es redondeada y armónica: sugiere afección anquilopoyética o cifosis senil.
c) Articulaciones del Tren Superior.
Por la amplitud y dimensiones de los miembros superiores es aconsejable hacer estos exámenes de pie, no obstante UD. debe adaptarse a las circunstancias físicas del paciente.
En el siguiente mapa se representan los principios para el examen de las articulaciones, utilícelos adaptándolos a las características de cada zona del esqueleto apendicular.

Articulación del Hombro.
Técnicas:
Examinar utilizando los principios de exploración. A continuación se mencionan detalles específicos para esta articulación. Revisar caras anterior, posterior, externa y axilar.
Inspección.
Simetría los músculos deltoides, supraespinosos e infraespinosos.
Forma de las articulaciones esternoclaviculares.
Movimientos (flexión, extensión, abducción, aducción, rotación externa y rotación interna).
Palpación.
Posibles puntos dolorosos. Punto inferior: vértice de la axila. P. anterior: corredera bicipital. P. posterior: hueco retroacromial. Punto de la tuberosidad deltoidea (hombro en posición normal y después en abducción > 90°).
Explore clavícula, tuberosidad mayor del húmero, tendón bicipital y deltoides.
Evalúe la fuerza muscular.
Explore la movilidad pasiva después de la activa.
Semiografía y semiodiagnóstico.
Rotura del tendón bicipital: el vientre muscular del bíceps está desplazado hacia abajo.
Rotura de la porción larga del bíceps: presenta equimosis en la cara interna del brazo y antebrazo
Bursitis subacromiodeltoidea: dolor a la palpación del surco acromiohumeral y limitan la abducción alrededor de los 60°.
Lesiones del manguito de los rotadores: afectación del tendón largo del bíceps.
Afecciones capsulares y sinoviales, artritis infecciosas y artritis crónicas: afectan la amplitud y existe dolor durante el arco de movimiento
Artritis infecciosas, reumatismos crónicos y Gota: limitación dolorosa de todos los movimientos.
Lesiones musculotendinosas: la movilidad es casi normal, pero es el dolor es importante en los movimientos contra resistencia.
Irregularidad en las superficies de deslizamiento: aparecen crujidos que se acompañan de dolor.
Articulación del Codo.
Siguiendo los principios de exploración, evalúe las estructuras que se mencionan a continuación:
Técnicas: Inspección.
Forma y posición del codo.
La cara posterior del codo que tiene gran interés semiológico.
Palpación.
No pueden faltar: epicóndilos, olécranon, cóndilos medial y lateral del húmero; región epitroclear: en busca de ganglios.
Palpar la superficie posterior del codo, con el índice y el pulgar, mientras la persona dobla el codo en un ángulo de flexión mayor que 90º, mientras usted soporta el antebrazo con su otra mano.