Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Primera parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  11/09/2009 | Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. , Neurologia , Neurocirugia | |
Traumatismo encefalocraneano. Manual de consulta. Primera parte.4

El libro tiene por objetivo servir a los neurocirujanos en su entrenamiento en la especialidad, así como también al traumatólogo y cirujano general, en su trabajo diario. Brindarles a nuestros estudiantes, al profesional de la medicina y a otros profesionales afines, e incluso al lector en general interesado, los conocimientos más importantes acerca del traumatismo encefalocraneano (TEC).

 

No queremos terminar estas líneas sin manifestar nuestro agradecimiento a los doctores y profesores, Luís Alberto Ochoa Zaldívar médico neurocirujano de la Universidad de la Habana Cuba y Luís Carlos Cadavid Tobón médico neurocirujano de la Universidad de Antioquia, Medellín Colombia, quienes hicieron la revisión técnica completa y corrección del texto, sus opiniones y criterios fueron muy importantes para hacer posible esta obra. También quiero expresar mis agradecimientos, a mi esposa Luisa por estar siempre a mi lado, en todo tiempo, por ser la ayuda idónea en mi labor y quehacer científico. A mi madre Ana Teresa por su ejemplo de persistencia y optimismo. A mi abuela Ana por su amor. A mis lindas hijas Ana Teresa y Luisa Alejandra que son el impulso que me permite disfrutar cada cosa o momento normal de cada día en la vida, convirtiéndola en una espectáculo encantador y agradable.

 

El autor.

 

 

Definición del traumatismo encefalocraneano.

 

La definición del traumatismo encefalocraneano (TEC) es variable y utilizada de forma ambigua en distintas clasificaciones. Mientras que para algunos autores cualquier lesión de partes blandas u óseas del conjunto craneofacial debe considerarse como un TEC, otros reservan el uso de este término para aquellos pacientes con lesiones cerebrales y/o fracturas craneales.

 

En la décima clasificación internacional de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el término incluye múltiples categorías diagnósticas, desde la fractura craneal hasta las lesiones cerebrales más graves.

 

En general, el término traumatismo encefalocraneal (TEC) debería incluir a todos aquellos pacientes con lesiones traumáticas que afecten a tejidos blandos de la cabeza y/o de la cara, al esqueleto craneofacial o al encéfalo, independientemente de que presenten o no afección neurológica.

 

El traumatismo encefalocraneano comprende a todas las agresiones que se producen en la porción cefálica del organismo.

 

Estas alteraciones las puede sufrir el encéfalo (cerebro, cerebelo y tallo cerebral), sus cubiertas meníngeas (piamadre, aracnoides y la duramadre), el estuche óseo que lo protege (el cráneo) o los tejidos blandos epicraneales que lo recubre, producidas por la acción de un agente vulnerante. (20, 31,33)

 

Algunos definen el traumatismo encefalocraneano en el sentido más amplio, como el daño que compromete la cara, cuero cabelludo, el cráneo y su contenido. (26)

 

Otros autores refieren que es una lesión de cuero cabelludo, cara, cráneo, duramadre o cerebro causado por un cambio brusco de energía cinética.

 

Cuando la lesión encefálica y del cráneo se acompaña de lesión de la región maxilar y facial suele denominarse trauma craneofacial, el cual es generalmente un trauma complejo (23, 24,25).

 

Si el trauma sólo compromete el esqueleto facial se denomina trauma maxilofacial.

 

Cuando se asocia a lesión de la región cervical es un trauma encefaloespinal o craneoespinal cervical, o traumatismo encefalocraneal asociado a un trauma raquimedular cervical, lo cual aumenta en gran medida la gravedad del cuadro.

 

Puede combinarse también con lesiones traumáticas del ojo y la cavidad orbitaria en cuyo caso está asociado a un trauma ocular, o bien puede ser un trauma craneoorbitario.

Además se puede presentar junto con lesiones traumáticas del oído, y de los senos de los huesos neumáticos del cráneo sin comprometer estructuras nerviosas adyacentes, o con otro tipo de lesión manejada por el otorrinolaringólogo (ORL). (26, 27,28)

 

 

Epidemiología del traumatismo encefalocraneano.

 

Los traumatismos encefalocraneanos han adquirido proporciones epidémicas en nuestra sociedad, hasta el punto de que han sido definidos por algunos autores como la epidemia silenciosa del siglo XX.

Los traumatismos, en general, representan ya la primera causa de muerte e incapacidad en la población mundial por debajo de los 40 años de edad. En aproximadamente el 70% de los casos, el TEC es la causa de muerte del paciente con un traumatismo. La causa más frecuente de TEC en los países industrializados continúa siendo el accidente del tránsito.

 

La incidencia de los TEC que requieren hospitalización en países occidentales oscila entre los 175 y los 200 casos por cada 100.000 habitantes/año. De todos estos pacientes, se estima que entre el 15-50% fallecen en la escena del accidente. Aunque los criterios de admisión modifican considerablemente los porcentajes propios de cada centro, aproximadamente el 10% de los pacientes hospitalizados presentan un traumatismo encefalocraneal (TEC) grave (puntuación en la escala de Glasgow para coma inferior o igual a 8 puntos).

 

El traumatismo encefalocraneano afecta con más frecuencia a pacientes varones con una mayor incidencia entre los 15 a 24 años de edad. Los accidentes de tránsito son la causa más importante de TEC y los valores de alcoholemia suelen estar elevados en más del 50% de los pacientes que requieren hospitalización. Si se considera que prácticamente todos los pacientes que sobreviven a un traumatismo encefalocraneal (TEC) grave presentan algún tipo de incapacidad (secuelas físicas, trastornos del carácter y de la personalidad y/o alteraciones cognitivas variables), la magnitud del problema sanitario, económico y social que representan queda ampliamente definida.

 

El traumatismo encefalocraneano es una entidad con alta frecuencia de registro de admisión en los centros de urgencias, en Colombia y el resto de países en vías de desarrollo de América latina, África, Medio oriente, Asia, y Oceanía, cuya incidencia aumenta en relación directa con la violencia, el crecimiento del parque automotor, el consumo de bebidas alcohólicas y los deportes. Es, con frecuencia, la lesión determinante de la morbilidad y mortalidad del paciente politraumatizado (28, 29,30) pues, de los tejidos lesionados, el sistema nervioso tiene las menores probabilidades de recuperación. Esto por la alta complejidad de sus funciones y su poca capacidad de regeneración. Sin embargo, un abordaje pesimista es el primer error en el tratamiento de los pacientes con traumatismo encefalocraneano, pues los resultados, en la mayoría de los casos, justifican cualquier esfuerzo inicial.

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