Tras la parada cardíaca (PCR), la recuperación de la circulación espontánea es sólo el primer paso hacia el objetivo final de conseguir un paciente sin secuelas neurológicas. En los pacientes que han sido reanimados, las lesiones neurológicas por anoxia son una causa importante de morbi-mortalidad. A la isquemia cerebral que ocurre durante la PCR y la reanimación cardiopulmonar (RCP), habría que añadir la lesión por reperfusión que se produce al recuperar la circulación espontánea. Ambos insultos desencadenan mecanismos inflamatorios y apoptosis celular que pueden continuar agravando las secuelas neurológicas durante las siguientes 48 horas desde la recuperación de la circulación.
Objetivos: El presente estudio fue dirigido a evaluar la adherencia, eficacia y seguridad de un protocolo de control de la glucemia en pacientes críticos.
Pacientes y método: Se trata de un estudio observacional realizado entre Noviembre 2010 y Marzo 2011 y que incluyó todos los pacientes portadores de insulina endovenosa admitidos en el Área de Vigilancia Intensiva (AVI) del Hospital Clínic de Barcelona (n=56). Se realizó una revisión sistemática de las historias clínicas con registro de variables demográficas y de aplicación del protocolo. Al finalizar el estudio se realizó una encuesta de satisfacción al personal de Enfermería.
Un PICC es un catéter central de inserción periférica que se sitúa en vena cava superior, en condiciones máximas de esterilidad y garantizando la permeabilidad de una vía de acceso siempre que se prevea que el paciente va a seguir un tratamiento prolongado o se va a someter a la administración de sustancias agresivas.
Mediante un catéter se extraía la sangre arterial (femoral), y por el propio flujo sanguíneo mantenido por el gasto cardíaco, la sangre se desplazaba dentro del circuito pasando por la membrana dializadora y retornando al paciente por un acceso venoso. Con el tiempo, se introdujo una bomba de sangre al circuito, de esta manera no había que realizar la punción arterial y solo era necesario un catéter venoso de doble luz. Por una luz se extraía la sangre para llegar a la membrana y por la otra la sangre era devuelta al torrente sanguíneo.