Pepa, te entiendo perfectamente porque yo me siento así con frecuencia, pero tú y yo sabemos como extrasistólicas veteranas que somos, que deprimirnos no nos lleva nada más que a estar mucho peor. Con el ánimo abatido, tenemos más extras y aún nos agobiamos más.

Hay que aceptar ésto, Pepa, hay que convencerse de que no es grave. Si no, no podemos vivir en paz.

Mira, yo estoy en una racha de pensamiento positivo, después de una larga mala racha negativa. Ahora me digo que si he de morir, que sea luchando, jeje. He vueto a retomar mis caminatas, abandonadas hace siglos por el puñetero miedo. Voy andando y me van dando extras, y te aseguro qeu es lo que más me joroba del munco. Pero sigo andando. Antes si me pasaba ésto, me volvía a casa llorando, pero ahora sigo andando. No estoy dispuesta a hundirme. He estado muy mal por culpa de las extras, la ansiedad me comía y no era persona. AHora estoy harta y quiero vivir!! y si me dan extras, que me den, no pienso quedarme en casa tomándome el pulso.

espero que ésto te anime. No te amargues la vida, por favor!! acostumbrate y procura hacer todo como si no tuvieses este incordio. Y si quieres hablar, desahogarte o lo que necessites, ya sabes dónde puedes encontrarme.

un abrazo,

santy