Aún no he tenido tiempo para agradecerte este mensaje tan vital y optimista, Vicky. Lo he querido resaltar para que podamos todos echar mano de él en momentos más bajos y administrarlo las veces que haga falta para subir la moral.

Comprendo a Celeste y a tantos como desean pensar así pero se les hace cuesta arriba. A mí me ha costado años, muchos años, llegar a tomarme las extras como algo inocente y propio de mi persona, como es el color de mis ojos.

Durante demasiado tiempo he malgastado energías en tropezar mil veces contra el mismo muro. Me resistía a estar así, me sentía enferma, acabada, al borde de la muerte... y lo que es casi peor que todo, sola e incomprendida. Sentía que ni los médicos me comprendían.

Pero poco a poco y con muchas ayudas, entre las que se encuentra este foro, he conseguido dar la vuelta a la tortilla y aprender a aceptarme. Ahora me cuido más, soy más positiva y todo eso ha incidido en mejorar mis extras. Así que la vida me ha demostrado que esta era la mejor manera de empezar a solucionar el problema: aprender a convivir con él. Ahora el miedo ya se ha esfumado y me siento libre. Las extras siguen ahí, en menor medida y ya no me asustan. Yo creo incluso que me sería extraño vivir sin ellas.

Muchas gracias, Vicky, por darnos esta lección de positivismo que tan bien nos viene.

Un abrazo!