Según su planteamiento las enciclopedias y los diccionarios no tienen entonces validez, ya que cada concepto debería ser explicado por una persona distinta: un gallego para decir lo que es un gallego, un cirujano para decir qué es un cirujano, un tuberculoso para describir lo que es la tuberculosis...

Afortunadamente, no hace falta ser una mariposa para saber que es un lepidóptero.