Caramba, Santy, lamento que estés tan deprimida.

En mi opinión el problema no es que sean bi, tri o aisladas, sino que no tienes el ánimo suficiente para soportarlas.

Por una vez, coincidiré con Alfonso... si tan mal estás, inclínate por la ablación, pues lo demás es pan para hoy y hambre para mañana (aunque sepamos que el éxito de las ablaciones no es total y suponen un riesgo nada despreciable)

No conozco a ningún cardiólogo que cuando te receta un betabloqueante no te advierta que no te va a quitar las extras. Te dicen que DEBERÍAN mejorarte, pero que no esperes que te desaparezcan con esa medicación.

No creo que haga falta insistir en lo nociva que puede ser una medicación de este tipo de por vida, a pesar de lo que dicen muchos. Pero por si queda alguna duda, te pegaré algunos fragmentos de un excelente estudio que podrás leer con más detalle en este enlace http://www.sac.org.ar/Publicaciones/boletin/15/hta2006-1-4.pdf:


Los BB (betabloqueantes) tampoco están exentos de efectos metabólicos: aumento de peso, aumento de los triglicéridos plasmáticos, disminución de colesterol HDL plasmático, insulino-resistencia y desarrollo de nueva diabetes. Estos efectos no son compartidos por los BB más modernos como carvedilol, bisoprolol o nevibolol.

En el "Swedish Trial in Old Patients with Hipertension 2" (STOP 2)15, entre 5.895 pacientes hipertensos no diabéticos hubo una tendencia no significativa a un aumento en la prevalencia diabetes en el grupo con BB y/o DT (atenolol, metropolol, pindolol, hidroclorotiazida) (4.9%) que en el grupo con IECA (enalapril o lisinopril) (4.7%) o en el grupo con AC (felodipina o isradipina) (4.8%).

El "Losartan Intervention for endpoint reduction in hypertension" (LIFE)18 enroló 7.998 pacientes hipertensos no diabéticos con hipertrofia ventricular izquierda, de los cuales el 6% de los asignados a Losartan y el 8% de los asignados a atenolol con o sin el agregado de hidroclorotiazida desarrollaron diabetes.

En el "International Verapamil- Trandolapril Study" (INVEST)22, realizado en pacientes hipertensos portadores de enfermedad coronaria, aquéllos que recibieron verapamilo de liberación prolongada más trandolapril tuvieron menor incidencia de "nuevo diagnóstico de diabetes" (7%) que aquéllos que recibieron atenolol más DT (8.2%).

De todos estos estudios se desprende que los DT y el atenolol (especialmente si están combinados) presentan la mayor incidencia de este efecto adverso y que los IECA y ARA II la menor.

Conclusiones y recomendaciones
1- Evitar en lo posible la utilización de DT y atenolol en pacientes obesos, con fuerte historia familiar de
diabetes mellitus tipo II, alteraciones en la tolerancia a la glucosa, grupos étnicos con alta prevalencia de diabetes o en pacientes con Síndrome Metabólico.



Seguramente, para muchas personas de este foro, el hecho de que entre 5 y 8 de cada 100 personas de las que se tratan con Atenolol acaben padeciendo diabetes, según rigurosos estudios científicos, no significará gran cosa. Realmente, lo que más me preocupa no es ese hecho en sí mismo, aunque esté mal decirlo, sino la frialdad con la que se hacen esos estudios, como si de simples cobayas se tratara. Estoy seguro que la mayoría de personas que han estado incluidas en esos protocolos de “prueba” no sabrán jamás que han enfermado gravemente a causa de un “experimento”. Y fíjate bien, en esos casos que expongo se trata de gente con afecciones que sí necesitan tratamiento (hipertensión, enfermedades coronarias, etc.), de forma que no pueden elegir, como nosotros, entre medicarse o no, pues sólo en nuestro caso podemos decir que esa decisión se toma sin que ello tenga consecuencias significativas en cuanto a la mejora de la salud corporal… que otra cosa es la mental.

Tengo que repetir, una vez más, que no está en mi ánimo polemizar con algo tan delicado, pero me cuesta dejar sin respuesta cualquier mensaje que reste importancia a los riesgos que supone medicarse de por vida, sobre todo cuando no es realmente necesario, en el sentido de que el mal que se combate no lo requiere, sino más bien nuestras mentes que no soportan convivir con el problema. Problema que, dicho sea de paso, viene dado en gran medida por otras muchas circunstancias ajenas a nuestro músculo cardiaco. Las custiones dichas en sus justos términos se admiten sin más, pero si no se ajustan a la verdad, no sólo no hay que creerlas, hay que combatirlas.

Y para terminar, comentar algo que he leído varias veces en los últimos días en el foro: "desechar el miedo a los medicamentos". Esa frase en una contradicción en sí misma. ¿Cómo se puede atribuir el tener miedo a quien tiene la valentía de enfrentarse a las cosas sin drogas? Miedo tendrán quienes a sabiendas de que no conseguirán curarse, se medican convencidos de que las posibles mejorías que experimenten se las deben al fármaco, cuando la realidad demuestra que esas fases dulces las tenemos aun cuando no nos mediquemos. Verás, podemos ir en grupo a visitar determinado santuario y, posteriormente, unos achacarán todo lo bueno que les pase a un hecho milagroso, mientras otros buscaremos explicaciones racionales a nuestra fortuna. Es así de claro, hay quien necesita paños calientes para vivir y quien se enfrenta a la vida cara a cara.

En fin, querida Santy, puesto a sucumbir, yo lo haría a lo grande, porque lo demás, y lo sabes bien, es totalmente inútil.

Un beso,

Carlos.