Los hidratos de carbono
La cantidad necesaria para la mujer embarazada es prácticamente igual a la de la mujer no embarazada, si bien puede variar según diversos factores, como el peso, la actividad física y el estado de salud general. Los hidratos de carbono cumplen una función energética predominante exteriorizada en la producción de actividad muscular y calor. Además ayudan a la desintoxicación y a la protección de todo el organismo. Deben proporcionar entre el 50 y el 53% del valor calórico total de la dieta, una vez cubierta la cuota proteica y de grasa.
Alimentos que proveen hidratos de carbono: Azúcar, Arroz, Pan, Pastas, Papa, Frutas, Verdura, Galletitas, Bombones, Leche, Harinas, Gaseosas
Los lípidos o grasas
Contienen un elevado número de calorías (un gramo contiene nueve calorías) y se aconseja que su aporte no supere el 30% del aporte calórico total. Las grasas cumplen también la función de transportar algunas vitaminas, como la A y la D. Es importante que la cantidad de grasas no sufra grandes variaciones cualitativas; la cantidad de grasas necesarias se modificará según la época del año en que se desarrolle el embarazo; por ejemplo en invierno, el organismo requerirá una cantidad un poco superior que en verano.
Las grasas desempeñan una doble función: energética y, en menor medida que las proteínas, interviene en la formación de los tejidos. En la embarazada deben proporcionar aproximadamente el 30% del valor calórico total de la dieta. La necesidad diaria es de una cantidad variable entre los 80 y los 90 gramos para una mujer tipo.
Algunos alimentos que proveen grasas: Aceites, Manteca, Aceitunas, Mayonesa, Quesos, Cordero, Cerdo, Huevos (yema), Jamón, Cacao, Galletitas, Margarina
Minerales
Son sustancias inorgánicas que se encuentran en el suelo y que, por lo general, ingresan naturalmente al cuerpo humano a través de la ingesta de los alimentos.
El hierro
Es un mineral de gran importancia para el organismo y su deficiencia es el problema nutricional más común en el mundo. La mayor parte del hierro se encuentra alojada en los glóbulos rojos mientras que el resto se halla en los músculos.
Si el hierro se encuentra por debajo de los niveles normales al inicio del embarazo, el riesgo de anemia es severo. Si la embarazada comienza con un nivel normal de hierro en su organismo, es probable que continúe así o que tal vez desarrolle una anemia leve. Esto se debe a que el hierro es el único nutriente cuyas cantidades necesarias durante el embarazo son mayores de las que puede suministrarse sólo a partir de una dieta. Por eso es conveniente –y hasta imprescindible en algunos casos- dar a la madre un suplemento en los alimentos (por ejemplo leche descremada con hierro) o bien que los ingiera en forma de medicamento.
Una de cada tres embarazadas presenta anemia por falta de hierro durante el último trimestre. Es cuando el bebé necesita y absorbe este mineral de los depósitos maternos en mayor cantidad que lo habitual. Algunos de los síntomas que pueden detectarse en una embarazada con carencia de hierro son: cansancio, sueño, calambres, etc. y al bebé le llega menor cantidad de oxígeno, lo que puede generarle trastornos de diversa gravedad.
El hierro puede encontrarse sólo en un porcentaje del 10 ó 15% del total de los alimentos que habitualmente se ingiere. Para su buena absorción necesita de estimulantes:
La deficiencia de hierro durante el embarazo es, según el último Curso Internacional sobre Hierro realizado en Argentina en 1997 un 10% en Buenos Aires, de un 18% en Europa, de un 30% en Costa Rica, Guatemala y Paraguay y del 50% en Ecuador y Perú, mientras que asciende al 60% en la región caribeña.
En la siguiente tabla se indican cuáles son los alimentos ricos en hierro:
Fuentes de hierro (Fe)

El calcio
El calcio es el mineral que más abunda en el cuerpo. El 99% del calcio corporal está localizado en los huesos y dientes. Para que el organismo pueda absorber todo el calcio presente en un alimento, es necesario que en ese mismo alimento haya fósforo. La existencia de vitamina D es indispensable para la absorción tanto del calcio como del fósforo. Es necesario para el crecimiento y desarrollo de los huesos y dientes del bebé; para la coagulación de la sangre, para las transmisiones nerviosas; etc.
En la tabla siguiente, podrá encontrar un listado de los alimentos que contienen este mineral de modo más abundante.
Fuentes de calcio
