Anticoncepcion de emergencia
Autor: Dr. José Alberto González Cáceres | Publicado:  14/04/2009 | Ginecologia y Obstetricia , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Anticoncepcion de emergencia.1


Anticoncepción de emergencia.

 

 

Autor: Dr. José Alberto González Cáceres. Residente Medicina General Integral, Instructor no graduado Genética Médica.

 

Asesores:

 

Dra. Ismary Alonso Orta. Especialista de 2º Grado en Farmacología. Profesor Auxiliar Centro para el Desarrollo de la Farmacoepidemiología.

 

Dra. Sonia Bermúdez Conrado. Especialista en Medicina General Integral, Profesor Auxiliar, Policlínico docente “Tomas Romay”, “Facultas Calixto García”.

 

Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, facultad Hospital Universitario Clínico Quirúrgico, “Calixto García”.

 

Resumen

 

Los embarazos no deseados continúan siendo un problema de salud pública no resuelto en el mundo entero, pero muy especialmente en los países del tercer mundo, donde la terminación de estos, en gran parte, se lleva a cabo en condiciones inseguras, acarreando para la madre y la sociedad efectos devastadores tanto desde el punto de vista de salud personal como graves consecuencias sociales.

Se hace una discusión acerca de cómo la utilización de la anticoncepción de emergencia contribuye a la prevención de este problema. Abordamos un recuento embriológico y farmacológico como fundamentos para la utilización de los métodos de anticoncepción de emergencia.

 

Palabras Clave: Anticoncepción de emergencia. Contracepción. Estrógeno. Progesterona.

 


Introducción

 

La anticoncepción de emergencia (AE), comúnmente conocida como la “píldora del día después”, representa la posibilidad de evitar un embarazo no deseado después de un coito sin protección, por falta del uso de anticonceptivos, accidente en el uso de los mismos, o por violación. Los métodos anticonceptivos de emergencia son eficaces e inocuos para la mayoría de las mujeres que lo puedan necesitar, así como fáciles de usar [1]. La anticoncepción de emergencia actúa en la fase pre-embrionaria, antes de la implantación completa (21 día del ciclo), no es un método abortivo, es capaz de evitar el embarazo pero no de interrumpirlo [2]. Estos pueden impedir el embarazo retardando o inhibiendo la ovulación, deteniendo la fertilización del óvulo, o inhibiendo la implantación de un óvulo fertilizado en el útero [3]. No obstante, una vez que la implantación ha comenzado, las píldoras de anticoncepción de emergencia son inefectivas puesto que no pueden interferir con un embarazo existente [4].

 

Actualmente son empleados en la anticoncepción de emergencia tres métodos fundamentales: anticonceptivos orales combinados (estrógeno-progestina), anticonceptivos orales solo con progestina y los dispositivos intrauterinos (DIU).

 

En nuestro país la planificación familiar tradicionalmente está incorporada en la actividad habitual de los médicos de familia. Los equipos de Atención Primaria, asumen la mayor parte de indicaciones de anticonceptivos orales, los dispositivos intrauterinos (DIU), algunos métodos de barrera y en algunas circunstancias otras actividades a las cuales podría incluirse la anticoncepción de emergencia. La planificación familiar como política de salud permite la decisión libre consciente y voluntaria de las parejas para determinar cuántos y cuándo tener los hijos que deseen, mediante la utilización de los diferentes métodos anticonceptivos, su finalidad es reducir la morbilidad y mortalidad materno-infantil, que las parejas disfruten plenamente de la sexualidad y se logre una maternidad y paternidad responsables [5].

 

Entre 1995 y 2000, las mujeres de todo el mundo sufrieron más de 300 millones de embarazos no deseados. Durante el mismo período de tiempo, más de 700.000 de estas mujeres murieron por causas relacionadas con el embarazo, incluidas más de 400.000 que murieron por complicaciones de abortos en condiciones de riesgo.

Muchas de estas mujeres podrían haber evitado los embarazos no deseados usando anticoncepción de emergencia, un medio seguro y efectivo para prevenir el embarazo después de relaciones sexuales sin protección [6]. Aunque muchos estados están tomando medidas para poner la anticoncepción de emergencia en manos de las mujeres, hay millones de mujeres en el mundo que se podrían beneficiar de la anticoncepción de emergencia y ni siquiera han oído hablar de ella, y entre las que sí conocen que existe, son pocas las que saben dónde obtenerla o cómo usarla.

 

Nuestro país no está exento de este problema, en el año 2000 la tasa de regulaciones menstruales en adolescentes fue de 28.4 x 1000 mujeres entre 12 y 19 años, y la de abortos inducidos fue de 33.6 x 1000 mujeres entre 12 y 19 años para el mismo período [7]. Un 26.8% de las mujeres de 15 a 19 años con actividad sexual no usaba ningún método anticonceptivo [8]. Aunque contamos con dos píldoras (Aminor y Etinor), para la anticoncepción de emergencia, se requiere de mayor conocimiento por parte de la población, y de la actualización de los médicos de familia respecto al tema, así como de estrategias nacionales para que la aplicación de la anticoncepción de emergencia cumpla con las necesidades de salud de nuestra población.

 

Considérese motivo fundamental de este trabajo el bienestar que proporciona a las parejas, la libertad de decisión de reproducción y los beneficios que trae a nuestra sociedad el conocimiento y empleo de la anticoncepción de emergencia. En él abordamos brevemente los fundamentos embriológicos y farmacológicos que permiten la utilización de este método anticonceptivo, proporcionando un recordatorio necesario a los profesionales de la salud y un acercamiento a aquellos que descubren por vez primera este tema.

 

Breve aproximación histórica.

 

A lo largo de la historia el control de natalidad ha sido una de las grandes preocupaciones de la humanidad. Ya se describía algún método anticonceptivo en el tratado médico Ebers Papyrus, escrito en el siglo 1550 a.C. Los primeros anticonceptivos fueron simples barreras mecánicas colocadas en la vagina que impedían que el esperma eyaculado durante el coito fecundara el óvulo, algunos de los compuestos usados para impedir el embarazo están las esponjas marinas, la quinina, la sal de roca, el alumbre, diversos brebajes a base de hierbas, las mezclas de excrementos de cocodrilo y miel utilizadas por las mujeres egipcias. Aristóteles recomendaba, una mezcla de incienso, cedro y aceite de oliva, como modo de impedir el embarazo. Los dispositivos intrauterinos (DIU) fueron desarrollados por turcos y árabes que insertaba piedras del tamaño de un guisante en el útero de las hembras de camello para evitar que quedaran embarazadas mientras atravesaban el desierto.

 

Definición.

 

La anticoncepción de emergencia (AE), o intercepción postcoital (IPC), conocida popularmente como “píldora del día después” o “píldora de la mañana siguiente” comprenden realmente los métodos contraceptivos que pueden ser utilizados por las mujeres, no solo en la mañana siguiente sino en los días que siguen a un coito no protegido, siendo las píldoras uno de ellos y no el único método empleado, con el objetivo de evitar un embarazo no deseado. La anticoncepción de emergencia se considera una medida de prevención primaria del embarazo.

 

Dado que en la anticoncepción de emergencia los métodos empleados son de uso regular, como las píldoras combinadas que contienen estrógenos y progestágenos, las que solo contienen progestágenos y los dispositivos intrauterinos (DIU), más que una novedad o un descubrimiento la anticoncepción de emergencia es un concepto, cuya referencia más antigua se remonta a 1968 [9].

 

La probabilidad de embarazo calculada para una mujer que haya tenido un coito sin protección varía entre el 20 y el 42% a mitad de ciclo (se concentran entre los cuatro días antes de la ovulación y el primer día después.), mientras que en cualquier otro momento del ciclo la probabilidad descendería al 5% [10].

 


Métodos de Anticoncepción de Emergencia.

 

Siguiendo las líneas marcadas por el Manifiesto de Consenso en Anticoncepción de Emergencia de Bellagio (1995) [2], los métodos utilizados son (Cuadro-1):

 

Intercepción poscoital hormonal con estrógeno-progestágenos (método de Yuzpe).

Intercepción poscoital con progestina solo.

Intercepción poscoital con inserción de dispositivos intrauterinos (DIU).


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