Modificacion de los conocimientos sobre infecciones de transmision sexual
Autor: Dra. Ainhoa Rodríguez Izquierdo | Publicado:  15/04/2009 | Dermatologia y Venereologia , Medicina Interna , Medicina Preventiva y Salud Publica , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Modificacion de los conocimientos sobre infecciones de transmision sexual.2


Más de 250 millones de personas en todo el mundo se infectan cada año con gonorrea. En cuanto a la sífilis, las cifras indican 50 millones de personas en todo el mundo. Otras enfermedades de transmisión sexual, como la tricomoniasis y el herpes genital, probablemente son más frecuentes, pero como los médicos no tienen la obligación de comunicarlas a los microorganismos públicos, las cifras son menos fiables.

 

En la actualidad, los tratamientos curan rápidamente la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual y evitan que se propaguen. Sin embargo, ciertos microorganismos más antiguos, resistentes a los medicamentos, se han diseminado ampliamente, en parte debido al transporte aéreo. Esta movilidad fue responsable parcialmente de la rápida propagación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) 4.

 

Según la OMS la incidencia anual de infecciones de transmisión sexual curables (lo cual excluye al VIH) fue de por lo menos 331 millones de casos en 1995 5.

 

Desde un punto de vista general tenemos que cada año en los Estados Unidos de Norteamérica aparecen 15 millones de nuevos casos de infecciones de transmisión sexual a partir de los 15 años. La más comunes la infección por el Virus del papiloma humano (VPH), con 5.5 millones de casos nuevos al año, la Trichomoniasis 5 millones de casos nuevos por año, las infecciones de transmisión sexual por Chlamydia trachomatis 3 millones de casos nuevos por año, 1 millón de casos nuevos al año de herpes genital, 650.000 casos nuevos al año de infección gonocócica, 70.000 casos nuevos de sífilis al año, 77.000 casos nuevos al año de Hepatitis B transmitida sexualmente y 20.000 casos nuevos al año de infecciones con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) 5.

 

Actualmente las cifras que se manejan en Estados Unidos es que 45 millones de americanos por arriba de 14 años tienen Herpes genital, 20 millones tienen Virus papiloma humano, más de medio millón de personas sufren de hepatitis B y Virus de la inmunodeficiencia humana. El Sistema de Cuidado de Salud de los Estados Unidos de Norteamérica gasta 8.4 billones de dólares al año en consecuencias a corto y largo plazo como consecuencia de infecciones de transmisión sexual. De éste gasto 6.4 billones se gastan en infecciones de transmisión sexual de origen viral 5.

 

Hay infecciones de transmisión sexual que han mostrado una gran variabilidad con el correr del tiempo, como es el caso de la sífilis y de la gonorrea, no así la Chlamydia trachomatis que se ha erigido en la primera infección de transmisión sexual en los Estados Unidos de Norteamérica con 4.5 millones de casos nuevos al año y en el resto del mundo 50 millones de casos nuevos al año 5.

 

En segundo lugar tenemos el Virus del papiloma humano con un millón de nuevos casos al año con una prevalencia entre 20 y 50 millones. Seguidas por las infecciones con herpes virus tipo 1 y tipo 2, con aprox. 500.000 nuevos casos al año sólo en Norteamérica. Las estadísticas en los países latinoamericanos no dista mucho de los presentados por los norteamericanos, mostrando una tendencia “in crescendo” en relación a infecciones por herpes genital, virus papiloma humano, uretritis por Chlamydia tracomatis. Las infecciones de transmisión sexual antiguamente conocidas como enfermedades venéreas por Venus la Diosa romana del Amor, han sido siempre motivo de angustia y preocupación para las sociedades que las han sufrido desde tiempos inmemoriales 5.

 

Con el correr del tiempo, el estilo de vida actual totalmente globalizado y exigente, unido al advenimiento de medios de transporte aéreos, terrestres y marítimos cómodos, seguros y rápidos, lo que en un principio era “algo no tan difícil” controlar las enfermedades de índole sexual, debido a que los contactos y las fuentes de transmisión eran determinables, hoy se ha convertido en un imposible, debido precisamente a la facilidad de desplazamiento del ser humano unido a un nivel de promiscuidad importante y a una precocidad en el comienzo de una vida sexual activa e intense con un cambio sustancial en los roles de la sexualidad.

 

El control de las enfermedades venéreas depende de fomentar las prácticas sexuales seguras y brindar buenas instalaciones médicas para su diagnóstico y tratamiento. Es fundamental educar a las personas y explicarles cómo evitar la propagación de estas enfermedades, especialmente fomentando el uso del preservativo.

 

Al principio estas infecciones, tratándolas de forma adecuada, curan fácil y rápidamente. Sin embargo, si se les deja evolucionar sin control, pueden producir consecuencias muy graves tales como esterilidad, cáncer, lesiones cardiacas, enfermedades del sistema nervioso, abortos, malformaciones fetales, etc.

 

A diferencia de otras enfermedades infecciosas (como el sarampión, la rubéola, la varicela, etc. que se padecen una vez en la vida), la mayoría de las infecciones de transmisión sexual se pueden adquirir tantas veces como se tenga contacto sexual con personas infectadas. El motivo es que estas enfermedades, en su gran mayoría, no crean defensas 2.

 

Son múltiples los factores de riesgo para padecer una infección de transmisión sexual y dentro de ellos tenemos:

 

  • Tener una pareja sexual infectada.
  • El comportamiento sexual de la persona, ya que se relaciona con la probabilidad de exposición y transmisión de las mismas.
  • Tener relaciones coitales sin protección.
  • Tener prácticas sexuales de riesgo como anal, vaginal, oral sin condón.
  • Uso de alcohol y drogas que promuevan conductas sexuales de alto riesgo.
  • Existen infecciones como el VIH y la infección por Hepatitis B que se pueden adquirir con material punzocortante mediante tatuajes y perforaciones y no son precisamente por contacto sexual.
  • Relaciones sexuales sin protección con personas desconocidas.
  • Ser víctima de abuso sexual o violación por uno o varios agresores.

 

Las infecciones de transmisión sexual ya no solo afectan a poblaciones bastante específicas, como adultos jóvenes, adolescentes, personas divorciadas con incremento de su actividad sexual, lesbianas, homosexuales, personas con profesiones que necesiten desplazamientos lejos del hogar muchas veces al año con el aumento de las probabilidades de encuentros sexuales “fortuitos” y casi siempre sin la debida protección, uniéndose a enfermedades clásicas de los viajeros como las enteritis, accidentes de tránsito, hepatitis, por solo mencionar algunas.

 

El adolescente no sólo debe ser un objetivo primordial en las campañas de salud que traten sobre infecciones de transmisión sexual, sino también en campañas sobre embarazos precoces que generan la práctica de abortos, que ponen en peligro la vida de las jóvenes 5,6.

 

En todo tipo de sociedades, tanto de países subdesarrollados como de países en vías de desarrollo y países ya plenamente inmersos en el discurso del desarrollo, los adolescentes estarán en la diana de las campañas para evitar el aborto, ya que de manera curiosa en los países europeos se ven casos de adolescentes que habiendo visitado servicios sanitarios quedaban precozmente embarazadas habiendo recibido información de prevención de embarazo en dichos centros, y aun así siguen practicándose abortos con la peligrosidad que eso conlleva 5,6.

 

Se ha encontrado que entre jóvenes de 18 a 29 años, el 18,4% de los chicos y el 11’4% de las chicas tuvieron su primera relación sexual antes de cumplir los 16 años y aunque el uso de medidas preventivas en esta primera relación sexual es cada vez más frecuente, todavía existen múltiples razones por las que no se utiliza 7.

 

Según el Registro de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), aunque en la última década, las tasas de Interrupción Voluntaria del Embarazo se han elevado en todos los grupos de edad, solamente en las menores de 20 años la tendencia se mantiene creciente, mientras en los otros grupos se ha estabilizado en los últimos años. En concreto, en 2004 el 14% de las mujeres que tuvieron una Interrupción Voluntaria del Embarazo tenía menos de 20 años" 7.

 

La edad media de las personas diagnosticadas por VIH tiende a aumentar, pero en España todavía en 2004 el 47% de los casos de SIDA atribuidos a transmisión sexual (homo o heterosexual) tenía entre 20 y 39 años. De acuerdo con la historia natural de la infección, una parte importante de estas personas mantuvo prácticas sexuales de riesgo para la infección por el VIH en la adolescencia o en la juventud 7,8.

 


Introducción

 

La sexualidad forma parte de todas las personas desde su nacimiento hasta su muerte, por lo tanto chicos/as, adultos, jóvenes y mayores, son sexuales. La sexualidad es una dimensión muy importante para la estructura psíquica, todo un mundo de posibilidades para obtener placer, sentir deseos, emociones, atracción, afecto hacia otras personas y con otras personas y reproducirnos si lo deseamos. La sexualidad no es algo feo o pecaminoso, sólo para casados o adultos, para hombres y para tener hijos.

 

Es por ello que se ha puesto de manifiesto la tendencia a comenzar cada vez en edades más tempranas las relaciones sexuales, siendo una tendencia universal de la que no escapa nuestra población.

 

En ello influyen factores como: la participación en conjunto de hembras y varones en actividades sociales, incluidas las escolares; igualmente el abandono de concepciones religiosas y las nuevas ideas y libertades de la mujer que la ponen en igualdad con el hombre y así aumentan las posibilidades de satisfacer los impulsos eróticos sin haber la suficiente preparación y responsabilidad que esto requiere, principalmente en los adolescentes.


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