Manifestaciones cutaneo-mucosas en niños y adolescentes con HIV- SIDA
Autor: Dr. Damián Andrés Clemente | Publicado:  27/04/2009 | Dermatologia y Venereologia , Enfermedades Infecciosas , Medicina Interna , Imagenes de Enfermedades Infecciosas , Imagenes de Dermatologia y Venereologia , Imagenes de Medicina Interna | |
Manifestaciones cutaneo-mucosas en niños y adolescentes con HIV- SIDA.1

Manifestaciones cutáneo-mucosas en niños y adolescentes con HIV- SIDA.

 

Clemente, Damián Andrés

Médico Pediatra Certificado por Sociedad Argentina de Pediatría y la Universidad de Buenos Aires

Buenos Aires, Argentina, Febrero de 2009

 

 

Resumen

 

Introducción: Desde su inicio el Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) fue identificado por la presencia de importantes alteraciones cutáneo-mucosas, entre las que se encuentran infecciones oportunistas, enfermedades inflamatorias y neoplasias. Estas dermopatías pueden, por su frecuencia y precocidad, brindar una aproximación diagnóstica inicial. Su presentación se encuentra relacionada con el grado de inmunodepresión del paciente, basada en los niveles de LTCD4+.

 

Objetivos: Describir las diferentes formas de presentación de las manifestaciones cutáneo-mucosas en el HIV pediátrico.

 

Material y métodos: Se utilizaron libros de texto con desarrollo completo del tema, agregándose información actualizada de revistas de publicación científica nacionales e internacionales. Se amplió el material con artículos originales publicados en la red Medline. Se eligieron libros y trabajos científicos publicados en los últimos cinco años.

La selección de los trabajos se realizó sobre la base que los mismos presentaran objetivos explícitos, con la población en estudio bien definida y con una muestra representativa.

 

Discusión: Se observó en todas las publicaciones y libros de texto recopilados, que las manifestaciones mucocutáneas en el paciente HIV positivo, son entidades muy frecuentes, de presentación atípica, con mayor duración y severidad y de manejo terapéutico más hostil que en personas inmunocompetentes. Su forma de presentación se relaciona con el grado de inmunosupresión de los pacientes.

 

Conclusión: hay un incremento en la prevalencia de las manifestaciones mucocutáneas en los pacientes pediátricos HIV positivos, que es mayor a medida que disminuye el estado inmunitario.

 

Introducción

 

Desde su inicio, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) fue identificado por la presencia de importantes alteraciones a nivel cutáneo-mucoso, entre las cuales se destacaron una forma particularmente agresiva del Sarcoma de Kaposi e infecciones oportunistas crónicas de etiología variada, como la candidiasis oral y el herpes virus.

 

El examen clínico prolijo y minucioso de la piel, con el inestimable auxilio de los estudios complementarios (biopsia, examen histopatológico, citodiagnóstico, cultivo micológico y/o bacteriológico) resultan fundamentales para la detección de las alteraciones tegumentarias de estos enfermos.

 

La aparición y forma de presentación de estas afecciones suele correlacionarse íntimamente con la depleción inmunitaria progresiva, monitoreable a través de ciertos exámenes de laboratorio como el hemograma, la fórmula leucocitaria y sobre todo, la cuantificación de la subpoblación linfocitaria CD4 + y la carga viral.

 

Por la importancia y frecuencia de estas manifestaciones clínicas, así como por su forma de presentación atípica y su correlación con la evolución de esta enfermedad, resulta de inestimable importancia el conocimiento de las diferentes manifestaciones cutáneo-mucosas, infecciosas y no infecciosas, de la población pediátrica que padece el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Por lo mencionado anteriormente, este fue el tema elegido para el desarrollo de la presente monografía.

 

Reseña histórica

 

Los primeros casos de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) fueron reconocidos en los Estados Unidos a mediados de 1981. En ese año, el Centers for Diseases Control and Preventions (CDC) informó de un síndrome, hasta entonces desconocido, cuya característica era la inmunosupresión asociada a enfermedades oportunistas. Desde un principio la evidencia epidemiológica sugirió que un agente infeccioso, transmisible a través del contacto sexual, la drogadicción endovenosa y las transfusiones de hemoderivados, podría ser el responsable de esta enfermedad.

 

Alrededor de 1984 el descubrimiento del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (HIV) permitió un detallado conocimiento de su biología molecular, la consecuente aparición de pruebas diagnósticas y la investigación de una terapéutica antirretroviral. Después de intensas investigaciones, las combinaciones terapéuticas condujeron a una espectacular mejoría de la evolución clínica de los pacientes, lo que ha permitido actualmente categorizar a esta enfermedad como una enfermedad crónica.

 

La primera notificación de un caso de SIDA en un paciente de sexo femenino fue en 1987, cinco años después del primer registro de un paciente de sexo masculino. La aparición de la infección en la mujer, introduce entonces, el concepto de la infección en los niños a través de la transmisión vertical (TV).

 

En los últimos años la prevención durante el embarazo y el tratamiento del recién nacido, ha producido cambios trascendentales. La implementación del uso de la Zidovudina (AZT) se ha asociado con una disminución notoria de la transmisión vertical. Sin embargo, aún hoy, sólo el 1% de las mujeres embarazadas tienen acceso a servicios de prevención de la transmisión vertical en los países más afectados (1-2). Estudios previos revelaron que la infección perinatal tiene cuadros clínicos muy variados y un peor pronóstico comparado con la infección adquirida en un período más tardío de la niñez. Alrededor de un tercio de los niños nacidos de madres HIV+ tendrán evidencia de infección alrededor de los 18 meses de vida y se calcula que cerca de un quinto de estos niños morirán. Por otro lado, la enfermedad progresa más lentamente y los niños se mantienen más estables durante el segundo año de vida (3).

 

La infección por HIV en pediatría puede tener varias formas de presentación clínica:

 

  • Progresores rápidos: es el grupo de recién nacidos infectados en forma intrauterina (15-20%) que de no recibir tratamiento antirretroviral, presentarán síntomas de enfermedad en los primeros seis meses de vida, con retraso pondoestatural y madurativo, infecciones severas, neumonitis por Pneumocistis jiroveci (nueva nomenclatura), candidiasis oral persistente y descenso precoz de los linfocitos T CD4+ (LTCD4+). La sobrevida promedio se calcula en alrededor de los cuatro años.
  • Progresores lentos: es el grupo de recién nacidos infectados en el período perinatal (70-80%) que de no recibir tratamiento antirretroviral, desarrollarán síntomas entre el segundo y tercer año de vida, con manifestaciones clínicas tales como infecciones recurrentes respiratorias, parotiditis y neumonía intersticial linfoidea. Los LTCD4+ descienden lentamente y la sobrevida de los pacientes se calcula en un promedio de ocho años.
  • Sobrevivientes a largo plazo: es el grupo de niños infectados por vía perinatal (5%) que permanecen asintomáticos, sin alteraciones de su sistema inmune y con una carga viral muy baja por un período de doce a quince años, sin recibir tratamiento específico.

 

Epidemiología

 

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que a fines de 1997 estaban infectadas por el HIV más de 30 millones de personas en todo el mundo y que, de ellas, 1.1 millones eran niños menores de 15 años. Sólo en 1997, 5.8 millones de personas adquirieron el HIV y 2.3 millones murieron por su causa, entre ellas 500.000 niños. Más del 90% de las personas infectadas viven en países en vías de desarrollo, donde se calcula que 350.000 lactantes se infectan por transmisión perinatal todos los años. El África subsahariana es la zona epidémica de crecimiento más rápido, pues concentra casi el 90% del total de la población mundial infectada por el HIV. En el sudeste asiático, la epidemia domina en India y Tailandia, con expansiones más recientes hacia Vietnam, China y Camboya (4).

 

Gráfico 1. Prevalencia mundial de HIV.

 

manifestaciones_cutaneomucosas_SIDA/prevalencia_mundial_HIV

 

Fuente: UNAIDS (Fines del Año 2003)


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