Capitulo 3. Homeopatia. La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver .7
2. Una fuerza fisiológica que ejerce una influencia en el cuerpo humano, sin que cause efecto visible en la aguja imanada.
De esta última es una fuerza radiante que es atractiva y repulsiva como la fuerza física, cayendo perpendicularmente sobre una superficie plana, atraviesa la mayoría de los cuerpos sólidos de poco espesor casi sin perder su actividad, los líquidos no son atravesados por este agente, pero se saturan y cargan, cayendo en ángulo agudo sobre una superficie plana pulimentada, o suficientemente pulimentada, la mayor parte de los rayos se reflejan; atravesando ciertos cuerpo, un prisma, una lente Biconvexa, se reflejan hasta cierto punto como los rayos luminosos y caloríficos.
La fuerza fisiológica está subordinada a la fuerza física, por ser casi siempre proporcional al grado de imanación de los imanes, esta es una fuerza bruta, que es poco más asimilable que la electricidad, por una operación que consiste en transformar esta fuerza, como la electricidad es transformada en calor, en luz, en movimiento, se obtiene una nueva y más poderosa, más en armonía con la fuerza vital que reside en nosotros, y su asimilación se realiza más fácilmente, como es más vivificante, su valor curativo ha aumentado considerablemente, a esta transformación se le da el nombre de vitalización.
El imán por sí mismo no es más que el vehículo de este nuevo agente, de este nuevo vibratorio del éter, que llega a ser casi idéntico al magnetismo humano.
La fuerza fisiológica vitalizada, que por abreviar la llamaremos fuerza vital del imán, se transmite por todos los cuerpos de la naturaleza, mientras que la fuerza física sólo se comunica a los metales magnéticos, pero esta transmisión no se verifica en virtud de las mismas leyes, su campo de acción es mucho más extenso, pues el cuerpo humano limita esta fuerza a una distancia en que la aguja imanada permanece completamente inmóvil, a demás se transmite a distancia por un hilo conductor, mientras que la fuerza física no se puede transportar fuera del campo magnético.
PARÁGRAFO LII de 100
¿Cuál es el verdadero proceso que hace posible que el agua salina se transforme en medicina curativa magnética?
La preparación homeotrónica, electricidad más magnetismo más el color y la potenciación energética son importantes pero en realidad es el propio organismo el que ofrece las condiciones electivas para que el agua fluidificada se vuelva medicina en la intimidad de su organismo etéreo-físico. De acuerdo a los conceptos modernos de la ciencia, el cuerpo humano presenta un aspecto ilusorio de “materia” predominando un número inconcebible de espacios lacios denominados “interatómicos” que prevalecen sobre una cantidad microscópica de masa realmente absoluta, en consecuencia el organismo humano es un portentoso acumulador o red de energía que la precariedad de los sentidos humanos distingue bajo la forma de un cuerpo de carne o materia, su individualidad intrínseca y preexistente es el espíritu eterno, cuyo “habitad” adecuado es el plano espiritual donde utiliza sus atributos de pensar y actuar, sin necesitar el cuerpo físico.
De acuerdo a su concepto la medicina del segundo nivel con su farmacopea ¿es una medicina sagrada?
R/: Dice el “diccionario” que salud es, el estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones, ésta definición fue valida hasta hace poco, pero hoy en día, con la ampliación de fronteras en todas las disciplinas científicas resulta a todas luces parcial, inexacta, corta y absolutamente inadecuada, hoy por fin se empieza a admitir que el hombre es un ser compuesto por varios cuerpos que se interrelacionan e interaccionan constantemente, y a la vieja imagen que nos mostraba la biología o la química se incorporan ahora nuevos conceptos, merced al descubrimiento de nuevas energías y de planos de existencia más sutiles capaces de afectar e influir sobre aquellos otros planos o cuerpos de menor vibración, toda cosa tangible está integrada por rayos y radiaciones, este mundo se compara a un árbol invertido raíces arriba y ramas abajo; el arcano cósmico de la luz es la fuente de todas las formas y esta luz cósmica está nutriendo nuestras raíces, ya te podrás imaginar si estas raíces se secan, estos rayos representan el cuerpo del Señor, el cual es idéntico al universo, y están dotados de los mismos poderes del Señor, es decir las tres cualidades de omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia, los rayos efectúan la obra de la creación, mantenimiento y destrucción del universo, según la voluntad de la mente cósmica y a su debido tiempo.
El arco iris es la alianza entre Dios y la tierra, omnipresencia, que está presente donde quiera pero no lo vemos, sólo con el prisma, toda creación es el cuerpo del Señor que está integrado por rayos y radiaciones.
El abuelo universal es la esencia del tiempo, su cuerpo está dotado de los poderosos rayos, que componen su cuerpo omnipresente e iluminan el universo, siete son estos rayos que forman la matrices de los siete planetas, una nube de color azul vista por el prisma, se verá que el color de la nube es predominantemente anaranjado, por lo tanto, la nube visible, no es si no una condensación del color anaranjado del arco iris, de manera semejante el agua también muestra el mismo color anaranjado, por otra parte en los últimos años el campo de la física se ha visto plagado de hallazgos que hay que tener en cuenta, las teorías de la relatividad, la quántica, la influencia de las energías electromagnéticas sobre los organismos vivos, la existencia de campos vibratorios sutiles capaces de modificar la materia, la consideración de la energía menta, como algo más que meros impulsos bioeléctricos. Son los descubrimientos que parecen acercar cada vez más a la físico y la filosofía interrelacionando dos ámbitos hasta ahora aparentemente irreconciliables, materia y espíritu.
PARÁGRAFO LIII de 100
Juver dice: el cuerpo etérico o la energía astral que rodea a los seres vivos tiene en su estructura, componentes electromagnéticos, la regla dice: que energías de alta vibración afectan y modifican a la de menor frecuencia vibratoria, un pensamiento alterado produce un sentimiento de miedo, inseguridad, odio, agresividad, depresión, falta de autoestima, rencor, envidia, que genera una especia de corto circuito en el campo energético vital que rodea al cuerpo físico.
Este cuerpo energético está conectado al físico mediante ciertos puntos o chakras que son receptores, acumuladores y distribuidores de energía, y están a su vez conectados con determinados glóbulos del cuerpo que son lo encargados de producir las hormonas distribuidas por la corriente sanguínea.
No podemos olvidar que estamos sumergidos en una mar de radiaciones de todo tipo, unas generadas por el propio planeta, otras provenientes del espacio exterior, que en mayor o menor medida también influyen sobre nuestro propio campo energético, mientras llegue el día no nos queda más remedio que ir dando pasos que nos vayan acercando a estos planteamientos, practicando y probando en nuestra vida cotidiana las nuevas teoría; eso si, con la actitud integradora positiva y la consecuencia de que es necesario trabajar en varia fuentes complementaria para llegar a convertir en realidad un fascinante proyecto “el del ser humano del mañana”.
Me queda una pregunta: ¿en donde se encuentra la frontera entre la medicina y la magia?
Los médicos a imagen y semejanza de los hechiceros, cuidaron desde el principio su prestigio; desarrollaron un lenguaje esotérico e incomprensible para los profanos, y envolvieron sus actos, sus gestos e instrumentos, con ritos secretos y calculados primorosamente, en la actualidad ante la inmensidad del aparato médico que ha ido desarrollándose a lo largo de los siglos, el paciente se siente inerme, incapacitado para reaccionar, así se entrega totalmente al médico con la mente muy poco relajada, y desde luego, sin ningún tipo de silencio interior, pero una parte de él si se siente todavía invadida por la fe, por el ansia de vivir, y de curar su cuerpo, en definitiva está inundado de “energía vital” creadora, capaz de modificar la química del cuerpo, reparar las partes dañadas y reactivar el sistema inmunológico, hasta recuperar el equilibrio que la enfermedad había alterado, el antagonismo existente entre la medicina y los curanderos, no surge por ser dos sistemas diferentes, sino por el lenguaje de las palabras.