El pH es el valor que surge de la escala que utilizamos para medir cuánta acidez o alcalinidad tiene un elemento.

pH significa potencial de hidrógeno, y su medición se realiza en una escala que va desde 0 a 14. De 0 a 7 podemos decir que un alimento es ácido y de 7 a 14, alcalino.

Los valores soportados con normalidad por nuestro organismo van desde 6,6 a 7,4, siendo pH 7 el punto neutro, teóricamente ideal.

Esto no es del todo así, ya que el estado de pH ideal es Neutro (7), pero como eso es casi imposible, si tenemos que elegir, es mejor un cuerpo ligeramente alcalino que ácido. Pero cuidado, decimos ligeramente, porque si nos pasamos de alcalinidad también podemos generar problemas serios, sobre todo teniendo en cuenta que hay órganos que funcionan mejor hacia la alcalinidad pero también hay otros que funcionan mejor hacia la acidez. Equilibrio es la palabra clave para una salud constante.

Si llevamos esto al campo de la alimentación, obviamente, sucede lo mismo. Es muy importante darle a nuestro cuerpo todos los nutrientes que necesita, y la mejor forma de hacerlo es haciendo honor a nuestra condición de omnívoros, consumiendo todo tipo de alimentos, pero en equilibrio.

Cuidado!, la dieta alcalina está contraindicada en pacientes con insuficiencia renal, enfermedades cardiacas o enfermedades cuya medicación afecta al potasio del organismo.

Debo ser reiterativo, porque he leido mucho por ahí, y cada vez más gente se obsesiona con alcalinizar el cuerpo, y esto, si no está controlado estrictamente por un buen nutricionista, es peligroso.