[Continuación del mensaje anterior]


YO PUBLIQUÉ EN SU FACEBOOK ESTE COMENTARIO EL 1 DE SEPTIEMBRE DE 2020:

La Dra. Yara Holetz es más falsa que un beso de Judas.

Pyrena era antiguamente la sucursal barcelonesa de la clínica Open House de Madrid. Su exdirector, el Dr. Steve Chapman, me puso una demanda por presuntas calumnias cuando yo revelé públicamente sus mentiras y maltratos. Fui a Barcelona a visitar Pyrena y conversé tres cuartos de hora con Aitor Padilla (el director actual) y la Dra. Holetz juntos. Aitor Padilla me dijo que cierta vez el Dr. Chapman le ordenó no atender a un enfermo de TOC porque era “un impresentable” y que él hubo de atenderlo A ESCONDIDAS; también me dijo que con frecuencia habían sucedido episodios de maltrato por parte del Dr. Chapman y no entendía por qué no salían más de ellos a la luz; que en el CAP Drassanes, un centro médico público que en tiempos colaboró con el Dr. Chapman, acabaron negándose a recibir a éste; y que el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona considera al Dr. Chapman un “ser turbio” cuyo currículum puede ponerse seriamente en entredicho.

La Dra. Holetz me contó que el Dr. Chapman es dulce y sonriente en público y cruel y sádico en privado; y que una y otra vez la interrogó abusivamente sobre un e-mail que yo le había enviado a ella, y con esta tortura psicológica casi le destruyó su matrimonio.

Yo le pregunté personalmente a la Dra. Holetz, en presencia de Aitor Padilla, si estaría dispuesta a testificar a mi favor durante el juicio contra mí, y ella respondió que lo haría encantada.

Pero durante el juicio la Dra. Holetz contestó a las preguntas de mi abogada por medio de ambigüedades y evasivas absolutamente innecesarias y ridículas (constan en la videograbación), con el resultado de que fui condenado a pagar una multa de más de 2.000 euros y el Dr. Chapman quedó impune.

Cuando se lo reproché vía e-mail, ella tuvo el descaro de escribirme haciéndose la ofendida; cuando le pedí su ayuda sincera para enmendar este posible error judicial, fue tan sumamente maleducada e incivilizada que ni siquiera me contestó.

Mi abogada opina que todo esto se debe a que, por lo general, los médicos se protegen mutuamente y ninguno quiere meterse en líos denunciando a un colega. Puede que aquí haya aún más motivos, aún más oscuros.

Eso se llama Obstrucción a la Justicia. A efectos prácticos, la Dra. Holetz hizo condenar a un inocente que la admiraba y que la ayudó, e hizo librarse a un culpable que la despreciaba y que la perjudicó.

Una de las decepciones más amargas de mi vida. El mayor defecto de los hombres (y de las mujeres) es la cobardía.



ELLA PUBLICÓ EN SU FACEBOOK ESTE COMENTARIO EL 23 DE SEPTIEMBRE DE 2020:

Hasta ahora he intentado ignorar tus comentários en distintas páginas, en mi mail, en mi Instagram, en mi facebook, pero ha llegado la hora de pedirte que dejes ya. Tienes que parar de acosarme utilizando los pseudonimos que sueles utilizar en internet.( Iens Teddi, Karl Kroll, peligro Rosa…). XXXXX (prefiero llamarte por tu nombre real y no por los pseudonimos que utilizas para llamarme de cobarde….entre otros adjetivos) ,te he visto una vez en mi vida,nunca has sido mi paciente y cuando me has comunicado ( y no solicitado, como cuentas en tu comentário), que seria testigo en el juicio,he ido y he contestado lo que me han preguntado. Mis problemas con Steve no tenían nada que ver con los motivos por los cuales te ha demandado, que eran por acoso y calunias en internet ( mira que casualidad…). Me sorprende que después del juicio me hayas enviado mails para mantenerme a tanto de la sentencia y solo después de haber sido condenado a pagarla, has empezado a culparme por ello.No quiero seguir con esto…y creo que tendrías que dejarlo ya…No me dejas muchas opciones.



YO PUBLIQUÉ EN SU FACEBOOK ESTE COMENTARIO EL 26 DE SEPTIEMBRE DE 2020:

Muy Sra. mía, miente Vd. por acción u omisión.

Yo NUNCA he publicado nada en su Instagram. Y el Dr. Chapman sólo inicialmente me demandó por calumnias... lo cual fue una calumnia por parte de él, ya que es estrictamente cierto todo cuanto he revelado sobre él en Internet, como por ejemplo en esta web que creé hace casi cuatro años: https://centro-medico-open-house-opiniones-estafa-y-fraude.webnode.es/ . Pero el Dr. Chapman debió de darse cuenta de que judicialmente no iba a conseguir nada por ese lado, y cambió de táctica a mitad del proceso y pasó a demandarme por injurias graves (los insultos leves están permitidos por la Ley), es decir, por haber descrito su carácter con palabras demasiado enormemente malsonantes. Incluso la sentencia definitiva de la Audiencia Provincial contra mí no pone en entredicho la verosimilitud y fiabilidad de mis acusaciones contra el Dr. Chapman, y establece que si yo no hubiera escrito “tacos” no habría habido delito. Y DE NINGUNA MANERA Y EN NINGÚN MOMENTO EL DR. CHAPMAN ME DENUNCIÓ POR ACOSO. Asimismo, aun escribiendo “tacos” en mi desenmascaramiento público del Dr. Chapman, muy probablemente habría sido yo absuelto, en virtud de la así llamada “exceptio veritatis”, si el Sr. Fernández Cañadas no hubiera declarado falazmente que no le constaba que el Dr. Chapman se hubiera negado a atenderme, y si Vd. no hubiera incurrido en omisiones absolutamente innobles en su testimonio oral. Si a la juez no le hubiera quedado ninguna duda (por medio de declaraciones de los dos testigos que intervinieron en el proceso) de que Steve Chapman traicionó el juramento de Hipócrates, siente inquina contra los enfermos de TOC, y es capaz de un comportamiento inescrupuloso y anti-ético en diversas ocasiones laborales, mi defensa habría sido infinitamente más sólida.

Procure Vd. comprobar los datos antes de acusar de nada a nadie, ¿eh?, o por lo menos antes de acusarme a mí.

Yo le dije personalmente a Vd. que mis abogados pensaban citarla como testigo de la defensa en mi proceso, y Vd. respondió con entusiasmo que estaría encantada de testimoniar para dar su merecido al Dr. Chapman; y hasta me manifestó Vd. su preocupación de que, al haberse mudado Vd. de domicilio recientemente, la citación para declarar pudiera no llegarle. Pero parece Vd. tener una memoria tan selectiva y/o endeble, que quizá no se acuerda ya de todas estas cosas.

Si yo no uso mi nombre real no es por cobardía, sino porque eso podría acarrearme algunos problemillas innecesarios (no muchos, pues mi vida está prácticamente destruida, y apenas me queda ya nada que perder, entre otras cosas gracias a las sucesivas traiciones de diversos miembros de Open House, incluyéndola a Vd.). Pero si ello es total y absolutamente imprescindible, no se preocupe, que saldré a la palestra y me descubriré con mi nombre y apellidos reales. Tal vez, así, mi situación incluso mejore; pues empeorar ya no puede. Así que me trae al fresco esa posibilidad. Pero le recuerdo que Vd. sabe mi nombre y apellidos sólo gracias a e-mails que le he enviado únicamente a su correo médico, y a una visita presencial a su consulta en Pyrena y en la que yo empecé por invocar la confidencialidad del juramento de Hipócrates para hablar de asuntos íntimos -y Vd. y Aitor Padilla accedieron-, y a una participación procesal cuyos detalles le está prohibido a Vd. revelar; así que yo podría denunciarla a Vd. ante diversas autoridades por revelar datos personales míos; de hecho consultaré con mis abogados si al exponer Vd. aquí mi nombre de pila (cosa que ni siquiera el Dr. Chapman se atrevió nunca a hacer) no ha cometido ya Vd. una infracción y un delito; por si acaso, he guardado fotocopia. Yo, a diferencia de Vd., no estoy obligado legalmente a mantener la confidencialidad con Vd., y además la habría mantenido si Vd. no me hubiera sido desleal.

Transcribo aquí algunos fragmentos de los e-mails que le he enviado a Vd., con el objetivo de que sus “fans” comprueben hasta qué punto tergiversa Vd. los hechos:

a) “En mis últimas comunicaciones a ti empleé un tono dulce y agradecido, para ver si así reaccionabas y sentías remordimientos de conciencia y decidías ayudarme voluntariamente en tu última oportunidad para hacerlo; pero no lo hiciste. Ahora que todo ha terminado, puedo decirte la verdad.”

b)”Te transcribo literalmente un párrafo que le escribí a mi abogada: ‘Recuerdo que durante el juicio se me revolvieron las tripas porque la Dra. Yara Holetz, en lo que parecía un ataque sobrevenido de mieditis, dijo elusivamente, ante una de tus preguntas, que ‘sabía que yo había ido a Pyrena y había estado conversando tres cuartos de hora con Aitor Padilla’, como si ella no hubiera presenciado ese encuentro cuando lo cierto es que ella estuvo presente de principio a final de dicha conversación y escuchó perfectamente que Aitor Padilla contó cómo Chapman le ordenó no atender a un enfermo de TOC porque le parecía un impresentable, cómo Padilla hubo de atenderlo a escondidas de Chapman y cómo el centro CAP Drassanes se había negado a seguir colaborando con Chapman e incluso a recibirlo, y cómo el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona consideraba a Chapman un ‘ser turbio’ cuyo currículum y supuestas titulaciones médicas podían ser puestas seriamente en entredicho. Nos habría hecho un gran favor confesando todo eso ante la juez, así como hablando del acoso laboral que me dijo haber sufrido por parte de Chapman cuando éste intentó averiguar si ella había recibido e-mails míos.'”

c) “Yo y mi abogada pedimos tu comparecencia en el juicio porque, cuando yo visité la sede de Pyrena en Barcelona y estuve conversando tres cuartos de hora con Aitor y contigo, tú afirmaste explícitamente que estarías encantada de participar en el juicio contra mí, para ayudarme en calidad de testigo de la defensa; mi abogada y yo contábamos con que aportaras hechos y datos ciertos que nos eran fundamentales. NO OPINIONES, SINO DATOS Y HECHOS CIERTOS.”

d) “Aprovecho para aclararte que tú no contestaste a ninguna pregunta de la juez (al contrario de lo que dices en tu correo: ‘He contestado las preguntas que me ha hecho la juez’); la juez no te hizo ninguna pregunta, y esto consta en la videograbación del juicio; la única persona que te interrogó fue mi abogada, y si no te interrogó más a fondo fue porque se dio cuenta de que no estabas dispuesta a colaborar sinceramente.”

e) “Te adjunto el intercambio de e-mails que mantuvimos Aitor y yo, donde queda inconfundiblemente de manifiesto que sí estuviste en el coloquio entre Aitor y yo; que participaste activamente en el mismo; y que tu experiencia con Chapman había sido escalofriante. También queda demostrado que tanto Aitor como tú opináis que Chapman es un mal profesional y una mala persona.”

f) “Has hecho injustificablemente un daño terrible y tremendo a una persona como yo, que te apreciaba y respetaba y que confiaba en ti... y que siempre hice todo lo posible para que no salieras perjudicada de ninguna manera, incluyendo gastarme unos 500 euros en viajar desde Madrid hasta Barcelona para visitar personalmente la sede de Pyrena y llegar a un acuerdo que fuese beneficioso para todos los que yo consideraba buenas personas.”

g) “Tú me respondiste literalmente en uno de tus recientes e-mails: ‘He ido a la audiencia porque me has citado como testigo de algo que no he presenciado.’ Esa respuesta tuya es absolutamente errónea. Mi abogada y yo te citamos como testigo de algo que SÍ presenciaste; o sea, te citamos para que en el juicio confirmaras exactamente todo el fragmento anterior; es decir:

1) Que estuviste presente durante los tres cuartos de hora que duró la conversación entre Aitor y yo en Pyrena y participaste activamente en la misma;

2) Que Aitor dijo exactamente lo que he constatado más arriba;

y 3) Que tu experiencia con Chapman fue exactamente la que también he constatado más arriba, y que Chapman con su conducta de ‘XXXXX’ casi arruinó tu matrimonio.

Cualquier persona con un mínimo de inteligencia lo habría comprendido inmediatamente. Pues bien, ¿qué pasó en el juicio? Según consta en la videograbación, mi abogada te preguntó: ‘¿Es cierto que el acusado fue a Pyrena de Barcelona y tuvo un encuentro con Vds.?’ Y tú respondiste titubeando: ‘Bueno, sí, yo sé que vino a Pyrena y estuvo hablando con Aitor Padilla.’ Además lo dijiste en un tono como de que tú no hubieras presenciado nuestra conversación y así no pudieras corroborar mis afirmaciones en el juicio; y además no respondiste ninguna otra cosa a esta pregunta de mi abogada. […] En definitiva, si tú le hubieras respondido muy claramente a mi abogada: ‘Sí, el acusado vino a Pyrena y tuvo una larga conversación con Aitor Padilla y conmigo’, entonces mi abogada habría seguido interrogándote acerca de eso, habría ahondado contigo en el contenido de dicha conversación, y todas mis afirmaciones hechas durante el juicio habrían quedado confirmadas por un testigo válido. Y si además, ante la segunda pregunta de mi abogada, tú hubieras contado el acoso laboral a que te sometió el Dr. Chapman a causa de mis e-mails, así como que él te parece un ‘XXXXX’ porque es educado y dulce en público y cruel e inescrupuloso en privado, eso ya habría sido la perfección misma. Entonces, yo habría sido absuelto y el Dr. Chapman habría sido apartado legalmente del ejercicio de la Medicina para siempre jamás.

h) “Durante el juicio contra mí, Chapman presentó pruebas falsas o amañadas, y Fernández Cañadas mintió en varios puntos fundamentales. Vamos a intentar demandar al primero por estafa procesal, y al segundo por falso testimonio o perjurio. Es la única posibilidad que me queda de derrotar a Chapman y a Open House. Aunque no te lo creas, nos ayudaría inmensamente poder contar con una declaración jurada tuya como la que te describí en mi anterior e-mail.”

i) “Ahora mismo eres la responsable directa de un gran número de mis tristezas y angustias, pero no estás dispuesta a mover ni un dedo para remediarlas.”

EN RESUMEN: Yo le he pedido a Vd. por e-mail, para el nuevo giro que va a adoptar mi caso judicial, una declaración jurada de que es cierto todo lo que afirmo que se habló entre nosotros tres -entre Vd., yo y Aitor Padilla- durante los tres cuartos de hora que duró mi visita a Pyrena. Pero Vd. se niega a hacerlo, aun cuando sabe que todo ello es verdad y que el reconocerlo oficialmente contribuiría a una buena causa. Para mí, esto es inexplicable e inexcusable. Y las palabras finales de Vd. en su respuesta aquí parecen una velada amenaza de demandarme y hacerme pasar por otro pleito de tres años relacionado con Open House. Pues bien, si es así, adelante con ello. Esta vez intentaré que mis abogados no la dejen zafarse tan fácilmente. Quizá este asunto acabe convirtiéndose en un pequeño escándalo nacional; y yo ya voy acostumbrándome a que me sometan a procesos judiciales por divulgar verdades incómodas. Como me dijo mi madre poco antes de morir: “No luchamos para ganar ni para perder. Simplemente luchamos.” Ya que no se atrevió Vd. en ningún momento de su relación con Steve Chapman a denunciarlo a él -como era su deber moral hacerlo, ya que tantas y tan graves cosas sabía de él, y ya que denunciándolo les habría ahorrado sufrimientos inútiles a bastantes personas-, vamos, denúncieme a mí. Siga Vd. encubriendo a culpables y perjudicando a inocentes. ¿Quién sabe?, acaso así se logre que Vd. haga por las malas esa declaración jurada que rehúsa hacer por las buenas.

Por cierto, el hecho de que Vd. sólo se haya decidido a contestar a mis últimos requerimientos -aunque sea aquí- cuando ha visto peligrar su negocio no habla mucho en favor de su integridad moral. Qué pena que hayamos tenido que llegar a estos extremos, teniendo en cuenta que ello habría podido evitarse si los dos nos hubiéramos aliado contra nuestro enemigo común (quien si se entera de esto se relamerá los labios) en vez de enfrentarnos mutuamente. Claro que para eso debería Vd. mostrar un poco de... valentía (como la que yo mostré enfrentándome al Dr. Chapman en solitario, contra viento y marea, y con un enorme coste personal).

APOSTILLA FINAL: Vd. parece no entender correctamente mucho de lo que le digo o le escribo (en público y en privado), y malinterpreta continuamente mis palabras, no sé si aposta o sin querer, obligándome así, una y otra vez, a repetirme fatigosamente y a dar interminables explicaciones redundantes. Y sin embargo no parece Vd. tener ni un pelo de tonta. Quizá la respuesta al enigma se halle en ese viejo refrán según el cual “es muy difícil hacer comprender algo a una persona si su sueldo mensual depende de que NO lo comprenda”. En cualquier caso, le reitero que ni yo ni nadie cometemos ninguna acción punible legalmente cuando publicamos información verdadera concerniente a alguien que desempeña un servicio esencial, si con eso podemos evitar cualquier desgracia potencial de los usuarios del mismo, ayudándolos a solicitar o evitar con un criterio más sólido sus prestaciones profesionales, y si además no empleamos un lenguaje exageradamente soez.



ELLA PUBLICÓ EN SU FACEBOOK ESTE COMENTARIO EL 1 DE OCTUBRE DE 2020:

Si quieres seguir acosándome, porque no tengo otro nombre para esto que estás haciendo, tú mismo. Es muy fácil escribir lo que quieres sin dar la cara... mis pacientes me conoce... así que puedes decir lo que quieras. Te recuerdo que nunca has hablado conmigo como paciente. Te he visto una vez ( como he dicho a quien quiera que me ha hecho esta pregunta en el juicio), y nunca como paciente. Tu problema conmigo es personal y estás utilizando mis páginas profesionales para prejudicarme. Cuanto a no ser un delito...” si el mensaje tiene como fin atentar contra la dignidad e integridad física, moral o la reputación de aquellos a quienes se dirige de forma reiterada y grave, amparada en la esfera o no del anonimato, se trataría, “sin duda”, de un caso de acoso.”..


YO PUBLIQUÉ EN SU FACEBOOK ESTE COMENTARIO EL 5 DE OCTUBRE DE 2020:

Allá por el año 2016 me inscribí en Spalumi, un conocido foro de “puteros” entre los cuales se contaban muchos clientes fieles de Open House; lo hice con la única finalidad de darles a conocer las irregularidades que se cometían en el seno de esta empresa. El enlace de la sección donde las di a conocer es https://spalumi.com/f9/open-house-153039.html. Hacia mediados de 2018, todas esas contribuciones mías a Spalumi fueron borradas por los mandamases de esta página web, y recibí un mensaje suyo diciéndome que me rechazaban como socio y que no iban a explicarme las razones. En los últimos cinco meses de mi “afiliación”, yo no había publicado nada nuevo en Spalumi, que durante más de dos años me permitió siempre una modélica libertad de expresión. Cabe sospechar que los de su directiva sucumbieron a presiones del Dr. Chapman, mediante amenazas de emprender acciones legales contra ellos y demás, aunque también es posible que la decisión se debiera a que les entró algún tipo de “canguelo”, o a otras consideraciones que ignoro por completo. Quien quiera y pueda, que se lo pregunte a ellos. Mi suposición de presiones a ellos por parte del Dr. Chapman concuerda con esta frase que me escribió Aitor Padilla en un e-mail: “Hemos tenido problemas con Open House estos últimos meses por temas de confidencialidad y, como sabrás, el tema abogados está a la orden del día”, y también con la posterior afirmación que Aitor Padilla me hizo en persona, ante Vd., de que el Dr. Chapman andaba últimamente “enloquecido” amenazando con demandar a todo aquél que pusiera en peligro el prestigio de Open House. (Aclaro de pasada, para los malpensados, que el miembro de Spalumi que en la mencionada sección escribe “este señor lo hizo todo mal” no se refería a mí, sino a otro paciente que publicó en otro sitio de Internet su mala experiencia en Open House y cuyo enlace proporcioné en esa sección de Spalumi.) Desgraciadamente no se me ocurrió guardar copia de lo que publiqué en Spalumi, pero la Sección Informática de la Policía Judicial podría reconstruirlo todo, si ello fuese imprescindible. De todas formas, el contenido era básicamente el mismo que el de mi web propia creada hace cuatro años (la titulada aproximadamente “Open House: Estafa y Fraude”), o incluso mucho más amplio y más “fuerte”.

Mi primer contacto con Vd. fue el siguiente e-mail que le envié el 2 de diciembre de 2017:

“Muy Sra. mía:

La invito respetuosamente a leer todo lo contenido en el siguiente enlace (todas las aportaciones, desde el principio hasta el final):
https://spalumi.com/f9/open-house-153039.html
Gracias por anticipado.”

A lo cual respondió Vd. el 4 de diciembre de 2017:

“Te agradezco mucho por el enlace…Tengo que decirte que no sé como has encontrado esta dirección de correo, pero el contenido me ha resultado fascinante.

‘The world is full of monsters with friendly faces and angels full of scars…’

I am quiet, but I am not blind.

Gracias!”

Si yo fuera un “vengador sin piedad” no habría tardado ni medio minuto en hacer circular por todo Internet su respuesta a mi correo; pero me abstuve de hacerlo, para no causarle complicaciones de ninguna clase, dado que Vd. era (y es) extranjera y madre de una niña; por consiguiente, Vd. se había expuesto a padecer muy reales peligros laborales y personales al manifestarme su solidaridad y comprensión, y los padeció de hecho. Actualmente ya no corre Vd. esos peligros; y en realidad, ahora que tengo presente su conducta posterior conmigo, me arrepiento de no haberla hecho circular, porque si yo lo hubiera hecho me habría evitado innumerables disgustos, y Vd. no se merece mi discreción ni mi respeto.

Déjeme añadir que permanecer callada o muda, cuando Vd. afirma no estar ciega, es una conducta éticamente inaceptable y puede calificarse como complicidad por omisión de socorro, si está en juego la salud e incluso la vida de muchos pacientes; y ello es prueba de que a Vd., en circunstancias graves, le da igual el dolor ajeno y sólo mira por su propio interés. Por lo demás, dicha conducta no es exactamente ese “dar la cara” que tanto exige Vd. de los demás; parece ser que Vd. ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio. Habida cuenta de su profesión, es importante que todo esto lo sepan sus pacientes y sus colegas, y yo estoy prestando aquí un servicio público al divulgarlo, amparado por la libertad de expresión. Sólo atentaría contra el honor de Vd. si yo mintiera, pero todo lo que he escrito aquí es estrictamente cierto y tiene relevancia máxima para el bien público; y hasta ahora la única que ha mentido aquí es Vd.

Yo habría preferido no tener que llegar a estos extremos, pero, como Vd. no quiso contestar a mis más recientes e-mails y rehúsa prestarme un servicio fundamental en bien de todos, al negarse a hacer una declaración jurada que exponga la podredumbre de Open House, y al no dar razones válidas para su negativa (por eso se podría sospechar que sus auténticas razones no deben de ser muy honrosas), a pesar de todas las advertencias privadas que le envié, me ha forzado a llegar a estos extremos.

El 19 de noviembre de 2018 me escribió Aitor Padilla: “Espero que tus problemas con el susodicho se solucionen lo antes posible, y como te dijimos en persona, y como dice el refrán, ‘a cada cerdo le llega su sanmartín’.” El resto de mi correspondencia con Aitor Padilla deja suficientemente claro que, en la anterior frase, las expresiones “el susodicho” y “cerdo” (esto último constituye una injuria grave) se refieren al Dr. Chapman, y que el sujeto del verbo “dijimos” son Aitor Padilla y Vd.; y Vd. sabe muy bien que es así, porque le mandé esa correspondencia. Si hay un nuevo proceso judicial, será interesante pedir que testifique Aitor Padilla, quien posiblemente sea un testigo más cooperador que Vd. aunque hasta ahora haya ocultado también por interés propio varios hechos delictivos del Dr. Chapman; y que la Sección Informática de la Policía Judicial nos traiga como prueba todos esos e-mails incriminatorios contra el Dr. Chapman que Aitor Padilla dice guardar en algún ordenador y que le sirven para estar tranquilo ante cualquier posible amenaza del Dr. Chapman. Es de interés público que todas esas cosas salgan a la luz.

Por otra parte, refiriéndose a mi proceso judicial y a mi condena, Vd. me escribió lo siguiente, el 9 de enero de 2020, con algo que ahora mismo parece compasión sólo fingida:

“Siento muchisimo que tengas que pasar por todo eso.”

Voy a decirle más cosas. Uno o varios Tribunales -civiles o de ética profesional- podrían decidir si Vd. ha violado el secreto profesional revelando aquí mi nombre de pila. Cuando los visité a Vd. y Aitor Padilla juntos en la sede de Pyrena, ambos me prometieron que todo lo que yo les revelase quedaría amparado por el secreto profesional (Vd. no parece ser muy propensa a cumplir la palabra dada, al menos conmigo, pero eso ya es otra historia). Aparte de eso, yo visité su consulta en calidad de alguien que fue paciente del Centro Médico donde trabajaba Vd. en la época en que sucedieron los hechos que discutimos, y la visité para tratar exclusivamente un asunto grave relacionado con ese Centro Médico y esos hechos.

Y me ha calumniado públicamente al afirmar en este Facebook gravísimas cosas demostrablemente falsas referidas a mí, en las cuales queda de manifiesto que no sabe Vd. mucho de mi caso judicial y que no está capacitada para determinar qué declaraciones de Vd. serían relevantes o no para el mismo.

Cuando alguien es interrogado en un juicio, se espera de él (o de ella) que conteste franca y espontáneamente y con todo lujo de detalles. Lo que nadie espera de él (o de ella) es que conteste con frases artificiosas y astutamente ambiguas (que podrían interpretarse de muchas maneras contrapuestas), omitiendo una parte fundamental de la verdad, y titubeando y bajando la vista al suelo (ay, ese “lenguaje no verbal” que revela mundos). Todo esto se llama mentir por omisión. Cuando yo se lo reprocho, Vd. se limita a replicar sin descanso: “Yo me limité a responder a las preguntas.” Tenga mucho cuidado o, si sigue así, acabará pareciéndose peligrosamente a esos sujetos que en el juicio de Nüremberg repetían una y otra vez: “Yo sólo obedecía órdenes.” Vd. no quiere reconocer sus errores y aprender de ellos -que es lo que hace todo buen científico-, sino que se obstina en transitar por una senda equivocada, que al final lleva al envilecimiento y la ignominia.

Sepa Vd. que estoy sopesando seriamente crear una nueva web para hacer pública la abundante correspondencia vía e-mail que he mantenido con Vd., con Aitor Padilla y con Pablo Fernández Cañadas, para que la gente pueda juzgar por sí misma y sacar sus propias conclusiones. (Todavía no sé cómo bautizaré esa futura nueva web: ¿”Yo acuso”, como tituló Émile Zola sus artículos periodísticos sobre el caso Dreyfus por los cuales lo encarcelaron, o “Conspiración de silencio”, o “Infierno de cobardes”?) La informo a Vd. de que la práctica totalidad de esas tres correspondencias se la he enviado ya a una cincuentena de destinatarios, entre los cuales figuran empleados de Open House, blogueros, instituciones oficiales españolas y extranjeras, autoridades legales y sanitarias, y medios de comunicación, incluidos el diario “El País” y la cadena SER. Así, pues, nada concerniente a Open House que salga ahora a la luz los cogerá por sorpresa.

No sé si volveré a salir derrotado en esta cuestión judicial. Pero mi convicción es que siempre resulta preferible una gloriosa derrota antes que una victoria mezquina. Cuando menos, eso me permitirá llevar la cabeza bien erguida y no tener que bajar la vista ante nadie.

Al igual que el Dr. Chapman, a quien se parece Vd. cada vez más en determinadas reacciones (¡mira qué casualidad!), Vd. me amenaza con emprender acciones legales. Si yo no me dejé intimidar por el Dr. Chapman (ante el cual sí se achantó Vd., acuérdese), ¿cree de veras que voy a dejarme intimidar por las amenazas de Vd.? Como ya le he dicho, voy a conseguir que toda la podredumbre de Open House quede al descubierto, aunque sea lo último que haga en la vida, caiga quien caiga y cueste lo que cueste. Es para mí un objetivo que prevalece sobre cualquier otra consideración. Que otros intenten arreglar el mundo; yo me ocuparé de intentar arreglar mi parcelita, lo cual es lo máximo a lo que puedo aspirar.

Ah, y le ruego que deje de tutearme. Vd. no es mi amiga, ni nunca lo será. No cumple ni de lejos los requisitos mínimos para ello.

[NOTA DEL BLOGUERO: A raíz de mis publicaciones, aquí reproducidas, en la sección de Opiniones del Facebook de la Dra. Yara Regina Holetz, ésta última decidió volverlas todas inaccesibles a los lectores suprimiendo completamente dicha sección de Opiniones; no sé si desde entonces la habrá reinaugurado haciendo tabula rasa. El caso es que, a lo largo de mi conflicto con Open House, diversas personas vinculadas a esta empresa han borrado de Internet muchas comunicaciones suyas relacionadas conmigo. El que calla otorga, y resulta obvio que quienes no pueden enorgullecerse de la verdad procuran hacerla desaparecer a toda costa. Yo, en cambio, nunca he borrado voluntariamente ninguno de mis comentarios: los únicos de entre ellos que han desaparecido ha sido, o bien por decisión unilateral de los administradores de los sitios de Internet donde los publiqué, o bien por mandato judicial.]

[SEGUNDA NOTA DEL BLOGUERO: Cualquier psicólogo de cualquier tendencia sabe muy bien que, en todos los casos sin excepción, el titubear y bajar la vista simultáneamente, al dar una respuesta, delata culpa y vergüenza. ¿De qué sentía vergüenza y culpa la Dra. Holetz cuando, durante el juicio (según consta en la videograbación), titubeó y bajó la vista al responder: “Bueno, sí, yo sé que vino a Pyrena y estuvo hablando con Aitor Padilla”?]





3. MI CORRESPONDENCIA CON EL SR. AITOR PADILLA



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 31 DE OCTUBRE DE 2018:

Buenos dias,
No nos conocemos personalmente. Mi nombre es Aitor Padilla, propietario y Gerente del Centro Médico Pyrena. Hemos visto tu comentario en una de las reseñas de Google del Centro Médico Openhouse de Madrid que dice lo siguiente:

“La sucursal de Open House en Barcelona se llama ahora Pyrena. ¿Estos socios del Dr. Chapman han roto con él porque están hartos de sus manejos o es la misma empresa pero “camuflada” para no perder clientes por una posible sentencia judicial adversa?”

Solo quería comentarte que antes, Steve Chapman y yo éramos socios, pero por muchos problemas tanto a nivel personal, como empresarial y a nivel de como practicar la medicina, decidí separarme de ésta persona. Como entenderás nuestra relación no es muy buena que digamos en este preciso momento y te pedimos porfavor que retires ese comentario haciendo referencia a nuestra clínica ya que realmente, no queremos saber nada ni tener ningún tipo de relación ni con esta persona ni con el Centro Médico Openhouse.
Si tienes alguna duda que tengamos algun tipo de relación o de como nos hemos separado, te invito cordialmente a que vengas a visitarnos, no solo para que veas que efectivamente somos una clínica totalmente distina sino que además no hacemos el mismo tipo de medicina que se hacia en OpenHouse.
También te pido que porfavor, este email quede en total confidencialidad, ya que ya hemos tenido problemas con OpenHouse estos últimos meses por temas de confidencialidad y que como sabrás, el tema abogados está a la orden del día.
Quedo a tu total disposición para aclararte cualquier duda.



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 5 DE NOVIEMBRE DE 2018:

Buenas tardes.

En primer lugar, le pido disculpas por la tardanza en contestar a su mensaje. Únicamente se debe a que sólo utilizo esporádicamente esta cuenta de correo, abriéndola más o menos una vez a la semana. Hoy he leído su comunicación por primera vez, aunque observo que está fechada el pasado miércoles.

En segundo lugar, quiero tranquilizarlo en cuanto a su petición de confidencialidad. Tengo por norma general ser leal a quienes me son leales y pensar que “no deben pagar justos por pecadores”. Así, pues, mientras nuestras relaciones se desarrollen en términos de honradez y sinceridad, no tiene nada que temer de mí en ese sentido. En principio, además, los enemigos de mis enemigos son mis amigos.

Asimismo le digo que acepto con sumo gusto su invitación para reunirme con Vds. Vivo en Madrid, pero no tengo inconveniente en desplazarme hasta Barcelona durante algunos días, pues es una ciudad que he visitado otras veces y que me encanta. Incluso puede que me siente bien un cambio de aires y conocer nuevas personas potencialmente valiosas. Últimamente he estado al borde de un colapso nervioso y he decidido tomarme unas largas vacaciones hasta después de Navidad; así que ésta será una buena forma de llenar el tiempo dentro de una vida como la mía, extremadamente solitaria en la actualidad.

Le agradecería que me informara de las fechas y horarios que a Vds. les vinieran mejor para mi visita, y también de modos de contacto y sugerencias (si las tuvieran) para alojamiento. Tengan en consideración que soy una de las escasísimas personas de este mundo que no tienen teléfono móvil.

También le agradecería que me concediera el privilegio de poder conocer personalmente a la maravillosa Dra. Holetz. Tengo un pequeño asunto personal que comentar con ella; no me importaría en absoluto que, si se produjera este encuentro, también estuviera Vd. presente, si así lo desea.

Cordiales saludos.



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 8 DE NOVIEMBRE DE 2018:

Buenas tardes,
Antes de nada agradecerle su cordialidad en su respuesta. No tenemos nigún problema en que venga a visitar nuestro centro cuando quiera, no cerramos por vacaciones (excepto los días festivos nacionales), osea que cuando usted quiera puede pasar por el centro.

Lo que sí agradeceríamos es que, por favor retirara cualquier referencia a nuestro centro que lo relacione con el Centro Médico OpenHouse o con el Dr. Chapman, pues es un capítulo que queremos cerrar cuanto antes, y que no queremos recordar lo sucedido con esta persona.

Si le va bien, cuando se vayan acercando las fechas de su visita, podemos concretar una fecha mas concreta.



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 10 DE NOVIEMBRE DE 2018:

Buenas tardes.

Ya he realizado todas las gestiones precisas para mi inminente estancia en Barcelona. Le informo que llegaré a la estación ferroviaria de Barcelona Sants el próximo lunes 12 de noviembre a las 19.15 h., y que me marcharé el jueves 15 a las 16.25 h. Me hospedaré en el Hotel XXXXX; como puede ver, ese establecimiento está situado bastante cerca del domicilio de su empresa. Por favor, sírvase concretar, siquiera aproximadamente, las fechas y horas más propicias para mi visita a Vds. dentro de ese periodo de tiempo.

En lo tocante a borrar mis referencias en Internet a Pyrena, le ruego que comprenda que primero necesito hablar personalmente con Vds.

Ya que hablamos de eso, le hago saber con mi mejor voluntad, por si ello pudiera afectarlos en algo y quisieran intentar ponerle remedio, que en la sección de reseñas de usuarios de Google para Pyrena figura un comentario escrito por un tal “Peter H. H.”, donde, aparte de concederles a Vds. la puntuación máxima de cinco estrellitas, se afirma inequívocamente que con anterioridad fueron Vds. la Open House barcelonesa; además, en la ficha que Vd. mismo tiene en Linkedin se deja deducir, pues la redacción es un tanto ambigua (al menos así lo era, supongo que inintencionadamente, la última vez que la consulté, lo cual ocurrió hace ya algún tiempo), que sigue Vd. vinculado a Open House en calidad de propietario y gerente de su sucursal catalana. Si efectivamente desea terminar eliminando toda huella digital, cualquiera que sea su origen, de su pasada relación con Open House y con el XXXXX ser que la regenta, mucho me temo que pueda resultar una ardua labor.

Cordiales saludos.

P. S.:

Si mal no recuerdo, cuando investigué en la Red un par de meses atrás, el XXXXX ser que regenta Open House en Madrid seguía incluyéndolos a Vd. y a la Dra. Holetz dentro de sus páginas personales y empresariales en Linkedin y algunos otros sitios de Internet.



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 12 DE NOVIEMBRE DE 2018:

Buenas tardes,
Leyendo detenidamente lo que ha indagado sobre mi y mi personal, comentarle que algunas de las cosas que afirma son erróneas, de todas maneras el miercoles por la mañana de 10h a 14h tanto la Dra. Yara como yo mismo, nos encontraremos en el centro, así que si usted quiere puede visitarnos dentro de ese horario y le aclararé todas las dudas que usted desee.



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 15 DE NOVIEMBRE DE 2018:

Estimado Aitor:

Como puedes comprobar fácilmente, lo primero que he hecho a mi regreso desde Barcelona es ser fiel a mis ideas de que lo prometido es deuda y de que “hay que ser bueno con los buenos y malo con los malos”. Tal como me solicitaste por correo y en persona, ya no queda en la Red una sola alusión escrita a Pyrena realizada por mí. Hablando se entiende la gente; al menos, la gente de buena voluntad.

Sólo os he tratado personalmente tres cuartos de hora a ti y a Yara, pero, a juzgar por la excelente impresión que en vuestra sede me causasteis con vuestra actitud y vuestras palabras, yo apostaría a que os merecéis el mejor de los éxitos con la nueva e “independizada” fase de vuestra empresa. No seré yo quien obstaculice eso en modo alguno.

Afectuosos saludos a ti y a Yara.

P. S.: Acabo de releer tu ficha personal en Linkedin y continúas figurando como gerente y/o propietario de Open House Barcelona, sin ambigüedad ninguna. Si quieres desligarte enteramente de vuestra anterior “casa matriz”, y si está en tu mano modificar tu perfil en Linkedin, deberías aplicarte a ello a la mayor brevedad. No lo digo con sarcasmo -en las comunicaciones escritas se pierden las diversas entonaciones del lenguaje oral, que son las que denotan la intención esencial del interlocutor-, sino con sincero interés y preocupación por vuestra prosperidad. Pero, en fin, es asunto exclusivamente tuyo, y supongo que tú sabes mucho mejor que yo qué es lo más conveniente para ti y para tu empresa. Lo que no he revisado son esos diversos perfiles empresariales creados en Internet por el “XXXXX ser” donde hasta hace poquísimo os incluía a ti y a Yara como colaboradores; no me extrañaría que en la actualidad siguiera incluyéndoos aunque ello no sea cierto, y todo en aras de las apariencias y el qué dirán; recuerda que os dije que mi impresión es que se trata de un pequeño XXXXX y me comentasteis que no soy el único en sustentar ese parecer.



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 19 DE NOVIEMBRE DE 2018:

Buenas tardes,
Antes de nada agradecerte tus palabras y tu cordial visita a Barcelona, y como tu bien dices, hablando se entiende la gente. me es grato comprobar que eres un hombre de palabra porque hoy en dia parece que eso escasea entre la poblacion normal.
Esperamos poder hacer grandes cosas con esta nueva empresa ya que tenemos grandes proyectos de futuro y poco a poco vamos creciendo, sobretodo con el buen trato que ofrecemos y la sinceridad con la que lo hacemos, eso quieras que no, es lo que hace que un paciente regrese o no a nuestro centro.
Espero que tus problemas con el susodicho se solucionen lo antes posible, y como te dijimos en persona, y como dice el refran ” a cada cerdo le llega su sanmartín”.

PD: Tenías razón en cuanto a lo de Linkdin y ya lo he modificado, simplemente se me olvidó poner la fecha de finalización con mi antigua empresa, pero ya está todo solucionado.



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 24 DE NOVIEMBRE DE 2018:

Estimado Aitor:

Para contribuir un poco a vuestro noble empeño de disociaros por completo de Open House -y también resarciros de los perjuicios que yo haya podido causaros con mis alusiones a Pyrena ya borradas- te envío una lista de enlaces a sitios de Internet donde siguen identificándoos con lo que yo llamo vuestra antigua “casa matriz”. Te la envío por si quieres y puedes hacer algo al respecto. Observa que, en el primero de ellos, el XXXXX ser no tiene reparo alguno en mencionar a Yara como colaboradora actual. Al final adjunto un currículum del susodicho que él mismo ha redactado para un blog suyo de reciente creación; lo hago porque me contaste que es un personaje más o menos turbio, de cuyo pasado nadie parece saber nada a ciencia cierta y sobre el cual es difícil obtener datos fiables; si los datos que aporta son más o menos fiables, o siquiera suficientes, yo no soy quién para decirlo.

Nuevos y cordiales saludos.

https://es.linkedin.com/company/centro-m%C3%A9dico-open-house-slu

http://empresite.eleconomista.es/CENTRO-MEDICO-OPENHOUSE-SLNE.html

http://www.infocif.es/telefono-dire[....]arcelona/centro-medico-openhouse-sl

https://www.az-espana.com/empresas/[....]n_house_slu_barcelona_b_sicilia_253

https://www.infobel.com/es/spain/ce[....]4557-198694520/businessdetails.aspx

https://www.spymedical.com/centro-medico-openhouse/

Currículum:

http://www.stevechapman.es/2018/03/presentacion.html

[NOTA DEL BLOGUERO: El anterior e-mail llegó a manos del Dr. Chapman -ya que iba incluido en la denuncia que puse contra él ante el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, y esta institución se lo reenvió a él para darle la oportunidad de explicarse y defenderse, cosa que no hizo en modo alguno-; y también llegó a manos de su amigo y colaborador Pablo Fernández Cañadas -ya que se lo envié yo mismo por motivos que enseguida se verán-. Desde entonces el Dr. Chapman eliminó su blog profesional, donde figuraba su mencionado currículum cuyo enlace le suministré a Aitor Padilla. ¿Por qué? Sería interesante que la Sección Informática de la Policía Judicial lo reconstruyera, y que algún investigador autorizado verificara si todas las titulaciones y logros académicos que el Dr. Chapman se atribuía a sí mismo eran de naturaleza genuina o fraudulenta.]



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 26 DE NOVIEMBRE DE 2018:

Buenas tardes,
Antes de nada gracias por la información. Hay algunas páginas que al no estar controladas por mi como administrador no puedo realizar ningún cambio ya que están en posesión del innombrable, otras en cambio he escrito a la propia página web ara ver si se puede realizar algun cambio, y estoy a la espera de su contestación. Lo de Linkedin ya lo hemos cambiado tanto la Dra. Holetz como yo, pero no sabemos como ha podido ocurrir ya que en su momento y como comprenderás, lo primero que hicimos fue poner que ya no trabajábamos en OH.



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 6 DE MARZO DE 2019:

Estimado Aitor:

Con miras al juicio (que aún no tiene fecha fijada pero que imagino que debe de ser más o menos inminente) en que estoy involucrado por la querella que presentó Open House contra mí, necesito que me proporciones, por favor, un dato que podría sernos de la mayor utilidad a mí y a mis abogados. En la entrevista personal que mantuvimos tú, Yara y yo, mencionaste que un Colegio de Médicos de Barcelona, o un centro público de salud sexual barcelonés análogo al Sandoval que hay en Madrid, o ambos a la vez, opinan que el Dr. Chapman es un XXXXX y no quieren ni oír hablar de él. ¿Te importaría especificarme sus nombres, los cuales, aunque me los dijiste aquella vez, no consigo recordarlos?

Aprovecho para facilitarte otro sitio web, localizado recientemente por mí, donde os siguen identificando como Open House Barcelona; me figuro que desearás hacer gestiones para borraros de ahí.

https://www.citaprevia.es/salud/cit[....]a-centro-medico-open-house-slu.html

Espero que todo os vaya lo mejor posible, tanto en el terreno profesional como en el personal.

Cordiales saludos, y gracias por anticipado.

[NOTA DEL BLOGUERO: No recibí ninguna respuesta de Aitor Padilla a mi anterior e-mail. Posteriormente hablé con él por teléfono y, entonces, él me dio verbalmente los datos que le solicité, y afirmó no haber llegado a recibir nunca este e-mail. ¡Qué curioso que éste sea el único e-mail mío que, presuntamente, nunca le llegó! Todo ello me olió a chamusquina, y sospeché que Aitor Padilla no quería poner por escrito confesiones comprometedoras. Los acontecimientos posteriores con la Dra. Holetz fortalecieron mi sospecha.]



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 8 DE ENERO DE 2020:

Estimado Aitor:

Acabo de enviarle el siguiente e-mail a Yara. Pero he decidido enviártelo también a ti. Así se duplican las posibilidades de que llegue correctamente a su destino.

Saludos.

XXXXX

Estimada Yara:

Te interesará saber que esta mañana recibí una comunicación de mi abogada, que te transcribo íntegra al final de este mensaje, en un post scríptum. (Aprovecho para darte las gracias por tu retransmitida colaboración.)

Pablo Fernández Cañadas me aseguró en un e-mail que me envió personalmente -y que puedo dejártelo ver si así lo deseas- que, a partir de septiembre de 2019, el Dr. Chapman dejaría Open House y abandonaría definitivamente la práctica de la Medicina, todo por culpa mía. Pues bien, durante el juicio reconoció que el Dr. Chapman seguía vinculado a Open House hasta el día de hoy en calidad de supervisor o asesor o algo parecido.

Además, Pablo Fernández Cañadas me dijo en otro e-mail -también a tu disposición si me lo solicitas- que él sabía perfectamente que el Dr. Chapman me había vetado como paciente; pero durante el juicio negó tener conocimiento de este hecho, así que yo tuve que desenmascararlo públicamente.

No cabe duda de que el Dr. Chapman, como ya os dije el día en que os hice mi visita presencial (y tú y Aitor asentisteis), “es uno de ésos que contaminan todo lo que tocan”.

No sé si Pablo Fernández Cañadas era una persona honrada en los inicios, pero actualmente se ha convertido en cómplice y encubridor de su amiguete Stephen Chapman, que es uno de los seres más XXXXX y XXXXX que he conocido jamás.

Saludos.

XXXXX

P. S.:

“Buenos días, XXXXX. Me acaba de llegar la sentencia. Te ha condenado a pagar una multa de 12 meses a razón de 6 euros cada día, esto es, 2.160 euros.

La condena no es firme, se puede recurrir y, de hecho, habría que hacerlo.

Un abrazo”



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 9 DE ENERO DE 2020:

Buenas tardes XXXXX,

Lamento leer estas líneas que me comentas. Yo al respecto poco puedo añadirte ya que mi relación con Pablo actualmente es nula, y como entenderás con el Doctor Chapman aún menos.

Desconozco por completo la situación actual de OpenHouse, con lo cual, poca información puedo añadirte, suficiente tengo con llevar a flote mi empresa.

Espero que todo acabe en buen puerto y que todo termine de una vez por todas.

Un saludo y mucha suerte.



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE COMENTARIO EN EL FACEBOOK DE LA DRA. HOLETZ EL 7 DE OCTUBRE DE 2020:

Buenas tardes, no quería entrar en debate contigo porque sinceramente no vale la pena pero ya que me has mencionado sin parar y sin mi consentimiento es mi deber hacerlo. Me parece increíble está conversación la verdad... Tienes un juicio perdido por justamente lo que estás haciendo actualmente y veo que no has aprendido la lección... Curiosamente Centro médico pyrena ha cerrado sus puertas , con lo cual ni la doctora ni yo trabajamos en el propio centro ( ahora imagina los motivos que tu quieras) pero son meramente personales.

Sinceramente y espero que recapacites lo que estás haciendo con la doctora y conmigo ya que la citación que tanto comentas en Barcelona, fue porque manchabas el nombre de un negocio del cual no conocías nada y de la persona de la cual estabas hablando ya no trabajaba allí, y tú fuiste allí para corroborar eso. Punto.

Por otra parte, no hables de confidencialidad cuando tú has sido el primero en difundir emails privados entre tu y yo, y no solo a nivel judicial, sino a terceros.

No voy a debatir lo que tú tengas entre la doctora y tú, pero espero y de buena fe, que pienses en lo que estás haciendo porque ni la doctora ni yo nos lo merecemos, tampoco esperes una respuesta mía porque a estas alturas ya considero que es imposible razonar con usted.

Un saludo

[NOTA DEL BLOGUERO: Los lectores de este blog son muy libres de pensar lo que quieran acerca del anterior mensaje del Sr. Aitor Padilla, pero ello no me impedirá, naturalmente, consignar mi opinión. A mi entender, se trata de otro individuo que habla dogmáticamente de mi caso judicial sin tener muy clara idea de sus características. (Ya dejó escrito alguien ilustre que, si en España cada uno hablara sólo de lo que sabe, se produciría un enorme silencio.) Aparte de eso, recurre al truco barato -tan típico de los regímenes totalitarios- de “culpabilizar a la víctima”, en vez de pedir disculpas y dar explicaciones; ¡cómo se nota que “barre para casa”! Tampoco es capaz de reconocer que fui a visitar Pyrena tanto para enmendar una injusticia que yo había cometido con él -pues a mí sí que no me cuesta nada hacer eso con quien yo creo que se lo merece y tratar de compensar a aquéllos a quienes he hecho un daño inmerecido- como para establecer los términos de la comparecencia y participación de la Dra. Holetz en mi proceso judicial. La verdad es que yo no tenía ninguna necesidad de hacer todo aquello, y bien podría haberme quedado cómodamente en mi casita, ahorrándome los gastos del viaje a Barcelona que hice impulsado por motivos puramente éticos que nadie de Open House entenderá jamás porque la verdadera ética -no la de pacotilla- es un concepto enteramente ajeno a ellos. Y, por último, yo sólo he roto la confidencialidad pactada cuando los demás han sido los primeros en infringir alguno de los términos de la misma; a estas alturas ya debería estar sobradamente claro que no me da la gana de hundirme para salvar a gentes desleales y falsarias, que sólo miran por su propio interés y que cuando les conviene personalmente van predicándoles una cobarde resignación a los demás. Sí, es evidente que el Dr. Chapman contamina todo lo que toca.]


4. MI CORRESPONDENCIA CON EL SR. PABLO FERNÁNDEZ CAÑADAS



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 6 DE DICIEMBRE DE 2017:

Lea todo lo contenido en el siguiente enlace (todas las aportaciones, desde el principio hasta el final):
https://spalumi.com/f9/open-house-153039.html



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 7 DE DICIEMBRE DE 2017:

Buenas tardes,
Leído, ¿Puede decirme como y porque se ha puesto en contacto conmigo?
Saludos



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 8 DE DICIEMBRE DE 2017:

Me he puesto en contacto con Vd. simplemente para que esté al corriente de “cosas que pasan por el mundo”, valga la expresión, en el caso de que usted las ignorara. Si tiene Vd. una pizca de honradez, podría hacer algo al respecto; no sé el qué, pero algo.

En cuanto a lo de ponerme en contacto con Vds., tampoco sé si es parte del contenido rutinario de sus e-mails o si va en serio; pero sepa que por nada del mundo volvería yo a pasarme por su local. Además conozco a una persona -no soy yo- a quien, tras su experiencia en Open House, le daban casi ataques de angustia sólo por transitar por la calle Atocha.



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 12 DE DICIEMBRE DE 2017:

Buenas tardes,
La verdad que me encantaría charlar con usted tranquilamente para que tenga una visión externa y objetiva de la situación; pero conociendo su buena prosa, su inteligencia y su forma de actuar no voy a conseguir nada que no sea perjudicarme.
Lamento enormemente su experiencia en Open House, hemos atendido a miles de pacientes desde que trabajo aquí y como es normal en todos lados, no todos han salido contentos y para usted en concreto ha sido una “pesadilla”; pero la inmensa mayoría de las personas han recibido un trato que consideran ejemplar y hemos solucionado los problemas y la vida a miles de personas, el número ideal de pacientes descontentos debería ser cero, pero la perfección no forma parte del ser humano.
Conozco la situación perfectamente, llevo trabajando ocho años aquí y yo le atendí personalmente en el laboratorio (gracias por no incluirme en sus comentarios, entiendo que mi trato sería el adecuado para usted)

Conozco todo y cuando digo todo, es todo. Soy una persona honrada e íntegra, por eso le he contestado, espero ahora que haga usted gala de la misma honradez y decencia y no utilice mi contestación para perjudicar a Open House y a mi mismo; ya que por haberse judicializado el tema no debería haber contestado ni siquiera al primer correo, pero he sentido que debía de hacerlo por si puedo ayudar en algo.
Espero que todo esto pueda acabar bien para todos, de verdad que lo deseo.
Saludos



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 13 DE DICIEMBRE DE 2017:

Cito de su propio correo:

“Conociendo su buena prosa, su inteligencia y su forma de actuar no voy a conseguir nada que no sea perjudicarme.”

¿No es eso un prejuicio injustificado, y rayano en el insulto? Lo cierto es que Vd. no sabe nada (nada, entérese) de cómo soy esencialmente, aunque a Vd. le parezca que sí. En Open House suelen sacar conclusiones muy precipitadas, bien me consta. Creo, aunque como ser humano puedo estar equivocado, que yo sólo perjudico, proporcional y justificadamente, a quienes me perjudican. No me perjudique Vd. a mí, y a Vd. no lo perjudicaré yo.

Efectivamente, su trato conmigo fue el adecuado para mí, y yo nunca he hablado mal de Vd. ni de ningún otro trabajador de Open House que no fuera el Dr. Chapman; pues con ningún otro trabajador de Open House tuve el menor problema (ni siquiera con el joven recepcionista que expulsaron Vds., a pesar de que se portó muy groseramente con otra persona en mi presencia) ni ellos conmigo... diga lo que diga el Dr, Chapman en su demanda -falsamente, una vez más- de que desde el principio tuve “una conducta violenta con el personal”.

Le repito a Vd. que mi experiencia fue, desde luego, y a más no poder, una pesadilla, cuyo daño para mí y para muchos de mis seres queridos ha sido, literalmente, casi incalculable; y no estoy seguro de querer volver a tener cerca de mi persona a nadie remotamente vinculado a Open House. No le prometo nada, y de hecho ya le digo de entrada que lo que Vd. me propone es prácticamente imposible; pero, de celebrarse algún día una entrevista entre Vd. y yo, sería en el despacho de mi abogado y en presencia de mi abogado, y esto es innegociable; pues la experiencia me ha enseñado con creces que Vds. no son de fiar, y hay que tener la precaución de que estén presentes testigos válidos. Y, por supuesto, no quiero ver la cara del Dr. Chapman ni en pintura en lo que me reste de vida, a menos que me obliguen judicialmente, en cuyo caso no dudaré en enfrentarlo con una energía que él no sospechaba (ni yo mismo tampoco) que yo pudiera llevar dentro.

¿Tener compasión yo con Open House? Ya no me queda, y Open House no tuvo ninguna conmigo. Y a lo que me huele todo esto es a otro mezquino intento por parte de Vds. para salvar el pellejo a toda costa. Dice Vd. ser una persona honrada e íntegra; pero la gente no se define por lo que dice sino por lo que hace. Y lo que hizo el Dr. Chapman conmigo no tuvo nada de honrado ni de íntegro; y Vd. es su amigo y colaborador, lo cual lo vuelve para mí enormemente sospechoso.

Que quede claro que yo no deseo hacerles chantaje ni recibir ninguna compensación económica de Vds.; y menos aún si eso significara renunciar a mi derecho a criticarlos siempre que yo estime que debo hacerlo. Lo que es por mí, pueden Vds. quedarse con todo su cochino dinero, y ojalá se les atragante. Lo único que deseo es alertar a posibles futuras víctimas suyas, así como no quedarme con un infinito dolor en mi interior, el cual me haría correr el riesgo de hacérselo pagar a inocentes indefensos o de caer en una espiral de autodestrucción.

Aparte de eso, resulta bochornoso que haya hecho falta que las cosas lleguen hasta este punto para que Vds. empiecen a tratarme ligeramente como a un ser humano digno de respeto. Nunca abusen de un hombre caído, pues podría volver a levantarse.

“Quien no paga a su sastre en verano, pasa frío en invierno.” (Shakespeare)



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 13 DE DICIEMBRE DE 2017:

Disculpe si mi escrito le ha llevado a sacar conclusiones equivocadas. Respondedle es algo que he hecho a título personal como cortesía, el doctor no está enterado de esto y que salga a la luz solo puede perjudicarme. He asociado dos conceptos que probablemente debería haber expresado de forma separada, mi perjurio y su capacidad para llevarlo a cabo.
Sobre lo que cita como mi “propuesta” de hablar; informarle que jamás ha existido, ni de manera formal ni de manera informal, era una expresión de un anhelo por comprender, algo deseable además porque creo aportar una visión de alguien ajeno sin intereses personales y que ha visto todo lo bueno que hacemos por la gente, cosa que no desmerece su mala experiencia, pero sí la amplía.
Devolviéndole su argumento, si considera que mis valoraciones sobre usted son prejuiciosas, no entiendo como puede definirme como alguien “no de fiar”, definir mi acto de contestarle como “otro mezquino intento por parte de Vds. para salvar el pellejo a toda costa”, asumir que el beneficio económico de Open House me repercute directamente con la frase “pueden Vds. quedarse con todo su cochino dinero, y ojalá se les atragante”, en fin, creo que para exigir hay que estar a la altura de la propia exigencia y a veces todos caemos en el prejuicio.
Para terminar caballero, no asocie estas respuestas a Open House, asocielo a Pablo Fernández, ya que le repito, soy la única persona de Open House que conoce estos correos y me gustaría que así siguiera siendo, para ello le citaré a usted: “yo sólo perjudico, proporcional y justificadamente, a quienes me perjudican”, espero no haber sido engañado con esa frase.
No pretendo y menos “pretendemos”, como usted se cree, nada con esto. Solo he sentido la necesidad de contestarle a un correo, el cual deseo con todas mis fuerzas no tenga ningún tipo de repercusión para mi persona.
Nunca hay que abusar de nadie, abusar implica una posición de superioridad y un uso indebido de esa situación, si usted me conociese, jamás asociaría esa palabra a mi persona. Y yo no me defino, para eso está la vida caballero, pero tengo claro lo que soy y lo que no.



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 13 DE DICIEMBRE DE 2017:

Existen cosas mucho más importantes que todo el oro y el éxito del mundo, y una de ellas es la dignidad, el poder mirarse todas las mañanas en el espejo y no sentir vergüenza de lo que uno ve ahí; esto es algo que dudo mucho que el Dr. Chapman comprenda jamás, una vez visto el increíble número de XXXXX y XXXXX en que ha incurrido. La gente no cambia, la gente no se “redime” de la noche a la mañana, al contrario de lo que intentan plasmar las peores películas y series estadounidenses.

Hay algo que nunca debí tolerarle a nadie y que, claro está, no pienso volver a tolerarle a nadie: las faltas de educación y de respeto.

Nadie es perfecto y todos cometemos errores, no hay verdad más verdadera. Lo que no es de recibo es que la imperfección sea exagerada e inhumana, que no se adviertan propósitos de enmienda salvo como acto de autopreservación egoísta, y que no haya absolutamente nada que la atenúe o la excuse; ni tampoco que a alguien, en su anhelado camino a la cumbre, no le importe pisotear a cualquiera que supuestamente pueda estorbarlo.



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 13 DE DICIEMBRE DE 2017:

Simplemente y de un ateo, amén.



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 13 DE DICIEMBRE DE 2017:

Primero.

Aunque no creo en “Ama a tu enemigo y pon la otra mejilla” y sí en “Si te comportas de manera innoble y desconsiderada, sufre las consecuencias y aprende así a no repetirlo”, también creo en corresponder a la lealtad ajena con la lealtad propia, y procuro ser consecuente con esta creencia. De modo que puede Vd. tener la seguridad de que, si las cosas entre Vd. y yo siguen como hasta ahora, no debe temer absolutamente nada de mí, y estos comentarios no tendrán ningún tipo de repercusión para su persona. Si Vd. me conociera estaría convencido de ello. Dice el refrán popular: “Quien ha sufrido tus imposiciones te conoce.” (Para bien y para mal, se entiende; y esto es aplicable a todos.)

Segundo.

Le ruego que lea mis correos con mayor atención, aunque cabe siempre la posibilidad, lo admito, a pesar de mi “buena prosa” (le agradezco sinceramente el cumplido), de que yo no me haya expresado tan cristalinamente como pretendía. Al fin y al cabo no somos todos más que unos torpes mamíferos bípedos, ¿verdad? Quizá no sea yo la mejor persona del mundo, pero tampoco soy la peor; cuando veo que he cometido un error, suelo pedir disculpas y dar explicaciones e intentar arreglarlo; y, cuando los demás hacen eso mismo conmigo, esencialmente no tengo mal corazón y acabo perdonando si percibo un arrepentimiento sincero.

Cuando escribí las palabras “no de fiar”, quería aludir infinitamente más a Open House en abstracto que a Vd. en concreto. Y no afirmé que sus correos fueran un “mezquino intento”, sino tan sólo que yo tenía la fuerte sospecha de que pudieran serlo. Celebro sobremanera comprobar que por lo visto estaba yo equivocado; y le pido francamente perdón si he sido injusto con Vd.

Tercero.

Si así lo desea Vd. -lo dejo a su discreción y a su conciencia-, puede hacer saber al Dr. Chapman, directa o indirectamente, abierta o sutilmente, que no me asusta ir a juicio. Será duro, pero ni la millonésima parte de duro que lo que he tenido que pasar estos últimos años por culpa de él. Al final he terminado acorazándome para poder sobrevivir. Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte; es posible; ahora bien, existen métodos mucho más sanos y civilizados de “fortalecer” a la gente, y nadie debería dedicarse a ello si no se lo han pedido expresamente.

Si fuéramos a juicio se sabrá públicamente quién es el anónimo autor de los comentarios que he ido diseminando por Internet, y saldrán a la luz algunos aspectos de mi vida privada. Pues bien, lo asumo. A quienes importan no les importa,