[Continuación del mensaje anterior]



¿Ha leído ya las actualizaciones de mi página web, refrescándose de paso la memoria al releer los contenidos más veteranos? ¿Se ha fijado especialmente en el hecho de que nuestro XXXXX XXXXX XXXXX de Atocha no duda en acusarme de falsedades para salirse con la suya, engañando a la abogada, a la juez y a la Justicia? ¿Aún no se le revuelven las tripas a Vd. al enterarse de las proezas de este XXXXX? (Si no se le revuelven, no veo otra explicación sino que debe Vd. de ser una persona sin entrañas.) El Dr. Chapman está muy bien caracterizado en otro relato del insuperable Joseph Conrad, esta vez no “El agente secreto” sino “El regreso”: “Falsa siempre. Mentiras aparentaba, mentiras respiraba, mentiras vivía... mentiras diría... siempre... ¡hasta el final de sus días!” (“Always false. She looked lies, breathed lies, lived lies — would tell lies — always — to the end of life!”)

Para remover un poco más la conciencia de Vd., o lo que le quede de ella, puedo contarle otro más del catálogo de horrores perpetrados por el Dr. Chapman contra mí y mis allegados. En la época en que XXXXX y yo fuimos a hacernos las pruebas de Open House, ella acababa de quedarse en paro y estaba estudiando unas oposiciones que iban a celebrarse al cabo de un año; y para eso se gastó una fortuna en inscripción y temarios y academias, y no salía de casa más que poquísimas horas a la semana, encerrada estudiando todo el resto del tiempo. Pues bien, el problema nuestro con Open House, que duró seis meses en sí mismo y varios años en sus secuelas, la alteró y desconcentró de tal modo que pudo estudiar muy mal y suspendió las oposiciones. Quizá las habría suspendido de todas maneras, con o sin Open House; eso está por ver, aunque yo no estoy tan seguro. En cualquier caso, el Dr. Chapman y Open House no tuvieron ninguna compasión con nosotros, justo cuando más la necesitábamos; no le extrañe, visto lo visto, que yo me ponga de uñas cuando Open House o cualquiera de sus asociados me pide compasión a mí. Me parece temerario, por decirlo suavemente.

Dentro de todo el horror y la indignidad de este proceso judicial, no cabe duda de que tendrá su interés y hasta su gracia (de una manera bastante negra y lúgubre) el ver enfrentarse al Dr. Chapman -y a Vd. también, aunque sea lateralmente- contra mi exnovia, mis hermanos, mis abogados, la Dra. Holetz, Aitor Padilla, dos de los mejores laboratorios de Madrid, dos de los más reputados hospitales de Madrid, varios excelentes médicos de Asisa-Muface, y algunas otras personas e instituciones más. Me da la impresión de que, antes de que el juicio se celebre, el Dr. Chapman, asustado por mi firmeza y determinación, huirá cobardemente a otro país y los (nos) dejará a todos empantanados, tras haber causado infinitos estragos a su alrededor. El tiempo lo dirá.

[NOTA DEL BLOGUERO: Cuando escribí “el Dr. Pinochapman”, no era mi intención comparar al Dr. Chapman con Pinochet, sino con Pinocho. Si el Dr. Chapman fuera Pinocho, su nariz ya habría dado varias vueltas al mundo.]


ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 17 DE JULIO DE 2019:

Hola de nuevo Sr. XXXXX,

Entiendo que usted no se fíe y que quiera buscar la contradicción en mis palabras. Conozco todo lo acontecido en Open House en los últimos 10 años, al menos desde que estoy trabajando la totalidad del tiempo que abre la clínica. ¿Eso implica que conozca lo que ocurre en la consulta médica? Evidentemente no, porque no lo tengo que saber. Conozco las circunstancias externas, pero sobre lo que ocurrió en la consulta, eso es entre el Dr. Chapman y usted. Al igual que sobre la Dra. Yara, ella gestionaba el aspecto médico Sr. XXXXX, se de sobra que el centro lo gestionaba Aitor, me refería al aspecto médico. Disculpe si mi precisión en el lenguaje no es como la suya, carezco de su buen hacer y no estoy pasando una época especialmente buena.

Yo Sr. XXXXX, si tengo la desgracia de tener que ir a declarar, declararé lo que recuerdo de sus visitas en las que estuve presente y ya está. Se que sus primeras visitas fueron con normalidad, que no tuvo en ningún momento ningún tipo de conflicto conmigo, ni me expresó ninguna queja a mi persona por el servicio y que un día se le negó la atención por parte del Dr. Chapman (tendré que comprobar si estaba trabajando ese día, porque ni lo recuerdo si le soy sincero) y por mi parte no tengo nada más que decir. ¿Miento en algo? Creo que no.

Sobre la prueba, a mí como técnico de laboratorio solo me compete saber como se hace en realidad, pero tengo la información sobre ella, Sr. XXXXX, no es un secreto. Utilizamos para personas que nunca han tenido sífilis en el pasado una prueba que detecta ambos anticuerpos de sífilis IgG e IgM, es la primera linea que se busca en la guías clínicas y así lo aplicamos. Si usted pide un screening en cualquier laboratorio le harán estas pruebas y a veces un RPR también. Lo que muchos laboratorios no saben es que esta prueba no es concluyente para diagnosticar sífilis, ya que detecta los casos antiguos y los recientes. Sífilis es una bacteria compleja y aunque conozco como lo abordamos en Open House, es una cuestión siempre del doctor tomar las decisiones clínicas.

Le pido que no me vuelva a sugerir que busque o le aporte pruebas de ningún tipo. Le estoy diciendo en repetidas ocasiones que quiero mantenerme neutral y si me toca dar mi versión, darla, sin perjudicar ni beneficiar a nadie. ¿Que clase de confianza podría tener usted en mí y en mis palabras, cuando para favorecer mi situación (evitar que usted perjudique a mi clínica) pretende que rompa mi neutralidad? No soy así, siento decepcionarle, no malinterprete mi sinceridad y mis ganas de que usted entienda que me está perjudicando a Pablo Fernández, que soy alguien que se considera honrado y que se esfuerza por salir adelante con la mejor voluntad posible. Por cierto, ya soy el propietario de Open House, en Agosto sale definitivamente el Dr. Chapman para hacer poco a poco la transición, pero ya es mi clínica.

Señor XXXXX, me mojo, me he mojado por mi clínica y por mi futuro, me mojo porque aposte por una relación y estoy aterrado, me mojo gestionando una empresa sin cualificación, me mojo habiéndole comprado al Dr. Chapman su clínica y arriesgando todo por conseguir un futuro, me mojo porque tengo una perrita adorable pero con problemas de conducta y me destroza el no saber hacerlo mejor. Me estoy mojando no, estoy hasta el cuello de agua. Entienda por favor que va a obtener de mi empatía, comprensión en lo que podamos estar de acuerdo y un debate enriquecedor. Pero no apele a mi valía y honradez para posicionarme en contra de una persona que ha hecho cosas mal, pero que también me ha hecho crecer y desarrallorarme profesionalmente. Yo no me embarco en nada sin valorarlo todo como se debe y no tengo el tiempo, ni la capacidad para discernir lo que pasó en la consulta y valorar lo justo de sus comentarios y tomar parte activa, ya tienen ustedes abogados que se encargan de ello.

Ya que usted está pendiente de la actividad de Open House en redes, informarle que voy a preparar un comunicado en Facebook para que mis amigos me den difusión y me ayuden. ¿Cree usted que voy a engañar a mi familia y amigos para que acudan a un sitio donde crea que se les va a tratar mal? Verá la cantidad de gente que tengo cerca Sr. XXXXX y lo que me aprecian, y no es por engañar a nadie, es porque siempre he sido una persona cercana, alegre y con buena voluntad. Sinceramente creo en lo que hago y siento que usted lo vea de otra forma.

Aún no he leído sus actualizaciones, ni tampoco los documentos aportados Sr. XXXXX, lo haré con calma cuando tenga un momento, ya que su transparencia es de agradecer, pero necesito tiempo y energía mental y muchas veces, ante las adversidades continuas de la vida, es difícil de conseguir. Me alegro que para usted en parte este proceso (el juicio) tenga interés y gracia, que sepa que para mí ninguna, es una experiencia que nunca he tenido que hacer y que me desagrada profundamente.

Siento haber sido más escueto en este intercambio, tampoco creo que le pueda aportar mucho más, usted tiene bien definido lo que es el Dr. Chapman y Open House en base a su experiencia, simplemente informarle que la mía ha sido diferente. ¿Cree que soy mala persona por valorar el global de estos 10 años y no su caso particular? Esa valoración se la dejo a usted, pero si piensa que sí no puedo más que discrepar.

Le deseo buena semana.

Saludos



YO LE ESCRIBÍ ESTE E-MAIL EL 17 DE JULIO DE 2019:

Primero comentaré, según la costumbre que he adquirido recientemente, un par de párrafos suyos:

“Sobre la prueba, a mí como técnico de laboratorio solo me compete saber como se hace en realidad, pero tengo la información sobre ella, Sr. XXXXX, no es un secreto. Utilizamos para personas que nunca han tenido sífilis en el pasado una prueba que detecta ambos anticuerpos de sífilis IgG e IgM, es la primera linea que se busca en la guías clínicas y así lo aplicamos. Si usted pide un screening en cualquier laboratorio le harán estas pruebas y a veces un RPR también. Lo que muchos laboratorios no saben es que esta prueba no es concluyente para diagnosticar sífilis, ya que detecta los casos antiguos y los recientes. Sífilis es una bacteria compleja y aunque conozco como lo abordamos en Open House, es una cuestión siempre del doctor tomar las decisiones clínicas.”

Pues bien, Vds. no disponían de ninguna información sobre si yo había tenido sífilis en el pasado o no, puesto que era algo que no lo sabía ni siquiera yo mismo al no haberme hecho nunca pruebas de ETS, y así se lo dije al Dr. Chapman. En Ruiz-Falcó, dada mi ignorancia de entonces sobre este tema, yo no pedí nada en particular acerca de screenings y esas cosas, y me hicieron la prueba completa. El diagnóstico IgG-IgM sí es concluyente (el Dr. José Eduardo Martín-Lluch me aseguró que es el más perfecto y seguro y fiable que existe en la actualidad), porque, aun cuando detecta los casos antiguos y recientes, diferencia plena e inequívocamente entre unos y otros. Por muy escaso tiempo de que Vd. disponga ahora mismo, y por muy agobiado que esté, haga el favor de echar un vistazo al documento que le envié bajo el título “Ruiz-Falcó 2”, en mi réplica a su “Negligencia (V)” y compárelo con el documento “Open House 1” en esa misma réplica mía.

Además le reproduzco tres extractos de mi web https://centro-medico-open-house-opiniones-estafa-y-fraude.webnode.es/ ya que parece que aún no ha tenido tiempo de releerla. Son los que atañen a ese punto concreto:

Nº 1) El Dr. Chapman ni siquiera conoce los fundamentos de su oficio. Él puede hacer, según afirma él mismo, la prueba IgG-IgM para detectar la sífilis casi infaliblemente. A mí me la hizo, me salió positivo, y me dijo que era imposible para cualquier médico determinar si se debía a un contacto sexual reciente o a uno de veinticinco años atrás. Pues bien, resulta que la prueba IgG-IgM, suponiendo que la hagan buenos profesionales con buenas instalaciones, está diseñada precisamente para determinar si un positivo en sífilis se debe a una infección reciente o a una infección antigua que se haya curado de manera espontánea o inadvertida. Tuve que hacerme posteriormente esa misma prueba (y varias otras complementarias) con mucho mejores médicos y en mucho mejores condiciones técnicas (y humanas), y me dio siempre negativo, tanto para mi historia reciente como para la antigua.

Nº 2) Repito que el método IgG-IgM para la detección de la sífilis está diseñado de tal manera que no sólo da el correspondiente resultado positivo o negativo, sino que además, en caso de dar positivo, determina si se trata de una infección antigua ya curada mediante empleo de antibióticos (incluso aunque el paciente no fuera consciente de ello en su momento) o una reciente que precisa tratamiento. Puesto que el Dr. Chapman me hizo (o eso afirmó él) la prueba IgG-IgM, y me dijo que había dado positivo (que luego resultó ser un falso positivo), y ante mis preguntas me aseguró contundente que dicha prueba no podía detectar si mi supuesta infección era reciente o antigua y que no existe modo alguno en la Tierra de detectar eso, aquí ocurre una de dos cosas: el Dr. Chapman, o bien es un ignorante, o bien es un mentiroso. En cualquiera de los dos casos, una persona así no debería fundar y regentar una clínica. Ya sólo el mero hecho de que una persona así sea contratada para trabajar en un centro médico basta para descalificarlo para siempre jamás como, lisa y llanamente, una estafa y un fraude.

Nº 3) A finales de 2017 publiqué el siguiente comentario en las “reseñas de usuarios” de Google para Open House. El Dr. Chapman me contestó públicamente, y yo le contesté públicamente al Dr. Chapman. Meses después, el Dr. Chapman borró absolutamente su contestación, pero yo tuve buen cuidado de sacar copia de todo el conjunto. Mi comentario, ahora a solas, continúa permaneciendo entre las mencionadas reseñas. Aquí os ofrezco la versión íntegra, sin las amputaciones del Dr. Chapman.

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Copio, literalmente y en su integridad, el escueto informe que me dio Open House tras hacerme (supuestamente) la prueba IgG-IgM:
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Sífilis
Análisis realizado detección anticuerpos IgM e IgG de Treponema Pallidum (DETERMINE)
Resultado: POSITIVO
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Y a continuación copio, también literalmente y en su integridad, el pormenorizado informe que me dieron en Ruiz-Falcó, que es un modelo de profesionalidad, tras hacerme (auténticamente) la prueba IgG-IgM:
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Reacciones Antitreponémicas
AC ANTI TREPONEMA PAL IgG <0.10 (NEGATIVO)
(Un resultado positivo es compatible con la presencia de Ac de origen reciente y antiguo. Para diferenciar una infección reciente se debe efectuar el análisis de los Ac tipo IgM y seguir la evolución del título de los Ac tipo IgG.)
AC ANTI TREPONEMA PAL IgM 0.41 (Índice NEGATIVO)
(Se considera positivo cuando el índice es superior a 1,50. Zona límite índice entre 0,9 y 1,50.)
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Salta a la vista la diferencia, ¿verdad que sí? [Por cierto, AC, o también Ac, significa Anticuerpos.]
Por otro lado, hay aquí algunos opinadores que tienen la idea -propia de gente de una increíble cortedad mental y mezquindad moral- de que “como a mí no me ha pasado eso, eso no puede pasarle a nadie” o “si a ése le pasó, es porque se lo merecía”. Claro que ellos mismos confiesan ser clientes asiduos de Open House, una empresa que todos sabemos para lo que está. Dime con quién andas y te diré quién eres…

Respuesta del propietario

Hola buenas tardes. Lamento saber que tienes dudas serias sobre el resultado que has recibido al realizarte la prueba. En Open House, toda la información que has mencionado que falta se proporciona antes y después de la realizar la prueba EN PERSONA y no simplemente apuntado en la hoja de resultados. Estaríamos encantados de verte de nuevo y hablar de tu resultado. Por favor llámanos para acercarte y miramos tu caso juntos. Según el estudio que publicamos en una revista científica un resultado positivo en nuestra prueba es casi nunca erróneo, y por eso te animo a acudir de nuevo y lo solucionamos juntos.

Respuesta del opinador a la respuesta del propietario

En Open House, la información que falta no me la proporcionaron ni antes ni después de la prueba EN PERSONA, ni nadie me dijo que pudieran obtenerse esos datos ni tampoco cuál es su importantísima función (o sea, determinar la antigüedad y vigencia del supuesto contagio); y podría haberme muerto sin sospechar siquiera su existencia. Además, yo no querría volver nunca a Open House ni aunque pudiera, pues me trataron como a una basura; y no podría ni aunque quisiera, pues me vetaron para siempre jamás como paciente. También me hice prueba de sífilis en Megalab, salió negativo, se la enseñé al Dr. Chapman, y él se limitó a mirarla diez segundos y a decir con mucha soberbia: “No es veraz”, sin dignarse explicar el porqué. Para colmo, me preguntó que para qué acudía a Open House si no estaba dispuesto a creerme lo que él me dijese, lo cual es la frase más indigna de un hombre de ciencia que imaginarse pueda. Es mucha caradura pretender mostrarse ahora amables y asequibles, de cara al público de Internet. Y no veo qué les impidió apuntar en la hoja de resultados los datos ausentes, cuando Ruiz-Falcó sí lo hizo sin necesidad de pedírselo; ni que fuera un secreto de Estado, ¿o es que son Vds. tan tacaños que quieren ahorrar en tinta y papel? Está claro que esto es una brutal falta de transparencia informativa... o incluso algo muchísimo peor. De esa manera, si alguien anuncia que irá a protestar, Vds. podrían amañar esos datos antes de que el afectado se persone en la consulta. (Aparte de eso, Vds. silencian en su publicidad que las pruebas ultrarrápidas tienen un índice de fiabilidad significativamente más bajo que las que tardan varios días en realizarse.) En cualquier caso, ya he puesto todos estos documentos clínicos míos, así como algunos otros más, en manos de mi abogado, por lo que pudiera suceder; pues el Dr. Chapman tiene la fea costumbre de demandar, por presuntas calumnias, a quienes se atreven a divulgar públicamente sus fechorías, como puede descubrirlo cualquiera que se moleste en “googlear” un poco. Un día caerán Vds. como Harvey Weinstein, aunque por otros motivos.

Por cierto, ¿cómo es posible proporcionar ANTES de la prueba la información que falta? Hay que estar un poco ido para escribir una cosa tan absurda.

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“Aún no he leído sus actualizaciones, ni tampoco los documentos aportados Sr. XXXXX, lo haré con calma cuando tenga un momento, ya que su transparencia es de agradecer, pero necesito tiempo y energía mental y muchas veces, ante las adversidades continuas de la vida, es difícil de conseguir. Me alegro que para usted en parte este proceso (el juicio) tenga interés y gracia, que sepa que para mí ninguna, es una experiencia que nunca he tenido que hacer y que me desagrada profundamente.”

Para evitar que todo esto se convierta en un diálogo de sordos, le ruego que no vuelva a ponerse en contacto conmigo mientras no haya leído todos y cada uno de los enlaces y documentos que le he aportado durante estas semanas. Sepa que para mí el juicio no tiene tampoco ninguna gracia, pero que ninguna; simplemente, si uno no aplica un poco de humor (aunque sea negro; negrísimo, en este caso) a las situaciones, es imposible sobrevivir en la vida; de no ser por eso, yo en particular no seguiría vivo tras ocho años, ocho, viviendo en la más completa angustia y desolación y sufriendo las experiencias más espeluznantes que había sufrido jamás (y teniendo que disimular en público presentando una fachada de normalidad y tranquilidad, cosa que desgastaría ferozmente a cualquiera, tanto más a una persona con mi historial psiquiátrico), y todo por cortesía de Open House. Mi frase “dentro de todo el horror y la indignidad de este proceso judicial, no cabe duda de que tendrá su interés y hasta su gracia (de una manera bastante negra y lúgubre) el ver enfrentarse al Dr. Chapman...” es una muestra de lo que los ingleses llaman understatement o ironía sutil; por supuesto entiendo que, si Vd. no suele leer tanta literatura como yo, no esté habituado a captar esos matices. Ahí sólo me refería a que me encantará -¿para qué negarlo?- ver morder el polvo espectacularmente al XXXXX XXXXX que tanto daño me ha hecho a mí y a otros seres humanos inocentes (aunque no a pobrecitas perritas como la suya, desde luego).

Y ahora voy a ser concluyente, directo y claro, para que me entienda Vd. sin ningún género de dudas. Ya está bien de marear la perdiz y de jugar al muy cansino juego de las réplicas y contrarréplicas. Entérese de que llevo varios días dedicando unas seis horas diarias a contestar sus correos tan precisa, honrada y pormenorizadamente como soy capaz; y este ejercicio es sumamente irritante y fatigoso, aparte de que me está haciendo rememorar y revivir constantemente recuerdos dolorosísimos que normalmente procuro mantener lo más alejados posible de mi cerebro a fin de aguantar, siquiera malamente, un día más sin desesperar del todo. Tal como me dijo inolvidablemente el Dr. Chapman la última vez que lo vi, Vd. me chupa mucha energía. Está haciéndome perder un tiempo precioso que yo podría invertir en ocupaciones mucho más productivas o relajantes. Soy extremadamente generoso al consagrarle tantísimo esfuerzo e interés; y me parece, cada vez más, que Vd. no se los merece. Así que, como digo, voy a cortar el nudo gordiano e ir derecho al meollo de la cuestión.

Tengo la fuerte sospecha de que, suponiendo que todo lo que me ha contado Vd. sea cierto, el Dr. Chapman ha recibido comunicación del Colegio Oficial de Médicos de Madrid -hace ya más de cuatro meses que este órgano me anunció que iba a hacerlo-, se ha enterado de mi demanda contra él y de todos los documentos, las alegaciones y los testigos que he aducido (aún tengo más, aparte de los que le he trasladado a Vd.), y por fin se ha dado cuenta de que no tiene ni la más remota posibilidad de ganar en dicho Colegio ni en los juzgados de la Plaza de Castilla. Debe de haberle entrado canguelo y planea desaparecer. Si le ha vendido a Vd. la clínica, lo que ha hecho es venderle, como es característico de su falta de escrúpulos, un artículo defectuoso y una mercancía averiada, importándole un bledo todas las complicaciones que ello le pueda acarrear a Vd.

Vd. lucha muy legítimamente por su supervivencia, yo lucho muy legítimamente por la mía.

El Dr. Chapman es un caso perdido, humana y profesionalmente, y se va a ir irremediablemente al fondo, arrastrando en su caída a todos aquéllos que estén vinculados a él. La única forma de que Vd. y su empresa y sus asociados sobrevivan es cortando radical y definitivamente con él antes de que sea demasiado tarde.

Ahora mi prioridad absoluta en la vida es que el Dr. Chapman me devuelva los 1.200 euros que me cobró; que me pague 6.000 euros a mí y otros 6.000 euros a XXXXX en concepto de daños y perjuicios físicos y psíquicos; que retire la demanda judicial que ha presentado contra mí; que escriba y firme una retractación donde conste que todo lo que he publicado sobre él en Intenet es cierto; que sea arrestado y encarcelado el mayor tiempo legalmente posible y le retiren la licencia a perpetuidad para que no pueda practicar la medicina en ninguna de sus ramas en ningún país. No pienso escatimar esfuerzos ni detenerme ante nada para cumplir todos esos objetivos en la mayor medida. Él se lo buscó, con su chulería y prepotencia, su mendacidad y desfachatez, su incompetencia y chapucería, su XXXXX y XXXXX, su desprecio y crueldad, su falsedad y codicia.

A Vd. le hago una proposición, y es la única y última que le voy a hacer; hablo muy en serio. Si no piensa aceptarla, haga el favor de no volver a importunarme escribiéndome y no me pida que haga nada de nada por Vd. A su muy natural egoísmo opongo mi muy natural egoísmo. No soy una ONG obligada a apiadarme de Vd. por un mero afán de humanitarismo, sobre todo si Vd. no se apiada de mí y los míos. (Desde luego, Vd. no se asemeja en nada a la Dra. Holetz, que es una mujer por la que uno moriría con gusto.)

En agosto mis abogados se irán de vacaciones y en septiembre el Dr. Chapman se evaporará seguramente en el limbo del que surgió. Por lo tanto es perentorio que, antes del último día de este mes, Vd. y la Dra. Nerea Rodríguez Calero se presenten en el despacho de mis abogados y realicen una completísima declaración firmada de todas las conductas potencialmente delictivas que Vds. sepan que el Dr. Chapman ha cometido en Open House, contra mí o contra cualquier otro paciente, aportando pruebas documentales y materiales en todos los casos en que ello sea físicamente factible. Entonces, y sólo entonces, quizá nunca se celebre el juicio, y se intentará que el asunto no trascienda públicamente, y yo consideraré que Vd. es merecedor de mi respeto y del borrado de todas mis alusiones a Open House en Internet.

De lo contrario, ya nos veremos en los tribunales. Este caso promete alcanzar una gran repercusión mediática; a mí la circunstancia me parece sumamente ingrata, por no decir aborrecible, pero llevo ya tres años resignándome, mentalizándome y preparándome para ella, y creo que sabré encajarla. A estas alturas deberían saber Vds. que es peligrosísimo llevar a un hombre hasta un punto en que ya no tiene nada que perder y en que su vida carece prácticamente de sentido.

[NOTA DEL BLOGUERO: El comentario mío, aludido en el anterior e-mail, publicado en las “reseñas de usuarios” de Google para Open House, fue finalmente eliminado a perpetuidad por Google, sin darme explicaciones de los motivos.]



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 19 DE JULIO DE 2019:

Buenas tardes Sr. XXXXX,

Comprendo su situación de dedicarle varias horas a la revisión de nuestros correos y al desarrollo de nuestras respuestas, yo mismo experimento la misma inversión de tiempo, honestidad y dedicación.

Sobre nuestras discusiones alrededor de la prueba es una cuestión de semántica, el diagnóstico IgG e IgM es concluyente para diferenciar casos recientes y pasados si se buscan ambos anticuerpos por separado. En el screening o chequeo para gente que no ha tenido nunca sífilis se realiza una combinación de Ac IgG e IgM de manera conjunta. Por separado es una prueba específica, más costosa y que tarda más. En conjunto es la prueba de elección para primer cribado en personas que no han tenido sífilis. Pero como le digo, no soy médico y tener la información no implica que mis conocimientos sean tomados en consideración, puesto que le corresponde a un doctor o al paciente mismo con su asesoramiento decidir cuales pruebas realizar, nunca al técnico de laboratorio, ni al administrador del centro.

Lamento que le resulten irritantes y fatigosos nuestros intercambios y que le hagan revivir recuerdos dolorosos, en ningún momento fue mi intención hacerle recordar el tormento sufrido. Solo quería presentarme ante usted como el nuevo propietario de Open House, informarle de que creo en el proyecto y en mi buen hacer, que me esfuerzo por prestar el mejor servicio a nuestros pacientes y que usted estando en contra de Open House ya no perjudica al Dr. Chapman, sino a Pablo Fernández. En anteriores correos suyos admiró mi valía por ello y espero que aunque no podamos llegar a buen puerto, entienda al menos que mi intento ha sido honesto y sincero y que lamento sinceramente si ha tenido algún daño colateral. Agradezco su generosidad en el tiempo dedicado, espero que al menos perciba que ha sido recíproco y se sienta correspondido en este aspecto. Confío en todo lo que le he contado Sr. XXXXX y no se con el tiempo usted podrá comprobar o no mi sinceridad y honestidad en todo este proceso, pero espero que así sea.

El proceso de transición terminará a finales del mes de Agosto y el Dr. Chapman saldrá definitivamente de Open House, no se si le parece que es demasiado tiempo, pero está así acordado y pactado y le recuerdo que soy una persona que cumple sus pactos y no busco justificaciones externas para romperlos. No estoy buscando su piedad, solo su comprensión y que sea consecuente en no perjudicar a nadie que no lo hace con usted (tal y como usted me dijo con anterioridad). Ahora si usted piensa que una postura coherente con ser imparcial es beneficiarle a usted por piedad o empatía, o que soy cómplice / un ser despreciable por no prestarle ayuda en conseguir sus “pruebas”, no puedo más que discrepar de nuevo.

Sigue teniendo mi mano tendida, para conocer a Pablo Fernández, para reunirme con su abogado si usted considera que tiene que haber testigos del encuentro, para debatir sobre mí y sobre Open House, para conocer a nuestro nuevo equipo tras la salida del Dr. Chapman si incluso así lo ve usted oportuno, para charlar sobre otras cuestiones de la vida. En fin, para cualquier cosa que usted requiera para evaluar y valorar el nuevo Open House y a Pablo Fernández o para aportarle una grata conversación. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa de manera constructiva e imparcial. ¿Quiere algo de mi que no sea que me posicione a su favor en el conflicto que mantiene usted con el Dr. Chapman? Encantado de ofrecérselo. Pero si espera de mi que presente en el despacho de abogados a firmar a pies juntillas una declaración dándole la razón en todo este proceso, me temo que ha malinterpretado mi buena voluntad y honestidad con una oferta de ponerme a su favor a cambio de que deje de perjudicar a mi empresa.

No me responsabilice de llevarle a usted al extremo, cuando siempre ha encontrado en mí una mano tendida salvo para romper mi imparcialidad, puede usted si quiere juzgarme duramente por ello, pero para mi no se ajusta al contenido de nuestras conversaciones. Le deseo la mejor de las suertes en todo este proceso, sobretodo en el doloroso punto de disipar un dolor arraigado hasta lo más profundo de sus entrañas, cosa que hablando desde la experiencia, no se la deseo a nadie.

Las consecuencias de mis actos el tiempo las aclarará, solamente he intentado por medio de la comprensión solucionar un conflicto que me afecta personalmente y mostrarme tal y como soy. Le recalco que, si me requiere para otra cosa que no sea inmiscuirme en medio del proceso entre el Dr. Chapman y usted, siempre encontrará mi total predisposición. Si su único cometido de nuestros intercambios es que me posicione a su favor, le deseo que todo le vaya lo mejor posible y que pueda encontrar la tan ansiada paz después de todo este proceso doloroso.

Si no recibo más respuestas suyas, tenga usted un buen verano Sr. XXXXX.

Cuídese.



ÉL ME ESCRIBIÓ ESTE E-MAIL EL 16 DE ABRIL DE 2020:

Buenos días señor XXXXX,

Mi entristece enormemente la deriva que usted ha tomado frente a mi persona, verdaderamente no le comprendo, usted, defensor de la justicia y de no perjudicar a quien no le perjudica, usted que propuso o aceptó (no recuerdo bien) un pacto de caballeros en el cual nuestras conversaciones serían privadas y luego decidió unilateralmente romperlo por qué usted entendió que yo lo había incumplido, sin que realmente fuese así.

Me está usted haciendo daño Sr. XXXXX, en un momento muy delicado de pandemia mundial, donde como servicio sanitario estamos luchando por seguir atendiendo personas que nos necesitan en momentos de desbordamiento de los servicios sanitario públicos, pero eso usted ya lo sabe y desde luego que su intención es dolosa. Le escribo de nuevo siendo un inconsciente, puesto que ni si quiera tengo un abogado para gestionar esto, pero como siempre, mi primer intento será razonar y hablar con usted, como he hecho siempre y como creo que se debe de hacer, aunque luego utilice mis sinceros correos para usarlos en mi contra.

Me está usted llamando delincuente públicamente, ¿sabe lo grave que es eso? ¿usted me cree un delincuente? ¿en qué se basa? ¿en buscar pequeñas incoherencias en nuestros múltiples correos ? ¿en que no le ayudé en su juicio ? ¿a que según usted mentí en el tribunal? No mentí Sr. XXXXX, respondía con lo que sabía a las preguntas que me hicieron ambos abogados, estaba muy nervioso y fue una situación muy muy desagradable que espero no tener que volver a pasar en la vida (aunque eso no depende de mí) y fíjese si me preparé para perjudicarle que no tenía ni la más remota idea de lo que me iba a preguntar el abogado del Dr. Chapman, cosa que me pareció una mala estrategia de defensa si yo era el testigo “clave”, cosa que no entiendo, no estando presente el día del conflicto, pero en fin.

Me he visto involucrado en una situación profundamente desagradable, el la cual me he intentado mantener al margen en todo momento, prestándole a usted mi voluntad para hablar directamente del conflicto y solucionarlo como adultos desde nuestro primer correo, hasta el último. Pero a usted eso nunca le ha valido, pese a incluso realizarme alagos, los cuales creía sinceros, pero ahora solo los veo como una burda estrategia para ganarse mi confianza y que le diese a usted “pruebas” (que no se que pruebas querría que le diera la verdad) incriminatorias frente al Dr. Chapman. Sinceramente, ¿que le he hecho yo Sr. XXXXX? En todo momento manifiesta que mi trato hacia usted fue correcto, y hasta hace bien poco, me dejaba al margen de sus comentarios por ese motivo. Le he prestado mi mano tendida en todo momento y lo único que no he hecho ha sido ayudarle de manera “valiente” en el juicio como usted me sugirió. ¿Eso merece que usted me llame públicamente delincuente? Estoy convencido de que en su fuero interno, sabe que no está bien.

Llevo siendo 1 año propietario de Open House, no he tenido ni un solo conflicto y la gente me reconoce el esfuerzo que hacemos por darles el mejor servicio, cuestión que me reconforta enormemente. ¿No le parece a usted raro que no haya una horda de gente apoyando sus comentarios y nuestra mala praxis si así fuera? ¿o es que engañamos a todo el mundo? Por muy mala que fuese su experiencia, es obvio que eso no es posible. El Dr. Chapman lleva muchos meses sin pisar si quiera la clínica de visita y ha dejado de ejercer la medicina, usted le ha causado un profundo dolor al igual que él se lo hizo a usted y ahora usted empieza a verter sus acusaciones públicamente contra mi. ¿Como se justifica esto usted internamente? En el barrio donde vivo y me he criado, he visto gente que ha sufrido abusos, luego esa gente ha acabado teniendo poder y autoridad sobre otros (se han convertido en policías) y han sido gente brutal, injusta y cruel con quienes no lo merecían. Cuídese de no parecerse uno a los demonios que dice combatir y caer en injusticias hacia terceros por buscar nuestra propia justicia personal, no se si es una cita célebre, pero me parece muy indicada.

Espero que usted y los suyos no se estén viendo afectados por esta pandemia mundial, le deseo que le vaya bien y que en algún momento sea usted capaz de avanzar libre de odio, ya que es un sentimiento y una emoción limitante y muy desagradable para convivir con ella. Espero poder solucionar esto por vías no legales señor XXXXX, como siempre tiene mi mano tendida para vernos con o sin su abogado para hablar y razonar, si usted quiere. Pero si persiste su campaña de injusto acoso frente a mi persona y mi empresa (le recuerdo que no es la empresa del Dr. Chapman desde hace un año), me veré obligado a hablar con un abogado yo también e involucrarme en algo que me desagrada y entristece profundamente como es un proceso judicial. Espero que no sea su intención, ya que desde luego la mía no.

Aquí le dejo otro pequeño fragmento de mis pensamientos y sentimientos, para que usted haga con él lo que considere oportuno, como siempre.

Un saludo

[NOTA DEL BLOGUERO: No respondí al anterior e-mail ni pienso responder a nada que el indignante y atroz Sr. Fernández-Cañadas tenga a bien -o a mal- enviarme en el futuro. Una vez más repito que durante el juicio, como se escucha inconfundiblemente en la videograbación, manifestó abiertamente que no le constaba que el Dr. Chapman se hubiera negado a atenderme y me hubiera vetado como paciente en Open House... cuando en dos párrafos de estos correos puede leerse que él lo sabía muy bien y que me garantizaba que, en el caso de que se lo preguntaran, reconocería “imparcialmente” que sí lo sabía. Además dispongo de documentos obtenidos legalmente en Internet que certifican que el Dr. Chapman volvió a pasar consulta en Open House durante un mes, mucho después de su presunto “abandono” de Open House, y que en la actualidad es socio accionista y director médico de la empresa y nunca dejó de serlo. La desfachatez del embustero Fernández Cañadas es terrorífica, y demuestra que “quien se asocia con delincuentes acaba siempre delinquiendo” y que “con un amo vil, quien no es ser vil no es servil”.]