Inhibidores de la neuraminidasa para la profilaxis y tratamiento de la nueva influenza A H1N1
Autor: Dr. Luis Caballero | Publicado:  14/09/2009 | Microbiologia y Parasitologia , Enfermedades Infecciosas , Medicina Preventiva y Salud Publica | |
Inhibidores de la neuraminidasa para la profilaxis y tratamiento de la nueva influenza A H1N1.3

En un estudio reciente se estudió la patogénesis del virus de la influenza porcina, al infectar cerdos de 22 días de nacidos, con subtipos H1N1 y H3N2 aislados en Tailandia. Las lesiones pulmonares, macro y microscópicas fueron mayores con el subtipo H1N1 en comparación con H3N2. Las lesiones histopatológicas comprendieron daño celular epitelial e infiltración mononuclear peribronquial y perivascular. (Sreta 2009)

 

Alrededor de doce ejemplos de transmisión de influenza porcina de los cerdos al hombre han sido documentados en la literatura médica. Un gran número de éstos ocurrieron en personas que trabajaban con cerdos, aunque muchos casos no son reportados ya que los patrones estacionales de la influenza humana y porcina muchas veces se traslapan. (Olsen 2004)

 

El término influenza porcina no debe confundirse con el de fiebre porcina clásica o cólera porcina, una enfermedad exclusiva de los cerdos y que no afecta a los humanos, producida por un virus de la familia Flaviviridae, un virus relacionado con el agente causal de la diarrea viral bovina. Tampoco debe confundirse con la fiebre porcina africana, una enfermedad hemorrágica producida por un virus de la familia Asfarviridae, que es endémica en algunos países del sub-Sahara y en una región de Italia, y reportada también en Georgia y algunos países del Caribe, aunque no representa un riesgo para la salud pública humana. (World Organization for Animal Health 2008)

 

La influenza porcina no es una enfermedad notificable para las autoridades internacionales de salud animal, de allí que su distribución mundial en animales no es bien conocida. La enfermedad es considerada endémica en los Estados Unidos. Brotes en cerdos han ocurrido en Suramérica, en Europa se reportaron en el Reino Unido, Suecia e Italia, en África se reportaron en Kenya así como en países del este asiático, China y Japón. (WHO Swine influenza frequently asked questions 2009)

 

En Pensilvania un brote de influenza aviar H5N2, de alta patogenicidad atacó pollos y pavos durante 1983, sin embargo los estudios serológicos y virológicos, no evidenciaron transmisión a humanos. Posteriormente en 1993 se detectó serológicamente el virus H5N2, el cual se aisló en 1994, en pollos domésticos en Mexico; el estudio de la hemaglutinina orientó a señalar su origen de una cepa norteamericana. (Horimoto 1995)

 

Las aves acuáticas son reservorio de todos los subtipos del virus influenza A. En patos silvestres, el virus de la influenza se replica principalmente en las células del tracto intestinal, sin causar signos de enfermedad, pero excretando altas concentraciones del virus en las heces. La naturaleza no virulenta de la infección por influenza en patos y aves zancudas, pudo ser una adaptación al huésped a través de varios siglos, lo que crea un reservorio que asegura la perpetuación del virus. Influenza de origen aviar ha sido implicado en brotes de influenza en mamíferos como focas, ballenas, cerdos y en aves domésticas. (Webster 1998, Horimoto 1995)

 

Los virus aviarios permanecen estables y adaptados al tracto intestinal de cientos de especies de aves, algunas de las cuales son frecuentemente infectadas por múltiples virus que se engranan en un prolífico reordenamiento genético. Los mecanismos por los cuales, virus aviares cruzan la barrera de las especies, para infectar humanos u otros mamíferos, permitiendo a veces la subsiguiente transmisión de persona a persona, son desconocidos. (Morens 2009)

 

El análisis de la nucleoproteína de los genes, muestran que el virus de la influenza aviar ha evolucionado dentro de cinco huéspedes específicos en varios linajes: del viejo equino, del reciente equino, de gaviotas, del cerdo y humano. El ancestro del virus humano y del clásico porcino aparentemente ha sido el intacto virus aviar, que parecido al virus de la influenza que corrientemente ha circulado en los cerdos de Europa, derivó todos sus genes de la fuente aviar. Estudios de la nucleoproteína y de linajes de las especies aviares, muestran separados sublinajes de la influenza en Eurasia y en América, indicando que las aves migratorias que se desplazan en migración latitudinal entre estos continentes, tienen poco o ningún rol en la transmisión de la influenza, mientras que las aves que migran longitudinalmente parecen jugar un papel clave en el proceso continuo de evolución del virus. El análisis filogenético de los cambios en los aminoácidos, muestra que los virus de la influenza aviar, a diferencia de los linajes mamíferos, tienen una baja tasa evolutiva (Gorman 1990)

 

La más importante implicación de los estudios filogenéticos, es que los ancestrales virus que causaron gripe pandémica, como la española en 1918, así como los virus que aportaron segmentos de genes para la gripe asiática en 1957 y la de Hong Kong en 1968, todavía circulan en aves silvestres con pocos o inexistentes cambios mutacionales. (Webster 1998)

 

Influenza aviar A H5N1 en humanos

 

La mayoría de los casos humanos por H5N1 se han reportado durante el invierno, en el periodo Diciembre-Marzo, acompañado del incremento de brotes durante ese mismo tiempo en aves de corral. Aunque las aves silvestres acuáticas tienen un importante rol, en la persistencia del virus aviar, la mayoría de los casos confirmados en humanos por el virus aviar H5N1, reportaron contactos recientes con aves domésticas. (Park 2007)

 

La infección H5N1 en humanos, afecta principalmente el tracto respiratorio bajo, causando daño alveolar difuso y falla respiratoria, en contraste con la influenza humana estacional que afecta principalmente el tracto respiratorio superior. La diarrea es también, común presentándose en más del 70% de los pacientes infectados con el virus H5N1. Se ha detectado RNA viral en el intestino de un niño de 6 años en Tailandia, lo que sugiere la ocurrencia de replicación viral en el intestino humano; este hallazgo puede tener importantes implicaciones en el control de la enfermedad. (Wai 2007)

 

Desde el año 2003, más de 15 países han reportado más de 413 casos confirmados de gripe aviar H5N1 en humanos, de los cuales 256 han sido fatales. En cinco países: Indonesia, Vietnam, Egipto, China y Tailandia, se han reportado el 90% de los casos. La mediana de edad de los afectados es aproximadamente 20 años, con 77% de los pacientes con 30 años o menos. Aún no está claro el rol que pueda tener, la inmunidad preexistente por previos subtipos de influenza. Aunque la infección por H5N1 es una zoonosis, la vía más importante de transmisión humana es todavía la transmisión del ave al hombre, siendo la transmisión humano a humano rara. Los más conocidos factores de riesgo para la infección humana, son el manejo de aves enfermas o muertas durante una semana desde el inicio de la enfermedad. (Xu 2009)

 

Antivirales

 

Numerosos virus afectan el sistema respiratorio humano, entre los que destacan los virus de la influenza A, B y C; parainfluenza 1-4; adenovirus; virus de Epstein-Barr; rhinovirus y virus sincitial respiratorio. Se emplea la terapia antiviral para los virus de la influenza y sincitial respiratorio. (The Merck Manual 2005)

 

En la práctica clínica el uso de antivirales rara vez es guiado por el antecedente de un diagnóstico de laboratorio. Por tal razón la definición de predictores clínicos de infección por influenza, pueden ayudar a guiar oportunamente la terapia y evitar el uso innecesario de antibióticos. Se estudiaron 3744 personas con síntomas semejantes a la influenza, en 66% de ellos se confirmó influenza. Individuos con influenza mostraron mayor probabilidad de tener tos (93% vs. 81%), fiebre (68% vs. 40%), y/o congestión nasal (91% vs. 81%) que los individuos sin influenza. El mejor predictor de infección por influenza fue tos y fiebre con un valor predictivo positivo de 79%. Este valor predictivo positivo se eleva con el incremento en la temperatura al momento del reclutamiento. Por ello concluyen los investigadores, que cuando la influenza circula en la comunidad, los pacientes con síntomas de influenza y que presenten tos y fiebre dentro de las 48 horas del inicio de los síntomas, es probable que tengan influenza, por lo que la administración de terapia antiviral debe ser apropiadamente considerada. (Monto 2000)


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar