Inhibidores de la neuraminidasa para la profilaxis y tratamiento de la nueva influenza A H1N1.6
Con el uso de oseltamivir se ha reportado la presencia de vómitos (9%) y náuseas (10%), los cuales se reducen si el medicamento es tomado con alimentos. (Hayden, JAMA1999) Este mismo autor reportó al tratar profilácticamente con 75 mg una vez al día, náuseas12,1%, vómitos 2,5% y con 75 mg dos veces al día náuseas 14,6% y vómitos 2,7%. La mayoría de los eventos gastrointestinales ocurrieron durante los primeros dos días de tratamiento. (Hayden 1999)
Los más comunes efectos adversos del zanamivir, son diarrea, náusea, sinusitis, bronquitis, tos, cefalea, mareo. Se debe tomar precaución en pacientes con asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, ya que puede presentarse broncoespasmo y declinación del volumen espiratorio forzado. (Democratis 2006, Winquist 1999)
Prevención y tratamiento con antivirales
Zanamivir ha resultado eficaz para prevenir influenza por virus A o B, con dosis diaria inhalatoria oral de 10 mg durante cuatro semanas, en un grupo de personas entre 18 y 69 años. El estudio se llevó a cabo durante la temporada de influenza de 1997-1998, en dos sitios de estados Unidos. (Monto 1999)
Aunque la vacunación de poblaciones seleccionadas sigue siendo la medida de primera elección para la profilaxis de la gripe, las características del zanamivir como eficacia, seguridad y falta de resistencia, lo convierten en una opción adecuada para sujetos no protegidos por la vacuna y para los que tienen alto riesgo de complicaciones. (Abad-Santos 2001)
El tratamiento con zanamivir en niños de 4 a 12 años, disminuyó en 1,25 días los síntomas de influenza comparado a placebo; en otros estudios en niños mayores de 12 años con influenza, el tratamiento con zanamivir disminuyó los síntomas en 2,5 días. (Committee of Infectious Diseases 2007)
La evidencia disponible respalda el uso de estos fármacos para acortar la enfermedad y disminuir la severidad y complicaciones de la influenza; sin embargo, el costo es elevado y limita su aplicación hacia el escenario terapéutico, especialmente en pacientes de alto riesgo. (Fica 2001)
En un estudio se infectaron tejidos de epitelio respiratorio con virus de la influenza aviar y humana en presencia carboxilato de oseltamivir, lográndose la primera evidencia experimental del rol de la neuraminidasa en la etapa de invasión viral al epitelio ciliado humano. La habilidad de los inhibidores de neuraminidasa para suprimir la infección antes que el virus penetre a las células, destaca su alto potencial como medida preventiva. Según los autores, se tiene la base científica para apoyar el uso profiláctico de estos fármacos en personas de alto riesgo o infectadas con el virus de la influenza aviar. (Matrosovich 2004)
Longini y colaboradores, diseñaron un modelo para simular un ataque de bioterrorismo o una pandemia en Estados Unidos, con un agente similar al virus de la influenza A H2N2 que causó la pandemia de influenza asiática en 1957-1958. En ausencia de intervención, predijeron una rata de ataque de 33% de la población y una rata de mortalidad de 0,58 muertes por mil personas; con el uso profiláctico de antivirales en 80% de los expuestos hasta por ocho semanas, la epidemia puede ser contenida, y el modelo predice una rata de ataque de 2%, con una rata de mortalidad de 0,04 muertes por mil personas. Es así como la profilaxis antiviral es casi tan efectiva como la vacunación del 80% de la población. Además señalan que la vacunación en 80% de menores de 19 años, es casi tan efectiva como la vacunación de 80% de la población. De allí que la profilaxis antiviral tiene el potencial de contener la influenza, hasta que se pueda disponer de adecuadas cantidades de vacunas. (Longini 2004)
El significativo número de hospitalizaciones asociadas a la influenza estacional, en niños menores de 5 años y jóvenes, así como en personas de avanzada edad, deben conllevar a mejorar los esfuerzos de la prevención en estos individuos. (Thompson 2004)
Un reciente meta-análisis sugiere que oseltamivir y zanamivir son capaces de aliviar los síntomas de la influenza estacional en adultos, sin embargo el uso rutinario de estos fármacos no está indicado en pacientes con bajo riesgo de complicaciones para la influenza estacional, aunque estos antivirales sean capaces de disminuir la diseminación de la enfermedad en las casas, la carga viral nasal y las complicaciones del tracto respiratorio inferior. (Jefferson 2006)
En niños, el empleo profiláctico en la influenza de inhibidores de neuraminidasa está indicado en pacientes con factores de riesgo con menos de dos semanas de ser vacunados, con factores de riesgo no vacunados, contactos de niños inmunosuprimidos no vacunados y en el control de brotes. (Committee of Infectious Diseases 2007)
Para la quimioprofilaxis antiviral de la nueva influenza A H1N1, se recomienda el empleo de oseltamivir o zanamivir en niños de un año o más. Oseltamivir puede ser usado en Estados Unidos para la quimioprofilaxis en niños menores de un año. La duración de la quimioprofilaxis post-exposición a un caso confirmado, es de 10 días.
El empleo de oseltamivir para el tratamiento en niños menores de un año, también fue recientemente aprobado por la FDA; la duración del tratamiento es de cinco días. (CDC Interim Guidance for Clinicians on the Prevention and Treatment of Swine-Origin Influenza Virus Infection in Young Children 2009)
En niños, el tratamiento de la influenza con inhibidores de la neuraminidasa se indica en influenza moderada o severa, pacientes con factores de riesgo y en la influenza complicada. (Committee of Infectious Diseases 2007)
El empleo de oseltamivir y zanamivir es efectivo e indicado para su uso en influenza en niños, ambos acortan los días de enfermedad, evitan la diseminación de la enfermedad y disminuyen complicaciones como neumonía, aunque en la influenza B la eficacia es menor. (Jofré 2009)
Para la quimioprofilaxis antiviral de la infección por el nuevo virus de influenza A H1N1 se recomienda el uso de oseltamivir o zanamivir, durante siete días después de la última exposición conocida a un caso confirmado de infección por el nuevo virus de la influenza A H1N1. La dosificación y la programación de las dosis recomendadas son las mismas que se recomiendan para la influenza estacional. (CDC Directrices provisionales 2009)
Además de disponer de vacunas y drogas durante una pandemia, se requieren estrategias no farmacéuticas que ayudan a reducir la dispersión de la enfermedad, tales como evitar las concentraciones en lugares públicos, cuarentena y medidas de higiene personal como el lavado frecuente de manos. (Institute of Medicine 2009)
Para el tratamiento de casos confirmados de la nueva influenza A H1N1, se pueden administrar oseltamivir o zanamivir y la duración recomendada del tratamiento es cinco días. (CDC Directrices provisionales 2009)
La Organización Mundial de la Salud recientemente anunció, la identificación de tres personas con la infección por el nuevo virus de la influenza A H1N1 y resistentes al oseltamivir. El primero de ellos reportado en Dinamarca el 29 de Junio, en un paciente que recibió quimioprofilaxis con oseltamivir después de tener contacto con un enfermo; el 2 de Julio en Japón se reportó el caso de un paciente que también recibió tratamiento preventivo con el antiviral y el 3 de Julio el Departamento de Salud de Hong Kong, reportó el virus resistente, aislado de una niña de 16 años quien presentó fiebre a su arribo de un viaje desde San Francisco, California. Esta niña no había tomado medicamentos antivirales. (CDC Three Reports of Oseltamivir Resistant Novel Influenza 2009)