Pronostico de los pacientes con cardiopatia isquemica cronica que presentan taquiarritmias supraventriculares
Autor: Dra. María de Lourdes Vargas Torrealba | Publicado:  14/09/2009 | Cardiologia | |
Pronostico cardiopatia isquemica cronica con taquiarritmias supraventriculares.4

El riesgo de que una persona presente una cardiopatía isquémica (CI) manifiesta depende en parte del número, distribución e intensidad de las estrecheces causadas por las placas ateroscleróticas. Con todo, las manifestaciones clínicas de la cardiopatía isquémica (CI) son poco previsibles partiendo de estas observaciones anatómicas. Es más, existe una extraordinaria variación en la forma de expresión de la enfermedad: desde el anciano que padece una aterosclerosis coronaria intensa y que nunca ha tenido síntomas, hasta el adulto joven previamente asintomático a quien una moderada obstrucción coronaria le lleva inesperadamente a consultar a causa de un infarto agudo de miocardio (IM) o que sufre una muerte cardíaca súbita.

 

Las razones de la heterogeneidad de este proceso son complejas. Sin embargo, el comienzo frecuentemente brusco y variable depende en gran parte del sustrato anatomopatológico de los llamados síndromes coronarios agudos de la cardiopatía isquémica (CI) (que son la angina inestable, el infarto agudo de miocardio y, para lo que nos interesa, dada su base fisiopatológica a menudo muy parecida, la muerte súbita), sustrato que depende de la imprevisible y brusca transformación de una placa aterosclerótica estable en una lesión aterotrombótica inestable y potencialmente amenazadora para la vida, que sufre erosión superficial, ulceración, fisurización, rotura o hemorragia profunda, y a menudo una trombosis sobreañadida. En aras de la sencillez, esta serie de cambios de las lesiones ateroscleróticas se llama rotura o cambio brusco de la placa. Pero, en general, las manifestaciones clínicas de la cardiopatía isquémica (CI) pueden dividirse en cuatro síndromes:

 

1. Infarto de miocardio (IM), la forma más importante de cardiopatía isquémica (CI), en el que la duración e intensidad de la isquemia es suficiente para producir la muerte del músculo cardíaco.

           

Usualmente implica un síndrome clínico clásico, caracterizado por el comienzo súbito de dolor retroesternal (85% de los casos), opresivo, intenso, con sensación de muerte inminente, con irradiación al cuello, hombros, maxilar inferior, brazo izquierdo o ambos brazos (borde cubital). Con frecuencia se irradia al dorso. Habitualmente dura más de 30 minutos, puede prolongarse por varias horas. Aparece en el reposo o durante el esfuerzo y no se alivia ni con el reposo ni con los vasodilatadores. Generalmente se acompaña de reacción adrenérgica o vagal. (4) 

           

Complicaciones:

 

  • Alteraciones del ritmo cardíaco.
  • Arritmias ventriculares
  • Arritmias Supraventriculares.
  • Bradicardias y trastornos de conducción.
  • Complicaciones mecánicas.
  • Insuficiencia Cardíaca.
  • Edema agudo del pulmón.
  • Hipotensión.
  • Shock cardiogénico.
  • Rotura Cardíaca.
  • Complicaciones Isquémicas.
  • Angina post Infarto.
  • Extensión del infarto

 

2. Angina de pecho, de la que existen tres variedades: angina estable, angina de Prinzmetal y angina inestable (esta última es la más peligrosa, pues suele preceder a un infarto de miocardio).

           

La angina de pecho estable es la manifestación clínica más común de la cardiopatía isquémica crónica, cuyo pronóstico depende de multitud de factores.

           

La Sociedad Española de Cardiología, a través del Grupo de Trabajo de la Angina de Pecho de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias, la definió en 1982 como «Dolor, opresión o malestar, generalmente torácico, atribuible a isquemia miocárdica transitoria». . Esta definición permanece vigente en nuestro medio.

 

En 1995, la Sección de Cardiopatía Isquémica, con la idea de normalizar los conceptos y la terminología respecto a la angina de pecho, mantuvo en sus documentos de trabajo la clásica definición clínica (5)

 

Existen 3 patrones de angina de pecho que se superponen:

 

Angina estable ó típica.

 

Es aquella angina de esfuerzo en la que no ha habido cambios en su patrón de presentación en el último mes de evolución.

Corresponde a un dolor o malestar, que habitualmente es retroesternal, de carácter opresivo, que en un alto porcentaje de casos puede irradiarse - o localizarse - en la región interescapular, cuello, mandíbula, hombros y brazos. Su característica más importante es su relación con algún factor desencadenante (esfuerzo, frío, emociones), siendo en general de corta duración (1 a 5 minutos). El paciente habitualmente autolimita su actividad para evitar la aparición del dolor ("vitrinear") ya que se previene y alivia con el reposo. (6)

 

Angina inestable ó angina progresiva.

 

Se trata de un dolor o malestar, que a diferencia de la angina estable, se presenta sin estricta relación con los esfuerzos o frente a esfuerzos mínimos, es en general más prolongado y no desaparece con el reposo. Frecuentemente es de inicio reciente y de evolución rápidamente progresiva. Puede complicar la evolución de un paciente con una angina crónica estable. (6)

 

Angina de Prinzmetal.

 

Aparece durante el reposo, muy frecuentemente en el momento del sueño. El paciente refiere opresión o dolor retroesternal progresivamente intenso acompañado de palidez, diaforesis, angustia y usualmente tiene una duración de 5 a 10 minutos, aunque puede llegar a durar 30 o más minutos. Se origina por espasmo coronario. (7).

 

3. Cardiopatía isquémica crónica con insuficiencia cardíaca.

 

4. Muerte súbita cardíaca.

 

La Muerte Súbita (MS), constituye actualmente uno de los principales problemas de salud pública. No hay definición de muerte súbita (MS) aceptada universalmente, pero está implícita una muerte: a) por causa natural, b) inesperada y que c) ocurre rápidamente desde el comienzo de los síntomas. La muerte súbita (MS) puede ocurrir de manera instantánea (segúndos), en menos de una hora y entre 1 y 6 horas desde el comienzo de los síntomas (2).

 

Los síntomas de la muerte súbita (MS) se consideran como sugestivos, y son inespecíficos, pudiendo ser los mismos clásicos de un Infarto de Miocardio Agudo (IMA), taquiarritmias (palpitaciones) o de insuficiencia cardíaca congestiva (disnea). Asimismo, la muerte súbita (MS) forma parte de la manifestación más común y a veces, inicial de la enfermedad arterial coronaria (EAC), demostrándose en un 19-26% de los casos (2). Es también, la responsable de aproximadamente el 50% de los fallecimientos por causas cardiovasculares en países del primer mundo. (2)


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