Significado de la Evaluacion por competencias para una gestion de calidad desde la perspectiva del personal del departamento de Enfermeria
Autor: MSc. Doris M. Romero Q | Publicado:  29/12/2009 | Enfermeria , Gestion Sanitaria | |
Evaluacion por competencias para gestion de calidad personal del departamento de Enfermeria .4

Lo anterior, lo sustenta Echeverri (2000), cuando manifiesta que el proceso administrativo es universal ya que su aplicación se puede enfocar tanto para el cuidado de un paciente o a un grupo de ellos, incluso a un grupo trabajadores; por lo tanto en el desarrollo del proceso administrativo, el personal de Enfermería encargada de la gestión, debe tomar en cuenta este personal.

 

El autor antes mencionado, manifiesta que la sistematización del proceso administrativo se lleva a cabo en cuatro etapas:

 

1. Planificación: es la esencia de la etapa del pensar, ya que para definir objetivos y como lograrlo; es lo primero a hacer, que fin se quiere, con que recursos se cuentan y como se va a hacer al mejor coste. Hacer un plan que indique sobre lo que se va a trabajar.

 

2. Organización: define el cómo hay que llevar a cabo el plan. Es la preparación de una estructura de organización y de funcionamiento. El elemento organizatorio es el que establece las relaciones entre los elementos del sistema para el fin designado y el funcionamiento es lo que se quiere conseguir. Proceso del hacer o ejecución, posterior al pensar.

 

3. Dirección: definido como la toma de decisiones, según los recursos y objetivos planificados y la comunicación a todos los elementos de la organización, para que sepan que las decisiones tomadas tienen como finalidad el cumplimiento del plan y que sepan qué se va a hacer para ponerlo en práctica, dirigiendo el proceso.

 

4. Control: ejecución o desarrollo de la acción. Control o evaluación de que lo planificado se haya cumplido. Es evaluar lo obtenido en función de lo previsto en el plan.

 

Es una estructura circular en la cual se relacionan permanentemente unas etapas con otras y la conclusión de la última etapa lleva a la primera: qué no se ha cumplido, qué queda pendiente y porqué, siguiendo todo el proceso. La evaluación no se considera la etapa final, sino la continuidad del proceso, ya que el proceso tiene continuidad y es sistemático.

 

En este contexto, el proceso administrativo dentro de Enfermería, sigue la base del Proceso de Enfermería, siguiendo las fases de planeación, organización, selección de personal, dirección y control. La organización administradora debe poseer una estructura para el orden, ya sea la del personal como la relaciones interpersonales, describiendo responsabilidades en relación a autoridad y realización de tareas demandadas; para ello es necesaria la completa formación de los conocimientos básicos de administración, pues favorece el ejercicio profesional para ser aplicado dentro del proceso de Enfermería, y así cooperar efectivamente con los otros profesionales de salud, creando un clima favorable para planear, organizar, dirigir, ejecutar y evaluar la Atención de Enfermería y los Servicios que tiene a su cargo.

 

En cuanto a las competencias docentes e investigativas, la Enfermería como ciencia posee un cuerpo de conocimientos que le son propios y específicos. Es deber del docente de la carrera, trasmitir sus conocimientos, por una parte en la formación de futuros profesionales de la salud en el campo de la ciencia de la Enfermería y por otra parte como profesional sanitario, debe participar en actividades de educación para la salud en personas, familias, núcleos sociales y comunidades; por lo que éste profesional tiene la obligación de la autoeducación continua, siguiendo el avance de la ciencia.

 

En este sentido, el personal de Enfermería que se encarga del rol docente, debe gestionar conjuntamente con el personal coordinador y supervisor, las necesidades de capacitación del personal, elaborar programas de Educación en Servicio y Educación Continua al personal de Enfermería, proveer oportunidades para la utilización de las capacidades de cada miembro del personal en el desarrollo de los programas, asesorar la revisión y actualización de los programas, al mismo tiempo que facilita y motiva el progreso profesional del Personal de Enfermería, dando oportunidades de estudio en la adquisición de nuevas experiencias.

 

La Enfermería lleva a cabo la investigación con base a todas aquellas actividades dirigidas a fomentar el avance en estudios prioritarios de salud, con el propósito de aprender nuevos aspectos de la profesión y mejorar la práctica. De modo que el proceso enseñanza-aprendizaje en Enfermería no puede llevarse a cabo al azar, sino responder a una intencionalidad ontogenética que va a permitir descubrir los mecanismos psicológicos de formación de la personalidad, teorías, principios y convicciones de los actos profesionales de Enfermería.

 

Como bien señala Gallegos (2001), el inicio de la Enfermería moderna se registra con Florencia Nightingale, quien aseguró que para hacer Enfermería se necesitaba conocimiento objetivo derivado de las ciencias básicas, de las reglas o procedimientos basados en principios científicos y de habilidades obtenidas por medio de la experiencia. Desde entonces, la Enfermería ha tenido que sustituir las técnicas, por la aplicación de bases cognoscitivas, tecnológicas y estéticas como fundamento de su práctica.

 

Evaluación

 

Para Gutiérrez (2005), la evaluación es un enjuiciamiento analítico entre lo planteado y lo realizado. Precisa el grado de éxito o fracaso de una acción, comparando sus resultados con lo que se esperaba de él. Por ello, una evaluación revela la efectividad de las acciones emprendidas (p.2)

 

Continua el mismo autor manifestando que con ella se pretende realizar un análisis objetivo acerca de las distintas etapas desarrolladas y resultados alcanzados, de manera que se pueda determinar el logro de los objetivos, la pertinencia de las acciones, la aplicabilidad y sustentabilidad de las acciones. La evaluación no sólo se limita a registrar o medir resultados para la toma de decisiones, sino que es un aprendizaje que permite ampliar y enriquecer las perspectivas conceptuales y prácticas, permitiendo focalizar las acciones y controlar las relaciones y factores que inciden en los resultados. Por lo tanto, la evaluación emerge con responsabilidad y se convierte en un antecedente fundamental en toma de decisiones.

 

Sánchez (1991), que retoma la definición de la ONU (1984), diciendo que la evaluación es:

 

El proceso encaminado a determinar sistemáticamente y objetivamente la pertinencia, eficiencia y eficacia o impacto de todas las actividades a la luz de sus objetivos, siendo un proceso organizativo para mejorar las actividades todavía en marcha y ayudar a la administración en la planificación, programación y toma de decisiones futuras. (p.13)

 

El concepto de evaluación debe responder a lo que se podría denominar postulados o principios fundamentales de la práctica social responsable; en este sentido la evaluación es un imperativo ético y una responsabilidad social con las comunidades o los grupos a quienes pertenecen los recursos tanto físicos, materiales y humanos.

 

Evaluación de Competencias

 

Fernández (2001) describe que la evaluación por competencias, se centra en un punto intermedio entre un enfoque positivista-racionalidad-técnica y un enfoque emergente: la reflexión en la acción y la epistemología de la complejidad. Puede pensarse como la evaluación de capacidades innatas o como evaluación de habilidades que pueden ser intervenidas desde lo social.

 

De igual manera el autor refiere que la evaluación por competencias se sustenta en fundamentos filosóficos, sociológicos y psicológicos que responde a la globalización y a la universalización del conocimiento. Desde una clasificación general se reconocen dos enfoques teóricos que desarrollan una visión distinta de la evaluación por competencias: la primera es una tradición teórica que mira la evaluación por competencias como un conocimiento actuado de carácter abstracto, universal e idealizado y la segunda que entiende la evaluación por competencias como la capacidad de realización situada y afectada por y en el contexto en el que se desenvuelve el sujeto.

 

Continua Fernández (op.cit) recalcando que la evaluación por competencias es una propuesta que valora el hacer y las acciones del ser humano en un contexto sociocultural y disciplinar específico, pero cuando se involucra el lenguaje en ese hacer, tiende a la formación implica no sólo el hacer del individuo, sino también del ser. Igualmente refiere que la evaluación por competencia ayuda a la concepción del “saber hacer en contexto” pero no soluciona toda la integralidad del ser.

 

Es por ello que en la evaluación por competencia aplicada al personal de Enfermería, se debe pensar en modelos evaluativos que respondan más a las características propias de estas personas y al tipo de actividades que realiza; se tendrá mayor efectividad si los evaluadores son sujetos directos del mismo ámbito y no receptores pasivos de indicadores centralizados, y que los evaluados se sientan partícipes del proceso y del avance en la construcción del conocimiento enfermero.


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