La resistencia bacteriana hasta el 2010
Autor: Lic. E. Arelys Reyes Expósito | Publicado:  27/04/2010 | Enfermedades Infecciosas , Medicina Preventiva y Salud Publica , Farmacologia , Diapositivas de Farmacologia , Diapositivas de Enfermedades Infecciosas , Diapositivas de Medicina Preventiva Salud Publica | |
La resistencia bacteriana hasta el 2010 .4

Si, debido al azar, una de esas mutaciones les permite sobrevivir en presencia de un antibiótico, la misma presión selectiva de éste (mata a todas las sensibles) va a favorecer la aparición de una población bacteriana resistente, o sea, una vez que haya cepas resistentes de bacterias en una población, la exposición a antimicrobianos favorece su supervivencia.

La clave para prevenir la resistencia a los antimicrobianos y conservar la utilidad de los medicamentos disponibles por el mayor tiempo posible está en reducir la presión selectiva.

resistencia_bacteriana_antibioticos/mecanismos_resistencia_microbiana

Los mecanismos de resistencia se pueden agrupar en unos pocos mecanismos generales:

1.- Impedir la entrada alterando la permeabilidad: que consiste en que las moléculas del antimicrobiano penetran en la célula a través de un grupo de canales proteínicos que se llaman porinas, luego la ausencia, disminución o pérdida de estas porinas disminuye la velocidad con que el fármaco penetra a la célula e incluso puede impedir su entrada. Ejemplos: gonococos, Escherichia coli

2.- Impedir la entrada por expulsión activa o reflujo: que está determinado porque las bacterias poseen bombas de salidas que pueden transportar los fármacos hacia el exterior de la célula. Se presenta generalmente en tetraciclinas, cloranfenicol, fluoroquinolonas, macrólidos y B lactámicos.

3.- Destrucción del antimicrobiano por inactivación enzimática: Está dado porque las bacterias producen enzimas capaces de inhibir la actividad antimicrobiana.

Ejemplos:

a) Beta lactamasas que actúan hidrolizando el anillo betalactámicos de las penicilinas y cefalosporinas inactivando así al antimicrobiano.

b) Carbapenemasas que derivan de las β-lactamasas, se destacan las dependientes de Zinc, se denominan metalo-beta-lactamasas (MBLs), son resistentes a los inhibidores clásicos de beta-lactamasas, pero son sensibles al EDTA. En el año 1991 en Japón se identifica en un aislado de Serratia marcescens la primera MBLs adquirida, denominada IMP-1. En la actualidad se han reportado alrededor de 17 variantes. Las metalo-beta-lactamasas (MBLs) son las carbapenemasas de mayor importancia clínica y epidemiológica a nivel mundial, debido al alto nivel de resistencia que presentan para los β- lactámicos (excepto aztreonam), la alta tasa de mortalidad asociada y a la persistencia en el ambiente hospitalario.

c) Beta--lactamasas de espectro extendido. (BLEE) que hacen resistencia a penicilinas, cefalosporinas y cabapenems.

4.- Impedir la unión al sitio diana o receptor: Que ocurre por alteración de su estructura. Ejemplo: es lo que ocurre con las PUP que al aparecer genes mutantes en las bacterias provocan alteraciones en la PUP lo que incide en la afinidad de los antibióticos, aumentando la resistencia de gérmenes grampositivos (estafilococos, estreptococos, neumococos)

5.- Desarrollo de nueva vía metabólica: Donde se sintetizan de nuevos metabolitos.

Relación germen- huésped - antimicrobiano

El conocer la interacción existente entre germen-huésped-antimicrobiano es fundamental para comprender la fisiopatología de las enfermedades infecciosas.

Así el germen es el productor de la enfermedad, el huésped es el individuo en el que se desarrolla la enfermedad y el antimicrobiano es el que va a destruir al agente etiológico de la enfermedad.

El germen ataca al huésped y le produce infección, el huésped se defiende del germen con una acción inmunológica que destruye al germen, esto no es posible en las personas inmunodeprimidas por lo que su manejo terapéutico se vuelve muy difícil.

El antimicrobiano colabora con el huésped para destruir al germen, sin embargo el huésped lo metaboliza o elimina rápidamente al antimicrobiano, haciendo que su acción termine, el antimicrobiano al huésped a veces le produce toxicidad alterando sus componentes celulares.

Cuando el antimicrobiano es el adecuado, el germen sensible es destruido, a su vez el germen por un mal uso de los antimicrobianos produce mecanismos de defensa creando resistencia hacia el antimicrobiano.

Factores a tener en cuanta con el huésped:

- Sitio de infección
- Edad
- Embarazo, lactancia
- Sistema inmunológico
- Comorbilidades

Para lograr la cura de una infección es necesario conocer:

Los factores locales del sitio de infección los cuales repercuten en la acción del antimicrobiano, por ejemplo, la presencia de pus, de cuerpos extraños como prótesis cardiacas, marcapasos, sondas catéteres. Impiden la acción del antibiótico.

El tratamiento satisfactorio de una infección depende de la concentración del antibiótico en el sitio de infección, que debe ser suficiente como para inhibir el desarrollo del agente causal.

La edad es un factor importante que determina la farmacocinética de los antibióticos, por ej. en el recién nacido, en particular en el prematuro, los mecanismos de eliminación y biotransformación hepática se encuentran poco desarrollados, por lo tanto será necesario ajustar las dosis. En los ancianos los procesos de ADME están retardados. Lo que conlleva a la acumulación de fármacos en el organismo con la posible aparición de efectos indeseables.

Lo mismo sucede con el embarazo, donde hay un riesgo mayor de sufrir efectos indeseables. Por ejemplo, las tetraciclinas tienen efectos en los huesos y dientes del feto.

En las mujeres lactantes los antibióticos pasan al recién nacido, pudiendo provocar posibles efectos teratógenos.


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