Comportamiento del suicidio en el Area Integral de salud Comunitaria de Zapara
Autor: Dr. Hugo Ignacio Tissert Chávez | Publicado:  24/05/2010 | Psiquiatria , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Comportamiento del suicidio en el Area Integral de salud Comunitaria de Zapara .5

Dentro de los factores sociales predisponentes: solteros, viudos, separados o divorciados, vivir solo, pérdida o fracaso de una relación amorosa en el último año, mayormente el medio urbano, problemática social, familiar o laboral grave, desempleados y ateos. (13)(14)(15)(18)(19).

Por estar el suicidio relacionado muy estrechamente con el estado de depresión, se ha comprobado que en más del 80% de estos actos consumado, ha estado presente esta y así se puede confirmar que en más de la mitad de los suicidios ha tenido un rol importante (9).

Cuando a este factor depresivo se le suma el uso de sustancias como alcohol y drogas que afectan la conciencia y el comportamiento del individuo, la posibilidad de que ocurra un suicidio, se incrementa mayormente. También sin abusar de tecnicismos digamos que la depresión, la ansiedad, dolor crónico, adicciones al alcohol y drogas como cocaína, marihuana, opiáceos, heroína, son factores predisponentes al intento de suicidio en sí. (20)(21).

Es muy importante la debida consideración a este trastorno tanto en la prevención como en atención y seguimiento del comportamiento suicida, ya que al prevenir y tratar adecuadamente la depresión cuando aparece, es prevenir el suicidio. Las principales manifestaciones se encuentran en el estado de ánimo, en el pensamiento y la actitud psicomotora. Entre los síntomas de orden psíquico se presentan: sensación de decaimiento, tristeza y falta de ánimo severos y convincentes, pérdida de entusiasmo, desesperanza, falta de interés y planes futuros, sensación de impotencia, sentimientos de culpa ante problemas sin importancia, irritabilidad para con los demás y para consigo, pérdida o disminución de la autoestima, deseos de morir, de matarse e ideación sobre las formas de hacerlo, pensamiento enlentecido y de actividad psicomotora. Estos trastornos pueden llegar a constituir el síndrome depresivo psicótico (dado por profunda tristeza, enlentecimiento psicomotor, ideas y propósitos suicidas. (14)(17)(18)(21).

Según estudios realizados en las consultas de psiquiatría, la depresión aumenta entre 60 – 69 años, en el sexo femenino, viudos, jubilados y con bajo nivel escolar en un 82.6%, presentándose simultáneamente con otras enfermedades, destacándose los trastornos de ansiedad, los psicosomáticos y el abuso de sustancias como también el insuficiente apoyo familiar lo cual contribuye a su depresión. (14)(18).

Ante una población cada día más envejecida, los trastornos depresivos son más frecuentes en los ancianos aumentando estas cifras en los ancianos discapacitados (26) (27).

Según estudios realizados, la principal forma de combatirlo es la prevención, no subestimar el problema y la buena capacitación del personal que atiende las emergencias de los hospitales, centros de salud y puestos médicos, además de un buen diagnóstico de la depresión que es la señal de alerta. (28)(29).

Si algo inquieta al psiquiatra y a todo el equipo de salud es la posibilidad de un suicidio en un enfermo mental. El límite entre enfermedad y salud mental, no es claro ni bien definido y los criterios para designar a una persona sana o enferma, han variado según los distintos enfoques. Entre los signos de alarma se encuentran; llanto inconsolable, tendencia al aislamiento, amenazas suicidas, deseos de morir, desesperanza, cambios súbitos de conducta, afectos y hábitos, excesivo consumo de alcohol y drogas, realizar notas de despedida (30)(31).

Debemos añadir que la depresión es una enfermedad y que como tal requiere tratamiento que puede necesitar de su remisión al especialista según sea su evolución; pero que se ha de iniciar en la Atención Primaria de Salud, se hace necesario ante el diagnóstico de ella, informar a los familiares y al paciente que esta es una condición médica y que no es expresión de dejadez o abandono voluntario de las responsabilidades y tareas habituales, explorar siempre el riesgo de suicidio, aprovechar los factores protectores del medio procurando, el posible apoyo emocional y los cuidados que la persona pueda recibir por parte de la familia, compañeros y círculo de amistades. Se hace menester dispensarizarle como riesgo de suicidio y en una etapa inicial, planificarle actividades dirigidas a recuperar la autoestima, rechazar ideas pesimistas e irracionales y a realizar actividades que contribuyan a estimularle, para evitar la concentración en temas negativos .Ante una mejoría mantener la vigilancia acerca de una posible recaída así como sobre la posibilidad de que ahora con más energías, sea capaz de llevar a cabo los propósitos suicidas que no tenía fuerza para realizar.

Los medios de comunicación según el profesor Sergio Pérez Borrego, constituyen un valioso aliado en la prevención del suicidio como causa de mortalidad evitable, debido a la posibilidad de comunicarse con las multitudes ya que ellos publican: los factores de riesgo para el suicidio, los factores protectores para evitarlo, los signos de alarma de una crisis suicida, publican las fuentes de salud mental a los que pueden acudir los casos en crisis suicida, publican los grupos de riesgo suicida así como medidas sencillas que permitan a la población saber que hacer en caso de un sujeto con riesgo suicida. La conducta suicida, se halla muy relacionada con los cuadros depresivos y no es una conducta exclusiva de los adultos ya que la tendencia al suicidio puede estar influida también por factores psicosociales. (21)(32)(33)(34).

Comportamiento del suicidio a escala mundial:

La OMS considera que alrededor de 1000 personas se suicidan cada día y que las tasas de suicidios, experimentan una creciente tendencia en la población joven. En Cuba el suicidio también ocupa un lugar entre las primeras causas de muerte entre las edades de 14-19 años lo que nos hace pensar que constituye un problema de salud en nuestra población. (13)(14)(15). En el conjunto de la Unión Europea, los fallecimientos ligados a la inestabilidad mental están en constante aumento, cada país está enfrentando la misma problemática: stress, soledad, desesperanza, pérdida de identidad, disminución de la cohesión social y familiar. Las últimas estadísticas suministradas revelan una espeluznante proporción de suicidios en los países del Viejo Continente (los europeos parecen conducir mejor sus autos que sus propias vidas). En Europa, las muertes voluntarias superan a los que fallecen víctimas de los accidentes de las rutas. (22)(30)(33).

Según un comisario europeo de salud “las enfermedades mentales son el asesino invisible de Europa”. El informe de las autoridades europeas, señalan precisamente que la mayoría de los suicidios están ligados a una enfermedad mental, en primer lugar la depresión. El 15% de las personas afectadas por la depresión se suicidan y el 56% intenta hacerlo. (33)(34).

En Europa, no menos de 30 millones de personas sufren de depresión grave, el cuadro de suicidios correspondientes al Viejo Continente abarca todos los sectores sociales y el segmento social de edades comprendidas entre los 15-35 años, siendo la segunda causa de muerte después de los accidentes del tránsito (20)(30).

El comportamiento suicida según un estudio europeo realizado, responde a un conjunto de causas asociadas a una compleja red de factores independientes que pueden ser:

1.- psiquiátricos (depresión, esquizofrenia, drogas, alcoholismo).
2.- biológicos o genéticos (antecedentes familiares suicidas).
3.- conflictos personales (pérdida de un ser querido, o del trabajo).
4.- factores psicológicos (conflictos interpersonales, violencia o antecedentes de malos tratos en la infancia).
5.- factores sociales.


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