Crisis hipertensiva en pacientes con enfermedad cardiovascular hipertensiva
Autor: Dr. Luis Felipe Hernández Hernández | Publicado:  31/01/2011 | Cardiologia | |
Crisis hipertensiva en pacientes con enfermedad cardiovascular hipertensiva .2

Investigaciones recientes muestran que los antihipertensivos son el grupo farmacológico más consumido por la población, y a su vez, uno de los más afectados en lo que adhesión al tratamiento farmacológico se refiere. Dentro de los motivos de abandono del tratamiento, la aparición de reacciones adversas con el uso de los antihipertensivos es una causa reportada por la literatura. Este comportamiento está dado por el amplio patrón de reacciones adversas descrito para los grupos farmacológicos usados con este fin. (15-18)

Estudios realizados en el continente americano mostraron que de las 16.693 personas estudiadas, el 27,8% tenía una presión arterial diastólica por encima de 90 mmHg. En el contexto geográfico, los estados orientales mostraron una mayor prevalencia (35,8%), mientras que lo opuesto ocurrió en los estados andinos (21,7%) (19). Estos resultados fueron compatibles con los obtenidos en otra campaña similar en años anteriores y que se discute más adelante.

Paramio y Marín (20) en un estudio realizado en el estado Táchira, encontraron un gran número de pacientes que desconocía su enfermedad, lo cual constituyó nuevo diagnóstico, en ellos fue significativo el predominó la hipertensión arterial sisto-diastólica, en los que los hábitos higieno-dietéticos fueron deficientes, con alta incidencia de factores de riesgo y donde la cardiopatía isquémica (23.81%), resultó significativa. Ello demuestra el pobre control de la enfermedad, en donde la incidencia oculta constituye riesgo adicional para estos pacientes.

Dada la amplia prevalencia de la enfermedad cardiovascular hipertensiva, los riesgos que ella implica y los beneficios y seguridad del tratamiento, la comunidad médica debe entender que la única forma de reducir sus complicaciones es mediante una doble vía que incluye el control estricto de las cifras tensionales con el objetivo de alcanzar los valores dentro del rango normal y el control o erradicación de los demás factores de riesgo modificables. Tan sólo la intervención enérgica y radical puede traer los beneficios esperados en el manejo del paciente hipertenso.

Como consecuencia, es responsabilidad de las sociedades científicas que agrupan a las distintas especialidades mejorar la formación de sus integrantes en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad cardiovascular hipertensiva.

La hipertensión arterial, considerada como una enfermedad en sí misma, constituye, además, el factor de riesgo más importante en el origen de las dolencias del corazón, las cerebrovasculares y la insuficiencia renal. Alrededor de un 30% de la población cubana mayor de 14 años es hipertensa conocida, y se estima que después de los 50 años casi el 50% puede padecerla.

En Cuba las crisis hipertensiva constituyen un motivo de consulta frecuente en los Servicios de Urgencias hospitalarios y de Atención Primaria, con una clara tendencia al aumento de su incidencia en los últimos años. En algunas ocasiones, pueden llegar a constituir una auténtica emergencia médica. Aproximadamente un 1-2% de los pacientes hipertensos desarrollarán una crisis hipertensiva en algún momento de su vida. (21)

La morbilidad por crisis hipertensiva según datos estadísticos, ha ido en aumento en los últimos años en el policlínico Universitario “Hermanos Martínez Tamayo”. Es habitual asistir allí pacientes con dolor precordial y sobre todo por ansiedad, que presenten cifras tensionales altas. Confundiéndose en ocasiones la subida tensional (hipertensión por angustia o ansiedad) con repercusión cardiaca, angina, infarto, insuficiencia cardiaca y arritmias, (emergencia o crisis hipertensiva).

La incidencia de emergencias hipertensiva ha ido reduciéndose en el policlínico universitario “Hermanos Martínez Tamayo” ya que en años anteriores debido al funcionamiento del Sistema Integrado de Urgencias médicas, estos pacientes eran trasladados hasta la unidad, se compensaban y luego remitidos, lográndose una mayor estadía en el sistema, unido a la idiosincrasia de las personas que prefieren ser asistidos en el hospital.

Por el contrario, las urgencias hipertensiva continúan siendo frecuentes, y en el Cuerpo de Guardia la hipertensión arterial constituye aproximadamente entre el 15 y el 20% de todas las consultas (observaciones no publicadas extraídas de los reportes del Departamento de estadística). Llamando la atención que estos pacientes son tratados como tal, se observan en su mayoría ya sea en el cuerpo de guardia o en la sala de observación y al revisar las microhistorias y hoja del cargo del profesional que presta el servicio solo aparecen cifras tensionales elevadas e incluso la descompensación clínica que avala el diagnostico de la crisis pero no se informa como tal.

Cabe entonces preguntarse:

¿Cómo se comporta la crisis hipertensiva en pacientes previamente hipertensos con daño cardiovascular asistidos en el sistema de urgencia del policlínico en cuestión?

La respuesta a esta pregunta y la necesidad de mejorar la calidad de la atención de los pacientes con esta enfermedad, quienes constituyen un motivo de consulta frecuente en el centro de atención, constituyeron la razón fundamental para la realización de este estudio.

El aporte teórico de la investigación consiste en abordar con profundidad científica aspectos concernientes a la enfermedad cardiovascular hipertensiva y cómo hacerlo cada día mejor, brindando conocimiento básicos y elementales a los profesionales encargados de prestar este servicio, con los cuales le permitirán afrontar con la debida competencia y desempeño cualquier situación que en tal sentido se les pueda presentar.

Su aporte práctico se considera al caracterizar el comportamiento de la crisis hipertensiva en pacientes hipertensos con diagnostico de Enfermedad Cardiovascular Hipertensiva asistidos en el servicio de urgencia del policlínico Universitario Hermanos Martínez Tamayo, municipio Baracoa, abordando los aspectos esenciales de estos eventos, ello llevará a la búsqueda y consecución de medidas para su mejor manejo y control.

Objetivos

General:

Determinar cómo se comporta la crisis hipertensiva en pacientes previamente hipertensos con diagnostico de Enfermedad Cardiovascular Hipertensiva asistido en el servicio de urgencia del policlínico universitario “Hermanos Martínez Tamayo” del municipio Baracoa, en el período de Enero 2005 a Diciembre del 2008.

Específicos:

1. Caracterizar a los pacientes según edad, sexo y factores de riesgo asociados y relacionándolo con el tipo de crisis hipertensiva.

2. Definir la repercusión somática existente según el tiempo de evolución de la enfermedad y el grado de adherencia terapéutica de cada paciente.

3. Identificar la presencia de complicaciones en la muestra procesada relacionándola con el tipo y el grado de control de la enfermedad.


Marco Teórico

Las múltiples facetas en la enfermedad cardiovascular hipertensiva.

La apreciación indebida de la fisiopatología de la hipertensión ha condicionado la expectativa irreal de que la sola disminución de la tensión arterial (TA) puede revertir el riesgo cardiovascular. Hoy en día se conoce que las cifras tensionales elevadas no son más que una parte del espectro de la enfermedad cardiopulmonar hipertensiva, que en un contexto más racional implica alteraciones metabólicas y hemodinámicas donde participan otros factores de reconocida importancia que modifican el riesgo cardiovascular, tales como son: el incremento en la agregación plaquetaria, vulnerabilidad a las arritmias, hiperlipidemia/dislipidemia y resistencia a la insulina. (22)

Muchas de estas anormalidades, independientemente de la elevación de la tensión arterial, además de no ser detectadas por el médico conducen al aumento del riesgo cardíaco, lo cual explica que la morbilidad y mortalidad en los pacientes hipertensos tratados se mantengan muy por encima de la tasa de enfermedades cardiovasculares observada en la población en general, donde el punto crucial es la concomitancia de otros factores de riesgo. En un estudio de seguimiento de 20 años de un numeroso grupo de pacientes tratados (5 337 hombres y 3 353 mujeres), más del 30% de los participantes poseía más de un factor de riesgo (tabaquismo, colesterol elevado, HDL bajas u obesidad), lo cual representó que el riesgo relativo de eventos fuera 6 veces mayor entre los hombres y 8 veces mayor entre las mujeres al ser comparados con los sujetos de menor riesgo, a pesar de que la tensión arterial bajo tratamiento se mantuvo en valores promedio de 140/87 mmHg. Más aún, la incidencia de infarto de miocardio (IM) y accidente cerebrovascular (ACV) se incrementó desde el primer al segundo período de 5 años, sin aumento en los siguientes 10 años. En contraste, la incidencia de insuficiencia cardíaca aumentó dramáticamente después de los 10 años de seguimiento (23,24).


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