Intervencion educativa sobre lactancia materna saludable
Autor: Dr. Frank Guilian Guzmán | Publicado:  23/08/2011 | Pediatria y Neonatologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Intervencion educativa sobre lactancia materna saludable .5

En cuanto a los factores fisiológicos, se considera que la frecuencia, la duración y el vigor de la succión del lactante influyen en la cantidad de leche producida por la glándula mamaria, es decir, que la secreción está afectada por la demanda. (52)

Como factores sociales, vemos que muchas veces la madre debe recurrir a sucedáneos de la leche materna o a suplementos mientras está fuera del hogar y consecuentemente disminuye la formación de leche. Si esto ocurre entre los 3 y 5 meses, la declinación es marcada, mientras que si es después del sexto mes el volumen de producción puede mantenerse mayor a 500 ml/día hasta después de los 18 meses.(52)

¿Por qué el mundo entero va dejando de lado la alimentación natural?
¿Por qué la modernidad ha transgredido una ley de la naturaleza y optado por una conducta antinatural y catastrófica contra el ser humano?

Las respuestas son complejas y múltiples, entre ellas se pueden destacar:

• La falta de convicción del personal de la salud sobre el valor de la lactancia, lo que provoca desmotivación en las madres para el inicio y mantenimiento de la lactancia exitosa.
• Promoción y comercialización de sucedáneos de la leche materna, en perjuicio de la lactancia natural, a través de los medios de comunicación masiva.
• En los últimos veinte años se ha producido una verdadera revolución social influyendo radicalmente en el descenso del número de niños que gozan de la leche materna.
• La incorporación de la mujer al mercado del trabajo.
• Adopción de prácticas hospitalarias contrarias a la lactancia natural, como el uso de biberones en el recién nacido. (53, 54)

Son estas razones entre otras muchas, las que explican el proceso de declinación de la alimentación natural en el mundo entero, lo que ha sido calificado como “el cambio más significativo de la conducta humana que registra la historia”; y a la vez como el más grave en términos económicos, que la crisis energética, implicando pérdida de este recurso no renovable con beneficios naturales de valor incalculable, precisamente en países que por su subdesarrollo más lo necesitan.

Esto según palabras textuales de Alan Berg.

El arte de dar el pecho y la ciencia de la lactancia se vio avanzar a través de los últimos años, mientras la incidencia y duración de la lactancia materna tuvo altibajos marcados en todo el mundo durante el siglo XX. América latina y el Caribe se encuentran, al final de este siglo, en una fase en que la mayoría de las mujeres aún inician la lactancia materna. Sin embargo, la duración en muchos lugares es corta, menos de un año, principalmente en la población de mayores ingresos económicos. (54)

Desde 1979, la OMS recomendó la lactancia materna exclusiva de 4 a 6 meses de vida. En 1994 y 1996, la AMS y UNICEF recomendaron la introducción de alimentos complementarios a la edad aproximada de 6 meses, reconociendo que la lactancia exclusiva debería durar los primeros 6 meses de vida. Pero la OMS no actualizó sus recomendaciones anteriores aduciendo la necesidad de mayores evidencias, a pesar de que los/as expertos/as habían dado suficientes pruebas que apoyaban la lactancia exclusiva hasta los 6 meses. IBFAN advirtió que esto traería grandes ganancias para la industria de alimentos infantiles pues venderían alimentos complementarios durante dos meses adicionales. (55)

Por primera vez se dan pasos concretos en la solución del problema, por los participantes en la reunión conjunta de la OMS / UNICEF de planificadores de política sobre “La lactancia materna en el decenio de 1990: Una iniciativa a nivel mundial”; que además fue patrocinada por la agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (A.I.D.) y el Organismo Sueco de Desarrollo Internacional (O.S.D.I.), que tuvo lugar en el Spedale degli Innocenti, en Florencia (Italia), del 30 de julio al 1ro de agosto de 1990. Esta declaración establece que, para lograr una salud y nutrición óptima de la madre y el niño, todas las mujeres deberán amamantar exclusivamente a sus hijos y todos los lactantes deberían ser alimentados exclusivamente al pecho desde el nacimiento hasta los dos años de edad o más. (56, 57)

Para lograr esta meta se requiere en muchos países reforzar la “cultura del amamantamiento” y defenderla enérgicamente de las incursiones de la “cultura del biberón”. (58)

Todos los gobiernos deberán desarrollar políticas nacionales de amamantamiento y establecer metas nacionales apropiadas, reforzando todos los medios que defienden y apoyan la lactancia materna con programas complementarios de atención prenatal y perinatal, nutrición y planificación familiar. (52)

Durante la AMS 53, en el año 2000, la Delegación Brasileña propuso una resolución a favor de la lactancia materna exclusiva durante seis meses. El borrador no fue aprobado y el Secretariado de la OMS trató de posponer la resolución sobre alimentación infantil para el año 2002. Pero el comité ejecutivo de la OMS, en enero 2001, claramente definió la necesidad de aprobar esta resolución. Así, decidieron mantener la recomendación de la duración exclusiva de la lactancia materna de "4 a 6 meses" vs. "aproximadamente 6 meses", hasta que los Comités Expertos decidieran sobre el tema y aprobaran la resolución que se discutiría en la AMS 54, en mayo 2001. (58)

En marzo del 2000, fue aprobado por el Secretariado, el reporte del Comité Ejecutivo, poniendo fin a un largo debate sobre la duración de la lactancia materna exclusiva. A pesar de la presión que realizó la industria de alimentos infantiles y de alguna incertidumbre de último momento, la resolución AMS 54.2 fue aprobada el 18 de mayo del 2001. Esta resolución hace un llamado a los Estados Miembros para que apoyen la lactancia materna exclusiva durante seis meses. Esta es una recomendación general de salud pública tomando en cuenta los hallazgos del Comité Técnico de Expertos consultados por la OMS sobre la duración óptima de la lactancia materna exclusiva, y proveer alimentos complementarios seguros y apropiados, continuando con la lactancia materna hasta los dos años de edad y más. El Comité Experto identificó, revisó y evaluó más de 3.000 referencias. Los estudios compararon la lactancia materna exclusiva o predominante por aproximadamente 4 meses con el mismo patrón de alimentación durante 6 meses y no encontraron ninguna evidencia de efectos adversos sobre el crecimiento o mayor morbilidad si se daba la lactancia exclusiva por 6 meses. Sí existe un patrón aumentado de crecimiento más lento en infantes que son exclusivamente amamantados durante 6 meses, particularmente en poblaciones con severa malnutrición materna y con prevalencia mayor de retardo en el crecimiento intrauterino. También es probable que el nivel de hierro no sea óptimo en infantes exclusivamente amamantados durante 6 meses en poblaciones donde el status materno de hierro y el almacenamiento de hierro en infantes es menor. (59)

Sin embargo, la revisión confirmó que la lactancia materna exclusiva durante 6 meses protege contra infecciones gastrointestinales, aún frente a la utilización de alimentos complementarios preparados higiénicamente, y definió que ofrece una mayor ventaja ya que prolonga la duración de la amenorrea lactacional en madres que amamantan frecuentemente (10 a 14 veces por día). La recomendación de amamantar exclusivamente durante 6 meses se aplica a las todas las poblaciones. Sin embargo, algunas madres no podrán hacerlo o decidirán no hacerlo, y deben ser apoyadas para que brinden una óptima nutrición a sus infantes. Merece atención particular el status nutricional de las madres embarazadas y lactantes, y el nivel de micro- nutrientes en bebés que viven en áreas con deficiencias altas en la prevalencia de hierro, zinc y vitamina A. También son importantes las rutinas de cuidado individual y el chequeo sobre el crecimiento y signos clínicos de deficiencia de micro- nutrientes. (60)

La anterior conclusión sobre alimentación infantil se apoya en la evidencia disponible a la fecha. La lactancia materna por sí misma, puede llenar las necesidades de nutrición durante los primeros 6 meses, con la posible excepción de la vitamina D para ciertas poblaciones y de hierro en bebés de bajo peso al nacer. Los alimentos complementarios antes de los 6 meses de edad desplazan la leche materna y no ofrecen ninguna ventaja de crecimiento sobre la lactancia materna exclusiva. La leche materna sigue siendo la mejor proveedora de las cantidades sustanciales de los nutrientes claves más allá del primer año de vida, especialmente en proteína, grasa y muchas vitaminas. Los/as infantes alimentados/as con leche materna tienden a ganar menos peso que aquellos/as que utilizan fórmula en la segunda mitad de la infancia.

Esta diferencia no parece tener ningún resultado de deficiencia nutricional, sino que más bien se refiere a una autorregulación del consumo energético. Nuevos modelos de crecimiento basadas en infantes amamantados/as durante el primer año de vida ya están siendo desarrolladas por la OMS. Los nutrientes que se ven limitados en las dietas con leche materna son minerales como el hierro, zinc y calcio. Utilizando la siguiente guía se puede asegurar que se llenen las necesidades nutricionales después de los 6 meses de vida:

1. continuar la lactancia materna a demanda.
2. ofrecer diariamente una variedad de alimentos complementarios como frutas, vegetales y productos animales (carne, pescado, pollo, huevos).
3. ofrecer cereales fortificados con hierro y carnes.
4. el calcio puede obtenerse a través del queso, yogurt y otros productos lácteos (aunque la leche de vaca fresca no se recomienda antes de los 12 meses de edad).


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