Sentimientos enfermera ante embarazo a temprana edad. Vision enfermeros consulta prenatal .2
Viendo las cosas así, creo que es significativo que la enfermera al abordar a la adolescente embarazada en la consulta prenatal, le proporcione un entorno cálido, comprensivo, desarrollando una relación de cuidado humano, ayuda y confianza que le permita junto a la adolescente vivir la experiencia, así la embarazada expresará sentimientos positivos y negativos ante la persona enfermera.
Es de hacer notar que la enfermera para instaurar el cuidado y conocer la percepción, sentimientos e inquietudes de la adolescente embarazada, requiere de creatividad para ayudarla a reducir el estrés, el temor y la ansiedad, de manera que la adolescente pueda centrarse en el hijo (a) por nacer. Además, se debe fortalecer las conductas generadoras de salud, el sostenimiento y preservación de la misma y facilitar el autoconocimiento, autocontrol, auto-respeto y autocuidado, en tanto se estimulan y se respetan sus creencias como influencias significativas en la promoción de la salud.
Ahora bien, el nacimiento de un hijo crea tantas expectativas en sus padres y el núcleo familiar, estas cambian significativamente cuando el embarazo presenta complicaciones que colocan en peligro la vida de la adolescente y de su hijo por nacer. Por tanto conocer lo que está pasando en este momento es fundamental para reorientar las intervenciones de nuestro quehacer como enfermera (os), hacer entenderle a la joven su comportamiento, lo que implica comprender sus sentimientos especialmente cuando se presenta como un evento inesperado, no contemplado dentro de las expectativas de su joven existencia.
Viendo así las cosas creo, que ante el embarazo en la joven madre se generan una cadena de sentimientos, comprendidos estos como un fenómeno afectivo que se expresa a través de reacciones subjetivas moderadas de placer y displacer. En la perspectiva que aquí adoptamos, los sentimientos son la respuesta física y emocional de la forma en que pensamos y reaccionamos ante los eventos de la vida diaria, además todos sabemos, que cuando se trata de dar forma a nuestras decisiones los sentimientos cuentan tanto como el pensamiento. Por ello creo que desde la consulta prenatal, se propicia el instante preciso para establecer la comunicación transpersonal, ya que es el escenario para la manifestación de actitudes por parte de la adolescente, allí la/el enfermera(o) ofrecerá información además, de un cuidado oportuno y adecuado para disminuir su ansiedad y temor insinuándoles tranquilidad y confianza durante el proceso de gestación hasta el parto.
De acuerdo a mi experiencia profesional percibo, que el embarazo en cualquier edad constituye un hecho biopsicosocial muy importante, conllevando a una serie de situaciones de acuerdo al significado que cada una de las adolescentes embarazadas le otorgue a su estado, así como al entorno familiar y social en el cual se desenvuelve. Por ello, estoy convencida que el cuidado humano se convierte en una práctica en el cuidado enfermero para obtener las metas específicas en la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas del año 2000, para elevar los niveles de conciencia en salud materna, así reducir la mortalidad materna-fetal-neonatal.
Es de hacer notar que el embarazo en la adolescente, organiza una crisis de maduración que puede ser estresante pero que tiene recompensa en la medida en que la mujer se prepara para un nuevo nivel de cuidado y responsabilidades. El concepto de sí misma cambia al prepararse para la maternidad; reevalúa su autoimagen, sus creencias, principios, prioridades, patrones de comportamiento, relaciones con los demás y su habilidad para resolver problemas y es que poco a poco pasa de ser autónoma e independiente a adquirir un compromiso de por vida por otro ser humano.
Por lo que en éste crecimiento requiere que haya dominio de ciertas tareas del desarrollo, aceptar, el embarazo e identificarse con el papel de madre de igual manera, establecer una relación con el hijo (a) que esta por nacer y prepararse para la experiencia del nacimiento; por estos motivos, la enfermera desde la consulta prenatal debe establecer una relación de ayuda cierta que involucre elementos del cuidado humano para que la adolescente se adapte a su nuevo y maravilloso rol que en el momento para ella es totalmente desconocido y estresante.
Por tal motivo, la enfermera durante el abordaje de la adolescente embarazada en el control prenatal debe mostrar sentimientos de ternura, empatía, comprensión y afecto para influir en ella para que acepte la idea del embarazo y asimile el estado de preñez dentro de su forma de vida; y es que el grado de aceptación se ve reflejado en la disposición de la adolescente para con el embarazo y en sus respuestas emocionales. Allí, la enfermera como cuidadora debe favorecer la comunicación con la gestante para que ésta, exprese sentimientos ambivalentes como amor y tribulación para con el embarazo, ya que esto es normal que se presente en la joven como respuesta consciente al prepararse para asumir su nuevo rol. Este aspecto se ve caracterizado en los pensamientos de Ramona Mercer citada en Marrinner (1997), cuando señala:
La forma en que la madre define y percibe éstos acontecimientos, está determinada por un núcleo de sí misma relativamente estable, adquirido a través de la socialización a lo largo de su vida”;... “las percepciones sobre su hijo y otras respuestas referentes a su maternidad, están influidas además de la socialización, por las características innatas de su personalidad o por su nivel evolutivo” (p. 425).
Señala la autora en su enfoque de la maternidad, que la adopción del rol materno es un proceso evolutivo e interactivo, en el cual la madre se va sintiendo vinculada a su hijo, adquiere competencias en la realización de los cuidados asociados a su papel y experimenta placer y gratificación dentro de sí misma; de allí la importancia del control prenatal, donde son las enfermeras las llamadas a proveer orientación para la salud, dada la continua interacción con la gestante durante todo la etapa gestacional.
Dentro de este contexto, en el fenómeno de la gestación a temprana edad, no se debe obviar lo referido por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2006), quien refleja que existen a nivel mundial 3.058% embarazos, de los cuales el 20% presentan complicaciones; desde esta cosmovisión, es loable el compromiso de enfermería dentro del Programa de Salud Sexual y Reproductiva dándole cumplimiento a las actividades, competencias y funciones para un adecuado control prenatal.
Otro punto a considerar es que la OMS para el año 2006, señala que Venezuela está en los primeros lugares en relación con el embarazo en adolescentes; aunque actualmente en el mundo, hay más de cien millones de este grupo etario cursando un embarazo; con una proporción mayor en los países desarrollados. Desde el abordaje de ésta realidad, he podido constatar durante mi desempeño profesional en el Hospital Dr. Jesús León Rivas en Cúpira, estado Miranda, un gran número de casos de jóvenes embarazadas registradas en la estadísticas de este centro hospitalario en lo que va del año 2011, asistiendo al servicio de obstetricia bimensualmente un aproximado de 289 embarazadas adolescentes.
En este orden, tienen un significado especial la adolescente en situación de preñez que acuden a la institución hospitalaria ya que según información obtenida, se considera alarmante dado los efectos biológicos, psicológicos y sociales que de ello se derivan no solo para el núcleo familiar, también para la embarazada. De ahí, que la enfermera, debe abordar a la embarazada adolescente con una sonrisa, mostrar una dulce mirada, observar y escuchar con atención mirando a los ojos a la gestante cuando le habla, demostrando interés y compromiso por apoyar el cuidado de la salud durante ese éste periodo, entrando en el propio mundo de la madre para comprenderlo y fortalecerlo.
De ahí en términos de prevención, la enfermera promocionará la salud materno fetal desde la consulta prenatal a través de la consejería, de ésta forma prevenir la muerte materna y/o fetal, o problemas de salud en ella y su futuro hijo (a). De manera que la enfermera debe reflexionar y pensar que la consulta prenatal, es el segmento de la atención materna donde se evalúa a la mujer embarazada, con o sin enfoque de riesgo; lo cual significa que toma en consideración la presencia de ciertos factores que pudieran aumentar el riesgo en la madre sobre todo cuando esta es adolescente.
En éste orden, creo que el espacio de la consulta prenatal cumple funciones preventivas y de diagnóstico precoz al valorar las condiciones maternas y fetales, que podrían llevar a complicaciones del embarazo y parto. También sirve para la identificación temprana de ayuda profesional inmediata, al reconocer las señales de alarma de los problemas que podrían ocasionar una lesión grave e incluso la muerte de cualquiera de los dos sin descuidar la atención integral antes y después del parto.
Por lo que desde éste estudio basado en una visión cualitativa – fenomenológica como enfermera intento ver la consulta prenatal como un escenario que le permite dar un significado importante como persona a la gestante adolescente, para comprenderla ante el riesgo que implica un embarazo a temprana edad, tomando en cuenta el nuevo ser que tiene en su interior, sin obviar la promoción para la salud como elemento esencial primordial para acceder a la vigilancia prenatal; y es que la enfermera como profesional y como parte del equipo de salud, está comprometida con el cuidado de la embarazada, ofrecer un sistema de apoyo personal; esto va a facilitar asumir un rol más activo con la educación en salud, reconociendo oportunamente los factores protectores y las conductas de riesgo, estimando el grado de vulnerabilidad en cada contacto con la adolescente embarazada en la consulta prenatal.
Es mi intención profundizar en el mundo interior de las enfermeras en el abordaje a la adolescente embarazada con la finalidad de dejar claro la relevancia social de éste estudio, pues las consecuencias de un embarazo temprano redunda en un alto costo para la familia, la sociedad y para el desarrollo nacional, además que limita el desarrollo personal de la madre; en muchos casos al producirse éste hecho en un contexto de desaprobación, repercutiendo directamente en el incremento de la pobreza. Asimismo, su importancia está dada porque el ejercicio profesional de la enfermera, está fundamentado en una transacción de cuidados con los factores cuidativos para trascender en el tiempo, contribuyendo a que el advenimiento de este nuevo ser se convierta en un momento de felicidad para todos los que participan en este proceso.