Conocimiento sobre la prevencion del embarazo en la adolescencia
Autor: Lic. Ángela M. Menéndez González | Publicado:  13/02/2012 | Ginecologia y Obstetricia , Pediatria y Neonatologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Articulos | |
Conocimiento sobre la prevencion del embarazo en la adolescencia .2

Más recientemente, en el año 2000, el MINSAP aprobó la implementación de un programa especialmente dirigido a la atención integral a la salud de adolescentes (4), que enfatizó el logro de estilos de vida más saludables, publicado en el año 2000, el programa cubano se nutrió de la experiencia acumulada en los servicios de salud sexual y reproductiva y de psiquiatría, y fue el resultado de un grupo multidisciplinario de expertos, que intentó despojarlo en lo posible, del “adultismo”, a partir de una amplia participación de efebos en su confección y del reconocimiento de su liderazgo en el autocuidado de la salud.

Los adolescentes (10-19 años) y jóvenes (20-24 años) de hoy en día constituyen la futura generación de padres, trabajadores y líderes, por lo que se les debe brindar todo tipo de apoyo, en particular por parte de la familia, la comunidad y el gobierno comprometido con su desarrollo. A medida que la modernización económica, la urbanización y los medios de comunicación cambian las expectativas, el comportamiento de los adolescentes y jóvenes se adapta a nuevas formas de vida, lo que pudiera resultar inconveniente, doloroso, inevitable e ineludible. Se hace necesario, por tanto, que los adolescentes y jóvenes tomen conciencia del peligro inminente que representa el comienzo en edades tempranas de las relaciones sexuales, y mucho más si estas son desprotegidas, pues pudieran terminar en riesgosos abortos y embarazos no deseados, con la consiguiente afectación a la madre o al producto de la concepción, por la inmadurez de los órganos reproductores femeninos.

La precocidad de la actividad sexual, el ambiente familiar inadecuado, la influencia del grupo social donde se desarrolla el adolescente, están relacionados con el actual aumento del riesgo de tener embarazos no deseados, abortos, partos, que en esta edad traen consecuencias adversas. Son planteadas otras causas de embarazo en la adolescencia, como la respuesta al estrés, el intento de ganar respeto, la impulsividad, y el hecho de reemplazar una pérdida, sentimiento de invulnerabilidad.

También los adolescentes son víctimas de infecciones de transmisión sexual, a causa, entre otras razones, de la falta de información, los sentimientos de vergüenza propios de su edad, y la actitud despreocupada con que practican su actividad sexual (5).

De manera general, es evidente que el grado de conocimientos sobre salud sexual y reproductiva que poseen los adolescentes es deficiente, pues a pesar de poseer alguna información respecto al embarazo en la adolescencia y sus consecuencias negativas para la vida de la joven, este nivel no se corresponde con el comportamiento asumido y la actitud adoptada para evitar el embarazo o planificar su familia; a pesar de la información y la educación sexual brindada a los adolescentes y la población, aún no hemos logrado crear en ellos un comportamiento sexual responsable, por ello se reportan altos índices de embarazos en la adolescencia.

En Cuba, los embarazos, abortos y regulaciones menstruales constituyen un serio problema de salud en los adolescentes y jóvenes (6, 7, 8, 9, 10), lo cual ha motivado a la realización de varios estudios, con el objetivo de identificar algunos aspectos de salud sexual y reproductiva en esta población vulnerable y expuesta a estos riesgos.

A pesar de existir orientación sexual a través de los diferentes medios de difusión masiva, círculos de adolescentes y programas en los centros educacionales, en el municipio de Cienfuegos no hemos logrado desarrollar en los adolescentes una conducta sexual responsable; no conocen la forma de prevenir un embarazo no deseado, ni las infecciones de transmisión sexual, eventos que se observan con relativa frecuencia por lo que constituyen motivo de nuestro trabajo en la búsqueda de una intervención educativa más eficaz, donde el profesional de salud se convierta en un facilitador del proceso de enseñanza-aprendizaje en materia de salud sexual y reproductiva.

El personal de enfermería en la atención primaria de salud, es uno de los actores principales en el tratamiento de la prevención en este tema dirigido a adolescentes (11); la ejecución de talleres, seminarios, cursos cortos, buros de información, video-debates y otras técnicas realizados por este personal son importantísimas acciones educativo–preventivas para este fin.

Una investigación realizada en el área de salud 1 en el año 1999, recomendaba continuar en la labor educativa en la población adolescente con vistas a disminuir progresivamente el número de embarazos en esta etapa de la vida (12).

El presente estudio tiene como fin evaluar el nivel de conocimientos acerca de la prevención del embarazo en la adolescencia, en un grupo de adolescentes entre 13 y 16 años, pertenecientes al CMF No. 3, del área 1, del municipio de Cienfuegos, en el período julio 2007 a julio 2008, tomando en consideración la recomendación del anterior trabajo, sobre la base de las estadísticas actuales que muestran que el 20% de los embarazos a término de esta área de salud, entre los años 2000-2006, correspondieron a adolescentes.

Marco Teórico

La adolescencia es una etapa de la vida que trae consigo crecimientos, cambios, oportunidades y, con bastante frecuencia, riesgos para la salud sexual y reproductiva. Investigaciones realizadas en Cuba han demostrado que estos riesgos son desconocidos por la mayoría de los adolescentes. (1, 2,13) Estos cambios y reacciones pueden llevar a los adolescentes a ocultar sus impulsos y conductas sexuales, lo que hace más difícil la comunicación acerca del desarrollo sano de la sexualidad y limita la existencia de relaciones afectuosas y responsables entre los jóvenes y con sus familiares al abordar este aspecto tan importante de la vida. (14,15). El inicio sexual temprano, la falta de madurez necesaria y el desconocimiento de los métodos anticonceptivos dan vía libre a los coitos no protegidos, los embarazos no deseados / no planeados y los abortos en edades juveniles.

La definición del embarazo no deseado obviamente es compleja, y ha sido analíticamente construida a partir de dos elementos. De una parte, como orientación a la búsqueda o no; de otra, como disposición a la aceptación o no. Se lo define como aquel embarazo no buscado que se produce por relaciones sexuales que carecen de información y/o de acceso a métodos anticonceptivos eficaces, o por relaciones sexuales no consentidas y, por tanto, no planificadas.

Un embarazo deseado, a su vez, correspondería a aquel que es conscientemente buscado, atendiendo a una decisión informada por parte de la adolescente y/o la pareja, o que, no siendo conscientemente buscado, forma parte de las probables consecuencias que la mujer, o la pareja, reconocen como resultado legítimo de su actividad sexual. Un embarazo deseado se produciría, entonces, cuando la adolescente o la pareja, cuenta con una amplia información sobre los temas de sexualidad y anticoncepción, así como de las consecuencias sociales, psicológicas, culturales y económicas del embarazo y la maternidad tanto en las madres, como en los padres y los hijos/as.

Si bien es cierto que un embarazo no buscado puede convertirse en deseado, el énfasis está puesto en el deseo del embarazo antes de que ocurra, porque desde el punto de vista de los involucrados la calificación de un embarazo como deseado o no deseado suele estar mediatizada por el momento en que ocurre esta evaluación (antes o después del mismo). O sea, una mujer/ pareja que no desee o planee un embarazo puede definirlo como deseado toda vez que, descubierto ese embarazo no buscado, acepta-desea el nacimiento de su futuro/a hijo/a, para lo cual necesita de la continuación y término del embarazo.

En este marco, la consideración de un embarazo como deseado o no deseado tendería a definirse en términos de su resultado y no del proceso mismo.

La problemática relativa a los embarazos no deseados cobra cada año un precio elevado a la salud de la mujer adolescente. Se calcula que cada año ocurren 45 millones de abortos en condiciones de riesgo, una cuarta parte de los cuales tienen lugar en una adolescente (16).

Alrededor de entre los 15 y 16 años se refiere el inicio de las relaciones sexuales femeninas en Cuba y la incidencia de abortos a esta edad ha ido en aumento de forma tal que por cada 4 abortos practicados 1 corresponde a una menor de 20 años. El 12% de los nacimientos que se producen suceden en adolescentes, lo que es crítico sobre todo en la región oriental del país (17, 18,19).

En los momentos actuales existe una tendencia a las regulaciones menstruales, lo cual resulta preocupante al plantearse que un gran por ciento de ellas corresponde a abortos inducidos.

Al respecto, Peláez Mendoza señalaba “podemos afirmar que la situación actual dista mucho de lo deseado, si bien es cierto que las cifras de abortos en adolescentes han venido disminuyendo, a mi juicio esto no es más que una falsa expectativa, pues las regulaciones menstruales se han incrementado por tanto considero que es mucho el trabajo educativo y de orientación que debemos realizar en este campo” (20), esta tendencia se ha mantenido asimismo en los últimos años.

En la provincia de Cienfuegos, aunque se experimenta un ligero decrecimiento en el número de abortos, los índices de regulaciones menstruales y legrados uterinos se incrementaron a expensas de este grupo de población. (Departamento de Estadísticas Provincial Cienfuegos).

Investigaciones efectuadas en la década del 90, dirigidas a explorar comportamientos sexuales entre adolescentes, mostraron interesantes resultados: la mayoría mantenían vida sexual activa, el antecedente de abortos se halló, en 88,1% del total de las féminas, que tenían relaciones sexuales, habiendo el 29,5% recurrido al recurso, mas de una vez. Le siguió la regulación menstrual y los embarazos no interrumpidos. La población estudiada percibió, como pobre, la información recibida sobre sexualidad en sus centros educacionales. (21) Se significó precocidad en las relaciones sexuales, (22, 23) y una actitud, para evitar el embarazo, no consecuente, considerando inadecuada la educación sexual a adolescentes y madres, muchas de las cuales, vieron en la regulación menstrual, un método de planificación familiar. (24)


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