Comportamiento de la morbilidad en la consulta de endoscopia
Autor: Dra. Elena Díaz Robledo | Publicado:  31/08/2009 | Gastroenterologia | |
Comportamiento de la morbilidad en la consulta de endoscopia.3

Su coloración es rosada, con haustraciones en forma anulares, circunferenciales, se observa en la mucosa unas imágenes en forma de plumillas o también descritas como hojas de helechos, que denotan la textura normal duodenal.

 

Estas imágenes se pueden ver con mayor o menor nitidez, dependiendo de la resolutividad del equipo. Pero en todo caso son normales. Este órgano puede estar inflamado: Duodenitis, las lesiones que se observan pueden ser agudas o crónicas, con eritema, erosiones elevadas o planas, congestión de pliegues, puede ser visible la trama vascular, lo que denotaría un proceso atrófico. Las úlceras son otra lesión también frecuente, que en oportunidades por su aspecto lineal pueden escapar del diagnóstico, ya que en esta porción, no se observan de la habitual forma crateriforme, con centro deprimido y bordes elevado, sino que pueden ser lineales, que se asientan sobre la haustración, y tomar el aspecto de media luna, o si coinciden en caras opuestas, ya sea cara anterior con posterior o borde externo con interno, estamos ante el denominado Ulcer Kiss. No es que negamos la posibilidad de procesos malignos en el duodeno, pero su frecuencia es limitada. Así también podemos diagnosticar Pólipos, Divertículos, trastornos de la papila o ampolla de Vater, y en no pocos casos hemos visto Áscaris Lumbricoides. Es importante evaluar las características de la secreción duodenal, que estará conformada por líquido biliar y pancreático, su proporción es la adecuada como para ser la encargada del proceso digestivo a nivel duodenal sin que este pase o refluya al estómago, lo cual constituye una alteración que puede ser un signo indirecto de otros procesos.

 

Al continuar en retroceso el equipo, estamos en el estómago, especialmente en frente del Esfínter Pilórico, este es el encargado de comunicar el estómago con el duodeno, siendo en condiciones normales, por su función de esfínter, el encargado de garantizar una hermeticidad. Se visualiza de forma puntiforme, que ante estímulos se dilata, en los casos que esto no se logra, se le orienta al paciente que piense en una comida que sea de su agrado y la respuesta aparece.

 

Las lesiones yuxtapilóricas y pilóricas se denominan por horas, en el sentido de las manecillas del reloj. El píloro se describe según su posición, si es central o excéntrico, permeable o si no logra el cierre total, con las características de su tono; puede estar de igual forma que en el duodeno, eritematoso, edematoso, congestivo, con pliegues que convergen hacia él, con presencia de úlceras o erosiones.

 

A continuación del píloro, caemos en la cámara gástrica o estómago. Esta es una víscera hueca también, en forma sacular, que por la posición en que queda acostado el paciente, se determinan 4 caras, lo cual permite hacer un informe uniforme en cuanto a la localización de las posibles localizaciones.

 

·         Hacia arriba: Curvatura menor.

·         Hacia abajo: Curvatura mayor.

·         Hacia la derecha: Cara anterior.

·         Hacia la izquierda: Cara posterior.

 

Se divide en porciones, siendo desde la más distal: Antro, Cuerpo, Fundus y cardias. En el caso de estas últimas, se requiere de una maniobra de retroversión para poder visualizarlas. 4

 

Fundus o tercio aproximado: Llega hasta una línea horizontal imaginaria que pasa por el cardias y ocupa la concavidad diafragmática. Su distensión provoca hipo al irritar el frenito.

Cuerpo gástrico o tercio medio: Es la parte con mayor capacidad de reservorio. Se extiende hasta la proyección de la incisura angular sobre la curvatura mayor.

 

Antro o tercio distal: Es el infundíbulo con gran actividad motora que termina en el píloro. Tiene la mayor incidencia de ulceras, siendo las de la cara posterior las que sangran frecuentemente o penetran en el páncreas, mientras que las de la cara anterior pueden perforarse y provocar una peritonitis aguda. 14, 15

 

Los síntomas que más refieren los pacientes son específicos como: acidez, epigastralgia, flatulencia, o generales como náuseas, vómitos, digestiones lentas, entre otros.

Existen lesiones antes expuestas que de igual forma se pueden ver en el estómago: Pólipos, úlceras, cáncer, várices, divertículos, pero las Gastritis se pueden manifestar con eritema, erosiones planas o elevadas, con centro hemorrágico, petequias, trama vascular visible, denotando atrofia gástrica, aspecto empedrado, pliegues edematosos, congestivos, en fin, innumerables lesiones, que traducen diagnósticos definitorios. Para informar las gastritis empleamos la Clasificación de Sidney actualizada. 16, 17

 

Criterios endoscópicos.

 

·         Gastritis eritematosa/exudativa.

·         Gastritis erosiva superficial.

·         Gastritis polipoidea con erosiones.

·         Gastritis atrófica.

·         Gastritis hemorrágica.

·         Gastritis biliar.

·         Gastritis de grandes pliegues.

 

Clasificación etiológica.

 

·         Gastritis autoinmunitaria. (Tipo A).

·         Gastritis bacteriana (Tipo B).

·         Gastritis inducidas por quimiotoxinas (Tipo C).

·         Otras formas de Gastritis.

 

Clasificación según localización.

 

·         Pangastritis.

·         Gastritis del cuerpo del estomago.

·         Gastritis del antro.

 

Grado

 

·         Normal;

·         grado bajo,

·         intermedio o

·         alto.

 

En el caso de la Úlcera, debemos hacer mención de las características morfológicas, que pueden hacernos sospechar que se trate de una úlcera de aspecto benigno o un cáncer ulcerado, por su aspecto, que resumiremos en el siguiente cuadro. 18


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