Pedagogias enfermantes
Autor: Dr. José Cukier  | Publicado:  24/09/2009 | Psicologia , Psiquiatria | |
Pedagogias enfermantes.2

El grupo de educandos se configura gracias a la renuncia del erotismo exacerbado y al narcicismo de cada uno de los componentes. La configuración del grupo de educandos, siguiendo a Freud, (1920g), surge por la unión de los diferentes. Así se recompone y revitaliza, neutralizando la tendencia a la muerte por autointoxicación. Cada educando, cada grupo de educandos, genera sus desechos y revive en la unión con otros distintos. Estas nuevas articulaciones generan tensiones y requieren de un sistema complejo de procesamiento. La claudicación de este sistema produce la disolución, sea por estancamiento o por estallido, o por ambos. Para sostenerse necesita del liderazgo del educador.

 

El liderazgo que ejerce el educador tiene por función unificar voluntades, cohesionar las unidades, los subgrupos y los grupos. Esta función es incompatible con el placer irrestricto directo. Por su parte los educandos adjudican al educador la condición de yo ideal, y como tal, la posibilidad de consumar sin límite sus deseos. Los educandos proyectan en el educador sus deseos y éste debe procesar simbólicamente las aspiraciones de los estudiantes.

 

Los educandos, deben renunciar a su erotismo en aras del estudio, y al quedar sofocado aquel, es adjudicado al educador, a quien atribuyen la posibilidad de satisfacción de placer, sin límite. Pero el educador está limitado por las normas superyoicas propias y contextuales.

 

Así el educador queda en una posición paradojal, la propia renuncia al erotismo, la proyección del erotismo ajeno y la exigencia de sublimar porque es parte de su función. Resumiendo, constante esfuerzo sublimatorio, aislamiento de espacios cotidianos y tabú, aislamiento entre placer y decisión intelectual, mandato paradojal, acosan al psiquismo del educador y conspiran contra la posibilidad de pensarse a sí mismo, son algunas de las razones por las que, a nuestro entender, Freud pensaba que educar es una tarea imposible.

 

Objetivo del trabajo.

 

El objeto de esta presentación es plantear dos de las tantas alternativas posibles que ofrece la institución escolar. Como agente de cambio psíquico y también como agente enfermante, Freud, (1913f). Nuestro interés estará centrado en primer término en el estudio de la metapsicología del cambio psíquico producido por la educación escolar, para luego comprender su acción enfermante. En su “Introducción a Oskar Pfister”, 1913b, Freud nos dice “[...] La educación quiere cuidar que de ciertas disposiciones {constitucionales} e inclinaciones del niño no salga nada dañino para el individuo o la sociedad [...] el educador podrá [...] notar los primeros indicios de un desarrollo hacia la neurosis o la perversión [...]”. Ferenczi, (1908), sostenía que la mala educación es un verdadero caldo de cultivo para la neurosis.

 

Primera parte. La institución educativa como agente de cambio psíquico. Introducción.

 

En ésta presentación estudiaremos la influencia que tiene la educación escolar como agente de cambio psíquico. Vamos a desarrollar el tema según el siguiente ordenamiento:

 

A) Aspectos teóricos y B) Aspectos clínicos, en éstos veremos un historial, el de Sigmund Freud, tomando del mismo algunos pasajes de su vida vinculados con la educación escolar, para mostrar cómo ésta operó en el desarrollo y complejización de sus ideales.

 

A) Aspectos teóricos. -Concepto de agente.

 

Entendemos como agente al promotor, facilitador o introductor al cambio. La palabra agente subraya al carácter activo. Para pensar que tipos de agentes son promotores, tomaremos como paradigma las razones que toma Freud en “El malestar en la Cultura”, (1930ª), donde dice que el sufrimiento nos amenaza por tres lados; desde el propio cuerpo, del mundo exterior y de las relaciones con los otros seres humanos. Desde ésta perspectiva podríamos pensar en agentes biológicos, sociales y psíquicos. Para que el agente opere necesita del encuentro con la disposición individual. Como agente biológico de cambio podemos nombrar la pubertad y la menopausia, (1937c); como agente psíquico, a la pulsión, (1920g), que tal como lo recordaba Freud, “[...] ‘tiende indomado siempre hacia adelante’ (Fausto), [...]”por fin como agente social, las imposiciones culturales, (1928b). La institución escolar es un agente social de cambio psíquico. Se vuelve eficaz, si están dadas las condiciones psíquicas y biológicas que están pidiendo el estímulo educativo, (1932d).

 

Concepto de cambio. Entendemos por cambio a la modificación de un estado psíquico. El cambio que ofrece la educación escolar puede operar sobre el yo y el superyó, (1923b). Los cambios en el yo, pueden darse por modificación de las defensas o por complejización psíquica, ambos pueden combinarse, tomemos como ejemplo el destino de la desmentida, (1927e). Se trata de una defensa normal hasta alrededor de los ocho años de edad y que luego con la maduración evolutiva que ocurre durante la escolaridad, desaparece, pero puede ser sostenida por la acción patógena de ésta. La acción educativa sobre las defensas puede hacerse de manera concordante con éstas, y en consecuencia inadecuada; por ejemplo reforzar defensas excesivas, mantener las normales prolongadamente como es el caso de la desmentida y con ello la escisión del Yo, o suprimirlas cuando se hace necesario reforzarlas como es en el caso de las patologías trasgresoras. Puede operar de manera complementaria al yo, aportándole a éste aquellas defensas que le faltan, o bien suprimir las que están en exceso. El educador tiene la posibilidad de que se gradúen los momentos sucesivos de aporte o de frustración inevitable que produce la realidad, porque “[...] no es la simple interacción la que produce aprendizajes, internalizaciones, modificaciones. Son las predicciones que se suscitan en el encuentro con los otros que al entrar en conflicto con las limitaciones de la realidad, facilitan el desarrollo de una ‘lógica de acción’, desde donde se confrontan diferentes estrategias [...]”. (R. Jaitin, 1988). En ésta presentación nos ocuparemos de la acción educativa que tiene la escolaridad sobre el superyó, en particular sobre los ideales. Los cambios pueden darse como resultado de la fatalidad del desarrollo y pueden ser de naturaleza psíquica o biológica. Entre los cambios psíquicos como resultado de la fatalidad del desarrollo podemos considerar: el sentimiento de culpa, (1930ª), la transformación de familiar en extraño, (1919h); la desaparición de la desmentida, (1927e); la coerción del placer en el juego con las palabras, (1905c).

 

En éste último artículo Freud dice que el niño, tiene placer cuando experimenta jugando con las palabras, independientemente de sus sentidos. Posteriormente, cuando es estudiante no prescinde de ésta actitud como expresión de su rebeldía ante la coerción intelectual que le significa el estudio. Cuando es hombre maduro, en los congresos científicos, toma a burla los conocimientos adquiridos para compensar las nuevas coerciones intelectuales.

En el artículo “Sobre la psicología del colegial”, (1914f), destaca la decepción de los padres producida por la educación, cuando el estudiante comprueba, en el encuentro con sus maestros, que su padre ya no es ni el más poderoso ni el más sabio. También la desestimación es un mecanismo normal de la infancia y que luego desaparece, (1918b). Entre los cambios biológicos, podemos considerar la anticipación de la excitación pulsional respecto de la posibilidad de descarga, (1905d); la organización neuronal del sistema auditivo, que es anterior a la posibilidad de repetir motrizmente la palabra oída, (1891, La afasia)

 

La educación escolar como agente de cambio psíquico La educación escolar puede ejercer modificaciones sobre los ideales de los estudiantes. Recordemos que las funciones del Superyó son; la autoobservación, la formación de ideales, y la conciencia moral.

 

Para el desarrollo del tema, estimamos necesario algunas reflexiones previas acerca de:*El papel de la “herencia arcaica”. Freud se ocupa acerca de la posibilidad de heredar disposiciones en los escritos siguientes:-1912-13, p. 72, “[...] Acerca de los neuróticos, que están constreñidos a reproducir esta lucha y el tabú que de ella surge, podríamos afirmar que han recibido una constitución arcaica como resto atávico [...]”. En la p. 159, “[...] en general, la psicología de los pueblos se cuida poco de averiguar la manera en que la continuidad de la disposición se establece en la vida anímica de las generaciones [...].


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