Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Septima parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas. | |
Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Septima parte.4

FORMAS DE REALIZAR LA SUGESTIÓN.

 

La forma de realizar la sugestión es uno de los aspectos más importantes que deben tomarse en cuenta para producir los fenómenos hipnóticos que deseamos. El éxito o el fracaso de la hipnosis dependen en la mayoría de los casos de la forma en que se realizan las sugestiones; es decir, que se relacionan directamente con el hipnotizador.

 

A continuación mencionamos una serie de requisitos indispensables para tener éxito en la sugestión:

 

  1. Las sugestiones deben ser acordes con las características del hipnotizador y variar en dependencia de la personalidad del sujeto.
  2. Se presentarán de forma que indiquen cierto sentido imperativo, con autoridad y firmeza, dando muestra de seguridad y tranquilidad en el hipnotizador, pero nunca dando impresión de altanería que establezca un reto al sujeto.
  3. Se harán las sugestiones en pocas palabras, utilizando una terminología comprensible para el nivel cultural del sujeto y tomando en consideración las características individuales del mismo.
  4. La sugestión verbal debe ser repetida varias veces, con intervalos cortos de tiempo, para formar las conexiones reflejo-condicionadas y que las mismas se consoliden en el sujeto. En la práctica, este aspecto suele olvidarse y se convierte en uno de los factores principales que llevan al fracaso.
  5. Se deben evitar las sugestiones que indiquen fenómenos complejos en momentos en que el sueño hipnótico es superficial. Esto requiere que el discurso sea bien pensado y elaborado por el hipnotizador antes de trasmitido al paciente.
  6. Se tendrá preparada una respuesta adecuada ante la posibilidad de que una sugestión no sea cumplida, para no perder la confianza del sujeto. Frases como; Está muy bien; No se preocupe; Eso lo esperábamos, tienden a disminuir el efecto del fracaso.
  7. Deben evitarse siempre expresiones que puedan provocar la oposición del paciente porque vayan en contra de sus ideales sociales o afecten su amor propio.
  8. Las sugestiones no pueden realizarse de forma que se hable de un futuro desconocido en que deberá producirse la sugestión (Usted se curará), en esta sugestión no se le indica al enfermo cuándo aparecerá la acción. Es necesario que toda sugestión indique de forma clara y precisa cuándo ocurrirá lo que se está sugiriendo.
  9. El éxito de la sugestión -según plantea Plátonov- depende de su contenido, de la expresividad, la dicción, la fuerza del sonido, la entonación de la voz, la acentuación correspondiente y la significación ideacional de las palabras pronunciadas. No se puede olvidar que la mirada, la voz, el porte, la expresión facial y la gesticulación actúan también como estímulos sugestivos.

 

RASGOS DE SUGESTIBILIDAD.

 

Todo el mundo es hipnotizable, pues la realidad es que aun cuando el sujeto, haga esfuerzo o no para concentrarse, siempre existe un método que lo logra hipnotizar. Sin embargo, en la práctica hay sujetos que entran en sueño hipnótico más fácilmente que otros, a causa de sus características personales.

 

Ya hemos mencionado que existen ciertas características mínimas para que una persona sea hipnotizable. Una de esas características es la inteligencia, ya que generalmente los retrasados mentales no son buenos sujetos por su falta de comprensión, aunque hemos encontrado personas que presentan cierta disminución de su capacidad intelectual y que han sido fáciles de llevar a estados determinados de hipnosis. Algunos autores destacan la necesidad de una inteligencia precIara; nosotros cambiamos este término por normal, pues consideramos que se necesita cierto nivel para comprender lo que se le indica y se pretende obtener.

 

Sin embargo, no debemos perder de vista los fenómenos especiales de conciencia que por medio de la autosugestión logran establecer algunos débiles mentales.

 

La susceptibilidad a la hipnosis está en dependencia no solamente del sujeto, sino también de la relación que el hipnotizador pueda establecer.

 

Es conocido que sujetos que no han podido ser hipnotizados por un profesional experimentado en la técnica, han podido caer en sueño hipnótico profundo con otro. Por eso es tan importante establecer un buen rapport.

 

Se ha utilizado el término hipnofilia para indicar la capacidad de un individuo de responder afirmativamente a la hipnosis.

 

Un hipnotizador experimentado conoce fácilmente al sujeto hipnofílico o susceptible a la hipnosis. Sin embargo, cuando nos preguntamos qué características presenta el mismo, se hace muy difícil establecerlas categóricamente, pues son múltiples los factores que lo determinan.

 

La capacidad de ser hipnotizado juega con el método o instrumento de inducción que utilicemos y depende del tipo de sistema nervioso y de las disposiciones del sujeto.

 

Hemos encontrado que generalmente aquellas personas que presentan humedad en las manos (signo de hiperhidrosis) y que además tienden a sudar por todo el cuerpo ante un mínimo stress o excitación, son buenos sujetos para asimilar la hipnosis.

 

A los pacientes que presentaban estas características les hemos aplicado pruebas de susceptibilidad y han obtenido resultados positivos al ser sometidos al sueño hipnótico, y la gran mayoría ha podido ser llevada a etapas de sonambulismo.

 

Otro elemento que puede señalar a un sujeto como susceptible a la hipnosis es la labilidad vegetativa y vasomotora (rubicundez o palidez súbita).

 

Se ha comprobado que el nivel de sugestionabilidad aumenta en una persona cuando existe cierto debilitamiento del segundo sistema de señales, porque esto hace que disminuya la capacidad crítica. Lo mismo ocurre cuando existe cierto debilitamiento temporal de la corteza cerebral y un estado fásico hípnoide, como plantea Pávlov. Esto justifica el hecho de que en muchos casos, las personas supersticiosas, las que han sufrido traumas cerebrales, las personalidades afectivas, los narcómanos, algunos psicópatas y los niños sean sujetos con una sugestionabilidad frecuentemente elevada.

 

Otro aspecto que se debe considerar es el sexo. Se ha observado por algunos autores, que las mujeres son ligeramente más sugestionables que los hombres, en tanto el hipnotizador sea un hombre. Nuestra opinión es que en esto influyen también el rapport y otros factores.

 

Es importante tener en cuenta la edad. Los niños son fácilmente sugestionables; sin embargo, por lo general no se alcanzan estados de sueño hipnótico profundo en ellos y responden de forma muy variable.

 

De igual forma sucede con los ancianos, a quienes algunos autores consideran ineptos o no aptos para la hipnosis.

 

PREPARACIÓN DEL PACIENTE.

 

La preparación comienza desde el mismo momento en que se determina la utilización de la técnica hipnótica en un paciente determinado.

 

Para que se pueda tener una visión panorámica de cómo se desarrolla la misma, expondremos analíticamente su ejecución, con el fin de que el profesional que comienza en el entrenamiento de las técnicas hipnóticas tenga una guía de los aspectos técnicos necesarios que favorecen la hipnotización más fácil del sujeto.

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