Es indispensable tener a la mano la mamografía previa para hacer la correlación de hallazgos. Se debe saber si existe una lesión vista en la mamografía, su localización anatómica y para hacer una evaluación mamaria integral. La ventaja de esta técnica radica en que durante la exploración se puede palpar la mama en una zona dudosa. 37
Se debe tener una rutina para la exploración para evitar errores. Se recomienda iniciar por la mama derecha en el siguiente orden: Cuadrante supero externo (CSE), cuadrante supero interno (CSI), cuadrante inferointerno (CII) y cuadrante inferoexterno (CIE). Se continúa con la mama izquierda siguiendo igual secuencia. Es importante señalar con los iconos del equipo el área explorada o en su defecto utilizando el teclado alfanumérico. Los cuadrantes superiores se deben explorar con la paciente en una inclinación de 30º hacia el lado contrario con la mano de ese lado sobre la cabeza, para minimizar el grosor de la parte examinada, facilitando la penetración del transductor, lo cual nos permite visualizar el músculo pectoral y las costillas. Pare el estudio del resto de la mama es más cómodo realizarla con la paciente en decúbito supino con los brazos por encima de la cabeza. Se deben realizar cortes axiales y sagitales, en caso necesario se harán cortes oblicuos. Es necesario comprimir la mama con el transductor para reducir su espesor. En caso de visualizar una lesión tendremos en cuenta:
• Localización, número y tamaño. 37
• Forma: Redonda, Tubular, Lobulada. 37
• Contorno: Liso, Irregular o Espiculado, Microlobulado, Macrolobulado. 37
• Patrón de ecos internos: Anecoico (ausencia de ecos), Homogéneo, heterogéneo. 37
• Intensidad de los ecos: Hipoecoico, Hiperecoico, Anecoico. 37
• Efectos de atenuación posterior: Sombra acústica posterior grande o moderada, Refuerzo posterior. 37
• Efectos externos: Cambios en la piel, en el pezón, la zona areolar. Retracción de alguna zona mamaria. 37
• Efectos de la compresión con el transductor. 37
La lesión debe ser mostrada con cortes ortogonales para disminuir el riesgo de confundir un pseudonódulo con una lesión real. 37
Los criterios ecográficos de benignidad o malignidad se dividen en:
• Forma y características del contorno de la lesión. 37
• Ecos internos. 37
• Sombra posterior. 37
QUISTES.
Es la lesión de la mama más frecuente entre los 35 y 50 años, se producen por una dilatación de los conductos galactóforos. Un quiste simple debe cumplir los siguientes requisitos:
• No poseer ningún eco interno. 37
• Su forma debe ser redonda u oval. 37
• Debe ser de contornos lisos. 37
• Debe tener refuerzo acústico posterior. 37
Los quistes pueden ser únicos o múltiples y de diferentes tamaños, localizándose en cualquier cuadrante. Generalmente son asintomáticos y su hallazgo casual, sólo deben ser extirpados cuando se presentan como masas dolorosas que junto con otro síntomas requieran biopsia o evacuación descompresora para estudio citológico. 37
Esta es la ventaja que posee la ecografía sobre la mamografía en la determinación del carácter sólido o quístico de una lesión, la cual mamográficamente se representa como un nódulo de márgenes bien definidos, sin poderse determinar la naturaleza de la lesión. Se ha de decir que la ecografía tiene una precisión del 100 0.000000e+00n la diferenciación de la constitución de la lesión. Cuando una lesión no cumple todos los criterios del quiste simple se hace necesaria la realización de una biopsia para su determinación histológica. 37
GALACTOCELE.
Son acúmulos de leche que se almacenan en los ductos por taponamiento dando como resultado una masa. Se pueden producir durante u justamente después de la lactancia. Ecográficamente se pueden ver como un quiste simple pero con ecos internos de bajo nivel. 37
ABSCESO.
También es una complicación que puede darse en la mujer lactante o en mujeres poseedoras de un quiste que se ha infectado. Por adoptar diferentes aspectos en su representación ecográfica sueles ser biopsiados. Generalmente tiene en común un refuerzo acústico posterior, son más frecuentes en la zona retroareolar aunque no se excluyen otras localizaciones. Generalmente después de la biopsia se recomienda realizar controles periódicos para cerciorarse de su disolución. 37
FIBROADENOMAS.
Son tumores benignos de carácter sólido frecuente en mujeres menores de 35 años. Pueden ser múltiples y bilaterales, son de origen fibroepitelial que al estímulo hormonal producen un crecimiento del tejido conjuntivo y de las células epiteliales, se pueden calcificar. En la mamografía se aprecian como un nódulo de contornos lisos, bien definidos, pero siendo imposible determinar su naturaleza sólida o quística, comportándose al igual que un quiste simple. 37
Las características ecográficas de los fibroadenomas son:
• Son imágenes hipoecoicas. 37
• Su forma es oval. 37
• El contorno es liso y bien definido pudiendo aparecer macrolobulado. 37
• Presenta ecos débiles en su interior. 37
• Tiene atenuación posterior intermedia. 37
Una característica importante del fibroadenoma es que su eje mayor es paralelo a la piel. Si el fibroadenoma es mayor de 10 cm se denomina fibroadenoma gigante. Las macrocalcificaciones se ven como áreas hiperecoicas con sombra acústica posterior, mientras las microcalcificaciones son prácticamente indistinguibles con esta técnica por lo cual su estudio por ecografía es imposible. 37
La ecografía no es una técnica válida en el tamizaje de la mama, pero combinada con la mamografía en determinadas lesiones es el mejor factor predictivo para la determinación de la etiología de la lesión. 37
Los carcinomas ecográficamente son de aspecto hipoecoico. En la definición entre benignidad y malignidad el dato de mayor importancia es el contorno de la lesión y los bordes de la lesión. Generalmente los carcinomas son de contornos mal definidos, de bordes espiculados, aunque en determinadas lesiones benignas tiene esta representación ecográfica como los hematomas o los abscesos. 37
Las características de una lesión maligna son:
• Forma irregular. 37
• Contorno redondeado u ovalada donde la orientación de su eje mayor es perpendicular a la piel (característica de una lesión maligna). En este punto es importante recordar que la representación del fibroadenoma es el opuesto, sin embargo, en contadas ocasiones un carcinoma puede adquirir la misma disposición de esta lesión benigna, siendo su eje mayor paralelo a la piel. 37
• Ecos internos irregulares y heterogéneos. 37
• Inexistencia de refuerzo posterior debido a la imposibilidad de los ecos para atravesar la lesión. Esta característica también es vista en la necrosis grasa o las cicatrices quirúrgicas, por lo tanto se debe tener fundamental cuidado. 37