Morbimortalidad en la Unidad de Cuidados Intensivos
Autor: Lic. Olga Lidia Figueredo Maldonado | Publicado:  28/06/2010 | Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos | |
Morbimortalidad en la Unidad de Cuidados Intensivos .2

Existen dos aspectos que definen a un paciente crítico. El primero es el que establece la necesidad de ejercer sobre él una serie de controles estrictos, lo que se conoce como monitoreo. El segundo es el que reconoce la necesidad del empleo de tratamientos especiales y/o inmediatos.

Los pacientes críticos son aquellos que se encuentran en una situación de inestabilidad fisiológica en la cual pequeños cambios funcionales pueden llevar a un serio deterioro global, con daño orgánico irreversible o muerte. El monitoreo, intermitente o continuo, está destinado a detectar estos cambios precozmente, a fin de proveer un tratamiento adecuado y restablecer una situación fisiológica más estable, previniendo de tal modo el daño orgánico o la muerte. 8

El segundo aspecto que define a los pacientes críticos es la necesidad de recibir tratamientos especiales. Estos tratamientos pueden ser urgentes, como el empleo de drogas vasoactivas en pacientes en shock; intermitentes, como la diálisis; o continuos, como la ventilación mecánica. A su vez pueden estar dirigidos a curar al paciente, como el empleo de antibióticos; o a sostener las funciones orgánicas hasta que el organismo pueda retomar una función adecuada, tal el caso de la contrapulsación aórtica durante el postoperatorio de cirugía cardíaca, o la asistencia respiratoria en el síndrome de dificultad respiratoria aguda. 8

El objetivo principal de los Cuidados intensivos es restablecer las funciones alteradas de uno o más sistemas orgánicos vitales y llevarlos a valores aceptables para la vida ulterior del individuo, con el fin de ganar tiempo para el tratamiento simultáneo de la enfermedad de base que provocó el cuadro clínico crítico y devolver a la sociedad a una persona útil a ella. 9

La atención de los pacientes en estado crítico exige el conocimiento profundo de los mecanismos fisiopatológicos y se orienta primero en la reanimación de personas con deterioro funcional extremo. Dicha reanimación suele ser rápida y quizá se haya iniciado sin un conocimiento detallado de los problemas médicos que desde tiempo atrás tiene el enfermo. Mientras se estabiliza el estado de la persona, los intensivistas intentan obtener información médica para complementar la evaluación en tiempo real del estado fisiológico y los trastornos presentes, que ellos realizan. Los intensivistas cuentan con innumerables medios para la evaluación precisa de los aspectos fisiopatológicos y para el apoyo de la insuficiencia incipiente de diversos órganos y así, aprovechan la oportunidad para diagnosticar y tratar los cuadros primarios en un paciente ya estabilizado. Por todo lo expresado, en la unidad de cuidados intensivos se utilizan muy a menudo intervenciones penetrantes como la ventilación mecánica y el tratamiento de reemplazo renal, así como medios para diagnóstico, como las vías venosas centrales y los catéteres en la arteria pulmonar. 8

Ante un paciente con problemas clínicos difíciles, el médico eficiente será capaz de identificar los elementos cruciales, gracias a los datos de una historia clínica y una exploración física minuciosas, y seleccionar los resultados decisivos de estudios de laboratorio, de entre largas listas impresas, a fin de decidir si "trata" al enfermo o asume una actitud de "vigilancia" expectante. Juicios esenciales que el clínico hábil se plantea todos los días, son decidir si un dato clínico debe analizarse a fondo o debe descartarse como un hecho intrascendente, y también comparar si un tratamiento propuesto conlleva mayor riesgo que la propia enfermedad. La combinación de conocimientos médicos, intuición, experiencia y buen juicio define al arte de la medicina, que tiene la misma trascendencia que la otra cara de ella, la de una ciencia de firmes fundamentos. 1

El ingreso del enfermo en la unidad de cuidados intensivos (UCI) no carece de riesgos. Los pacientes son más sensibles a las infecciones, existe posibilidad de yatrogenia y se producen trastornos psicológicos. Los adelantos de la tecnología hacen que se puedan mantener las funciones vitales durante períodos de tiempo prolongados en enfermos con muerte cerebral, estado vegetativo o enfermedades terminales. 2

Han aparecido entidades morbosas propias de UCI (polineuropatía, distrés respiratorio) y ha aumentado la edad media y la gravedad de los enfermos. Los cuidados intensivos son caros, el coste de un enfermo de unidad de cuidados intensivos (UCI) es unas ocho veces el de un enfermo normal. La cuestión de qué enfermos deben admitirse en cuidados intensivos, la determinación del grado de agresividad de los tratamientos y cuándo dar éstos por terminados o la decisión de dar el alta del enfermo, hacen que la selección, admisión y alta constituyan dilemas permanentes que deben solventarse, a veces, con el propio enfermo, sus familiares y con los comités éticos de cada centro. 2

Desde hace más de 30 años las unidades de cuidados intensivos han mejorado la asistencia y disminuido la mortalidad de los enfermos en situación crítica. Durante este tiempo se han adaptado a los nuevos avances tecnológicos y nuevas enfermedades (SIDA, pacientes trasplantados). Se han logrado avances en técnicas de resucitación, ventilación mecánica, sepsis y nutrición. Los nuevos retos que se presentan son: a) mejorar los avances conseguidos; b) definir índices de gravedad más precisos que permitan una mejor selección de los criterios de ingreso y las medidas a aplicar; c) resolver los problemas éticos, morales, legales y económicos, y d) por último, lograr extender el valor formativo de la medicina intensiva a la docencia de estudiantes y médicos. 2

Con el paso del tiempo, han ido surgiendo distintos tipos de unidades de cuidados intensivos (UCI) dependiendo, en otros factores, del tipo de hospital (terciario, secundario o primario), de sus necesidades, del grado de asistencia que ofrezca, de su compromiso docente, de la población a la que atiende y de los recursos económicos disponibles. El tipo de unidad más frecuente es la unidad general polivalente o multidisciplinar; las de tipo monográfico o especializado son menos frecuentes. Entre estas últimas están las unidades coronarias que atienden a pacientes con infarto agudo del miocardio y angina de pecho inestable, las de trasplantes para los pacientes con trasplantes de órganos sólidos, las de cuidados respiratorios, neurológicos, cuidados posquirúrgicos, neonatales o pediátricas entre otras. 10

Dentro de un sistema de cuidados progresivos, la atención que se proporciona en la UCI es de máximo nivel asistencial al paciente crítico. No obstante, ante el constante incremento de la demanda de camas de UCI, el alto coste que estas representan, y con el fin de garantizar la continuidad de los cuidados, se han ido creando unidades de cuidados intermedios o semicríticos, denominadas también “de alta dependencia”. En las unidades de cuidados intermedios, se atienden a con mayor estabilidad y menor gravedad que en las UCI, de manera que son un paso intermedio entre la atención que se proporciona en las UCI y las de las plantas de hospitalización, y viceversa. Aunque estos pacientes requieren cuidados intensivos de enfermería, necesitan menos tecnología para su para su vigilancia y tratamiento y no requieren la presencia continuada del médico. 10

La Clínica Popular Simón Bolívar se encuentra ubicada en el poblado de Mariara, del municipio Diego Ibarra, Estado Carabobo, limitando al norte por el barrio “El Deleite”, al sur por la carretera nacional Mariara–Maracay, por el este con el barrio “Los Tamarindos” y por el oeste con el barrio “Los Chaguaramos”. Se inauguró el 22 de octubre del 2004 por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías como fruto de los acuerdos de colaboración médica entre la República Bolivariana de Venezuela y la República de Cuba. La misma cuenta con una unidad de cuidados intensivos que tiene capacidad para admitir a 10 pacientes.

Está dotada de recursos de alta tecnología, el personal que en ella labora ostenta un gran nivel profesional y científico técnico. La unidad clasifica dentro de las unidades polivalentes, ingresándose en ella a pacientes adultos con diversas patologías, clínicas, quirúrgicas, obstétricas, etc., excepcionalmente ingresan pacientes pediátricos.

Teniendo en cuenta la ubicación de la clínica, se atienden diariamente múltiples pacientes con diferentes estados de salud, que incluyen afecciones graves, por lo que requieren ingreso en la unidad de cuidados intensivos. La práctica profesional, nos ha permitido observar que existe una morbilidad elevada de pacientes con estado críticos dentro de los cuales podemos mencionar a los politraumatizados, heridas por proyectil de armas de fuego, embarazadas complicadas, urgencias clínicas, dentro de ellas, pacientes con cardiopatía isquémica y enfermedades cerebrovasculares, lo anteriormente expuesto nos motivó para la realización de la presente investigación trazándonos como objetivo caracterizar la morbilidad y mortalidad en la unidad de cuidados intensivos en la Clínica popular “Simón Bolívar” durante el año 2007 y nos planteamos la siguiente pregunta de investigación: Cuál fue el comportamiento de la morbilidad y mortalidad en la Unidad de Cuidados de la Clínica Popular “Simón Bolívar” durante el año 2007?

OBJETIVOS

General.

Caracterizar la morbilidad y mortalidad en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica popular “Simón Bolívar” durante el año 2007.


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