La enfermedad periodontal se divide generalmente en dos grupos: gingivitis, que causa lesiones o heridas y que afecta a las encías; y periodontitis, que daña el hueso y el tejido conjuntivo que sujeta los dientes. (24,25)
El factor de riesgo de enfermedades periodontales es una característica individual, aspecto de conducta o elemento de exposición ambiental que está asociado con la periodontitis destructiva. La asociación puede ser casual o no. Algunos factores son modificables mientras otros no pueden serlo fácilmente. El inicio y progreso de las infecciones periodontales son claramente modificadas por condiciones locales y sistémicas llamadas factores de riesgo. Los factores locales incluyen enfermedades previas evidenciadas por obturaciones profundas y áreas de retención de placas asociadas con restauraciones defectuosas.
Existen condiciones determinantes asociadas con enfermedades periodontales, tales como: el sexo (los varones las padecen en mayor medida), la edad (son más comunes con el paso de los años) y herencia. El estudio de los factores de riesgo en enfermedades periodontales es un campo rápidamente emergente en el que todavía hay mucho que aprender.
Maloclusiones
Según los especialistas en la materia, "desarmonía oclusal es cualquier variación en la oclusión, inaceptable estética o funcionalmente por el propio individuo o el profesional".
Con la significativa reducción de las caries dental en niños y adolescentes en las últimas décadas, sobre todo en países desarrollados, se ha dirigido una mayor atención a otros problemas bucales como las anomalías de la oclusión, lo cual demanda una clara definición de criterios de diagnóstico y la obtención de índices epidemiológicos, a fin de facilitar el planeamiento de acciones de prevención y asistencia estomatológica. (26)
La maloclusión es más fácil, rápida y menos costosa de tratar cuando se corrige a tiempo. El tratamiento resulta más exitoso en niños y adolescentes, pues el hueso es todavía blando y los dientes se pueden mover más fácilmente; sin embargo, muchos tipos de maloclusión no pueden ser prevenidos. En algunos casos, es posible que se imponga controlar determinados hábitos (entre ellos la succión digital); pero la detección del problema y el tratamiento oportuno pueden optimizar el tiempo y método terapéutico específico. (27)
Hay distintas modalidades terapéuticas: por un lado está la ortodoncia convencional, por la que los dientes se mueven a nuevas posiciones; la ortopedia, que está dirigida a los niños y adolescentes, de manera que se influye sobre el patrón de crecimiento; y el tratamiento complementario o una combinación del tratamiento quirúrgico o protésico. Cuanto mayor sea la maloclusión, más se necesitará avanzar en cada uno de estos tratamientos. La higiene bucal es más fácil de llevar a cabo cuando los dientes están correctamente alineados, por cuanto sus superficies lisas y visibles podrán ser limpiadas convenientemente con un cepillo y una adecuada técnica de cepillado, y las partes de contacto entre los dientes con seda dental o cepillos interproximales. (28)
Aunque generalmente ese es el orden en que aparecen con mayor frecuencia dichas afecciones (caries dental – periodontopatías -maloclusiones), en Los Mangos (el Winche), las periodontopatías ocupaban el tercer lugar y las maloclusiones el segundo; esto último atribuible a lo costoso del tratamiento, en modo alguno al alcance de los pobladores de la zona, mayoritariamente con escasos recursos económicos.
• Acciones a realizar en los niños y adolescentes sanos por el personal de estomatología para mantener su salud bucal (29)
Edad de 6 a 9 años
En esta etapa brotan los dientes permanentes; proceso que se inicia con el primer molar permanente entre los 5 y 6 años de edad, y por lo cual la higiene bucal debe ser muy constante por hallarse estas piezas inmaduras y ser más propensas a las caries dentales, además de incrementarse la frecuencia de ingestión de golosinas y disminuir el cepillado dental en los horarios de la escuela. Por otra parte, la propia erupción puede alterar los tejidos blandos y duros y asociarse a fenómenos patológicos, de manera que se impone:
Examen bucal y facial del niño en todas las visitas.
Interrogatorio a la madre y al niño sobre hábitos, costumbres y conocimientos referentes a la salud bucal, orientadas específicamente hacia la alimentación, higiene y hábitos no adecuados.
Actuar sobre los riesgos asociados a estilos de vida negativos para la salud del niño y de su entorno.
Prevenir los accidentes y traumas que involucre la región bucal o facial.
Controlar suministros adecuados de suplementos de flúor acorde a los riesgos a que está expuesto.
Ejecución de controles de placa dentobacteriana para lograr cepillados dentales correctos y efectivos.
Tener en cuenta secuencia de los brotes dentarios.
Edad de 12 a 18 años
En esta etapa de la vida es cuando se comienza a evidenciar un incremento mayor de las enfermedades bucodentales, principalmente caries y periodontopatías, causas de pérdidas prematuras de los dientes, con la consiguiente afectación de las funciones y estética en los jovencitos y muchachas.
Es importante sensibilizar a los adolescentes, padres y maestros en el cuidado de los dientes a estas edades y extremar las medidas de higiene bucal, así como las visitas al estomatólogo cada 6 meses, aunque estén sanos. Todo ello exige:
Realizar el examen bucal y facial del adolescente en todas las visitas para prevenir el cáncer bucal y enseñar la ejecución del autoexamen de la cavidad bucal.
Indicar la visita al estomatólogo cada 6 meses, insistiendo en la importancia de ello aunque sea sano.
Interrogar a la madre y al adolescente sobre hábitos, costumbres y conocimientos referentes a la salud bucal, orientadas específicamente hacia la alimentación, higiene y hábitos no adecuados.
Actuar sobre los riesgos asociados a estilos de vida negativos para la salud del adolescente y de su entorno.
Prevenir los accidentes y traumas que involucren la región bucal o facial.
Controlar suministros adecuados de suplementos de flúor acorde con los riesgos a que está expuesto.
Ejecutar controles de placa dentobacteriana para lograr cepillados dentales correctos y efectivos.
Odontólogos en la Misión Barrio Adentro
La participación de la población en el cuidado de su salud tiene en Venezuela rango constitucional. Los artículos 83 y 84 de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000) son contentivos del marco legal que facilita articular la prevención y promoción de la salud, con la participación comunitaria para promover, a nivel estructural, los cambios necesarios que incrementen progresivamente los procesos protectores de la salud para los grupos sociales excluidos. (16)