Alteraciones histologicas gastricas por Helicobacter Pylori en pacientes dispepticos
Autor: Dra. Anniuska Gigato Díaz | Publicado:  28/02/2011 | Anatomia Patologica , Gastroenterologia , Articulos , Imagenes de Anatomia Patologica , Imagenes de Gastroenterologia , Imagenes | |
Alteraciones histologicas gastricas por Helicobacter Pylori en pacientes dispepticos .4

La actividad de la bomba de protones, presente en las membranas de las vesículas fusionadas, hace que se acumulen iones hidrógeno y disminuya el pH en el interior de las mismas, lo que promueve la difusión pasiva de sustancias básicas al interior de las vacuolas. Estas sustancias son protonadas y no pueden volver a salir de las vacuolas y atraen agua por ósmosis, lo que provoca el estallido de las vacuolas que las contienen. (31)

La VacA puede inducir múltiples efectos en las células, tanto in vivo como in vitro, entre ellos se pueden citar: el aumento del daño celular a través de sus numerosas acciones, entre las que se encuentra la formación de vacuolas en el citoplasma; el incremento de la secreción extracelular de hidrolasas ácidas; la reducción del potencial de degradación de los endosomas y lisosomas; así como daños en el cito esqueleto celular lo que juega un rol en la apoptosis a través del daño que produce en las mitocondrias; también, es capaz de interferir con los mecanismos de reconocimiento antigénico ya que en particular deprime la estimulación de las células T, CD4+. (27)

Otro factor estudiado es la proteína CagA que está codificada por el gen cagA cuya función se desconoce, aunque se sabe que tiene un poder inmunogénico fuerte y es considerada como un antígeno inmunodominante. Varios autores plantean que esta proteína participa en la configuración de la variedad antigénica de la bacteria, lo que le permite evadir la respuesta inmune del huésped, además de ser capaz de estimular la secreción de interleucina 8 (IL-8) y generar una respuesta humoral específica. La presencia del gen cagA, y por lo tanto, la producción de CagA se observa en el 100% de las cepas aisladas en individuos con cáncer gástrico, según algunos autores. (27)

En Cuba Gutiérrez B, Vidal T, Valmaña C y cols. (8) realizaron un estudio en tres centros hospitalarios de la Ciudad de la Habana. Este trabajo estudió la prevalencia de la infección por Helicobacter pylori en 117 pacientes dispépticos

y encontró el Helicobacter pylori en 83 (70,9%) pacientes. Además, se realizó la determinación de cagA a 35 biopsias, y se encontró que fue positiva la presencia de cagA en 31 (88,5%) pacientes.

El mundo se encuentra dividido en países desarrollados, muy ricos, y países subdesarrollados, muy pobres. La epidemiología del Helicobacter pylori (HP) se asemeja a la de muchas enfermedades infecciosas, y de por sí, hace más patentes los efectos nocivos de la ignorancia, la miseria, y las desigualdades flagrantes de nuestro mundo frente a la salud, la información y la educación. (32)

Estudios de prevalencia de la infección en poblaciones presumiblemente sanas muestran amplísimas variaciones entre las diferentes comunidades. En el Grupo I (países subdesarrollados) se aprecia el siguiente comportamiento: la prevalencia reportada en Nigeria fue 85%, en Argelia 79% y Costa de Marfil 73%. En el Grupo II (países desarrollados) las prevalencias encontradas son las siguientes: Estados Unidos 52%, Inglaterra 56,9%, Japón 50% y Francia 25%. (33,34) Estos datos indican, sin lugar a dudas, que la infección por esta bacteria ocupa uno de los primeros lugares, por su frecuencia, entre todas las infecciones bacterianas que afectan al género humano.

La prevalencia de la infección por esta bacteria, varía con el status socioeconómico de la población. Es muy alta en África, Asia y en muchas partes de América Central y del Sur, mientras es relativamente baja en el norte y oeste de Europa, Norteamérica y Australia. Los países subdesarrollados poseen tasas de prevalencia más altas que los países desarrollados. Los factores asociados con una alta prevalencia de la infección incluyen el hacinamiento en la vivienda, compartir las camas y la ausencia de agua corriente en el hogar. (35)

En los Estados Unidos y Europa Occidental los niños son infectados con escasa frecuencia. En contraste, el 60 a 70% de los niños de los países subdesarrollados muestran seropositividad a la bacteria a la edad de 10 años. La prevalencia de la infección por H. pylori en los adultos de cualquier edad en los países occidentales desarrollados, oscila entre el 20 y el 40% mientras que alcanza cifras del 60 al 80%, en los países del Tercer Mundo. Existen dos fases diferentes de adquisición de la infección: una rápida y variable según el status socioeconómico en la infancia y otra lenta durante la vida adulta. Estos datos indican, sin lugar a dudas, que la infección por esta bacteria ocupa el primer lugar, por su frecuencia, entre todas las infecciones bacterianas que afectan al género humano. (36)

En los últimos años se han descrito una amplia variedad de trastornos extra digestivos relacionados con la infección por Helicobacter pylori (HP) entre ellos figuran enfermedades de la piel, trastornos cardiovasculares, cerebro vasculares, enfermedades reumáticas, respiratorias, neurológicas, hematológicas, autoinmunes, Diabetes Mellitus (37), enfermedades pediátricas como el síndrome de muerte súbita infantil y retardo en el crecimiento, el linfoma tipo MALT extra gástrico e inclusive el cáncer colorrectal (38). También, se ha llamado la atención acerca de enfermedades de los órganos anexos al tubo digestivo, como son las enfermedades hepáticas y de vías biliares, que pudieran estar relacionadas con la infección por esta bacteria (38).

Al Helicobacter pylori (HP) se le ha intentado involucrar con una serie de enfermedades extra digestivas (rosácea, urticaria crónica idiopática, halitosis, cardiopatía isquémica, alopecia areata, diabetes mellitus, tiroiditis autoinmune, síndrome de Sjögren, síndrome de Raynaud, migraña, púrpura de Schönlein-Henoch, colelitiasis, encefalopatía hepática, etc.) pero no se ha demostrado mejoría en ninguna de ellas tras la erradicación de Helicobacter pylori (HP). Sí, ha habido numerosos reportes de mejoría evidente en púrpura trombocitopénica idiopática tras la erradicación de Helicobacter pylori (HP). La alta prevalencia de Helicobacter pylori (HP) en el mundo lo hace susceptible de ser relacionado a múltiples afecciones (38).

La relación entre la infección por Helicobacter pylori y la dispepsia es un problema que dista mucho de ser sencillo, Se ha sugerido que una explicación de los síntomas en los pacientes con dispepsia funcional e infección por Helicobacter pylori pudiera residir en la liberación de sustancias inflamatorias asociadas con la infección, lo que traería por consecuencia, una afectación de la función motora proximal del estómago; pero esto es objeto, también, de controversia. (39)

En estudio realizado en pacientes alcohólicos, en el Instituto Cubano de Gastroenterología (40), se encontró que en los pacientes alcohólicos dependientes la gastritis crónica se asociaba a la infección por Helicobacter pylori y no al consumo de alcohol per se; además puso de manifiesto que los síntomas dispépticos eran más frecuentemente encontrados en los pacientes infectados por Helicobacter pylori que en los no infectados, pero esto es una evidencia muy débil con respecto al establecimiento de una relación causal entre el microorganismo y los síntomas dispépticos.

Hay autores que no dudan en utilizar tratamiento de erradicación en la dispepsia no ulcerosa con Helicobacter pylori positivo. Las bases teóricas que justifican esta conducta incluyen los siguientes aspectos: los beneficios que se derivan de la erradicación incluyen la resolución de los síntomas, probablemente más efectiva que cuando se utiliza placebo; la reducción del riesgo de úlcera gastroduodenal y cáncer gástrico y la posibilidad de soslayar los efectos adversos que se han relacionado con la utilización a largo plazo de drogas inhibidoras de la bomba de protones. (39) Además, se ha señalado que cerca del 30% de los pacientes con Helicobacter pylori y dispepsia no ulcerosa pueden obtener alivio sintomático después de la erradicación de la infección.

La mucosa gástrica tiene un alto poder de respuesta inflamatoria, a diferentes agentes lesivos, que pueden desencadenar una respuesta aguda, crónica o la combinación de ambas. Con relación a la gastritis crónica se plantea que su diagnóstico definitivo es mediante el estudio histopatológico. Existen desde 1970 varias clasificaciones y la más aceptada en la actualidad es la acordada por un grupo de gastroenterólogos y patólogos, principalmente europeos, en la ciudad de Sydney en Australia en 1990, en la cual se identifica como un aspecto importante la presencia o no en la mucosa gástrica del Helicobacter pylori. (41)

Aunque la clasificación de Sídney con sus cinco hallazgos o alteraciones histológicas, permite un diagnóstico organizado de la gastritis crónica, para mejor comprensión de los médicos que indican las biopsias, el diagnóstico histológico se realiza teniendo en cuenta la ubicación y extensión del infiltrado inflamatorio y el grado de pérdida de glándulas.

Definiciones y grados de intensidad de los hallazgos histológicos 

histologia_Helicobacter_pylori/Definiciones_grados_intensidad


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