Resultados del examen estatal perfil rehabilitacion social y ocupacional. Evaluacion y propuesta de mejoras. Capitulo I. Marco teorico conceptual del tema objeto de investigacion
Autor: MSc. Ana Lidia Suárez Denis | Publicado:  19/05/2011 | Formacion en Ciencias de la Salud , Articulos | |
Resultados Examen Estatal Perfil Rehabilitacion Social y Ocupacional. Evaluacion. Capitulo I .4

El nivel de sistematicidad.

Cada uno de los diferentes niveles (la tarea docente, el tema, la asignatura, la disciplina, al año o grado, la carrera) posee sus propios objetivos. Cada vez que se pasa de un nivel a otro más complejo es consecuencia de la integración de un conjunto de niveles subordinados, es decir, el sistema tema incluye todo un conjunto de tareas docentes y la asignatura, un conjunto de temas.

Por esa razón, los objetivos de los temas tienen que expresar un nivel de sistematicidad y los de la asignatura otro más complejo, que integre un conjunto mayor.

Las habilidades docentes.

Un punto de especial atención en la evaluación del aprendizaje lo constituye la relación entre conocimientos y habilidades. Desde esta perspectiva, no resulta oportuno separar y evaluar los conocimientos de las habilidades, todo saber implica un saber hacer, con independencia de sus diferentes niveles de demandas cognitivas, de ahí que el análisis de la acción en la que se expresa el conocimiento, sea un aspecto crucial para la evaluación del aprendizaje.

El modo de adquirir los conocimientos por los estudiantes es condición imprescindible para desarrollar las habilidades. El logro de las habilidades se realiza mediante la asimilación de los conocimientos y viceversa, ambos elementos se dan interrelacionados.

La habilidad es la dimensión del contenido que muestra el comportamiento del hombre en una rama del saber, propio de la cultura de la humanidad. Es desde el punto de vista psicológico, el sistema de acciones y operaciones dominado por el sujeto que responde a un objetivo.

Las habilidades de cada disciplina docente podemos clasificarlas, según su nivel de sistematicidad en: las propias de la ciencia especifica, las habilidades propias del proceso docente en sí mismo y de autoinstrucción y las que tributan a los modos de actuar propios del egresado, las que se forman y desarrollan mediante la actuación conjunta coordinada, de todas las disciplinas docentes que son parte del plan de estudio, cuyo dominio por el estudiante va conformando sus capacidades, es decir, el complejo de cualidades de la personalidad que posibilitan el dominio de las acciones.

1.5.2 FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE.

Las funciones de la evaluación del aprendizaje ocupan un lugar importante en la literatura pedagógica y aunque en los diferentes trabajos revisados no se estructuran las mismas funciones, las ideas que expresan diferentes autores (Torres (2008), (Lara y Araña (2007), Elola y Toranzas (2006), Molnar (2006), Quiñones (2007), González (2001), Perea (1999) señalan de forma precisa criterios similares, que en la misma medida consideramos, lo que posibilitó reagruparlas; así que la evaluación del aprendizaje cumple las funciones de: retroalimentación, instructiva, comprobación/control, educativa y función de mejora.

Función de retroalimentación: En diferentes momentos del proceso docente, se establece cómo se encuentra el aprendizaje de los estudiantes en correspondencia con los objetivos establecidos.

Función instructiva: A través de esta función se incrementan, sistematizan, profundizan y generalizan los conocimientos y las habilidades, o sea, la actividad cognoscitiva de los estudiantes, con lo cual se crean las condiciones para la consolidación de los modos de actuación y hacer más efectivo el proceso del aprendizaje.

Función de comprobación y control: Informa sobre el grado en que se cumplen los objetivos de la enseñanza, o sea, permite controlar el estado del proceso docente, la efectividad y calidad de la enseñanza- aprendizaje.

Función educativa: Es la función donde los estudiantes demuestran los resultados de su esfuerzo ante el profesor y su grupo de estudio. Contribuye a que incremente su responsabilidad en el aprendizaje, se plantee mayores exigencias y constituya un motor impulsor, consciente y voluntario en el aumento de la calidad del auto estudio y del trabajo independiente.

Función de mejora: Autores como Torres (2008) y Elola y Toranzas (2006), con acierto refieren que esta función destaca el aspecto instrumental de la evaluación del aprendizaje, ya que permite orientar la toma de decisiones hacia la mejora de los procesos, dirige las acciones hacia el mejoramiento en términos de efectividad, eficiencia, eficacia, pertinencia y/o viabilidad de las acciones propuestas.

Esta es una de las funciones de la evaluación que se utilizará con mayor fuerza en este trabajo de investigación, ya que se evalúan los resultados del examen estatal teórico en el perfil Rehabilitación Social y Ocupacional, con vista a mejorar el rendimiento académico de los alumnos para que obtengan resultados satisfactorios en este tipo de examen. Es decir, que una de las finalidades de la evaluación que se realiza en la tesis, es la mejora de los procesos que lleven a que el estudiante, esté integralmente preparado para ejercer su profesión con los conocimientos teóricos necesarios, para su aplicación en la práctica.

1.5.3 PREMISAS BÁSICAS Y FORMAS PARA LA EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE.

La correcta aplicación de la evaluación del aprendizaje se basa en un conjunto de condiciones que constituyen las premisas básicas que debe satisfacer, las cuales se encuentran estrechamente relacionadas entre sí y cuya inobservancia impide se cumplan efectivamente sus funciones.

Estas premisas y nos adherimos a autores como Verrier (2006), Molnar (2006), Álvarez (1999) y Salas (1999), establecen como principios de la evaluación la objetividad, la sistematización y continuidad, así como su carácter sistémico. Las exigencias que debe satisfacer la misma son la de validez y confiabilidad.

El principio de la objetividad refiere que, para que una evaluación sea objetiva, es necesario que determine el dominio del contenido de acuerdo con el nivel de profundidad y asimilación y que esta se realice mediante la forma y tipo de evaluación que asegure la validez del control.

La sistematización y continuidad de la evaluación está dada porque el número de muestras y controles realizados de los conocimientos, habilidades y actitudes y la regularidad con que se efectúen, posibiliten la generalización del criterio sobre el nivel del aprendizaje alcanzado por los estudiantes.

El carácter sistémico es la necesidad de concebirlo, como un componente del proceso en estrecha interrelación e interdependencia con los restantes componentes y en el papel activo que tiene que desarrollar tanto el profesor como el estudiante para su efectividad.

La validez es la correspondencia entre lo que se pretende verificar por el instrumento, procedimiento o método y lo que realmente se mide o evalúa. “Ello abarca tanto las exigencias propias del control como la determinación de los índices valorativos que permiten la calificación”. (12,15)

Se delimitan esencialmente dos tipos de validez (Molnar (2006) y Salas (1999): de contenido o conceptual y funcional. La validez de contenido está en correspondencia con los conocimientos y las habilidades y la validez funcional con la selección del tipo de actividad (acciones, tareas, problemas) que se debe controlar en el estudiante. Ambos tipos de validez se interrelacionan y complementan.

La confiabilidad es la estabilidad en los resultados de un control, ya sea al repetirlo o al ser calificado por distintos profesores. Significa que hay constancia en los resultados obtenidos y que, por tanto, es representativo del grado de aprovechamiento alcanzado por el estudiante en el tipo de control realizado.

Para la evaluación del aprendizaje en la educación superior se realizan diferentes tipos de controles en tres etapas o momentos del proceso, a saber: control preliminar, control durante el proceso de enseñanza-aprendizaje y control diferido. A continuación resumimos estos tres tipos de controles:

El control preliminar, predictivo o inicial: es aquel que se realiza con el fin de evaluar el nivel de partida del estudiante. Existen 2 tipos fundamentales: los exámenes de ingreso y los exámenes de diagnóstico, que se realizan previo al inicio de una asignatura o materia, donde se evalúa el nivel de desarrollo inicial que tiene el estudiante.

El control durante el proceso de enseñanza-aprendizaje “es aquel que se realiza en el transcurso y al culminar la impartición de una disciplina o asignatura, así como al concluir la carrera y puede ser formativa y acumulativa”. (12,15) Fue Scriven el primero que propuso diferenciar las funciones formativas y sumativas, las que han sido tratadas por muchos autores desde el momento en que fue propuesto hasta nuestros días.

La evaluación formativa se desarrolla durante el proceso docente. Tiene un carácter diagnóstico y nunca se empleará por el profesor para emitir un juicio certificativo. Esta evaluación incluye los controles frecuentes y parciales. La evaluación acumulativa o sumativa se desarrolla al concluir una asignatura, ciclo, carrera y especialidad. Tiene un carácter certificativo. Integra la evaluación formativa con el ejercicio evaluativo final que se desarrolla.

El control diferido, es aquel que se realiza algún tiempo después de concluida la enseñanza de una disciplina, asignatura, ciclo o la carrera y tiene como objetivo el comprobar la retención de los conocimientos, las habilidades y los modos de actuación adquiridos en ella.

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