Efectividad del romerillo blanco en el tratamiento de la estomatitis aftosa
Autor: Dra. Aliamna Rodríguez Pérez | Publicado:  19/09/2011 | Odontologia y Estomatologia , Articulos | |
Efectividad del romerillo blanco en el tratamiento de la estomatitis aftosa .5

A partir de los años 80, el Sistema Nacional de Salud de Cuba desarrolló una política tendiente a ampliar los conocimientos y la utilización de la medicina natural y tradicional en estrecha colaboración con las FAR, el MININT, la Academia de Ciencias de Cuba, y otros organismos. (50)

En 1991, el Ministerio de Salud Pública en coordinación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias, la Academia de Ciencias de Cuba y otros organismos elaboró y puso en práctica un plan directriz para extender masivamente y en corto plazo la medicina verde en el Sistema Nacional de Salud de Cuba. (18)

En 1993 se desarrolló la docencia sobre Medicina Natural Tradicional (MNT) en el pregrado (Medicina, Estomatología, Licenciatura en Enfermería) en el Instituto Superior de Ciencias Médicas Victoria de Girón y la Facultad de Medicina del Hospital Docente Clínico Quirúrgico de 10 de Octubre. A partir de 1994 se han desarrollado los talleres nacionales para la capacitación y el adiestramiento del personal de salud; así como el diseño del plan y programa de estudio de la especialidad de Medicina Natural Tradicional (MNT). (51)

En Cuba se crea la primera maestría de Medicina Natural Tradicional (MNT) en 1995, bajo el liderazgo del Doctor Rómulo Rodríguez, de la Universidad Médica de Camagüey. La práctica más conocida por nuestra población en cuanto a Medicina Natural Tradicional (MNT) se refiere al uso de plantas medicinales (las “yerbas”), utilizadas de generación en generación y cuya aplicación ha hecho necesario el estudio profundo y minucioso de todos y cada una de ellas. Ha sido necesario un trabajo arduo con la población, para hacer que su uso sea racional y sin riesgos y conocer sus beneficios, pero también sus prejuicios, en un momento determinado. A partir de la discusión y aprobación en 1996 de la Directiva 026 del Ministro de las FAR, se cuenta con un documento científico que rige el desarrollo y fomento de la medicina natural y tradicional en todo el país. (51)

En Venezuela, un grupo de profesionales, amantes de la naturaleza, funda en Mérida en 1986, el primer Laboratorio Fitoterapéutico de Venezuela. Contando con la inmensa variedad de plantas, con apreciables virtudes terapéuticas de los Andes Venezolanos, han ido produciendo diferentes presentaciones con más de 100 productos. Haciendo uso de los antiguos conocimientos botánicos y galénicos e incorporando técnicas modernas de fabricación, extraen los principios activos de las plantas, envasándolos con estrictas normas de higiene, ofreciendo fitomedicamentos con una acción terapéutica definida, estable y segura. (52) Luego de esto se ha producido una amplia producción de medicamentos naturales, pero que siguen comercializándose a alto precio en el mercado, lejos del alcance de la población de bajos recursos. La Medicina Capitalista, con su marcado carácter mercantil y privado, no promueve el uso de medicamentos sencillos y a más bajo costo como son los naturales. El pueblo sigue utilizando los mismos siguiendo la gran gama de tradiciones centenarias acumuladas por las culturas ancestrales que les han precedido, conocimientos que aun no son suficientes, dada la gran promoción que tienen objeto sobre todo medicamentos genéricos de alto costo a los cuales se les suman grandes campañas publicitarias.

LA MEDICINA HERBARIA.

Los inicios de la medicina tradicional herbolaria se remontan desde el comienzo mismo de la humanidad. No existe documentación escrita para determinar desde cuando el hombre utiliza plantas con funciones medicamentosas pero resulta evidente que fue desde etapas muy tempranas de la evolución y muchísimo antes de que apareciera la escritura e incluso el lenguaje. (21)

Desde la antigüedad el ser humano ha empleado las plantas como remedio para sus enfermedades, ya que estas contienen la capacidad de provocar reacciones curativas debido a que sus componentes guardan una proporción sabiamente elegida por la naturaleza. (19)

La milenaria experiencia sobre su uso, enseña que la efectividad no depende exclusivamente del producto; es decir, no solo de sus principios activos según la química, sino también, y con la misma importancia, de su preparación y posibles combinaciones.

A diferencia del producto de laboratorio, aplicado de modo indiscriminado, sin tener en cuenta las condiciones del lugar, tiempo y persona, lo que ha permitido inclusive la práctica inadecuada de la automedicación, el manejo terapéutico de las hierbas o plantas medicinales exige una cuidadosa administración y una relación estrecha entre el paciente y el formulador, que podría y debería dar lugar a un renacimiento científico de la especialidad del moderno herbolario.

Los primeros herbolarios datan de la época de los asirios, los babilonios y los fenicios y son una recopilación de los conocimientos de la época sobre las propiedades curativas de las plantas. Así comienza la historia de la Fitoterapia. Desde el año 3000 antes de Cristo. Hasta nuestros días hay numerosas referencias y escritos como el famoso papiro egipcio de Ebers, escrito en el 1550 antes de C. que contiene numerosas preparaciones medicamentosas a base de vegetales. (20)

Si imposible es conocer el nombre del iniciador, al menos sabemos de la existencia de referencias en tempranos textos como el “Código Hammurabi”, elaborado como Ley Fundamental del pueblo babilonio casi dos mil años antes de nuestra era. (53) El conocimiento empírico acerca de las plantas medicinales y sus efectos curativos pasó a ser parte integral de sistemas y tradiciones curativas como el ayurveda en la India, la medicina tradicional china o las tradiciones curativas de los indios norteamericanos.

Aunque a partir del siglo pasado el empuje de la industria farmacéutica hizo que la terapéutica fundamentada en el empleo de plantas viniera a verse como una práctica "primitiva" e irracional, en décadas recientes la fitoterapia (la ciencia que estudia el uso de las plantas con propósitos terapéuticos), experimentó un extraordinario resurgir. Actualmente se reportan numerosos descubrimientos científicos que confirman el enorme potencial curativo que posee el mundo vegetal y que están transformando la fitoterapia en una práctica muy distinta a la de nuestros antepasados. Cuando hablamos de descubrimientos científicos en torno a las plantas medicinales hay que aclarar que no se trata meramente de un redescubrir antiguos usos, en años recientes, las investigaciones nos han regalado con el descubrimiento de aplicaciones insospechadas para muchas plantas y sustancias derivadas de estas. También han surgido nuevas formas de preparación y de disponibilidad. Hoy encontramos extractos de plantas medicinales en forma de cápsulas, tabletas y otras formas desconocidas para nuestros antecesores, y precisamente estos descubrimientos presentan nuevos retos. La cantidad de plantas con propiedades curativas es tal que nadie puede dominar la totalidad del conocimiento de esta materia.

Los sanadores tradicionales de numerosas culturas por lo general conocen los usos de cientos de plantas oriundas de su país o región, pero no conocen las plantas oriundas de otras regiones. De cualquier modo, en nuestros días quedan pocos de estos sanadores tradicionales por lo que el conocimiento profundo de las propiedades curativas de muchas plantas corre el riesgo de perderse.

No hay duda de que la ciencia y la tecnología nos pueden ayudar a descubrir y utilizar las propiedades terapéuticas de las plantas medicinales de forma mucho más efectiva.

En la década del 40, el Dr. Juan Tomás Roig, botánico, farmacéutico y agrónomo, identificó 595 especies que fueron empleadas por la población cubana para diferentes usos curativos, y hace un llamado en su libro Plantas Medicinales, Aromáticas y Venenosas de Cuba, a la Comunidad Científica Nacional para que se estudien esas plantas y así verificar sus actividades farmacológicas, señaló además la posibilidad de desarrollar una industria farmacéutica a partir de nuestra flora. (23)

Ya en los años 60 comienza un desarrollo ascendente de la investigación científica sobre plantas medicinales y en la década del 70 se inaugura la Estación de Plantas Medicinales "Juan Tomás Roig", con el objetivo de iniciar el estudio integral de las plantas medicinales en Cuba, pero no fue hasta el 1980 que comenzó el verdadero trabajo de rescate de la medicina tradicional. (54)

Aproximadamente el 80% de la población de la mayor parte de los países en desarrollo usan la medicina tradicional derivada de plantas para satisfacer las necesidades primarias de salud. Países como China, Cuba, Sri-Lanka, Tailandia y otros han inscrito oficialmente en sus programas de salud el uso de la medicina tradicional herbolaria. (55)

El valor de las plantas medicinales en la terapéutica es indiscutible en nuestros días, a pesar del cuestionamiento de los defensores obsoletos de la medicina occidental. (56) La Fitoterapia busca restablecer la salud a través de remedios vegetales (extraídos de raíces, hojas, tallos, flores, semillas y frutos) y considera que hay una especie botánica capaz de curar cada dolencia, existe una considerable cantidad de plantas con características curativas, pero algunas han trascendido más que otras. (57)


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