Normalmente la DCB vá acompañada de una deformación progresiva de la columna vertebral sin posibilidad de tratamiento directo, así que debemos limitarnos a solucionar los problemas de pinzamientos en columna y cervicales (causados por desgaste y deterioro de los discos intervertebrales), por medio de la suplementación con cartílago de tiburón y aceite de krill antártico.
Este último también actuaría en la neurogénesis neuronal, permitiendo la reconstrucción (aunque limitada) de neurotrasmisores.
El esqualeno, propio del aceite de tiburón o de oliva virgen, complementaría esta acción.
Una dieta naturista sería lo más indicado para estos pacientes, ya que se ha demostrado en casos concretos una supervivencia de más de 11 años, con una calidad de vida aceptable, con una tersura de piel, cabellos y muscular realmente excepcional, y lo que es más importante, una estabilización de las constantes vitales.
Somos lo que comemos, pero también como nos vemos :

El beneficio psicológico es notable.