Intervencion educativa para modificar conocimientos sobre tuberculosis
Autor: Dr. Adonis Arias Lambert | Publicado:  27/05/2009 | Enfermedades Infecciosas , Medicina Preventiva y Salud Publica | |
Intervencion educativa para modificar conocimientos sobre tuberculosis.12


uestro estudio coincidió en el momento inicial de la intervención con estos autores, sin embargo al final de la misma estos conocimientos fueron los que más se modificaron de forma adecuada. Este resultado se debió a que en el diseño del plan temático se hizo mayor énfasis en el aspecto preventivo de la enfermedad, a través del control o la modificación de factores de riesgo asociados a la misma.

 

La literatura refiere que un enfoque integral en la atención primaria de salud estaría dirigido a detectar y modificar los siguientes factores de riesgo: hacinamiento, escasez de recursos económicos, abandono familiar y social, deficiencias nutricionales, alcoholismo, bronquitis crónica, convivencia con enfermos, Diabetes Mellitus, inmunodeficiencias como SIDA y linfoma entre otros (2).

 

Como se muestra en la tabla 4, relacionado con el conocimiento sobre las vías de transmisión de la tuberculosis. Pulmonar, antes de la intervención, el 25 por ciento (14 individuos) tuvo un nivel adecuado de conocimiento, mientras que en el 75 por ciento (42 individuos) fue inadecuado; después de la intervención, se lograron niveles adecuados en el 89.3 por ciento de los individuos (50) e inadecuados en un 10.7 por ciento de ellos (6 individuos), para un coeficiente de variación de 85.7 por ciento, con una p =0.0001 (p<0.05) al aplicar el chi cuadrado.

 


Tabla 4. Distribución de los enfermos y familiares según conocimiento sobre las vías de transmisión de la tuberculosis pulmonar. Bainet, octubre-diciembre 2006.

 

educacion_sanitaria_tuberculosis/conocimiento_vias_transmision

 

c2 = 44.66 p = 0.0001

 


La tabla demuestra que después de la intervención se logró cambios significativos en el conocimiento sobre la vía de transmisión de la tuberculosis pulmonar, al aumentar las respuestas adecuadas y predominar sobre las inadecuadas.

 

En Santiago de Cuba, Domínguez Eljaiek y un equipo de trabajo, publicaron una investigación donde el 94 por ciento de los individuos estudiados, manifestaron poco conocimiento en lo referente a vías de transmisión de la tuberculosis que se redujo de manera importante, a un 11 por ciento después de una labor educativa (53).

 

La tabla 5 expone las modificaciones en el conocimiento de los enfermos de tuberculosis y sus familiares relacionado con los síntomas y signos de esta enfermedad, y sus resultados mostraron que 9 (16.1 por ciento) de los individuos tuvieron, antes de la intervención, información adecuada sobre este aspecto, los otros 47 (83.9 por ciento) tenían inadecuado conocimiento sobre el tema. Una vez concluida la intervención se logró que 51 de los individuos (91.1 por ciento) respondieran de manera adecuada y solo 5 (8.9 por ciento) con respuesta inadecuada, con p =0.0001 (p<0.05) en el Chí cuadrado.

 


Tabla 5. Distribución de los enfermos y familiares según conocimiento sobre síntomas y signos de la tuberculosis pulmonar. Bainet, octubre-diciembre 2006.

 

educacion_sanitaria_tuberculosis/conocimiento_signos_sintomas

 

c2 = 60.34; p = 0.0001

 


La tabla anterior (referente a si los síntomas fiebre, pérdida de peso, gripe por más de 15 días, el haber estado en contacto con un tuberculoso y ahora tiene tos, expectoración con sangre y tener la nariz tupida se presentan en la tuberculosis. pulmonar) demuestra, que al finalizar la intervención predominaron los individuos que manifestaron un conocimiento adecuado respecto a los síntomas y signos de la tuberculosis pulmonar, diferencias estadísticamente significativas en relación al nivel de conocimiento que poseían antes de la intervención.

 

Una revisión bibliográfica sobre las formas clínicas de comienzo de la tuberculosis pulmonar, refirió que pueden ser de tipo catarral, aguda respiratoria, insidiosa, hemoptoica, y combinadas. Los síntomas más frecuentes son, la tos prolongada, pertinaz con expectoración o sin ella, a lo que llamamos sintomático respiratorio (SR+14); la tos acompañada de esputos sanguinolentos; dolor torácico por más de 2 o 3 semanas y la fiebre por más de 2 o 3 semanas de duración. También debe sospecharse esta en enfermedad ante un enfermo con pérdida de peso y astenia; en aquellos que presenten una radiografía de tórax con sombra sospechosa de tuberculosis. Pero son la tos y la expectoración los signos clínicos más útiles y sensibles para organizar la pesquisa de los sospechosos de presentar la enfermedad (35).

 

La tabla 6 muestra la evaluación de los conocimientos relacionados con el tratamiento de la enfermedad: antes de la intervención 13 personas (23.2 por ciento) mostraron un conocimiento adecuado y 43 inadecuado (76.8 por ciento). Después de la intervención fue adecuado en 47 personas (83.9 por ciento) e inadecuado en 9 personas (16.1 por ciento), con una p =0.0001 (p<0.05) al aplicar el chi cuadrado.

 


Tabla 6. Distribución de los enfermos y familiares según conocimiento sobre el tratamiento de la tuberculosis pulmonar. Bainet, octubre-diciembre 2006.

 

educacion_sanitaria_tuberculosis/conocimiento_tratamiento_TBC

 

c2 = 37.09; p = 0.0001

 


Al inicio del estudio predominó el conocimiento inadecuado sobre el tratamiento de la tuberculosis. pulmonar. La intervención logró cambios significativos en la modificación de dicho conocimiento, al predominar los adecuados sobre los inadecuados al final del programa educativo.

 

Destacamos el hecho de que este aspecto alcanzó menor coeficiente de variación, por las características culturales de la población, donde se encuentra arraigado el criterio de que la tuberculosis pulmonar es una enfermedad mística que puede curarse a través del oscurantismo.

 

El tratamiento antituberculoso correcto es la medida más efectiva para curar e interrumpir la transmisión de la enfermedad, si recordamos que cada año, cada caso de tuberculosis pulmonar no curado (con baciloscopia positiva) infecta a 10 personas y cómo los casos no curados viven mayor tiempo en la actualidad, ellos engrosan la masa crítica de fuentes de infección y más personas resultan infectadas.

Muchos casos de tuberculosis pulmonar no curados se han convertido en resistentes a las drogas antituberculosas y cuando ellos infectan a nuevas personas se transmiten a estas nuevas cepas de bacilos resistentes. Muchos enfermos que no tienen un tratamiento directamente supervisado abandonan el mismo antes de los dos meses de iniciado, porque refieren sentirse bien o mejor, ellos tienen probabilidad de convertirse en casos positivos como fracaso del tratamiento (36, 37, 38).


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