Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Novena parte
Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin | Publicado:  9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas. | |
Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Novena parte.5

La segunda vía que se puede utilizar para producir movimientos automáticos es la siguiente:

 

Una vez que se ha logrado la catalepsia braquial de ambos brazos, se manda a que caigan completamente relajados. Luego se pone una mano en el codo del sujeto y con la otra se flexiona el antebrazo y se comienza a realizar un movimiento hacia arriba y hacia abajo, en el cual el codo representa el punto de referencia de donde comienza el movimiento. Entonces se le indica: Su cuerpo está completamente flojo… relajado... usted realiza conmigo este movimiento... hacia arriba… hacia abajo... (Se continúa así siete u ocho veces) Ahora usted va a realizar el movimiento solo... yo soltaré su mano… y usted continuará el movimiento… de la misma forma... (Se sueltan las manos) hacia arriba... hacia abajo... hacia arriba... hacia abajo... ya es un movimiento mecánico… mecánico… completamente mecánico... hacia arriba… hacia abajo... hacia arriba…hacia abajo...

 

Es necesario coordinar la sugestión hacia arriba… hacia abajo... de acuerdo con el movimiento del brazo, para que ambos coincidan.

 

Cuando yo cuente hasta tres… el movimiento pasará a ser automático… imposible parar… imposible parar… uno… ya comienza a ser automático… dos… ya es un movimiento semiautomático… prácticamente es imposible parar... imposible parar... tres... ya es un movimiento automático... imposible parar... Imposible parar… Intente… no puede… imposible parar… imposible parar… sus párpados pegados…muy pegados… imposible parar… imposible parar... su cuerpo relajado... ahora cuando yo cuente hasta tres... sus brazos caerán desplomados… el movimiento parará... cuando yo cuente hasta tres…uno… caerán completamente relajados… dos... tres… está muy bien todo su cuerpo…relajado... cansado… abandonado… sus parpados pegados… imposible separarlos… imposible separarlos…

 

Se habrá podido observar que siempre que indicamos una acción decimos: Cuando yo cuente hasta tres… de esta forma se facilita la programación del acto por parte del sujeto. Hemos comprobado experimentalmente que si se da una sugestión que implique realizar una actividad determinada, la ausencia del conteo hace que la respuesta aparezca con más dificultad.

 

Posteriormente se realiza el mismo ejercicio con el otro brazo y luego la rotación de ambos brazos como explicamos con anterioridad. La primera vía simplifica el ejercicio y ahorra tiempo, sin dejar de tener eficiencia.

 

Es frecuente que cuando se comienza se olviden los pasos. Si esto ocurre, el hipnotizador debe continuar con indicaciones de relajamiento, cansancio, etc., pero nunca dejar de hablar continuamente, para no perder el rapport con el sujeto.

 

Otro aspecto importante es que no se debe sugerir sueño al sujeto hasta que no se haya cumplido esta fase, porque hasta aquí sólo aparece letargo.

 

Para dar por terminado este paso, es necesario haber cumplimentado los siguientes aspectos:

 

  1. Relajamiento total con flexibilidad.
  2. Rigidez del brazo e imposibilidad de bajarlo (catalepsia braquíal).
  3. Movimiento automático braquial.

 

Si se ha cumplido lo anterior, podemos decir que hemos concluido los dos primeros peldaños de la hipnosis. Por tanto, tenemos creadas las bases para pasar al sueño hipnótico.

 

SUEÑO HIPNÓTICO

 

El sueño hipnótico es la ambición de todo hipnotizador. Según nuestra experiencia, el intervalo de confianza para que el sujeto pase a esta fase está entre 15 y 85% de los casos hipnotizados. Aunque queremos aclarar que para eliminar síntomas menores, con sólo haber cumplimentado los dos primeros periodos o pasos es suficiente para realizar las sugestiones que los contrarresten.

 

El hipnotizador principiante no debe angustiarse por no llegar a esta fase, pues uno de los requerimientos fundamentales para alcanzarla es tener experiencia en la utilización de las técnicas. En la medida en que se unan el dominio del método y la buena sugestionabilidad del sujeto, se llegará fácilmente al sueño hipnótico deseado.

 

En los dos pasos anteriores se hacía énfasis en el relajamiento corporal y en la flexibilidad muscular, para buscar la formación de un reflejo condicionado y el establecimiento de la inhibición de las zonas motoras y premotoras del cerebro. De ahora en adelante el objetivo es generalizar la inhibición por toda la corteza para que se pueda alcanzar el sueño hipnótico.

 

La sugestión de sueño se realiza cuando el sujeto esté en un grado profundo de relajación y no exista ninguna contracción muscular. Se comienza la inducción de sueño apoyándonos en los logros de las dos etapas anteriores, así: Su cuerpo está completamente relajado... abandonado... sus párpados pegados... cansados... piense en que tiene sueño... está cansado... muy cansado... no tenga miedo... duerma...duerma... tranquila y profundamente... cada vez más profundamente... su cuerpo está cada vez más relajado... abandonado... cada vez tiene más sueño... sólo le interesa dormir... poco a poco... cada vez más profundamente... duerma... lenta y tranquilamente... duerma... tiene mucho sueño... Duerma... profundamente... tranquila y profundamente... respire normal... cada movimiento respiratorio... profundizará su sueño... cada vez. más profundamente... tiene sueño... mucho sueño.... Una forma de comprobar si se ha cumplido la etapa y si efectivamente existe un sueño profundo es levantando los párpados del sujeto, donde debe aparecer la convergencia ocular (los globos oculares girados hacia arriba y convergiendo). Si esto no es así, nos está indicando que no hay la profundidad necesaria por lo que debemos seguir buscando el sueño hipnótico.

 

ABRIR LOS OJOS.

 

Esta maniobra se realiza también como medio comprobatorio para determinar hasta qué punto el sujeto está sugestionado.

 

Para mandar a abrir los ojos y que el sujeto continúe bajo el efecto de la sugestión hipnótica, debemos haber cumplido las indicaciones de cada paso en forma adecuada. Si existe una fuerte sugestión, cuando el sujeto tenga abiertos los ojos aparecerá una mirada fija, sin pestañeo; está prácticamente hipnotizado, con la única diferencia de que los ojos no están cerrados.

 

Pero es necesario conocer que el sujeto está despierto y que va a recibir varias estimulaciones que lo pueden sacar del efecto hipnótico.

 

Esto crea la necesidad de prepararlo antes de mandarlo a abrir los ojos, por lo que las sugestiones son las siguientes: Fíjese bien... yo le voy a mandar a abrir los ojos...pero usted no va a pestañear… es como si continuara dormido...como si estuviera profundamente dormido...pero con los ojos abiertos... su mirada será fija hacia adelante... sin pestañear… cuando yo cuente hasta tres... usted abrirá los ojos... sin pestañear... sin despertar... inmediatamente volverá a cerrar los ojos y continuará durmiendo... uno... recuerde... cuando yo cuente hasta tres... usted abrirá los ojos... Sin pestañear... dos... sin pestañear... inmediatamente... volverá a cerrar los ojos... y continuará durmiendo... tres…

 

El hipnotizador debe observar la conducta del sujeto, pues la misma varía en dependencia del grado de sugestionabilidad que adquiera. El buen sujeto abre los ojos y su mirada está fija, sin pestañear, y a los pocos segundos los cierra, entrando de nuevo en un sueño profundo.

 

Otros pestañean dos o tres veces y después dejan los ojos cerrados; en este caso el hipnotizador continúa profundizando en el sueño. En algunos casos el sujeto no cierra los ojos y es necesario aplicarle el signo-señal, incluso en algunas oportunidades utilizar la maniobra de los pulgares sobre los ojos.

 

Si el ejercicio de abrir los ojos ha salido correctamente, hemos cumplimentado la tercera etapa de la hipnosis y estamos en condiciones de continuar en el cuarto paso, que ya se puede considerar como una hipnosis profunda.

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