Caracterizacion de pacientes hipertensos no controlados con Sindrome Metabolico
Autor: Msc. Dra. Elsa María Vivero López | Publicado:  12/02/2010 | Cardiologia , Medicina Interna , Endocrinologia y Nutricion | |
Caracterizacion de pacientes hipertensos no controlados con Sindrome Metabolico .2

Varios estudios concuerdan en que alrededor de un 25% de la población adulta padece SM, que la prevalencia aumenta con la edad, siendo de un 24% a los 20 años, de un 30% o más en los mayores de 50 años y ya por encima de los 60 más del 40% de la población padece síndrome metabólico. 19

 

El Síndrome Metabólico es absolutamente frecuente y común en la edad adulta, en ambos sexos, llegando a presentarse en 1 de cada 4 personas, según datos de diferentes estudios realizados en Argentina (21.4% siguiendo los criterios diagnósticos del ATPIII y 19.8% siguiendo los criterios de la OMS). Sólo un 1/3 de los adultos no tiene ninguno de los componentes mayores del SM y a nivel mundial se pronostica que ½ billón de personas se hallarán afectadas para el año 2020.20

 

La importancia de este síndrome radica en que múltiples estudios han demostrado su asociación con el desarrollo de morbimortalidad cardiovascular. Su prevalencia varía con las regiones; en los Estados Unidos diferentes estudios establecen como cifra de prevalencia, del 21 al 33 %. En otros países se han encontrado desde cifras bajas como 16,3% en Marruecos, hasta cifras muy elevadas en aborígenes Maori de Nueva Zelanda con un 52,8%.21, 22

 

En Venezuela se ha estudiado una muestra importante de la población del estado Zulia encontrando una prevalencia de 35,3%, existiendo diferencias pequeñas entre las diferentes razas (mezclados, blancos, negros o amerindios) y con predominio en las mujeres mayores de 50 años, siendo los componentes más frecuentes la obesidad abdominal y el HDL-c bajo. Otros grupos han reportado resultados similares en Caracas y Coro.23

 

El SM también está presente en edades tempranas. La Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) ha demostrado que entre 1988-1992 y 1999-2000 la prevalencia en adolescentes subió de 4,4% a 6,4%, siendo más frecuente en varones que en hembras con un incremento en adolescentes obesos (32%).24 En el 2004, Weiss y col.25 encontraron 39% de SM en adolescentes moderadamente obesos y hasta 50% en los severamente obesos. En adolescentes de 14-17 años en Venezuela se ha encontrado hiperinsulinemia en un 56% de los varones y en 37% de las hembras y además, que un 37% de adolescentes delgados presentan ya niveles elevados de insulina, insulino resistencia, elevación de triglicéridos y de la presión diastólica. 24 Es importante destacar que el seguimiento del estudio de Bogalusa26 demostró que la condición de poseer niveles bajos de los componentes del SM en la niñez conlleva definitivamente a menor riesgo de enfermedad cardiovascular en el adulto.

 

En cuanto a la epidemiología, en los países latinoamericanos poco a poco se están alcanzando los alarmantes niveles de países desarrollados. Bastaría con tomar al segmento de personas con sobrepeso u obesos, que tienen alterado sus perfiles lipídicos y sus niveles de glucosa, para cifrar en torno al 20% por ciento la cantidad de individuos en edad adulta que padecen este síndrome. 27

 

La edad de los individuos propensos a padecer de Síndrome Metabólico ha ido bajando de forma dramática. Si antes se hablaba de pacientes que bordeaban los 50 años, ahora el grupo de riesgo está situado en tomo a los 35 años, lo cual obedece a la tendencia, desde etapas muy tempranas de la vida, hacia los malos hábitos de alimentación y escaso ejercicio físico de la población en general. 27 Lo que es indudablemente cierto es que la prevalencia aumenta con la edad, siendo de un 24% a los 20 años, de un 30% o más en los mayores de 50 años y mayor del 40 % por encima de los 60. Finalmente se puede decir que una de cada 5 personas del mundo occidental es considerada una bomba de tiempo cardiovascular, a causa del Síndrome Metabólico. 28

 

El estudio de la prevalencia de este síndrome se ha intensificado en los últimos años y solamente en el 2004 se han publicado varios trabajos estableciendo la prevalencia en los más diversos países tales como Filipinas, 33 %,29 India, 25 %,30 Korea 29%,31 Grecia 24 %,32 Turquía 33 %33 entre otros, así como el aumento de consecuencias en el ámbito cardiovascular, endocrinológico y gastrointestinal. 34

 

Isomaa et al, en el estudio de Botnia con una población de 4.483 individuos entre 35 y 70 años, encontraron una prevalencia de síndrome metabólico (según el criterio de la OMS) de 12% entre quienes tenían una tolerancia a la glucosa normal, de 53% en los intolerantes a la glucosa y de 82% en los diabéticos; después de un seguimiento durante 6,9 años, quienes presentaban el síndrome presentaron una mayor morbilidad coronaria y una mayor mortalidad cardiovascular. Los autores concluyeron que el síndrome metabólico aumenta por 2 el riesgo de accidentes vasculares cerebrales y por 3 el riesgo de enfermedad coronaria y que la mortalidad cardiovascular; a los 6,9 años se elevó de un 2,2% que tuvieron los sujetos sin el síndrome a un 12% cuando el síndrome estaba presente. 35

 

En el estudio sobre factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, publicado por Lakka et al; se evaluaron 1.209 hombres de 42 a 60 años, que fueron seguidos durante 11 años. El diagnóstico de síndrome metabólico fue hecho en los individuos en etapas tempranas, sin incorporar a los diabéticos ni a quienes tenían enfermedad cardiovascular clínica. Aplicando el criterio de la OMS y ajustando los datos por edad, año del examen, LDL-c, tabaquismo, antecedente familiar de enfermedad coronaria precoz, fibrinógeno, recuento de leucocitos, consumo de alcohol y nivel socioeconómico, se encontró una mayor mortalidad coronaria, cardiovascular y total en los sujetos con Síndrome Metabólico. El riesgo relativo para mortalidad coronaria fue de 3,3, para mortalidad cardiovascular de 2,8 y mortalidad total de 1,8, todos ellos altamente significativos. Para esta misma población, usando el criterio del NCEP-ATP III, el riesgo relativo para mortalidad coronaria fue 4,3; para cardiovascular 2,3 y para total 1,7, aunque estos dos últimos sin alcanzar significación estadística. 36

 

Ambos estudios son categóricos en señalar al síndrome metabólico como un factor de riesgo cardiovascular mayor e independiente de otros factores. Por estos motivos, Grundy et al en la actualización del ATP III, incluye entre los pacientes de muy alto riesgo cardiovascular (mayor al 20% a 10 años) a quienes tienen una enfermedad cardiovascular establecida y presentan síndrome metabólico con la dislipidemia aterogénica, planteando como una opción de tratamiento bajar el LDL-c a menos de 70 mg/dl y tratar la hipertrigliceridemia y el HDL-c bajo. 37

 

En Venezuela las enfermedades cardiovasculares renales y metabólicas representan un serio problema de salud pública. Según el Ministerio del Poder Popular para la Salud de este país las enfermedades del corazón, cerebrovasculares y la Diabetes Mellitus (DM) son señaladas como la primera, tercera y sexta causa de muerte diagnosticadas, respectivamente, siendo alarmante esta situación, ya que la HTA y DM son patologías prevenibles e incluso potencialmente controlables. 38, 39 Es por ello que la intervención de médicos y otros profesionales sanitarios de atención primaria y del paciente ambulatorio, están en una posición única para contribuir significativamente a la mejora de la prevención y el manejo de este problema de salud.

 

Finalmente, se debe recordar que los profesionales de la salud juegan un papel crítico en la prevención del desarrollo del SM en sus pacientes a través del control de peso y el alcance apropiado de niveles de actividad física, ya que está demostrado que el SM es reversible. Si bien existe ayuda farmacológica para corregir cada componente, si ésta no se complementa con cambios en el estilo de vida, su efecto es dudoso.

 

Problema Científico:

 

Después de algunos meses atendiendo pacientes con Síndrome Metabólico en la consulta de Consultorio Popular de Mamera I y Mamera III, del ASIC Mamera, Parroquia Antímano, no se disponen de datos científicamente obtenidos que caractericen clínica y epidemiológicamente a los pacientes hipertensos no controlados con Síndrome Metabólico.

 

Se propuso investigar el tema teniendo en cuenta como principales elementos su pertinencia al no ser ampliamente investigado en el estado y no existir estudios previos en la parroquia mencionada. Igualmente teniendo en cuenta la frecuencia, gravedad, interés social y económico; se ha tenido en cuenta los beneficios que pueden derivarse del estudio en cuanto a sus aplicaciones prácticas y valor teórico.

 

Otro elemento a tener en cuenta para su justificación es su viabilidad. Las variables fueron factibles de medir, el tiempo para la obtención de datos fue apropiado, hubo disponibilidad de sujetos. Fue posible la colaboración con otros profesionales y servicios, así como disponer de sus instalaciones y equipamiento.

 

Se tuvieron en cuenta en todo momento las consideraciones éticas.

 

Marco teórico

 

La patogénesis del síndrome metabólico es compleja y deja muchos interrogantes. Intervienen tanto factores genéticos como ambientales, que van a influir sobre el tejido adiposo y sobre la inmunidad innata. 40

 

La obesidad juega un rol preponderante ya que el tejido adiposo, sobre todo el visceral o abdominal, es muy activo en la liberación de distintas sustancias: ácidos grasos, factor de necrosis tumoral α (FNTα), Leptina, Resistina, Factor inhibidor de la activación de plasminógeno (PAI1), IL6, etc. Estos factores pudieran favorecer la aparición de un estado proinflamatorio, de resistencia a la insulina (RI) y/o de daño endotelial. 41


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