Capitulo 4. Homeopatia. La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver
Autor: Diego Bejarano Wallens | Publicado:  25/08/2010 | La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver , Medicina Alternativa | |
Capitulo 4. Homeopatia. La Farmacopea Homeopatica Corregida por Juver .7

El plano de las apariencias físicas, porque en el fondo de toda ciencia debe estar el reconocimiento de la verdad eterna.

La salud y la enfermedad en el hombre no son determinadas únicamente por las leyes físicas, tales como los que rigen las órdenes más bajos del ser, ni son las leyes de la naturaleza creadas por esta, sino que todas las leyes naturales son el resultado de la ley espiritual que obra en la naturaleza, y en aquellos reinos en que la inteligencia desempeña un papel. En que la voluntad comienza a tener libertad y responsabilidad individual, se manifiesta una acción más directa de la ley divina.

Por tanto, aunque sea sumamente útil y necesario el conocimiento de las leyes de la naturaleza física.

El estudiante de medicina debería ante todo cultivar la nobleza y espiritualidad de carácter que resulta del reconocimiento de la ley fundamental de la sabiduría divina, en la que se basa todo el orden y armonía que existe en el mundo.

La práctica de la medicina no descansa en el mero tecnicismo, ni es una simple profesión o negocio que se puede emprender con el objeto de ganarse la vida, sino que requiere para su objeto legítimo, el uso de las facultades que resultan del desarrollo de los elementos más elevados y más nobles, la parte espiritual de la constitución del hombre.


PARÁGRAFO LXXII de 100

LAS CINCO CLASES DE MÉDICO

Como hay cinco clases de enfermedades, y como cada enfermedad debe tratarse con referencia a su causa, pueden distinguirse cinco métodos distintos de tratamiento, los cuales, sin embargo, no se deben confundir con cinco sistemas diferentes que uno pueda escoger a su antojo, pues cada uno de estos métodos requiere la posesión de ciertas cualidades naturales distintas, las más elevadas de las cuales se encuentran ahora muy raras veces. Mientras que se puede enseñar con bastante facilidad a cualquier persona que tenga un grado ordinario de inteligencia, la ciencia de los métodos inferiores, tales como la prescripción de drogas, el uso del agua fría o caliente, o la aplicación de cualquier otra fuerza física, el verdadero arte de la medicina requiere dotes y talentos superiores que no pueden adquirirse sino conformándose a la ley de evolución espiritual, o sea por medio del desarrollo superior del hombre interno. El médico que posee los poderes que confiere la sabiduría, puede también adquirir el conocimiento de las opiniones y tecnicismo que componen el equipo de los médicos inferiores; pero un médico de clase inferior, no puede practicar el arte de la clase superior, sin ser iniciado en aquella clase por medio del desarrollo del poder que para ello se requiere.

De esto resulta evidente que es tan importante la cualidad del médico mismo como el sistema que practica.

Paracelso distingue cinco clases de médicos: las tres clases inferiores buscan sus recursos en el plano material; las dos clases superiores emplean remedios que pertenecen al plano supra espiritual. Pero dice también que, debido a la unidad de la Naturaleza, cualquiera de estas clases de médicos puede efectuar curaciones en cualquiera de los cinco campos; y que ningún médico debe cambiar un sistema por otro, sino que cada uno debe permanecer adherido a la "secta" a la cual naturalmente pertenece.

Paracelso describe estas cinco clases de médicos como sigue:

1. Naturales - Los que se sirve de remedios físicos que obran como opuestos, es decir, medios físicos y químicos, como el calor contra el frío, etc., etc. (Alópatas)
2. Específicos - Los que emplean ciertos remedios que, según lo ha demostrado la experiencia, obran como specificu (Empíricos, Homeópatas)
3. Característicos - Los que se sirven de los poderes de la mente, obrando sobre la voluntad y la imaginación del enfermo (curación mental, mesmerismo, etc.)
4. Espirituales - Los que poseen poderes espirituales y se sirven del poder mágico de su voluntad y pensamiento (Magia, Psicometría, Hipnotismo Espiritualidad, Hechicería)
5. Adeptos - Aquellos por medio de los cuales se efectúan obras "milagros" en el poder de la verdadera fe (Adeptos)

A cualquiera de estas cinco "sectas" o facultades que pertenezca un médico, debería estar perfectamente versado y experimentado en su departamento, poseyendo un conocimiento profundo del mismo y no un conocimiento superficial.

"En cualquier facultad que uno desee adquirir un grado y alcanzar éxito debería además de considerar el alma y el cuerpo enfermo del paciente, esforzarse en tener un conocimiento perfecto de ese departamento y ser enseñado más por su razón e intuición propias que por lo que pueda decirle el enfermo. Debería poder reconocer la causa y origen de la enfermedad que trata, y su conocimiento debería ser firme y no sujeto a dudas".

Hay por lo tanto, en cada una de estas clases tres grados, a saber:

1) Los que poseen todos los requisitos de su arte.
2) Los que han alcanzado tan sólo la mediocridad.
3) Los zotes, charlatanes y embusteros a cuyo grado pertenece la inmensa multitud de charlatanes con o sin diplomas, los que se aprovechan de la ignorancia y credulidad del pueblo, y con sus venenos y drogas "matan anualmente más personas que la guerra, el hambre y la peste combinadas". Pero ninguna de estas cinco clases de médicos debería considerar su propio sistema como el único verdadero, y rechazar a los demás y considerados como inútiles, pues en cada uno se halla el poder pleno y perfecto de curar todas las enfermedades que provienen de cualquiera de las cinco causas y cada uno tendrá éxito si tal es la voluntad de la ley.


1. Naturales

A esta clase pertenece la hueste inmensa de lo que hoy día suele llamarse "médicos regulares", es decir los que siguen la vieja rutina de la ciencia médica oficial, desde el médico más o menos progresista, hasta el vendedor de drogas. Los remedios que emplean pertenecen a los tres reinos de la naturaleza y según los elementos que representan, pueden dividirse como sigue:

1. Tierra - Esta incluye todas las substancias minerales vegetales y animales que se requieran para objetos medicinales drogas yerbas y sus preparaciones, agentes químicos, etcétera.
2. Agua - A ésta pertenece la Hidroterapia, baños calientes y fríos, y todo lo que tenga relación con ella.
3. Aire - Los resultados terapéuticos que se pueden obtener por medio de la inhalación de ciertos gases y vapores, son ahora muy poco conocidos comparativamente, exceptuando el hecho de que para estos propósitos se suele recurrir a los cambios de clima. El empleo de tales cosas como el aire puro, la luz del sol, etc., es con mucho demasiado sencillo para ser debidamente apreciado por una generación cuyo modo de pensar es excesivamente complicado para ponerlos en aptitud de percibir las verdades simples y por lo tanto, se les considera como perteneciendo a la "higiene" más bien que a la "terapéutica".
4. Fuego - Entre los agentes que pertenecen a esta descripción pueden contarse toda clase de energía, calor y frío la luz y las acciones de sus rayos de diversos colores, la electricidad física, el magnetismo mineral, etc., todos los cuales, hasta ahora han recibido muy poca atención por parte de la medicina moderna, mientras que los antiguos se servían de semejantes remedios para curar muchas enfermedades.
5. Éter - Hasta ahora, el elemento único y su acción son apenas teóricamente admitidos por la ciencia moderna, y prácticamente son casi desconocidos. Muy recientemente se ha dado un gran paso en esta dirección con el descubrimiento de la acción terapéutica del éter solar y por medio del uso de un aparato para el empleo de sus radiaciones.

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