Estrategia de comunicacion educativa que modifique estilos de vida nocivos en trabajadores hipertensos
Autor: MsC. Lic. Madeline Pequeño Colas | Publicado:  13/09/2010 | Cardiologia , Medicina Laboral , Medicina Preventiva y Salud Publica | |
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En un paso siguiente, éste se convierte en colesterol, lo que explica la acumulación de grasa en las arterias y la arteriosclerosis temprana del alcohólico, que de la misma manera que el fumador, es frecuentemente víctima de infartos del miocardio y de lo que popularmente se denomina embolia.

El alcohol actúa también sobre las glándulas suprarrenales y hace que éstas produzcan sustancias que determinan un notable aumento de la presión arterial.


MITOS POPULARES SOBRE EL ALCOHOL

Algunas de estas apreciaciones falsas, presentes en diferentes culturas son las siguientes (Bogani E. 1976).

Primer mito: El alcohol mejora la actividad sexual.

Lo que realmente ocurre es todo lo contrario, hasta el punto de que una pregunta obligada para los médicos que atienden disfunciones eréctiles (antes erróneamente llamadas impotencias) (Mella C; 1989) es: ¿tomó usted bebidas alcohólicas antes del encuentro sexual? La explicación de esta acción está en el efecto inhibidor o depresor del alcohol sobre el cerebro y la médula espinal, y fue destacado 400 años atrás en una obra de Shakespeare, Macbeth, donde un personaje comenta: "el alcohol provoca el deseo, pero dificulta la ejecución".

Segundo mito: El alcohol sirve para enfrentar el frío.

Quien así se exprese debe saber que los soldados de Napoleón que murieron congelados durante la invasión a Rusia fueron precisamente aquellos que ingerían bebidas alcohólicas, ya que el efecto verdadero del alcohol es producir dilatación de los vasos sanguíneos de la piel y, de esa forma, el cuerpo se comporta como un radiador de automóvil cuyo efecto es, precisamente, la pérdida de la temperatura corporal al poner en contacto el calor de la sangre con el frío que actúa sobre la piel.

Tercer mito: El alcohol es un alimento.

El criterio de los entendidos en nutrición es justamente el opuesto, es decir, que el alcohol es un antialimento, pues sólo aporta calorías vacías que no pueden utilizarse por el organismo y, además, por su acción irritante sobre el estómago y el intestino dificulta la absorción de los alimentos.

Cuarto mito: El alcohol es bueno para combatir la hipertensión y el infarto del miocardio.

En realidad, la aparición de hipertensión e infarto, así como de accidentes vasculares encefálicos (en el lenguaje popular embolias), es 6 veces mayor en los que abusan del alcohol que en aquéllos que no lo hacen. La acción sobre la presión arterial (al elevarla considerablemente) no depende de la cantidad del líquido ingerido (como piensan algunos que recomiendan evitar la cerveza y tomar ron), sino de la acción directa del alcohol sobre las glándulas suprarrenales, lo cual determina la liberación de cortisona, una hormona que eleva de forma notable la presión arterial.

Quinto mito: El alcohol es un estimulante.

Realmente el alcohol pertenece al grupo farmacológico de los anestésicos y sedantes y, como vimos antes, sus efectos son inhibitorios o depresores hasta el punto de que su consumo masivo lleva al coma y la muerte (González R; 1981). Es bueno recordar el frecuente llanto de las personas en estado de embriaguez profunda y también que en muchos países el 30% de los alcohólicos termina sus vidas por medio del suicidio.

Sexto mito: Sólo se convierten en alcohólicas las personas débiles de carácter o carentes de moral.

Este es uno de los disparates mayores de todos los valorados, pues uno de los aspectos más dolorosos del alcoholismo es que afecta por igual a toda persona que por alguna razón consuma bebidas alcohólicas habitualmente. Esto explica la alta frecuencia de alcoholismo en trabajadores de licoreras, cerveceras y lugares de expendio como bares y clubes, con total independencia de su nivel escolar, socioeconómico o características de su personalidad.

El peligro del alcoholismo está presente por igual en todas las personas, aunque el conocimiento de este tóxico puede contribuir a evitar que se caiga en sus redes (Lewis D; 1987).

PATRÓN NUTRICIONAL

La nefasta comida chatarra.

La "Comida Chatarra" (en Inglés "Junk Food") es un término comúnmente utilizado para referirse a los alimentos que no aportan una buena nutrición y no aportan fibra ni micro nutrientes pero aportan demasiadas calorías. Además los pocos nutrientes que proporcionan son de mala calidad, por ejemplo, grasas poli saturadas, sustancias químicas artificiales o sintéticas no asimilables por el organismo, incluso algunas de ellas se están investigando por tener riesgo de ser cancerígenas.

Los tipos más comunes de alimentos chatarra son las "frituras", los "dulces" o golosinas, y los postres, hamburguesas, papas fritas, chocolates, pizzas, empanadas. Esta es sólo una lista de comidas chatarra que encontramos todos los días en tiendas de abarrotes o autoservicios, kioscos y supermercados.

Caramelos y paletas hechos principalmente de azúcar: proporcionan muchas calorías "vacías", y en absoluto nada de nutrición, cero fibras, cero vitaminas, cero minerales, sólo azúcar, y últimamente otras variaciones aún más peligrosas como la dextrosa o sucralosa. También contiene saborizantes y colorantes artificiales que son potencialmente peligrosos para la salud.

Frituras: cualquier alimento que sea frito en aceite, absorbe aceite en grandes cantidades, sean papas, chicharrones, o cualquier otro alimento, al freírse absorbe demasiado aceite. Además, está demostrado que el aceite, al calentarse desata reacciones químicas que crean acrilamidas, componentes potencialmente cancerígenos. El aceite que consumimos se convierte directamente en grasa corporal. Este fenómeno sucede porque el aceite "refinado" es una grasa "aislada" de los demás nutrientes. No se ve esto en los alimentos naturales como las verduras o frutas, donde el aceite no refinado es digerido por el organismo de manera sana.

Pasteles o pastelillos (tortas): Su ingrediente principal es la harina blanca, este no es un alimento sano: todo lo contrario, fomenta la acumulación de grasa corporal. También llevan mucha azúcar, y en ocasiones crema o betún, ingredientes cargados con grasas dañinas para nuestro cuerpo. Son un verdadero festín "chatarra", una bomba engordarte. Si usted quisiera hacer engordar a alguien, o peor aún, hacerlo enfermar, podría darle de comer diariamente pasteles, donas, frituras y caramelos.

Refrescos (sodas o gaseosas): Su ingrediente fundamental es el azúcar, y demasiada para ser exactos. Puesto que lleva saborizantes artificiales y ácidos artificiales, requiere más azúcar para que el paladar lo perciba "balanceado" o "agridulce". Los demás ingredientes son sólo colorantes artificiales y agua carbonatada (se le inyecta monóxido de carbono al agua natural). Inclusive los refrescos "de dieta" son muy dañinos, hay indicios de que el aspartame y otros endulzantes "falsos" son cancerígenos y aún si no lo fueran, estamos metiendo a nuestro sistema digestivo sólo colorantes, endulzantes y saborizantes artificiales con gas, un gran concierto de ingredientes "chatarra".

Hay otros alimentos que no se perciben comúnmente como alimentos dañinos o "chatarra" pero que también están en la lista de comida que hace engordar rápidamente y daña la salud a mediano y largo plazo, ocasionando ataques cardiacos, diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, y muchas otras enfermedades, sus consecuencias seguras son: el sobrepeso y la obesidad. Por supuesto con sus complicaciones inmediatas como son la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.


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