La Psicologia de la Palabra y su relacion con el lenguaje
Autor: Dra. Arianna Ponce Figueroa | Publicado:  9/03/2012 | Psicologia , Otras Especialidades , Articulos | |
La Psicologia de la Palabra y su relacion con el lenguaje .2

Las funciones, llamadas también representaciones, son las siguientes:

Representación motriz: La región precentral de la corteza, dentro de los límites correspondientes al lóbulo frontal es responsable de los movimientos del lado opuesto del cuerpo. Las distintas partes del cuerpo se encuentran representadas de una manera ordenada de arriba hacia abajo a lo largo de la región antes citada, comenzando por la representación motriz del pie y terminando con la región faríngea. Vale la pena advertir que dentro de esta área se sitúan igualmente los órganos articuladores, los cuales hacen posible el habla.

Existen en la corteza cerebral conexiones neuronales que, además de permitir la contracción de músculos aislados, representan los esquemas de funcionamiento de la actividad motriz.

A través de muchos experimentos se ha podido reconocer cierta participación del lóbulo frontal en el desarrollo intelectual del individuo y en la modelación de las características de su personalidad.

En el campo intelectual, se ha señalado un déficit para el pensamiento abstracto, la deducción de conclusiones y la orientación de la actitud ante hechos y situaciones nuevas, perdida de la atención y de la memoria de fijación, que puede llevar hasta la desorientación en el tiempo y en el espacio.

Representación sensorial: Esta representación se sitúa en el lóbulo parietal, su ordenamiento espacial se inicia con la representación de los órganos genitales, situados en la vecindad de la fisura calloso-marginal, sigue con la representación del miembro inferior, luego del superior y posteriormente con la cara. Sobre el flanco superior de la fisura de Silvio está la representación sensitiva de la parte inferior de la boca y la laringe y, finalmente, la sensibilidad intra-abdominal.

Representación visual: Corresponde a esta representación el lóbulo occipital; los impulsos nerviosos, originados en las células receptoras de la retina, llegan a los cuerpos geniculados laterales y de éstos parte la radiación óptica a la corteza que bordea la fisura calcarina.

Representación auditiva: Se sitúa en el lóbulo temporal. En ella están representados de una manera altamente organizada los distintos segmentos de la cóclea, por lo cual se dice que tiene una definida organización somatotópica. La zona vecina del lóbulo temporal, o sea, los giros temporales superior y medio, se catalogan como el área de asociación auditiva, en la cual los sonidos adquieren un significado conceptual. En el superior se encuentra el oído fonemático donde se discriminan los sonidos del idioma correspondiente y la memoria audioverbal que es el medio responsable de la memoria para las palabras.

Organización cerebral del lenguaje

La producción del lenguaje está controlada por el tracto piramidal, originado en las grandes neuronas piramidales del área de Broca. Tales fibras se dirigen hacia el cerebro medio, la protuberancia y el bulbo raquídeo, e inervan bilateralmente los núcleos de los nervios craneales, excepto los nervios que inciden en la expresión facial.

Cada hemisferio es capaz de controlar ambas mitades (derecha e izquierda) del tracto vocal, aunque existe gran cantidad de literatura en la que se afirma que un solo hemisferio cerebral es el responsable de la realización del lenguaje. Existe un control que permite modificar la velocidad y longitud de los músculos del tracto vocal; en este sistema son muy útiles tres tipos de información:

• Las aferencias de los haces musculares que se proyectan hacia la corteza a través del tálamo.
• La aferencia táctil que corre a través del nervio lingual, que es una rama del trigémino.
• La aferencia propioceptiva que pasa a través del nervio facial.

La información cutáneo táctil se proyecta a la región rolándica de la corteza a través del tálamo, e igualmente se dirige al cerebelo. Cabe anotar que lesiones del cerebelo pueden causar alteraciones en el lenguaje sin que ocasionen ningún otro tipo de trastorno motor, lo cual no parece cierto en el caso de las lesiones de los núcleos basales; en este último caso, las alteraciones en el lenguaje son equivalentes a otras perturbaciones generales en los movimientos involuntarios.

Los principales circuitos implicados en el proceso de producción del lenguaje. El sistema primario de su producción comprende la participación de la corteza cerebral, la cual recibe información sensorial a través del tálamo y controla las moto neuronas del tracto vocal por medio del tracto piramidal. Podemos afirmar que el proceso de producción del lenguaje abarca toda una serie de adaptaciones musculares, respiratorias y nerviosas que permiten la articulación de los sonidos producidos, cuando el aire es forzado a atravesar las diferentes regiones del aparato fonador.

Estructuras corticales del lenguaje.

En la corteza cerebral se pueden distinguir dos categorías de células:

• Las eferenciales (expresivas), localizadas en las capas 2, 3 y 5, que son consideradas la puerta de salida de la información.

• Las aferenciales (asociativas) son ínter neuronas, situadas en todas las capas, pero con mayor concentración en la capa 4. Son consideradas la puerta de entrada de la información.

Lóbulos

Lóbulo occipital: Este tiene la función de la recepción e interpretación de los estímulos visuales, y discrimina las formas, contornos y colores, así como también diferencia las formas de los símbolos lingüísticos. Su conexión con el área cortical de asociación permite el aprendizaje perceptivo, sobre todo, lo atinente al proceso de lecto-escritura.

Lóbulo parietal: Representa la corteza táctil y de comunicación multimodal. Esta área tiene una incidencia importante en el proceso lector, debido a que permite interpretar los espacios dentro de la escritura. Además hace posible la identificación de cada grafema, al igual que el valor fonético de los mismos, a través de sus conexiones con las áreas de Wernicke, Broca y Luria. Finalmente hace posible la comprensión global del texto. Por lo que se refiere al lenguaje, las áreas secundarias y terciarias tienen una capacidad importante en el proceso lectotáctil, como es la de reconocer y discriminar formas complejas mediante la palpación digital, y en el proceso lector propiamente dicho.

Lóbulo temporal: Representa la corteza auditiva. Tiene un papel importante en funciones superiores y complejas relacionadas con la visión, la audición y la conducta afectiva, emotiva y social. Este lóbulo ha sido asociado con múltiples funciones neuropsicológicas, destacándose las relacionadas con la información auditiva y los procesos de memoria. La parte posterior ha sido asociada con funciones perceptivo-motrices, perceptivo- espaciales, y con las representaciones visuales del lenguaje. Las partes mediales del lóbulo han sido asociadas con el lenguaje verbal, la música, la discriminación de tonos, ritmos y sonidos en general, y la percepción del tiempo.

Lóbulo frontal: Constituye una de las áreas del cerebro que más ha evolucionado en el ser humano y que, a su vez, representa la base neuroanatómica más importante de la compleja conducta humana. Entre las funciones más importantes de este lóbulo encontramos: la capacidad para la síntesis o la integración de múltiples funciones, la atención selectiva, la memoria y la programación motriz, es decir, funciones motrices, sensoriales, perceptivas, cognitivas, mnésticas, etc. La parte posterior del lóbulo está relacionada con el aprendizaje motor, con la coordinación y automatización del lenguaje motor, con el control y ajuste del comportamiento psicomotor y con el control y ajuste de diferentes funciones viso motrices. La parte anterior está implicada en la mayoría de funciones complejas del ser humano, que van desde el campo afectivo-emotivo y ético-moral hasta la esfera de la lógica, el razonamiento, la conciencia o la creatividad, pasando por procesos cognitivos como atención, memoria, aprendizaje o lenguaje. Se relaciona con la musculatura voluntaria, implicada en los movimientos de cualquier conducta motriz y esquema corporal.

Centros corticales específicos del lenguaje

Centro de Wernicke: La función más importante de este centro es la llamada “semasiológica”, por cuanto decodifica la palabra hablada. Se considera el área receptora auditiva secundaria, dado que interpreta los sonidos relacionados con la voz humana. Por consiguiente, se le considera el centro más importante de la comprensión del lenguaje.

Centro de Broca: Su función primordial es la onomasiológica, que interviene en la codificación. Por otra parte, se encarga de la elaboración de melodías quinéticas para coordinar y secuenciar los movimientos ejecutores del habla.

Centro de Luria (inferior): Este centro interviene en la formación de imágenes verbo-motrices, en la coordinación de los movimientos y en la recepción de la información de las distintas partes del sistema fonoarticulatorio. En general, interviene en todo tipo de praxias del lenguaje hablado; es decir que, junto con el centro de Broca, son considerados centros imprescindibles para la realización de la palabra hablada.


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