La Psicologia de la Palabra y su relacion con el lenguaje
Autor: Dra. Arianna Ponce Figueroa | Publicado:  9/03/2012 | Psicologia , Otras Especialidades , Articulos | |
La Psicologia de la Palabra y su relacion con el lenguaje .6

El papel del lenguaje en los procesos de conceptualización

El hombre, en el proceso de conocimiento del mundo, traspasa los límites de la experiencia sensorial y penetra en la esencia misma de las cosas, crea conceptos a partir de la abstracción de las características de los objetos de manera aislada y capta los enlaces y relaciones que entre estas se establecen. (24)

Luria (1984) considera que el hombre dispone no sólo del conocimiento sensorial sino del conocimiento racional, el cual le permite reflexiones y hacer deducciones a partir de sus impresiones inmediatas. “El ser humano vive entonces, tanto en el mundo de sus impresiones inmediatas como en el mundo de sus conceptos abstractos y es esto lo que le permite acumular, además de su experiencia visual, la experiencia social a través de las abstracciones. Esta particularidad caracteriza la conciencia del hombre diferente de la psiquis de los animales, pues para estos el lenguaje es solamente una señal que expresa estados afectivos.

1.-La palabra en los procesos de significación.

El hombre puede no sólo percibir las cosas sino reflexionar y hacer deducciones a partir de sus impresiones inmediatas, lo que lo lleva a conclusiones sobre la base de su razonamiento. Todo esto permite considerar que en hombre existen formas mucho más complejas de recepción y elaboración de la información que las que se dan en la percepción inmediata, es decir, que el hombre dispone no solo de un conocimiento sensorial, sino de un conocimiento racional.(16)

Vigotsky (1995) afirma que “todas las funciones psíquicas superiores son procesos mediatizados, y los signos, los medios básicos utilizados para dominarlos y dirigirlos. En la formación del concepto ese signo es la palabra, la que juega primero el papel del medio y más tarde se convierte en un símbolo”. El lenguaje, entendido como sistema de códigos objetivos, formados en el proceso de la historia social y que designen cosas, acciones, propiedades y relaciones, es decir, “categorías” diferencia radicalmente al hombre de los animales, ya que para estos últimos el “lenguaje” sólo se manifiesta a partir de una señal que expresa estados afectivos. Entonces, el “lenguaje” de los animales no es, de ninguna manera, un instrumento para designar objetos y abstraer propiedades, ni mucho menos un medio formador de pensamiento abstracto. Es solo un medio para la creación de formas complejas de comunicación afectiva. (25)

1.1.- Función de la palabra:

La lengua ha sido definida como un “hecho social” como un código complejo formado a través de la historia. El elemento fundamental de la lengua es la “palabra”, ya que ella reproduce el concepto del objeto e individualiza las características de las cosas, las acciones y las relaciones.

La “palabra” dicho de otra manera, es el medio que utilizamos para codificar nuestra experiencia.

La “palabra” como signo que representa un objeto surge del trabajo, de las acciones con objetos. Es de suponer que la palabra nacida del trabajo y de la comunicación que éste engendra, estaba estrechamente ligada con la práctica, y si estuviese separada de ésta, carecería de valor significativo. Así pues, cuando el sujeto realizaba algún acto laboral concreto la palabra se asociaba con ese acto y seguramente el significado de esta palabra cambiaba de acuerdo con la situación y se volvía comprensible solo a partir de los gestos, de la entonación y de toda la situación.

Por eso se ha dicho que las primeras, inmersas en un contexto apráxico, tenían un significado difuso y sólo cobran su autonomía cuando son capaces de evocar el objeto sin que éste esté presente; esto es lo que se ha denominado “contexto simpráxico”. (19)

En la historia del lenguaje se puede apreciar como la palabra, que dependía de la práctica, se fue separando hasta lograr su autonomía; dicho de otra forma, en la filogénesis del lenguaje se fueron incluyendo todos los medios indispensables para la expresión de la idea, a través de la estructura léxico gramatical de la lengua. El uso de la palabra inmersa en un contexto simpráxico permite que, en el interior del sistema de signos, estos se combinen unos con otros, de acuerdo con su significado, para así poder ser comprendidos aún cuando no se conozca la situación. Esto se refleja claramente en el lenguaje escrito. La separación de la palabra de la situación práctica condujo a conformar el lenguaje como un sistema autónomo de códigos, y por ende, a considerar la palabra como el elemento formador de la conciencia. (26)

A pesar de las múltiples hipótesis que sobre la pre-historia del lenguaje existen, es muy poco lo que se sabe sobre su origen histórico social; por el contrario, se conoce mucho del origen del lenguaje en la ontogénesis. Esta última nunca repite la filogénesis, ya que el desarrollo del lenguaje en el niño no transcurre exactamente dentro del proceso del trabajo, para el cual no está aún preparado, sino en el proceso de convivencia con los adultos. Al igual que en la filogénesis, los primeros sonidos del niño son la manifestación de estados y de ninguna manera la designación de objetos. Las primeras palabras surgen de la imitación del habla de los adultos que el niño escucha; el comienzo del verdadero lenguaje del infante y la aparición de estas palabras están siempre ligados a la acción y a su comunicación con los adultos, por lo tanto, éstas, a diferencia de sus primeros sonidos, no expresan sus estados sino que está dirigidas al objeto y lo designan. Después de la aparición de estas palabras difusas, aproximadamente a los 2 años de vida, el niño comienza a adquirir la morfología elemental de la palabra, así por ejemplo, algunas toman el carácter de sustantivos y su significado es objetual, gracias a la adquisición de sufijos. Es en este período cuando se registra un incremento en el vocabulario del niño.

Si hasta entonces lo más cómodo eran las palabras amorfas, que podían designar cualquier cosa de acuerdo con los gestos, la entonación, la situación, ahora el significado de la palabra es específico, por lo tanto el niño enriquece su vocabulario, que refleja no sólo al objeto sino también la cualidad, la acción y la relación. (27)

Vigotsky planteaba que la palabra codifica la experiencia, la cual es producto del trabajo del hombre. Donde la palabra se encuentra ligada a la acción y tiene y un carácter simpráxico hasta transformarse en un sistema de códigos independientes de la acción. Para Vigotsky la palabra da la posibilidad de expresar el lenguaje. De ser su hilo conductor… (28)

1.2.-Estructura semántica de la palabra.

Si bien es cierto que la palabra tiene una estructura semántica más compleja que la simple designación de un objeto, cabe preguntarnos que es lo que realmente adquiere una persona cuando elabora la capacidad de designar una situación objetual con palabras. Entre las funciones que desempeña la palabra tenemos, en primera instancia, la del “papel designativo”, llamada por otros autores función denotativa o referencial. En psicología, esta función de la palabra se designa como “referencia objetal”, como función de representación, de sustitución del objeto. (26)

El lenguaje humano, a través de la palabra, tiene la capacidad de dirigirse siempre a un objeto (caballo), a una acción (correr), a una propiedad del objeto (caballo viejo), o a una relación del objeto (el caballo está en el corral); es decir, la palabra, al tomar la forma de sustantivo, verbo, adjetivo, preposición, etc., se convierte en uno de los rasgos distintivos que diferencian el lenguaje humano del llamado lenguaje animal.

Luria sostiene que el hombre al poseer la palabra, duplica su mundo, ya que no solo se refiere a las cosas que puede manipular directamente sino que puede, además, hacer referencia a aquella que no perciben sensorialmente; es decir, la palabra da al hombre la posibilidad de operar mentalmente con objetos, inclusive en su ausencia, y de esta manera operar el mundo de las imágenes. El hombre está en capacidad de evocar voluntariamente estas imágenes, independientemente de la presencia real de los objetos, y de esa manera, este segundo mundo, puede ser voluntariamente dirigido. (10)

De la palabra nace no sólo la duplicación del mundo sino la acción voluntaria que el hombre no pudiera cumplir si careciera del lenguaje. Finalmente, la palabra permite que el hombre transmita su experiencia de individuo a individuo y de generación a generación, dicho de otra forma, el hombre puede no solo referirse a su experiencia personal sino también recibir esa experiencia de otros, utilizando el código como fuente de información. Vigotsky a este respecto, considera que estos 2 elementos son mutables, lo que permite deducir que el significado de la palabra se desarrolla tanto a nivel de su estructura como de los procesos psíquicos que están en su base. Estas 2 facetas del desarrollo fueron llamadas por este autor “desarrollo semántico de la palabra”. Por el primero se entiende el hecho de que, en el proceso de desarrollo del niño, tanto la relación palabra-objeto, como la separación de las características correspondientes, la codificación de los datos dados y la inclusión del objeto en un determinado sistema de categorías cambien a medida que el niño se desarrolla. (22)

El desarrollo sistémico del significado de la palabra tiene que ver con los diferentes procesos psíquicos que se dan en las diferentes etapas del desarrollo del significado de la palabra.

Para hacer referencia a la forma como los procesos de significación se llevan a cabo, es necesario hacer la distinción entre significado y sentido. El primero se refiere al sistema de generalizaciones que permanecen estables en cada palabra y por lo tanto es igual para todas las personas.


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