Historia de la circuncision y su tendencia en las diferentes culturas de la humanidad
Autor: Dr. Julio C. Potenziani Bigelli | Publicado:  24/05/2010 | | |
Historia de la circuncision y su tendencia en las diferentes culturas de la humanidad .10

En su sencillo pero a la vez complejo mensaje, el cristianismo se apoyaba en una idea de revelación divina, que prometía la salvación a través de un mediador, el Mesías, Jesús, que prometía instaurar una nueva vida, plena de amor y virtud. La salvación del fiel, dependía de su unión al Cristo salvador, unión que debía efectuarse a través de dos ritos: el bautismo, símbolo del renacer en Cristo, y la eucaristía, el ágape de comunión en la mesa del Mesías.

Excepto los coptos, los cristianos han reemplazado la costumbre judía de la circuncisión con el bautismo. La “circuncisión espiritual” tomó lugar sobre la circuncisión física a tal grado que en la Epistola a los Filipensis San Pablo discute la cierta y la falsa circuncisión. En “El verdadero camino de la salvación cristiana” refiere “Pues los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto según el espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne, aunque yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder confiar en la carne, mas yo. (3,3-4).

Por lo tanto la circuncisión cristiana es puramente espiritual una verdadera o simbólica desconexión de los pensamientos diabólicos, deseos impuros, falsas creencias y otras
Idolatrías y herejías en todas sus formas.

El Concilio de Jerusalén del año 48 fue el primer Concilio de la Iglesia Cristiana- Católica y fue convocado por un grave problema surgido de la conversión de gentiles al cristianismo. No olvidemos que los primeros cristianos fueron "judíos conversos", originarios de Palestina. El siguiente paso estuvo en la conversión de "judíos helenizados" o judíos que vivían en zonas helenizadas cuya cultura era diferente de la de los hebreos (ya vimos como surge un problema entre ambas comunidades judías resuelto al integrarlos en la asamblea de discípulos).

Pero el tercer paso fue incorporar cristianos provenientes del mundo pagano, es decir: gentiles, no judíos. Los cristianos gentiles fueron en principio una minoría. Es muy importante destacar que en aquellos momentos los cristianos se sentían como la continuación del judaísmo, parte integrante del Pueblo de Israel y judíos de pura cepa, pero los conversos gentiles no se sentían judíos y sentían rechazo ante las costumbres hebreas que imponían la circuncisión a los varones. En su Epístola a los Gálatas, en el capítulo 2, Pablo describe un enfrentamiento entre él y Pedro (llamado aquí Cefas) en Antioquía:

11 Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión.

12 Pues antes que llegaran algunos del grupo de Santiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, se le vio recatarse y separarse por temor de los circuncisos.

13 Y los demás judíos le imitaron en su simulación, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio arrastrado por la simulación de ellos.

14 Pero en cuanto vi que no procedían con rectitud, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?»

15 Nosotros somos judíos de nacimiento y no gentiles pecadores; a pesar de todo,

16 Conscientes de que el hombre no se justifica por las obras de la ley sino sólo por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las obras de la ley nadie será justificado.

17 Ahora bien, si buscando nuestra justificación en Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores, ¿estará Cristo al servicio del pecado? ¡De ningún modo!

18 Pues si vuelvo a edificar lo que una vez destruí, a mí mismo me declaro transgresor.

19 En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado:

20 Y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.

21 No tengo por inútil la gracia de Dios, pues si por la ley se obtuviera la justificación, entonces hubiese muerto Cristo en vano.

Este incidente provocado por el rechazo del Judaísmo a los gentiles, rechazo del que ni siquiera

Pedro pudo escapar, motivará que se convoque el Concilio de Jerusalén (Primer Concilio Cristiano).

En esta reunión, de importancia capital para la Iglesia Cristiana, las tesis de Pablo de Tarso a favor de la completa apertura de la Buena Nueva a los gentiles triunfarán frente a las defendidas por los fariseos cristianizados que propugnaban la exclusión de los no judíos. Pero la postura de Pedro, que se decantó por las tesis de Pablo, inclinó la balanza a favor de la universalidad de la Buena Nueva.

A partir de esta fecha histórica, el mensaje de Cristo será proclamado a todos los pueblos de la tierra sin importar su raza. Y así quedó sancionado:

23 Por su medio les enviaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos, saludan a los hermanos venidos de la gentilidad que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia.

24 Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras, trastornando vuestros ánimos,

25 Hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos donde vosotros, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo,

26 Que son hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo.

27 Enviamos, pues, a Judas y Silas, quienes os expondrán esto mismo de viva voz:

28 Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que éstas indispensables:

29 Abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza. Haréis bien en guardaros de estas cosas. Adiós.» (Hechos, capítulo 15).

De esta forma, con un compromiso que obligaba a los cristianos gentiles a lo expuesto en el versículo 29, se les liberaba de la obligación de tener que convertirse al judaísmo. La Iglesia ya era verdaderamente una Iglesia Universal.

En la sagrada Biblia Cristiana nos conseguimos bastantes referencias de la circuncisión. En el Génesis en su segmento “La Alianza y la Circuncisión” 17,10-14 se describe el pacto que Abraham realiza con Dios. En el Libro I de Samuel I,18-25 se menciona la exigencia de Saúl a David de 100 prepucios filisteos como dote, para vengarse de los enemigos del Rey, siendo entregados sin embargo 200. En Epístolas a los Gálatas 2:1-5 el apóstol Pablo refiere que “ni siquiera Tito que estaba conmigo con ser griego, fue obligado a circuncidarse”.

En los evangelios vemos como en el Evangelio según San Lucas 1:59-60 en la parte referente a la circuncisión de Juan el Bautista, e ibanle a dar el nombre de Zacarías como su padre y la madre se opuso y dijo que debería ser llamado Juan.

De nuevo en el Evangelio según San Lucas 2:21-30 se habla de la circuncisión de Jesús. En el evangelio según San Juan 7:21-24 Jesús enseña en el banquete que él hizo un milagro y todos quedaron maravillados, lo que hace decirles: Si un niño puede ser circuncidado en un Sabbath debido a que la ley de Moisés no debe ser rota, porque se enojan conmigo por haber curado un hombre un Sabbath? Paren de juzgar por las simples apariencias y hagan juicios correctos y certeros.


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