Caracterizacion de los factores de riesgo para las Infecciones de Transmision Sexual en Adolescentes y Jovenes
Autor: Dra. Danay González Moseguí | Publicado:  12/02/2010 | Enfermedades Infecciosas | |
Factores de riesgo para las Infecciones de Transmision Sexual Adolescentes y Jovenes .11

A consideración del autor la carencia de conocimiento sobre este tema a parte del bajo nivel educacional demostrado por el grupo estudiado recurre en la pobreza de los programas educacionales, la escasa participación de los medios en la divulgación de cómo evitar estas enfermedades y el deficiente papel de la familia en la educación sexual. Este resultado coincide con la totalidad de la bibliografía consultada pues autores como Bernal quien realizó una investigación sobre conocimientos y aptitudes sobre las ITS/SIDA en un grupo de adolescentes enfermos comprobó que estos no poseían el conocimiento adecuado sobre los mecanismos de transmisión de las infecciones transmitidas sexualmente, ni sabían sobre las medidas de prevención, junto a creencias erróneas y mitos sobre el tema.

 

Otros autores se refieren a una mayor frecuencia de aparición de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en personas que poseen un nivel educacional bajo y relacionan este último con los conocimientos que pueden haber adquirido sobre las mismas.

 

Tabla 6. Distribución de los pacientes con Infecciones de Transmisión Sexual según la edad de inicio de las relaciones sexuales.

 

factores_riesgo_ITS/inicio_relaciones_sexuales

 

La llamada "Revolución Sexual" trajo consigo un cambio de las conductas sexuales. Las relaciones precoces obedecen a procesos biológicos dados por una maduración sexual más temprana que hace 100 años atrás y en lo social, a los cambios en los estilos de vida motivados por el desarrollo, tanto de la urbanización como del turismo, mayor acceso al transporte, mayor aceptabilidad por parte de los adultos de estas relaciones, los problemas económicos y los patrones de conducta social que favorecen estas relaciones para el sexo masculino sobre el femenino. Este estudio corrobora lo encontrado por otros autores en estos aspectos, que constituyen comportamientos sexuales riesgosos para las Enfermedades de Transmisión Sexual y la infección por el VIH/SIDA. El comienzo de las relaciones sexuales es un hecho que cada día se observa con mayor precocidad favorecido por los diferentes factores sociales y culturales que influyen sobre los adolescentes, en la tabla 6 se realizó la distribución de los pacientes según la edad de comienzo de las mismas donde se observó que 44 pacientes comenzaron su actividad sexual entre los 15 y 17 años, lo que represento el 51.1%, seguido por los 25 pacientes que antes de los 15 años de edad dieron inicio a las relaciones sexuales lo que marcó un 29.1% y por último los que lo hicieron después de los 17 años con el 19.8% acumulando 17 pacientes.

 

Es evidente el comienzo temprano de las prácticas sexuales en este grupo lo cual constituye un factor favorecedor a la propagación de enfermedades a través del contacto sexual pues en esta etapa de la vida no se cuenta con la responsabilidad adecuada para enfrentar y prevenir de forma correcta las mismas y como la primera relación sexual ocurre cada vez en edades más tempranas, los adolescentes necesitan más que nunca información relacionada con la salud sexual y reproductiva, además de algunas aptitudes para forjar toda una vida, por ejemplo: de negociación, aclaración de valores, de rechazo y toma de decisiones. Todo esto, conjuntamente con los conocimientos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y la confianza en sí mismos, los prepara para abstenerse de las relaciones sexuales o usar los condones en forma sistemática y correcta y así protegerse de estas infecciones, este resultado aquí encontrado coincide con la bibliografía consultada, en la cual se plantea una tendencia a la disminución de la edad de inicio de las relaciones sexuales lo cual es señalado por varios autores como un riesgo, sobre todo cuando la educación sexual no es la adecuada. Diversos estudios plantean como la edad de comienzo de estas relaciones, antes de los 15 años y coinciden en un inicio más precoz en los varones con respecto a las hembras y otros refieren que los adolescentes que tienen relaciones sexuales tempranas tienen más probabilidades de tenerlas con compañeros de alto riesgo o compañeros múltiples lo cual aumenta el riesgo de adquirir Infecciones de Transmisión Sexual.

 

Los varones tienen más libertad para experimentar y tienen también más acceso a información relativa al sexo; la cual, en gran parte, se basa en mitos y conceptos erróneos que conducen a comportamientos malsanos.

 

Tabla 7. Distribución de pacientes con Infecciones de transmisión sexual según el número de parejas sexuales en el último año.

 

factores_riesgo_ITS/numero_parejas_sexuales

 

La abstinencia es una respuesta absoluta para prevenir las Infecciones de Transmisión Sexual pero no es práctica ni en la mayoría de los casos deseable. Una relación monógama con una persona de la que se sabe que no ha contraído ninguna de estas infecciones es, probablemente, la medida preventiva más aceptable que se puede tomar en la sociedad actual, en la tabla 7 se distribuyeron los pacientes según el número de parejas sexuales en el último año, donde se observó que el 58.1% con un total de 50 pacientes tuvieron entre 2 y 3 parejas intimas en el último año, seguido del 24.4% con 21 practicaron las relaciones sexuales con más de tres personas diferentes y solo el 17.4% que representado por 15 mantuvieron una conducta adecuada al limitarse en sus intercambios sexuales a una sola pareja, lo que demuestra que la inmensa mayoría de los pacientes que enfermaron no practican un sexo seguro, este resultado es similar al planteado en la bibliografía consultada en la que se describe una tendencia a la liberación sexual que se manifiesta por un aumento en el número de parejas sexuales e inestabilidad de las mismas, parece ser un fenómeno universal, a juzgar por los informes provenientes de los diversos países, en ello intervienen múltiples causas, entre las que se encuentran la necesidad de exploración sexual que tienen los adolescentes, y que los puede llevar a consecuencias perjudiciales para su desarrollo ulterior, sobre todo si no se han orientado e instruido al respecto.

 

Otros no adoptan comportamientos más seguros porque creen, incorrectamente, que corren poco riesgo. La familiaridad con un compañero sexual suele dar la impresión de que hay menos riesgo.

 

En algunos estudios estadounidenses, los adolescentes suponían que la prevalencia de ITS entre sus amigos íntimos era mucho más baja que entre otros adolescentes, y se sorprendían si eran infectados por uno de ellos.

 

Independientemente a la persona con que se tenga la relación sexual, la promiscuidad o cambio frecuente de pareja es una conducta de riesgo para contraer Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).


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