Caracterizacion de los factores de riesgo para las Infecciones de Transmision Sexual en Adolescentes y Jovenes
Autor: Dra. Danay González Moseguí | Publicado:  12/02/2010 | Enfermedades Infecciosas | |
Factores de riesgo para las Infecciones de Transmision Sexual Adolescentes y Jovenes .12

Tabla 8. Distribución de pacientes con Infecciones de transmisión sexual según uso de condón en las relaciones sexuales.

 

factores_riesgo_ITS/frecuencia_uso_condon


El uso de preservativos por ambos sexos disminuye notablemente la probabilidad de contraer una infección que se transmita a través del contacto sexual, pero estos deben usarse adecuadamente, debe estar en su lugar desde el principio hasta el final de la actividad sexual y debe usarse cada vez que un individuo se compromete en una actividad sexual con una pareja no monógama u otra pareja sospechosa, en la tabla 8 se distribuyeron los pacientes según el uso del preservativo o condón en sus relaciones sexuales estables o fortuitas, se observó que predominaron aquellos que utilizaron algunas veces durante la relación sexual el preservativo con el 54.7% con 47 pacientes, seguidos por los que nunca lo utilizaron con el 45.3% con 39, además es imprescindible destacar que ningún paciente refirió usar el condón en el 100% de sus relaciones sexuales.

 

En cuanto al no uso del preservativo en los adolescentes con vida sexual activa, hay autores que reportan cifras similares a las nuestras. Este alto porcentaje de no uso del condón en los varones podría deberse a una información deficiente en cuanto a sus ventajas en los muchachos que se inician sexualmente y desconocimiento de los riesgos a que se exponen, y en el caso de las hembras podría deberse al temor de sentirse rechazada y constituir una prueba de desconfianza hacia su pareja sexual.

 

Tanto el no usar, como usar mal el preservativo en relaciones sexuales sospechosas constituye un elemento que las personas y sobre todo los jóvenes deben saber, pues el uso del condón cada vez que se tienen actos sexuales con penetración vaginal, oral o anal, constituye la forma más eficaz de reducir el riesgo de Infecciones de Transmisión Sexual, estas cifras coinciden con las registradas en la bibliografía objeto de consulta ya que otras investigaciones, plantean resultados muy similares en el uso del condón, y se abordan como causas de este hecho, el temor de los adolescentes a sentirse rechazados al proponer el uso del condón, el tomar esta proposición como una prueba de desconfianza hacia la pareja sexual que despierta sospechas de infidelidad, la falta de confianza en el producto, la falta de acceso a los condones, o el menor placer que se siente al usarlos.

 

El condón masculino de látex es el que más protege contra las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), incluido el VIH/SIDA. Su uso sistemático y correcto constituye la manera más eficaz de prevenir estas infecciones entre las personas sexualmente activas que corren riesgo. La capacidad del condón femenino de prevenir la transmisión de las ITS no se ha estudiado adecuadamente, pero los expertos creen que este dispositivo es prometedor 52. El desafío más grande de la salud pública en el control del VIH/SIDA y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), es el de promover el mayor uso de los condones entre las personas que poseen una conducta sexual de riesgo.

 

Baltasar Reyes refiere que el uso del condón en cada relación sexual es la estrategia más importante para disminuir y prevenir las infecciones de transmisión sexual y del aparato reproductor y que el riesgo para estos tipos de infecciones se incrementa cuando la persona es analfabeta, cuando alguien diferente al personal de salud le enseñó a usar el condón y no usarlo con su pareja fortuita o casual.

 

Tabla 9. Distribución de pacientes con infecciones de transmisión Sexual de acuerdo al consumo desmedido de alcohol y/o alguna sustancia prohibida antes durante o después de la relación sexual.

 

factores_riesgo_ITS/consumo_de_alcohol

 

El consumo frecuente de alcohol y de sustancias prohibidas, éstas últimas en cualquier cantidad y frecuencia constituyen hábitos que predisponen al individuo a conductas sociales inadecuadas, en la tabla 9 se distribuyeron los pacientes según el consumo o no de las mismas, se obtuvo que el 60.5% con 52 pacientes consumían bebidas alcohólicas con frecuencia y/o sustancias prohibidas relacionadas con el momento de la realización del contacto sexual y solo el 39.5% con 34 pacientes no practicaban este estilo de vida tan perjudicial a la salud en todos los sentidos, especialmente en esta oportunidad a su salud sexual y prevención de enfermedades transmitidas por esta vía, estos resultados son similares a los encontrados en la bibliografía consultada en la que se plantea que beber alcohol o usar drogas aumenta el riesgo ya que estos comportamientos aumentan la probabilidad de que una persona participe en una actividad sexual de alto riesgo. Además, muchos de los microorganismos pueden transferirse mediante el uso compartido de agujas u otro utensilio de consumo de droga.

 

La totalidad de la bibliografía motivo de consulta coloca a los consumidores de alcohol y drogas como un grupo de alto riesgo a contraer Infecciones de Transmisión Sexual, explicando esto por la alta frecuencia de estas enfermedades dentro de las personas que practican estos hábitos. El uso de alcohol o drogas antes o durante la relación íntima puede disminuir la capacidad de comunicación y la coordinación requerida para utilizar barreras o lubricantes. El alcohol y las drogas pueden menoscabar la capacidad para hacer elecciones apropiadas sobre el sexo.

 

Tabla 10. Distribución de los pacientes según tipo de Infección de Transmisión Sexual y sexo.

 

factores_riesgo_ITS/tipo_de_infeccion


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